Narra Marcus

Necesitaba huir... irme lejos de ese maldito lugar donde perdí el poco juicio y cordura que me quedaba... es inútil... esta no es la manera en que debería haber ocurrido todo... demonios!

"Qué demonios te pasa Marcus Devries!"

Aquella roca había absorbido toda la furia de mi puño haciéndose añicos frente a mí, no podía más con la sed de sangre y ansiedad.

"Medea..." suspiré..."Qué me has hecho?"

Tomé la salida más rápida y decidí seguir su rastro... la necesitaba... la quería a mi lado... pero...

"No... Marcus... basta..."

Volví en mis pasos y decidí algo mejor para pasar el tiempo en lugar de perseguir algo o alguien sin sentido alguno.

El aroma a sangre virgen era demasiado tentador.. tanto que acabó por enloquecerme.. aquella piel bronceada apenas por el sol.. sus ojos negros vivaces... lástima que no lo serían por mucho...

"Toma mi mano... y sígueme..." 

Sin dudarlo sentí su pequeña mano sobre la mía... es tan sencillo utilizar el influjo en las vírgenes para alimentarme... por qué demonios no lo hice con Victoria!

"Qué! Duele! Detente! Por favor!" suplicaba entre susurros apenas audibles para mí.

La cólera... la locura... todo me había desbordado y sobrepasado... y ella pagaría por aquello...

"Maldito sentimiento... siempre debió ser así... alimentarse y matar... nada más..."

Su pequeño cuerpo tendido en la gramilla alertaría a los ciudadanos de nuestra presencia... opté mejor por tomarlo y dejarlo en mis dominios... otro dolor de cabeza en esos momentos sería fatal para el pueblo.

Narra Victoria

"ABRAN LA PUERTA! ES UNA ORDEN!!" repetía una y otra vez sin que surtiera efecto alguno en los guardias fuera de la habitación de Marcus... necesitaba saber de Atis... quería verlo... debía verlo...

"MALDICIÓN ABRAN LA MALDITA PUERTA!!!"

Aquella mirada de Marcus era irreconocible... no era él en su cuerpo... era la ira... la tristeza... la traición haciéndose uno en él... lo mataría... jamás dijo nada sobre una amistad con Atis... pero... 

"ABRAN LA..."

"Retírate... estoy cansado de oírte gritar... puedes verlo... pero eres mía y debes cumplirme... no lo olvides... si deseas que él siga con vida"

"Marcus..."

"Déjame solo... cuando termines de verlo... ven a pagar tu deuda"

No intenté siquiera apartar la mirada del suelo... salí hacia el pasillo del castillo y dos guardias me guiaron hasta las celdas... que lugar más horrible... perdido en las sombras.. olor nauseabundo a humedad... Atis... perdóname... daré mi vida de ser necesario... pero te libraré de este lugar... un guardia levanta la mirada señalándome una celda en lo profundo de una catacumba... caminé con paso seguro y...

"LA LLAVE!!! AHORA!!!"

"Vic...toria..."

"Estoy aquí Atis... no te muevas... estoy aquí... LA LLAVE Y AGUA MALDICIÓN!!! AHORA!!!"

Mi desesperación me jugaba una mala pasada una vez más... por la pequeña rendija de la puerta podía divisar ayudada por una tenue luz el rostro desfigurado de Atis... aún con rastros de sangre... era mi culpa... fui yo...

"Señora... la..."

"Démela y retírese... el agua déjelo allí... y lo que ve aquí nadie lo sabrá o verá como me encargo yo misma de su final... ENTENDIDO"

Creo que eso ha sonado lo más convincente posible ya mis nervios no me permitían siquiera hacerme con la llave en la cerradura.

"Atis!"

"No debiste. . Marcus.."

"No hables. . Estoy aquí porque tú estás aquí por mi culpa.. debí de aceptar mi maldito dest.."

Aquello fue tan inesperado como deseado.. con las pocas fuerzas que tenía Atis logró colocarme sobre su cuerpo adolorido.. su respiración entrecortada me aseguraba que era mucho el dolor que sentía por las heridas.. aún así al querer levantar mi peso de su pecho me sostuvo tan fuerte como pudo..

"Atis... yo. ."

"Por ti estoy vivo y viviré. . Marcus me ha arrebatado los más importante que tenía en mi vida una vez. . Dos veces no lo permitiré. ."

Su fría mano sobre mi mejilla hizo que sobresalte mi cuerpo sobre el suyo.. casi pude concebir una pequeña risa saliendo de sus labios. .

