Narra Marcus

Las vi venir y mi corazón... si es que en algún lugar existía... sentía como se acurrucaba del dolor que sintió al verla... no a Victoria... sino a Medea... pero que demonios ocurría conmigo?

"Victoria" ofrecí mi mano intentando evitar el dolor que me producía oír aquellos latidos... me confundía... quería huir de allí.

Observé una vez más el vientre de Medea tratando de hallar algo... pero ella ni se había imnutado ante mi mirada. Si mi sospecha era cierta eso significaba un gran cambio de planes respecto a lo que estaba haciendo.

"Señor... debe entrar... lo están esperando..." señaló Atis volviéndome a la realidad.

Tomé la mano de Victoria y entramos al salón dónde se realizaría la ceremonia. La mayoría de los nobles se encontraban en el salón. Todos posaron la vista en la humana que iba a mi lado. No había reparado en su rostro y su vestimenta... en verdad se veía gloriosa... toda una princesa y próxima reina. Si porte era natural. Era perfecta y hermosa.

Al llegar al altar dijimos las palabras que la ley nos había indicado y frente al más anciano de los vampiros dimos por sellada la unión de Victoria con mi alma.

En verdad... en verdad creí que estaría no feliz... pero al menos satisfecho... pero no era así... sentía un vacío y una urgencia por buscar a Medea... los nobles se apresuraron a llegar hasta nosotros y saludar a Victoria y a mí. En un momento de descuido dejé a Victoria una vez más con Atis y fui en busca de Medea.

"Medea!? Qué demonios?!"

Narra Medea

La mirada de Marcus era diferente pero no podía echarme atrás. Iba a irme. No dejaría que me haga más daño. Me apresuré por preparar algo para el viaje. No siquiera avisaría a Atis para que no me busque ni pusiera en alerta a Marcus.

Oí los aplausos y el murmullo de los nobles. Era el momento. Marcus estaría muy ocupado atendiendolos y podría escapar sin problema alguno. Estoy segura que los latidos la última vez que me vio lograron confundirlo... lo supe por su mirada... saldré...

"Medea!? Qué demonios?!"

"Marcus? Qué haces aquí? Los nob..."

"Era verdad... lo sabía... por q..."

"Qué? Es mío Marcus... tú y tu humana así como todo tu reino pueden estar tranquilos que no volverán a saber de mí jamás... dej..."

"Es mi hij..."

"NO! NI LO PIENSES... ES MIO Y NO SERA JAMAS NADA TUYO!"

"MEDEA!"

"NO MARCUS... FUI TU MASCOTA... TU ALIMENTO... TU SACIEDAD PARA TU MALDITA SED PERO YA NO... NO MAS... MI HIJO NO PASARA POR LO QUE YO PASE"

Las lágrimas comenzaron a brotar sin parar... Marcus permanecía frente mío sin poder articular una sola palabra... qué... va hacerme creer que ahora se dio cuenta de que estaba enamorado de mí y quería su hijo y familia feliz?. Giré y caminé apresurada hacia el pasillo aprovechando su momento de debilidad. Su respiración sobre mi hombro me detuvo. Quedé petrificada ante su arrebato.

"Marcus que demonios haces?"

"Perderte?"

"Ahora te das cuenta que me pierdes? No crees que es un poco tarde?"

"No me dejes... no te lo lleves..."

"No Marcus... tendrás descendi..."

"No.. no.. no.. no lo entiendes... él será mi primogénito..."

"Sólo por eso lo quieres? Para utilizarlo como lo hiciste conmigo? Puedes un segundo dejar tu egoísmo..."

"No! No es egoísmo! Lo quiero a mi lado... a ti.. a él.. y.."

"Victoria? Qué harás con ella? Y su sangre que tan especial es... acaso crees que los nobles aceptarán el hijo de una criada y su Amo? Déjame ir... por favor Marcus..es todo lo que te pido... ya basta..."

"Medea... yo..."

Narra Atis

La actitud de Marcus es muy extraña... jamás lo vi tan perturbado como en este momento... será acaso que...

"Atis?"

"Señora?"

"No quiero... sacame de aquí por favor... matame por favor..."

Aquellos ojos suplicantes eran más que una puñalada al corazón. Las lagrimas comenzaron a brotar de aquellos tristes ojos... y la saqué de allí... fuimos hacia los jardines donde nos besamos la primera vez. No pude evitar recordar aquel momento... la brisa fresca era muy reconfortante y Victoria parecía respirar más cómoda al salir del salón.

"Mejor mi Señora?"

"Sí Capitán"

Contestó tan fríamente como yo había preguntado. Me heló la sangre sentir como se iba alejando de mí para perderse entre los rosales.

"Está embarazada. Por qué no acepta su responsabilidad y nos deja libres Atis?"

"Por que es el Amo y Señor y él decide lo que quiere hacer. Nuestra opinión poco y nada vale para él"

"Y te rindes así nada más... como un cobarde?"

"No entiendes Victoria. Nuestro sentido de lealtad y fidelidad va más allá de cualquier sentimiento"

"Entonces la dejará ir con su hijo por seguir con su mandato según las leyes?"

