
Parte 14 (2 de 2) Empiezo a necesitar
"NUNCA PIERDES AL AMAR, SIEMPRE PIERDES AL REPRIMIRTE - BARBARA DE ANGELIS"
______________________________
Era de mañana y Shi Zan no había podido dormir la noche anterior, y tampoco sentía muchas ganas de comer en ese momento. Sus padres y hermana lo recibieron en el comedor de forma sorpresiva, se veían muy emocionados.
- ¡feliz cumpleaños! – gritaron al unísono, para después abrazarlo en grupo.
El aludido sonrió en respuesta, había olvidado completamente que hoy era su cumpleaños, pero ahora era lo de menos. Su familia empezó a darle algunos obsequios pequeños e incluso le prepararon su alimento favorito (el cual se vería obligado a comer para no ser descortés con su esfuerzo) le dijeron además que iban a pasar el resto del día juntos y que harían un picnic como en los viejos tiempos.
- A pequeño Dìdì, claro que el también vendrá – era obvio a quien se refería. – nos alcanzará después, aun debe arreglar una cuantas cosas así que no te angusties –
- ¿también vendrá tu amigo? – preguntó curioso
- No me digas que no te agrada –
- Me malinterpretas, me agrada y me gustaría que nos acompañase –
- Bien, pues si, también nos acompañará-
Dicho esto, todos se prepararon con lo necesario para ir al lugar acordado. Ya en el camino mantuvieron una conversación tranquila pero no aburrida, solo que Shi Zan ya tenía ganas de ver lo mas pronto posible a su querido amigo.
Al llegar a donde deseaban se mantuvieron arreglando las cosas para que cuando llegasen los que faltaban, ya estuviese todo preparado.
En un momento determinado vieron la silueta de una persona a lo lejos, la cual se acercaba caminando hacia donde se encontraban ellos, al principio pensaron que se trataría de Deshi Daquan o incluso Shun Hui; no era así, era una señorita joven que llevaba algo en sus manos. La familia fijó su atención en la hermosa dama y esperaron a que se acercará.
Cuando estaban a una distancia cercana la muchacha se detuvo con la mirada baja, esperando que alguien se reuniera con ella; el padre decidió levantarse para preguntarle a la señorita lo que necesitaba.
- Buenos días jovencita – saludó con una reverencia que le fue devuelta tímidamente – dígame, ¿hay algo que podamos hacer por usted? –
- Perdonen mi impertinencia, estaba buscando al joven Shi Zan – dijo la de cabello oscuro, abrazando el paquete que sostenía –
La familia inmediatamente miro al menor de ellos, ¿era que acaso se estaban pretendiendo?; la madre de Shi Zan volteó a verlo a los ojos, indicándole con esto que fuese a hablar con la chica. El de ojos grises ni siquiera había visto a esa mujer antes y no sabia el porque de buscarlo ahora, pero el sería amable. Ambos jóvenes caminaron un poco, algo retirados de la familia; se notaba que ella quería hacerlo algo más privado.
- ¿necesita algo señorita...? –
- Ahhh, mi nombre es AiDe Nuan – respondió sonrojada sin poder mirarlo a la cara – me enteré en el pueblo... que hoy es su cumpleaños – dijo mientras veía un poco lo que llevaba en manos – y decidí hacerle este presente yo misma– ofreció el regalo
El recibió el regalo, asombrado – muchas gracias, de verdad – y le sonrió amablemente.
- No tiene que agradecer nada, fue un honor – se atrevió a mirarlo – no le interrumpo más –
- Tranquila... ¿quisieras acompañarnos? – no quería ser grosero, ella se había molestado en darle un regalo aun sin conocerlo, como mínimo podía quedarse a acompañarlos.
- ¿no seria un atrevimiento? – se apenó ella. A lo cual el negó con las manos y le señaló que los acompañase.
Cuando iban dirigiéndose hacia la familia, Shi Zan vio que ya se encontraban ahí tanto Shun Hui como Deshi Daquan.
- Familia, la joven AiDe Nuan nos hará compañía – la presentó a los presentes sin mirarla, ella sonrió como saludo.
- No hay problema, hay comida suficiente – indicó la madre. Todos sonrieron como saludo, excepto Shi Lei, que alzó una ceja (como molesta); y Deshi que se mordió los labios sin que nadie lo viese, mientras su mirada se oscurecía.
Ya sentados, comenzaron a comer. El joven de cabello azabache no había tenido tiempo para saludar al demonio, y buscaba por ahora toparse con la mirada del otro, del lado contrario de la manta; pero este (Deshi), pasó toda la reunión con la cabeza gacha y muy serio, cosa que dejo algo inquieto al cumpleañero.
Ya terminada la reunión los padres de Shi Zan le dijeron que acompañará a la jovencita hasta su hogar, que era muy tarde para que llegase sola. El muchacho quedo confundido, no era que fuese demasiado tarde y no pensaba que la chica podría tener problemas, pero ante la insistencia de sus padres aceptó llevarla; Deshi Daquan al ver que el otro por fin aceptó esa idea, enseguida se ofreció a acompañar a ambos jóvenes; antes de que alguien rechazara la propuesta, Shi Zan aceptó su ayuda.
