Parte 4 Un nuevo problema
"NO EXISTEN LAS DESPEDIDAS ENTRE NOSOTROS. ALLÍ DONDE ESTES, TE LLEVARÉ EN MI CORAZÓN" GANDHI
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Shi Zan corrió fuera de su casa y se dirigió a la mansión que habían construido a las orillas del pueblo para su pequeño amigo. Pudo entrar sin problemas (el demonio no usaba llave, uso una clase de maldición que solo permitía dejar entrar a ciertas personas y a otras no) pero ya dentro del lujoso sitio no había rastros de Deshi, por lo cual después de cerciorarse fue al lado del bosque donde se habían conocido la primera vez y se adentro entre los arboles ya verdes y tupidos.
Camino un rato mientras mentalmente se preguntaba si realmente estaba ahí; pero enseguida vio la silueta de a quien buscaba desde hace rato, estaba sentado a la orilla de un árbol que lo cubría de los rayos de sol y que con el viento solo se movía su cabello trenzado, el demonio estaba rodeando sus piernas con sus brazos como abrazándose a si mismo y su rostro no era visible para Shi Zan que se encontraba viéndolo de espaldas.
El humano se sentó a su lado de forma callada e intento ver la cara de su compañero, pero este último movió su rostro al lado contrario para evitarlo. Era la primera vez que veía una actitud como esa en Deshi Daquan, por lo que a diferencia de con otras personas con las que sabía como aligerar las tensiones, con su amigo se quedó en blanco.
- ¿estas enojado conmigo? - preguntó con tono seguro, pero internamente estaba muy perdido sobre como iba a solucionar el asunto.
- ...n-no...- dijo con voz muy baja y quebrada. Mientras se volteaba mas al lado contrario. El mayor noto esto, además de que el pequeño empezó a tener temblores casi imperceptibles (estaba aguantando el llanto)
- tranquilo, por favor... por favor no llores - dijo algo alarmado mientras intentaba tocar al demonio, pero no se decidía.
- ...perdón – se disculpo con la voz aun más deshecha, habían empezado a salir las lagrimas de sus ojos empañados, se cubrió la cara para que el otro no lo viese e intento callar para que no se escuchasen sus sollozos.
- no te disculpes- se asustó al verlo llorar, así que inmediatamente lo abrazó, y el otro dejo de cubrirse para devolver el abrazo y llorar en su hombro- estoy contigo, tranquilo...- lo dijo sintiendo mucho ver la tristeza de Deshi, tenía que parecer fuerte por el y ayudarlo a calmar su dolor.
- tu también v-as a dejarme ¿v-verdad? – preguntó sintiendo dolor en el pecho, volteó a mirar hacia arriba para encontrarse con los ojos grises que siempre lo calmaban.
Shi Zan supo en seguida que Deshi había escuchado la conversación, lo malo es que no pudo tener tiempo para explicárselo de una forma menos dolorosa.
- Si... - dijo mirando los verdes ojos apagados que hicieron gesto de dolor con la confirmación; el también puso una cara de tristeza- pero no quiero irme.
- Tampoco podré ir a verte- Deshi sabía que las sectas humanas eran para exterminar demonios, así que, aunque se disfrazara de humano detectarían su intrusión.
- No...- decirlo le dolió mucho mas de lo que pensó – pero no será para siempre, volveré aquí en cuanto pueda.
...
- Yo puedo esperar- afirmo ahora Deshi intentando controlar las cristalinas lagrimas.
- Juro que volveré, pero promete que vas a estar bien- seco con sus dedos las lagrimas que resbalaban de la cara del pequeño.
- Si tu lo estas, entonces yo también- realizo una débil sonrisa triste.
Ambos querían permanecer juntos, quien sabe que pasaría cuando ya no estuvieran juntos, pero solo el tiempo se los diría. Shi Zan sabía que en la secta le intentarían inculcar ciertas ideas sobre los demonios y el tendría que fingir estar de acuerdo con todo y obedecer lo que le indicaran para facilitar su regreso lo más pronto posible; pero en el fondo nada cambiaria la idea que ya tenia sobre su amigo demonio, el cual era distinto a todo lo que siempre se contaba de las criaturas demoniacas (habría buenos y malos tal y como los humanos).