"Me temo que sí"

"Y tú..." sentí su aliento fresco sobre mi rostro... estaba a nada su rostro del mío... Victoria suplicaba por ayuda y yo no podía dársela... no sería culpable de su muerte a manos de Marcus y su furia.

"Yo mi Señora... me limitaré a cuidarla y servirla y nada más..."

"Pues mi orden es que me beses y me ames Atis"

Su seriedad era tal que me dejó sorprendido y al segundo que culminó su orden sentí sus labios sobre los míos deslizarse hasta fundirnos en un beso que no pude rechazar.

"Atis! Victoria!"

Narra Marcus

"Medea... yo..."

Depositó un suave y delicado beso en mis labios inertes y se alejó. La dejé ir. Se marchó y no entendía por qué me dolía tanto.

"Señor. Los nobles se impacientan por su ausencia"

"Victoria y Atis debían. ."

"Lo siento Señor pero ellos no se encuentran en el salón"

Eso no. Imposible.

"Hacia dónde fueron?"

"El jardín de rosas Señor"

Salí de mi irrealidad de luchar contra las leyes y mis caprichos y vi como se alejaba Medea montando un caballo a toda velocidad. Me dirigí hacia el jardín de rosas y lo que vi fue algo que estuve tratando de negarme a mi mismo todo este tiempo. Mi capitán y mi ahora esposa se estaban besando apasionadamente frente a mis ojos y siquiera notaron mi presencia.

"Victoria! Atis!" Me vi ciego por la rabia que sentía y de un golpe separé a ambos.

"Victoria! Marcus pero qué demonios te sucede!"

"Quién te crees para hablarme de manera tan informal?!"

"Marcus.. está inconsciente! Victoria está inconsciente!"

La vi allí tendida en el piso y Atis junto a ella con sangre en las manos. No entendía que demonios había sucedido. Me acerqué a ellos y ordené que el médico la revisara. No parecía ser de mucha gravedad... pero mi cambio de humor creciente iba a terminar por volverme loco.

Llevaron a Victoria a la habitación y los invitados fueron enviados fuera del castillo. Sólo quedamos Atis y yo en los jardines y su mirada se encontraba tan desorbitada como la mía.

"Marcus que te sucede? Siempre estuve a tu servicio y jamás te vi reaccionar como ahora..."

"Cómo se supone que reaccionara al ver a mi esposa besando a mi Capitán?"

"Podrías comenzar por preguntar que fue lo que la hizo hacer eso! Demonios Marcus! La secuestraste... la separaste de su familia... te casaste obligándola Marcus!"

"Eso justifica que haya hecho lo que hizo contigo!"

"Por un demonio! Estás oyéndote! Marcus... acabas de dejar ir a Medea con tu hijo en su vientre por un maldito capricho con Victoria!"

"Y tú qué! Crees que iré tras tu maldita hermana y ese bastardo! No lo haré! Victoria es mía!"

No lo vi venir y de un segundo a otro Atis se había convertido en un demonio por completo! Sus ojos... estaba fuera de sí. Bastante con saber que había herido a la mujer que amaba... También acababa de maldecir a su hermana y mi hijo! En qué monstruo me he convertido!

"Maldito!"

Su puño fue lo primero que sentí y al sentir la sangre correr por mis labios entendí lo que debía hacer.

"Morirás Atis!"

Los soldados quedaron al margen sin hacer ni moverse para nada. Nos entrelazamos con puñetazos y golpes de todo tipo hasta que conseguí herirlo con mi espada y cayó frente a mí. Dispuesto a acabar con su vida lo tomé del cuello

"Noooo! Marcus! Soy tuya Marcus! Ya déjalo en paz!" oí gritar a Victoria apenas sosteniéndose sobre sus piernas. "Haré lo que digas... pero por favor... ya basta..." su súplica por Atis hizo que la rabia que tenía aumentara aún más... mi esposa... mi esposa suplicando por la vida de otro hombre.

"Llevensela! Largo de aquí! Las órdenes y lo que se haga lo decido yo y tu..."

Veo el rostro de Atis totalmente desfigurado por los golpes.

"Tendrás tu castigo!"

Golpeé su rostro contra el suelo y ordené que lo llevaran al calabozo. Necesitaba pensar.. alejarme.. fue mucho por un día.. debía hallar la manera de olvidar lo sucedido.. incluida la furia de Atis.

Hola mi gente bonita y bella!!!!

De verdad que me encanta estar en este mundo y poder compartir alguna de mis locuras e historias con ustedes.

Me encantaría pero muchísimo... de verdad que sí.... que comenten si es que les gusta... también si no les gusta... o que hay por agregar o cambiar o quitar del medio de la historia... si es que la entienden o se les complica... me encantaría saber su opinión...

Por fis... no olviden comentar o votar al final de cada capítulo así puedo saber si la historia va bien o si debo cambiar algo o darla por acabada...

LOS QUIERO UN MONTÓN!!!

NANA