"PROMETIERON QUE LOS SUEÑOS PUEDEN HACERSE REALIDAD, PERO OLVIDARON MENCIONAR QUE LAS PESADILLAS TAMBIÉN SON SUEÑOS" OSCARD WILDE

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La fresca noche era pacifica y llena de un absoluto silencio, lo ideal para un sueño tranquilo. Shi Zan también estaba cómodamente dormido en su habitación, el al igual que todos, empezó a soñar.

El sueño que estaba viendo en cierto momento era uno de esos en los que sabes que lo que estas viviendo no es real pero que de igual forma es inevitable hacer lo que dicte este mismo; el pelinegro entonces se dedicó a solo seguir con su sueño.

...

A su alrededor todo era oscuro y no podía verse con claridad en que lugar se encontraba, ahora solo se podían escuchar gritos de varios tipos por doquier. El de ojos grises sintió de repente un escalofrío, que le recorrió todo el cuerpo y que incluso empezó a llenarlo un inexplicable terror, siguió caminando sin saber a donde ir y sin darse cuenta empezó a agilizar sus pasos hasta que empezó a correr, no sabía porque estaba corriendo, pero sabia que debía apresurarse.

Los gritos aumentaron a su alrededor y también se distinguía el sonido de cosas rompiéndose, y el sonido del metal blandiéndose (como armas); por alguna razón Shi Zan dejó de prestar atención a todo esto, pues tenia que correr más rápido, razonó que tal vez no había algo que lo seguía detrás, tal vez el era el quien debía encontrar a alguien u algo. Aun así, seguía experimentado mucho miedo, junto con esa sensación extraña en el estomago, como cuando sabes con toda certeza que algo terrible va a ocurrir y que podría ocurrir en cuestión de segundos seguramente.

A la distancia logró visualizar que la oscuridad iba poco a poco siendo remplazada por algo de luz, el joven creyó que eso era buena señal y prosiguió con mayor velocidad, pero en cuanto llegó (aun sin detenerse) pudo vislumbrar un par de siluetas, estaban peleando entre ellos y en un momento determinado uno de estos tomó al contrario por el cuello y lo estrelló contra una columna de piedra mientras aumentaba la presión sobre su garganta, el otro intentaba desesperadamente zafarse pero no podía pues se notaba le estaban fallando las fuerzas. Shi Zan intentó acercarse, pero sus piernas dejaron de moverse, así que intentó ver con más claridad y solo pudo ver mejor a uno de ellos.

¿Deshi? Era sin duda el demonio, pero este... este era el que estaba siendo estrangulado, el agresor no podía ser identificado pues la oscuridad volvió a llenar todo alrededor, evitando ver a este. El humano sintió como los sentimientos que había sentido tenían sentido y que ahora de multiplicaron en gran porcentaje; el quería interferir, pero su cuerpo no reaccionaba, no lo dejaba más que hacerlo mirar. ¡No!, el no quería ver esto; Deshi Daquan estaba empezando a dejar de moverse.

-¡DÉJALO! – logró gritar desesperado, pero aun estático.

La figura desconocida pareció escuchar la voz y giro lentamente su cabeza para después dibujar en su rostro una tétrica sonrisa, seguido de esto la escena repentinamente se volvió completamente oscura, y el pelinegro escuchó como unos estridentes pasos se acercaban a el a gran velocidad.

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En aquel momento Shi Zan logró despertar agitado y con el corazón latiendo de forma que parecía que se le saldría del pecho.

-...ah ah... solo fue un sueño... solo un sueño- ya sabia esto, pero de igual forma todo se había sentido tan real que necesitaba calmarse.

Esa noche Shi Zan se sintió muy angustiado, nunca había tenido un sueño o más bien una pesadilla que lo dejase en ese estado y por ello no pudo volver a dormir. El resto del tiempo que quedaba lo uso para pensar. ¿Qué pasaría si no fuese solo un mal sueño?, no, no pasaría nada tanto Deshi como el eran fuertes, podían defenderse entre los dos. Y ¿quien seria ese que atacó a Deshi Daquan?

Sus incógnitas quedarían por el momento sin una contestación; eso era lo mejor, a veces el no saber ciertos hechos nos permiten seguir adelante.