Pero por ahora los jóvenes amigos no pensarían en esto pues les quedaba todavía una semana para disfrutar su mutua compañía.
Pasaron dos días y ellos casi no pensaban en la despedida y si lo hacían no hablaban de ello en ningún momento lo mejor era actuar como si no sucediese nada.
Los padres de Shi Zan sabían que no era fácil para los niños así que sugirieron la idea de hacer un picnic en un área del bosque no alejada del pueblo pero que tenia mas pinta de un simple campo. Todos aceptaron gustosos la idea; se juntaron temprano ese día para preparar alimentos simples, los más pequeños más que nada observaban pues no sabían cocinar.
Al mismo tiempo en otra parte del pueblo, la que servía de hogar para las familias adineradas, un grupo de jóvenes "conversaba", entre ellos se encontraba el hijo de los Yijun, desde que paso el incidente en el bosque le habían dicho que fue un oso, pero el decía que era un demonio (no le creyeron pues decían que si hubiera sido un demonio, habría acabado con todos los presentes y no simplemente haber hecho una herida), su grupo de amigos se trataban de auto convencer de que solo fue un oso y nada más. El hijo de los Yijun seguía insistiendo hasta ahora en voz alta por lo que si alguien pasaba podía escucharlo de manera clara, y precisamente eso ocurrió; pues pasó por ahí un adulto de edad joven que no era más que uno de esos ricos que creen que son los hombres más valientes del mundo y no puedes contradecirlos. Como escuchó la platica, intervino en ella y aseguro que le creía a Yijun Heng sobre el asunto del demonio y como el adulto había estado alguna vez en una secta (fue expulsado por varios motivos) le dijo que buscaría a su demonio, pero a cambio de una pequeña recompensa (era una persona codiciosa) lo cual Yijun aceptó por el simple hecho de demostrar que lo que lo atacó no era un simple animalejo. El desconocido preguntó donde había sido el ataque para después ir el solo en la búsqueda.
Después de un rato hacia un magnifico clima en el campo, donde se había impregnado el olor de la deliciosa comida que habían preparado con esmero para el picnic, pusieron una manta con los alimentos encima. Los dos mayores se sentaron juntos abrazándose, Shi Lei admiraba el paisaje pues le encantaba dibujar por lo que quería captar la esencia del lugar para plasmarlo al papel más tarde. Los niños se alejaron solo un poco cuando decidieron jugar a perseguirse. La alegría llenaba cada rincón del natural paisaje, realmente daba la sensación de una familia unida y muy hermosa.
Lo que nadie esperó fue que los encontraría alguien que ninguno de ellos conocía, todo por detectar algo de energía de procedencia demoniaca.
En ese preciso instante Shi Zan perseguía a Deshi Daquan, por lo que este estaba algo alejado;
Y cuando pasó corriendo cerca de unos cuantos arboles, de forma sorpresiva el hombre que había asechado de forma imperceptible se abalanzo hacia el más pequeño y con un talismán improvisado se lo lanzó a la cara; Deshi no pudo esquivar el artilugio y este cayó en su frente, este produjo dolor y magulladuras en la parte de la piel en la que se produjo el contacto, que también ocasiono que se revelaran sus rasgos demoniacos; además no pudo siquiera intentar quitárselo pues tuvo que eludir un ataque de una daga (a la cual le había pegado otro talismán) que iba directo hacia su estomago. La familia humana ahí presente quedó aterrada con la agresión imprevista y se levantaron de sus lugares, Shi Zan se horrorizó al ver que el adulto buscaba acabar con el pequeño demonio y quiso interferir; así que corrió lo más rápido que pudo y busco derribar al atacante, solo pudo hacer que perdiera un poco el equilibrio y causarle un poco de dolor, además de causar confusión; pero este fue un problema pues el extraño no esperaba ser atacado del lado contrario y como reacción automática uso el cuchillo en contra de lo que lo había golpeado (tal vez era otro demonio que no había percibido), el niño humano intento cubrirse por lo cual el afilado objeto hirió la piel de su brazo y al intentar retroceder por reflejo cayó al suelo. Los padres de Shi Zan enseguida corrieron para socorrer a su hijo menor (pero su distancia aun era mayor). el agresor sin detenerse a pensar quiso apuñalar al otro niño para terminar con el (su carácter claramente impulsivo, uno de los motivos por los cuales ya no pertenecía a una secta).
