" SI ESCUCHAS EL VIENTO CON MUCHO CUIDADO, PODRÁS OÍRME SUSURRAR MI AMOR POR TI" ANDREW DAVIDSON

____________________

Shi Lei los había dejado desde hace unos instantes (totalmente a propósito) y ahora ambos se encontraban solos, Shi Zan seguía recostado en la cama y Deshi se sentó a su lado.

- Se veía muy apresurada por ver a su "amigo" – comentó el humano, después de unos segundos de silencio.

- Le importa mucho el joven Shun Hui – agregó el demonio.

- Tengo el presentimiento de que terminaran siendo esposos, jaja – rio bajo, mientras cerraba sus ojos.

- Hacen buena pareja – complementó Deshi recostándose a lado del otro.

- Si, tarde o temprano cada uno de nosotros nos casaremos –

Shi Zan se volteó hacia a su amigo y lo miró para continuar con su platica, así seguramente se le olvidaría el cansancio.

- Entonces, significa que tienes planes de casarte – le sonrió. esta podía ser una buena oportunidad para avanzar un poco con respecto a los sentimientos de ambos.

- Claro, ¿y tú A-quan? – sentía mucha curiosidad.

- Mnnnn... quien sabe – jugó Deshi volteando su cabeza hacia el techo, esquivando la mirada de Shi Zan.

- ¿qué significa eso? – la respuesta lo dejaba con dudas, se acerco a su amigo tocándole el hombro para que volteara a verlo – dime A-quan

Deshi Daquan volteó con el contactó con una sonrisa traviesa. Se acerco todavía mas hacia el humano.

- ¿y ese interés?... ¿qué pasa si la respuesta es un sí? –

- Ahhh, no no, por nada en especial – sin saber exactamente porque, se sintió nervioso y con pánico.

- A-Zan, ¿y has pensado en alguien para casarte? -

- No tengo a nadie en mente la verdad, pero si me gustaría-

- Ohh... bueno, que te parece si intentamos leer tu fortuna. Tal vez nos demos una idea de como va a ser tu suerte en el amor. –

- ¿sabes leer la fortuna? – su amigo realmente era increíble.

- La verdad nunca lo he hecho, pero lo intentare por ti A-Zan –

Dicho esto, Deshi Daquan tomó una mano de Shi Zan entre las suyas y se concentro en "leer" la fortuna amorosa de este. El humano dejó que el otro siguiera con lo que estaba haciendo y solo pudo concentrar su mirada en las manos que mantenían contacto.

El chico demonio parecía muy concentrado con su labor aunque no tenía ni la más mínima idea de como se leía la mano.

- A-Zan, tu suerte en el amor es muy buena – dijo mirándolo a los ojos.

- ¿a si? – Shi Zan bromeo – dime A-quan, ¿Cómo sabes eso?

- Fácil. – contestó el otro – es normal que un caballero tan apuesto como tú, tenga la mejor suerte amorosa –

¿Apuesto? ¿su amigo lo había llamado apuesto?, solo era un cumplido normal que podrían hacerle algunas personas, pero esto hizo que se acelerara su corazón, no pudo sostener la mirada y volvió a ver sus manos aún unidas.

- No soy la gran cosa – respondió para no darle importancia al comentario.

- ¿no crees en mi palabra, A-Zan? – su nombre fue dicho lentamente y con una sonrisa. No tenia intenciones de liberar al otro de todo tipo de reacciones.

- Y-yoooo –

En ese momento escucharon que se abría la puerta principal de la vivienda (los padres de Shi Zan habían vuelto). Ambos jóvenes separaron todo contacto fisco y se reincorporaron.

El joven humano fue el primero en levantarse apresuradamente (prácticamente escapando de la situación) para recibir a sus padres, el demonio suspiró en resignación y le siguió el paso.

Faltaba un buen rato para que oscureciera, pero el demonio decidió despedirse temprano.

- Lamento no quedarme más tiempo, quisiera ordenar un poco mi casa- se excusó Deshi.

- No te preocupes. Mañana prepararé tu comida favorita – la madre era algo consentidora.

- Le agradezco. Hasta mañana – se despidió en general de todos y salió de la propiedad.

Caminó por unas cuantas calles con su apariencia humana. Al menos había intentado hacerle saber a Shi Zan lo que sentía, aunque a su parecer no funcionó. Meditaba serio por el camino con mirada en el suelo.

- ¡A-quan! – escuchó pasos corriendo detras suyo.

- ¿mnnn? - volteó la cabeza rápidamente y se detuvo - ... ¿A-Zan, qué haces aquí? – no esperaba que el humano lo siguiera.

- Me disculpo por no contestarte antes, no fue mi intención disgustarte – el de ojos grises hizo una pequeña reverencia.

- No hiciste nada malo y tampoco me disgusté – lo tranquilizó el de cabello ocre café – más bien yo me disculpo A-Zan – el contrario movió la cabeza a un lado, no entendía porque la disculpa – te puse incomodo hace rato, no volverá a pasar lo prometo –

- No, no es necesario. – indicó el mayor – solo quería decirte que, si creo en todo lo que me dices, se que siempre eres honesto conmigo. –

- Gracias, eso me hace feliz... Descansa A-Zan – hizo una reverencia como despedida y se giro para retirarse.

- A-quan... - lo tomó ligeramente de un brazo para que no avanzase – t-también quería decirte que tu... tu también eres alguien atractivo – en su mente pensó que no se escucharía tal y como sonó. Solo podía reprenderse mentalmente por la osadía de su comentario.

Deshi Daquan volteó enseguida sin creer lo que escuchó, sus verdes ojos parpadearon varias veces y sus mejillas se colorearon levemente.

- ¿lo crees de verdad? - su expresión tenia un toque adorable.

- Si, lo juro – agradeció internamente que el otro no se incomodara.

Con la confirmación, el más pequeño se creyó entre las nubes, había logrado algo positivo sin siquiera proponérselo en aquel momento. Quien sabe hasta donde podría avanzar en poco tiempo. Aquella tarde tuvo esperanzas y decidió dar todo de si mismo para ser correspondido.

Shi Zan también sintió una emoción que para el, era algo indescifrable pero agradable.

Algo tan pequeño como esto puede significar que algo nuevo podría surgir en cualquier momento