
Parte 12 SITUACIONES
"EL AMOR ES CUANDO CONOCES A ALGUIEN QUE TE DICE ALGO NUEVO ACERCA DE TI MISMO" ANDRÉ BRETON
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Por la mañana Shi Zan salió de su casa para ir al mercado, quería ser de utilidad para su familia. Todo se encontraba en perfecta naturalidad, el joven siguió consiguiendo cada cosa de su lista hasta que algo llamó su atención en la distancia. Pudo divisar a lo lejos a Deshi Daquan que caminaba por las calles con una sombrilla, pero esta vez, estaba acompañado de una señorita que no paraba de hablarle. Shi Zan se acercó un poco (teniendo cuidado de no ser visto). Sabia que las señoritas del pueblo iban tras de su amigo principalmente, pero no sabia que este mismo les hablase a ellas.
No paso mucho tiempo, cuando Deshi se despidió rápidamente de la jovencita desconocida y se fue al lado contrario. El de cabello negro no sabia que pensar y fue a alcanzarle el paso al demonio.
- Buenos días A-quan – saludó con naturalidad el mayor.
- A-Zan – giró enseguida muy emocionado, aunque reprimiéndose un poco para no verse obvio.
- ¿qué te trae por aquí tan temprano? – no quería que supiera que lo había visto con la dama.
- Bueno, tenia que arreglar unos asuntos – contestó el mas bajo. Este vio la cara de interrogación de Shi Zan, aun quería explicaciones - jaja, A-Zan, no puedo decirte. Es un secreto.
- Ohhh, no te preocupes - ¿Por qué era un secreto? ¿ni siquiera le había hablado de que se había encontrado con una jovencita de su edad? No podía hacer nada mas al respecto, Deshi Daquan tenia su propia vida y el podía decidir que hacer y que no.
- Tranquilo, no es nada malo – le sonrió y le tomó del brazo para quitarle una de las canastas que llevaba Shi Zan consigo. – si aun tienes cosas que hacer te ayudo. –
Después de haber cumplido con las compras y de ayudar en casa con la preparación de los alimentos, ambos jóvenes salieron para pasar un rato en el bosque.
- Recuerdo el día en que nos conocimos – dijo el demonio. Ambos estaban sentados y recargados en el mismo tronco de un árbol.
- Igual yo. Esa vez dijiste que no nos volveríamos a ver – le reclamó en broma
- Pensé que era lo correcto, además mis padres me habían dicho mucho antes, que no me acercara a nadie – se excuso
- Pero cambiaste de parecer muy pronto ¿no crees?, en cuanto te encontré no te opusiste a seguir teniendo contacto. –
- Me sentía solo y era un niño, además tu parecías alguien bueno- aclaró - además tu provocaste todo, volviste por mí, aunque fuese un demonio, te arriesgaste a que pasará algo malo. ¿porqué? Tu no me conocías.
- Mmmmm, en primera aquella noche no me atacaste e incluso me curaste, ni siquiera los humanos de Xin de Kaishi hubieran hecho eso. Tampoco tenia amigos y digamos que tuve el presentimiento de que podía confiar en ti. –
- A-Zan ¿sabes que eres muy inocente? – dijo burlón
- Supongo que intento tener buena fe en el mundo en general, pero eso ha sido algo bueno, por ejemplo, somos unidos gracias a eso.
- Cierto, pero ten cuidado, no todos tienen esas intenciones – le preocupaba que alguien pudiese aprovecharse de su buena voluntad.
El otro le aseguró que seria precavido y con esto calmó a su amigo.
- A-Zan quería preguntarte algo personal, si no te molesta- comentó con cuidado Deshi
- Lo que quieras preguntarme, yo lo contestaré – afirmó
- ¿Cómo es la persona ideal para ti?... si te incomoda pue... -
- A-quan, no necesitas disculparte por nada conmigo ¿esta bien?, además dije que contestaría lo que preguntases – se acomodó mejor para pensar en su respuesta- déjame pensar, mi ideal seria... alguien con quien me sintiera a gusto sin importar que, que le pudiese contar cualquier cosa y viceversa, realmente no importaría la apariencia...-
- ¿pero, seria una señorita humana? – tenia que saber su respuesta
- ...
El ambiente quedó sumido en completo silencio.
- ¿A-Zan? – sentía que su corazón se detenía ante la expectativa de su silencio
- A-quan... -nunca se había interesado de ninguna chica, eso sonaba raro si lo decías a alguien mas. No quería que Deshi pensara que era alguien raro, una de esas personas que juzga toda la sociedad, los llamados "manga cortadas".
Deshi supuso enseguida que el otro le contestaría que "claro que una chica" si realmente sentía eso, pero que seguramente se quedaría callado al no ser así, los humanos se preocupaban mucho por pequeñeces.
- Sabes, no importaría que quisieras algo distinto – tenía que darle valor al otro. Pero el también debería arriesgarse para que el otro lo siga. – para mí al menos. Siento que al amor no le importa las diferencias ni similitudes, cada uno puede amar a quien quiera. Lo que sientas o no, no hará que cambie la forma en la que te veo yo.
Shi Zan quedó muy sorprendido, su amigo tenía una visión muy abierta de la situación, tal vez se debía a que el no le importaba lo que pensara la sociedad, eso era algo bueno, no lo estaba juzgando.
- Gracias, A-quan – hace unos momentos se sentía inquieto, pero ahora volvía a sentirse seguro.
Deshi Daquan no esperó nada más, y fue a abrazar inmediatamente a Shi Zan, tenerse cerca el uno del otro era reconfortante. El más grande sintió su propio corazón latir desbocadamente y solo por un segundo sintió miedo que el otro se diese cuenta, pero se percató de que su amigo también tenia un ritmo apresurado en su pecho. No pasó nada mas, pues escucharon pasos cerca y ambos tuvieron que soltarse, podrían retomar el tema después. Los dos se asomaron por donde se escuchaba el ruido uno muy cerca del otro. Pudieron ver a un grupo de soldados del emperador que caminaban fuera del pueblo. Entre ellos se encontraba Ho Xiang dándoles algunas instrucciones para después separarse de estos; este de pura casualidad divisó a Shi Zan y le saludó animadamente de lejos, esto asustó al pelinegro que enseguida le advirtió a Deshi para que intentara ocultar su energía demoniaca y que se retirase por precaución.
- Ey Lao Zan – saludó corriendo en su dirección, pero alcanzó a ver que alguien se retiraba de con el con prontitud.
- ... ¡Lao Ho! – fingió naturalidad como pudo.
- ... - su expresión cambió de actitud y no respondió
- ¿sucede algo? – preguntó al ver que el otro no decía nada
- Ya veo, hasta tu ocultas cosas – dijo ahora con un tono serio que preocupó a Shi Zan. Ho Xiang lo miró analizándolo desde su posición. No era algo bueno.
Lao Ho había visto a Deshi Daquan.
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