"Somos fríos. . Recuerda que somos vampiros. . Pero nuestra pasión puedo asegurarte que es mucho mayor que la de los humanos. ."

"Cómo puedes decir eso en un momento como éste?"

"Porque es lo que siento. . Aunque no hay mucho que pueda hacer en el estado en el que estoy.."

"Tampoco es como si yo te lo permitiera.."

"Vamos.. no extrañas al menos un poco mis fríos y audaces labios?"

"Atis ya dej.."

No supe en que momento fue que que reincorporó dejándome totalmente presa de sus brazos.. y sus labios.. la urgencia en ellos se sentía tanto o más que la pasión que imprimía en sus besos.. en un vano intento por recuperar aire al separar mis labios su lengua aceptó la invitación escondida tras aquel acto y se hizo con la mía danzando con fiereza para saciar su sed.. sed..

"Atis.. que.."

Sus labios abandonaron los míos recorriendo con un largo sendero de besos húmedos que me derretían a cada paso que daban... no comprendí hasta que sentí su lengua marcar mi cuello lo que iba a suceder..

"Detente Atis! Si lo haces te matará. ."

"Sin ti y sin Medea igualmente estoy muerto..."

Me miró con los ojos tan rojos como la sangre misma... llenos de necesidad y dolor...

"Vete.. vete Victoria! Ódiame.. olvídame y vive! Guardias!"

"Atis.. no.."

"Guardias!!! Maldición!!!"

"Señor. ."

"Lleven a la señora a su aposento y no permitan que nadie llegue hasta aquí.. bajo ningún concepto ni amenaza. . Entendido!!"

"Si señor. . Mi señora. ."

No daba crédito a lo que veía y oía. . Atis echándome al olvido.. que juego endemoniado era este?

"Te esperaré.. el nunca tendrá nada de lo que tú tuviste.. viviré con el corazón tan falto de latidos como el tuyo.. tu eres mío y yo soy tuya.. mi eterno predestinado"

Narra Atis

Predestinada. . Y arrebatada. . Que maldito juego del destino era este? Tan cerca de ella y tan lejos. . Que es este fuego que al fin ha despertado. . Si no me hubiera detenido..

"Maldición! Maldito seas Marcus!"

"Ya me extrañas capitán?"

"Te burlas de mi suerte?"

"Soy tu señor. . Puedo hacer lo que me plazca. ."

Su sola presencia me llenaba de ira y dolor..

"Qué harás con ella?"

"Preocupado?"

"Maldición Marcus! Ya deja tu juego de demostrar quien puede más! Está más que claro que eres tú. . Déjala libre. . Qué acaso no te interesa lo que pase con  Medea y tu primogénito?"

"Qué sabes tu lo que siento en este momento o si esto es más que un maldito juego?! Qué sabes tú de la tortura que sufre mi mente en este momento!"

Sus ojos rojos como el fuego casi lograban iluminar la penumbra del calabozo.. no era ira lo que se veía en ellos.. era dolor.. agonía..

"Libérate entonces de eso que te esta consumiendo Marcus.. eso que dices no sentir por mi hermana terminará por enloquecerte tanto como el amor que dices sentir por Victoria. ."

"Desde cuando el sirviente da consejos al amo?"

"Este sirviente en algún momento fue tu hermano..."

"No es necesario que lo recuerdes en este momento. . Eres y serás siempre mi hermano. ."

"Pues eres muy contradictorio Marcus. . Ambos tenemos el vínculo arraigado con él. . Por qué no dejas esta locura antes que cometas alguna mayor. ."

"Y quien se lo contará? Acaso irás llorando con tu padre como un bebé. ."

"Por liberarlas de tu maldición. . Lo haré. . Por Victoria y Medea. . Mi amor por ambas me ayudará. ."

"Sentimientos despertados. . Malditas humanas!!!"

"Maldito tú que juegas con ellas! Maldito hipócr..."

Lo último que sentí en medio de mi súbita inconsciencia fue...

"Hipócrita tú trayendo a nuestro creador a mi recuerdo para conseguir clemencia... Maldito tú por tener el corazón de esa humana... y maldita tu hermana por haberme abandonado... Malditos todos..."

Soltó su agarre de mi cuello y caí sobre el frío y húmedo suelo del calabozo... lo había logrado... enfurecer a Marcus... hacer que se dé cuenta de sus sentimientos y al mismo tiempo darme cuenta de los míos... las amo... y daré mi vida de ser necesario por salvarlas del sufrimiento que las espera