Shi Zan espero sentir dolor mas ni siquiera la punta del metal llego a tocarlo una vez mas, pues Deshi Daquan había reaccionado a tiempo, logrando tomar con una mano el filoso objeto a pesar de que eso provocó que se lastimase y escurriera sangre por la hoja del arma; el adulto no pudo luchar contra la fuerza que evitaba que la daga avanzase y Deshi aprovecho esto y con la mano que le sobraba le asestó un golpe en la cara, claramente su fuerza era sorprendente pues logró tumbarlo y que soltará el arma. El pequeño demonio dirigió una mirada rápida a Shi Zan que miraba sorprendido la escena pero que al mismo tiempo intentaba parar la sangre que salía de su brazo con mueca de gran dolor; en ese momento Deshi sintió una gran ira hacia el humano que se había atrevido a lastimar a lo único que le quedaba en la vida así que su rostro a pesar de siempre tener una expresión adorable y a veces tímida, esta vez cambió a una que inspiraba miedo, sus verdes ojos enfocaron al adulto y lo observaron fríamente; el humano enseguida se levanto del suelo muy asustado. Deshi siguió sujetando el cuchillo, pero ahora con la mano sana y quitó el talismán de su frente con la que escurría sangre y simplemente hizo que apareciera una bola de fuego y lo volvió polvo enseguida, seguido de esto avanzó con pasos firmes para aproximarse al adulto que había sacado dos cuchillos kunais del cinturón que llevaba puesto. Los padres de Shi Zan lograron llegar a socorrer a su hijo y lo sujetaron para evitar que la hemorragia persistiera.
- ¡monstruo infernal!, ¡no tienes oportunidad, haré que tu alma se disperse! – gritó el adulto, muy molesto e impaciente a Deshi que no pareció si quiera escuchar lo que dijo, su indiferencia causaba cierta inquietud al ser un rival.
Al ver que el pequeño no hacia ningún movimiento decidió atacar primero, busco con uno de los cuchillos apuñalar otra vez el estomago mientras el otro iba hacia la cabeza, en cambio el niño simplemente dio un pequeño paso hacia la izquierda y rebaso los ataques sin retirarse más que eso. El adulto se giró en seguida para dirigir su ataque al niño, pero cuando miró hacia donde se suponía que estaba ya no se encontraba a la vista. El adulto quedo impactado con la repentina desaparición del escurridizo demonio, pero no tardo mucho esto pues Deshi simplemente se había dirigido a espaldas del hombre y le avisó de su ubicación al bridarle un golpe en las costillas que lo dejo sin aire, cayo de rodillas al suelo mientras intentaba obtener aire; el demonio no le regalo el tiempo que necesitaba para recuperarse y provoco dos llamas de fuego hacia las manos del hombre que duraron solo unos segundos, claramente estas soltaron las kunais al estar al rojo vivo.
Deshi enfrió todavía aun mas su mirada con una expresión que ni siquiera demostraba la furia que internamente lo invadía, y observaba como el atacante ahora solo se retorcía de dolor en el suelo. El niño demonio se acercó a el con el cuchillo en la mano y se acuclillo a su lado mientras observaba cada detalle de lo que el contrario hacia; el señor logro concentrarse para visualizar al demonio y sus ojos reflejaron terrible espanto al ver como este lo amenazaba con la daga pegada a su cara (pero sin producir heridas).
-dime, ¿tienes algo que decir? – preguntó Deshi Daquan con expresión sería, pero sin actuar precipitadamente.
- ¡qué? – logro exclamar el hombre derribado, que a pesar del pánico que estaba sintiendo, se sentía humillado por el pequeño niño- ¡¿Qué tendría que decir a un monstruo como tu?! –
- ¿ah?... – miró con claro desprecio al adulto, como si fuera un pedazo de basura asqueroso; al instante realizo más presión sobre el objeto filoso, logrando hacer que el adulto palideciera- a mi no, a el- dijo señalando con la mano libre a Shi Zan, al cual le habían improvisado un vendaje.
La familia del joven humano observaba con mucho temor tanto al adulto como al demonio que los había visitado en tantas ocasiones y querían salir corriendo de ahí, pero Shi Zan no dejó que lo agarrasen para sacarlo de ahí. Aun goteaba sangre por las prendas del joven además de la verde hierba ahora carmesí, el niño humano veía la escena que estaba ocasionando su amigo y esto le causaba mucho miedo sobre lo que podría ocurrir en breves instantes.
-te equivocaste al hacerle daño, ¿piensas disculparte? -cuestiono con cara ahora neutra, claramente su tono fue más de amenaza que de una sugerencia o simple pregunta.
- ¡púdrete tu y ese mocoso! ¡no tienes poder sobre mí fenómeno! - vociferó ínterin cuando intentó asestarle un golpe en la cara del demonio. A pesar de que este movimiento brusco hizo que el cuchillo lo hiriese en el rostro dejando tras de si un fino hilo del liquido de color bermellón.
Deshi detuvo el puño más grande con su diminuta mano sin ninguna dificultad y lo apretó lo suficiente para que el adulto sintiese un horrible dolor además de las quemaduras que ya tenía, por lo tanto, no pudo realizar ningún otro movimiento.
- ¡váyanse al infierno, malditos! – lo dijo con los dientes apretados con fuerza por el inmenso dolor que sentía.
- Grave error- (se refería mas que nada a lo de la disculpa a Shi Zan) comentó el chico, como asegurando que el adulto se había sentenciado a si mismo con un cruel destino. - ... desperdiciaste tu chance...-
- ¡A-xiaoquan!, por favor... no lo lastimes más- gritó desesperado Shi Zan, pues temía que al final toda la situación iría en contra de Deshi Daquan, lo cual arriesgaría su vida dentro del pueblo.
Deshi escuchó las palabras de su único amigo y tranquilizó su cara, así que simplemente inmovilizó al adulto para que no aprovechase que no iba a atacar. La familia humana se sorprendió que el demonio no ignorara la petición.
Shi Zan avanzó como pudo a rastras hacia su amigo, tanto los padres como la hermana intentaron evitarlo.
- No me hará daño, no es malo- les dirigió una mirada que les indicaba que confiaba plenamente en el demonio, lo cual inquieto a los mayores, después de todo ¿Cómo podrían estar seguros de las intenciones del demonio?
Antes que nada, el niño demonio sujeto de las sucias túnicas al despiadado agresor y le dio una advertencia.
- Si dices algo sobre lo que pasó o vuelves intentar venir por una revancha ya sea solo o acompañado, te ira muy mal- debía asegurarse primero que nada que no volvería ese tipo a molestarlos nunca más. El adulto ya no sentía esa valentía que anteriormente sentía así que asintió enseguida- bien, no incumplas esto y te aseguro que recibirás una buena vida, si no, tendrás una maldición por el resto de tus días.
Acto seguido, de forma sorpresiva para todos, curó las heridas del extraño provocadas en el conflicto. Deshi jamás perdonaría al hombre por sus actos, pero mientras no se le ocurriera volver por más haría como si nunca se hubieran conocido. Cuando acabó de transferirle energía le dio espacio para que se retirase, lo cual hizo el hombre confundido y escarmentado que al principio dudo, pero se fue caminando de regreso al pueblo (donde le diría al niño que le había encomendado la búsqueda de la criatura, que no había rastros de ningún demonio, para después dejar el pueblo y nunca volver).
El demonio se giró en seguida hacia Shi Zan y fue a su encuentro.
- Perdón A-Zan, es mi culpa- miró la herida del humano y dirigió sus manos hacia la lesión para también transferirle de su energía. Su cara volvía a ser de profunda preocupación.
- Claro que no, no digas eso- le sonrió a su amigo- yo estoy feliz de que se haya terminado esto... aunque tu también estas herido- dijo sosteniendo la mano herida de Deshi con mucho cuidado y observando acongojado el hematoma de la frente de este.
- Sanaré pronto, no es nada- sonrió el demonio para calmar al mayor de los dos- me preocupa más que te lastimes tú- dijo después de que sanó la herida de Shi Zan completamente.
Shi Lei y sus padres se acercaron a los dos menores de edad y presenciaron que el demonio parecía ser muy leal a Shi Zan y que ambos se preocupaban sinceramente por el uno y el otro. Deshi Daquan observo la cercanía de estos y se levanto en seguida para hacer una pequeña reverencia en señal de respeto.
- También discúlpenme, no quise causarles todo esto- el demonio sintió miedo, pues como mínimo no le permitirían volver a acercarse a ninguno de ellos al ser el una criatura de procedencia demoniaca.
- - g-gracias- reconoció el padre de Shi Zan mientras le devolvía el gesto de cortesía. La madre del niño se acercó para observar el brazo de su hijo el cual no tenia siquiera una cicatriz y también miró agradecida al demonio.
- ¿Por qué ayudaste a mi hermano? ¿Por qué estas aquí? – preguntó directa como siempre la hermana, no es que no estuviera aliviada de que su hermano estuviera bien, pero el demonio que necesidad tenia de todo esto, ¿ganaba algo al brindar su ayuda?
- Hija...- el padre la reprendió ligeramente por ser impertinente, no era aun momento de discutir con el niño demonio.
- Pues que nos diga, tenemos que saber si esto tiene un precio. Si es sincero no tiene nada que temer- aseguró desafiante la joven señorita.
- N-no hay precio. Solo quiero seguir viendo a A-Zan- aseguró Deshi, pero no de forma que pareciera que peleaba contra el orgullo de la hermana mayor de su amigo, así que conservo un tono ligero.
- De acuerdo, supongamos que es verdad. ¿y porque con mi hermano y no con alguien más? ¿eres el único demonio aquí o hay más?... entiende que necesitamos saber si estamos seguros- ella era la que no permitía que se les explicara a medias, era sin duda la más testaruda de los presentes.
- Estoy solo, los demonios también quieren matarme- esto fue una incógnita para los presentes ¿Por qué molestarse en matarlo a el? -... A-Zan es el primero que es bueno conmigo, por eso yo también quiero protegerlo a el y a ustedes- sus ojos reflejaban la verdad de sus palabras.
La hermana a pesar de querer proseguir con su interrogatorio exhaustivo, no lo hizo ya que por lo menos pudo identificar que ellos eran especiales para el demonio (sobre todo Shi Zan claramente) y por lo tanto no se verían afectados al respecto. Todos agradecieron esto.
Deshi Daquan, no sabía como tomar la escena, ¿tendría que alejarse o no? Y su cara parecía preguntar esto además de que no se acercaba siquiera a Shi Zan, los adultos se vieron el uno al otro como preguntándose mutuamente con la mirada para después girar la cabeza hasta el demonio y brindarle un asentimiento de cabeza al unísono (no tenían motivo aparente para rechazar al demonio, menos cuando este les ayudaba desde que lo conocieron)
Todos mantendrían el secreto del demonio y lo llevarían a la tumba, decidieron que debían confiar de todos y no alejar a ninguno; tenían una vez mas la imagen de una familia prácticamente perfecta, donde claramente había problemas pero que se sostendrían todos el uno del otro cuando lo necesitasen.
La familia permitiría que el demonio estuviese con ellos cuando quisiese incluso durante la pronta ausencia de Shi Zan, y lo tratarían con gran cariño y respeto, más que nada como un miembro más de la familia.
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