La tal AiDe Nuan había querido estar sola con el apuesto Shi Zan, sus intenciones actuales de quedárselo para ella eran claros frente a los ojos de la demás gente; más, aun así, fingió naturalidad y timidez. Al llegar a su residencia, ella se detuvo antes de entrar por la puerta principal.
- Joven A-Zan (se atrevió a llamarlo con ese apodo ante Deshi), gracias por el bello día – se acercó mucho al mayor, para incomodidad de Shi Zan y espanto de Deshi.
- ... no fue nada. Gracias a usted por el regalo – retrocedió unos pasos. Lo mejor sería que se despidiesen de una vez.
- Espero, verlo pronto. Cuídese – la chica quería robarle un pequeño beso
- Descanse, no es propio que este sola con dos hombres. Debo irme ya con su permiso, A-quan y yo debemos hacer otras cosas – se excusó, Deshi asintió victorioso. La chica no tuvo de otra más que acceder a eso.
Después de irse apresuradamente, Shi Zan le dijo a Deshi, que quería ir al bosque ya que no habían tenido oportunidad de convivir como siempre, y así lo hicieron, aunque el demonio seguía algo serio.
- A-quan ¿estas bien? – estaba preocupado, el normalmente era todo lo contrario a lo que estaba presenciando.
- ¿te gusta ella? – evadió la pregunta y contestó con otra. Se recargó en un árbol y fijó su mirada en el frio césped.
- ¿eh?, no para nada. La acabo de conocer hoy, y solo fui amable, pero nada más – sintió la necesidad de explicar más a detalle. Pudo ver al demonio asentir levemente con su respuesta.
- ¿no te interesa conocerla? Después de todo es bella y te hizo un regalo ella misma – preguntó con miedo.
- No A-quan. Ni siquiera he visto que es lo que me dio – respondió al tiempo que mostraba la caja aun no abierta del regalo.
- Deberías ver que es – volteó a mirar la caja.
- Bien, veamos los dos. – se sentó en la hierba y con uno de sus brazos tomó la mano de Deshi Daquan para jalarlo a su lado suavemente, para que este lo acompañase. El otro no pudo evitar colorearse un poco a pesar de su estado de animo.
Abrieron la elegante caja que contenía el regalo, seguramente era una doncella de familia muy bien posicionada; lo que había en el interior era una túnica con ostentosos adornos que se notaba en general, era un regalo demasiado caro.
- Vaya, se nota que le puso empeño, parece algo que se pondría alguien como el emperador – lo movió hacia todos los ángulos para verlo a detalle. Aunque no era su estilo de ropa, a el no le gustaba lucir demasiados adornos y que llamase mucho la atención.
Deshi miró a cada centímetro de la prenda, esa mujer realizó un gran trabajo de costura. El no podría ser competencia de un trabajo como ese, su gesto dejó de ser serio para pasar a uno con más tristeza.
- Hubiese querido que el mío quedara igual... - comentó más para si mismo en voz baja.
- ¿hiciste uno? – enseguida dejó la ostentosa túnica en la caja y volteó con clara emoción en su rostro.
- Era el secreto que no podía decirte... quería que fuese especial pero no lo es – dijo viendo la túnica que ahora yacía en su caja.
- Quiero verla – dijo de inmediato. Deshi se apenó por eso – vamos, ¿era para mi verdad? (el menor asintió), entonces quiero mi regalo – ordenó en broma.
El demonio había estado ocultando una caja todo este tiempo, la cual también era muy bella. Sacó esta y la entregó a quien estaba destinado. Shi Zan no esperó ni un segundo para abrir el presente, y sacó una túnica de brocado de tela muy fina de tono mucho más discreto y que no estaba adornada en exceso; lo único que era notorio era que las habilidades de costura no eran envidiables e incluso se podría decir que las medidas eran algo disparejas.
- Lo lamento A-Zan, no es nada en comparación al regalo de la señorita – miró ambos diseños, la diferencia era clara.
Deshi dirigió finalmente su mirada a Shi Zan, el cual se había puesto la túnica hecha por el y se había reincorporado luciéndola con orgullo.
- A-quan, esta será mi túnica favorita a partir de ahora – su sonrisa era muy amplia algo que no esperaba el demonio. – es mi regalo favorito. -
- Pero, me salió mal, aunque tuve asesoría – dijo confundido en el suelo.
El de cabello negro entendió quien era la joven con la que lo había visto la otra vez, solo lo estaba ayudando con la costura y no otra cosa (esto lo hizo ampliar todavía más su sonrisa) – es perfecta, me la pondré todos los días. –
El mayor ofreció ayudar al otro a levantarse, así que le tendió las manos y el otro permitió la ayuda. La alegría del humano se le había contagiado, se sentía más que feliz al saber que su regalo era preferido al de cualquiera.
El de cabello trenzado miró al más alto, por el no habría nada que no haría.
- Feliz cumpleaños A-Zan – se acercó al humano más de lo prudencial, cosa que no rechazó el otro (a diferencia con la jovencita).
- Lo es, porque estas tú – dicho esto, abrazó de inmediato al menor, cosa que lo dejó derritiéndose por dentro, pero que igual devolvió el gesto.
...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro