DESPIERTA... MI DULCE CABALLERO...
Narra Sean
-Ya llegamos princes...-
Ya me parecía que estaba muy callada... como pude me hice con las llaves de la casa... misteriosamente se me hizo desconocida por un momento... una sensación extraña...
-Auch... tanto estar contigo comienza a afectarme...-
Había dado con todo el pie a uno de los marcos de la puerta... dónde diablos estaban las luces... aquí! cómo es que no puedo recordar dónde estaban las luces de mi propia casa?
-Ya no... no voy a hacerlo... antes muer...-
-Gina... despierta ya llegamos... oye...-
Parecía ser una pesadilla... alguien la estaría obligando a hacer algo... que misterios y secretos te guardas pequeña... la lleve hasta la habitación de mi hermana y la dejé suavemente sobre la cama... acomodé sus cabellos... toda la ternura y belleza de su infantil rostro se habían desvanecido luego de esas palabras... que era eso...
-No lo frunzas pequeña... o al ángel de los sueños bellos no llegará a por tí...-
Con un susurro en sus oídos y mi dedo sobre su frente pude lograr deshacer aquel ceño fruncido que tanto la atormentaba... me dispuse a irme pero...
-Tengo miedo... no me dejes... todos me dejan... solo me usan y me dejan...-
-Estás...-
Me acerqué a verla y aún dormía... o eso quise creer... qué demonios pasa con esta niña?
-Ven aquí... yo no me iré... no te dejaré...-
La arropé y la traje junto a mí... recuerdo haber hecho esto un par de veces con mi hermana pequeña... las noches de tormenta sobre todo... cómo la extraño... cómo los extraño... mi familia... nunca entenderé su muerte... absurda y misteriosa muerte.
Esto es raro...
-Sean! mi pequeño caballero! ven!-
Quién es... esa cabellera rubia... esa sonrisa... son familiares pero...
-No le darás un abrazo a mami? Estás bien?-
-Mamá?-
-Eres un pillo... no le juegues esta clase de bromas a tu madre... ven... el tío Atis ya llegó-
-Atis?-
-Sean!!! ven aquí campeón!!!-
Su abrazo era tan cálido como el de mi madre... mi madre... ella no era mi madre... qué juego más raro es este...
-Mi madre murió... mi padre también... mi hermana...-
-Sean? Hijo...-
-No me llames hijo!!! no sé quienes son!!!-
Eché a correr tan rápido cómo pude y cómo daban mis...
-Qué demonios!-
-Hijo!-
-Sean!-
-Mis piernas... son... pequeñas...-
-Hijo?-
Volví a correr hasta llegar a un claro del bosque donde me encontraba y vi una pequeña laguna... me acerqué y lo que vi no podía dar crédito...
-Soy un...-
-Niño... Sean... qué te pasa... claro que eres un...-
-No lo soy!!! tengo una vida... tengo 25 años... soy músico y compositor... mi familia ha sido asesinada y no soy un niño!!!-
Grité con todas mis fuerzas y mi voz sonaba tan chillona que sólo confirmaba aún más la situación...
-Sean... yo...-
-Medea... no... no es el momento... no aún...-
-Momento para qué? qué demonios es todo esto!!-
Ella sólo se acercó y me abrazó...
-Despierta mi dulce caballero...-
Aquel susurro me hizo volver a la realidad... parecía todo tan real... desperté sofocado... con las gotas de sudor cayendo por mi rostro y pecho... que pasó...
-Sean... estás...-
-Quién eres? Porqué apareciste? Quiénes son Atis y Medea? RESPONDE!-
La expresión de su rostro cambió en un segundo... no estaba seguro de porqué le había gritado de aquella manera... sólo sé que la asusté y salió huyendo de la habitación con lágrimas cayendo como cascada...
-Gina! Gina... lo siento... yo...-
Pude ver como se alejaba en el medio de la noche... dónde iría una niña en un momento así...
-Sólo me usan y dejan...-
-Maldición... Gina!!!-
Aquellas palabras habían resonado una vez en mi mente... le dije que no lo haría y lo hice... la dejé ir...
-Demonios Sean... bien hecho...-
NARRA GINA
El frío me helaba la piel y se erizaba con la brisa... pero nada se compara con lo helado que se hallaba mi corazón... por un momento me permití soñar... creer... tener la esperanza...
-Auch... diablos... eso dolió... de dónde sale una espina a est...-
-Hola princesa... ya te estabas tardando... tu padre necesita respuestas... ahora-
-Pues dile que venga por ellas... no pienso pisar ese lugar otra vez...-
-No me obligues a llevarte Gina...-
-Haz lo que quieras Abel... no iré...-
Y dicho eso me puse en guardia esperando lo que sabía y vendría...
-Tú lo quisiste... luego no digas que no te traté bien...-
Pude detener su golpe en un primer intento... mi fuerza en el cuerpo de esta maldita niña no ayudaba para nada... y Abel lo sabía... se aprovechaba de ello... un segundo golpe en mi pecho logró estrellarme contra un árbol... me volví haia él para tratar al menos de alejarlo de la casa de Sean... no debía sentir ni poder seguir mi aroma hasta aquel lugar...
-Anda perro... aún no te cansas de ser el sabueso de Marcus?-
-Maldita!-
Mi rodilla dio de lleno contra su parte frágil entre las piernas y al intentar alejarme me tomó de una de mis piernas y me sentí volando por los aires hasta estrellarme contra el suelo húmedo del bosque...
-Sabes que si no tuviera este maldito hechizo te mataría no?-
Sonreí de lado poniéndome en pie frente a él...
-Sabes que no puedo matarte pero si castigarte por ocultar información...-
-Qué te hace pensar que lo hago?-
-Puedo sentir su aroma sobre ti-
-Es el aroma de los humanos... es el mismo en todos!-
Grité lanzando una patada hacia su abdomen...
-Bien... per...-
-Maldita! te enseñaré a comportarte y ser leal...-
Mantuvo mi pierna sostenida y colgando mi cabeza hacia abajo...
-Ser leal o ser un perrito faldero?-
Logré sonreír por un segundo hasta que Abel descargó su furia usando mi abdomen cual saco de boxeo... sentía el gusto amargo de la bilis mezclado con la sangre en mi boca... pero no podía fallar... no lo dejaría llegar a Sean... su misión era matar...
-Debías hacer algo tan simple como matarlo... o qué acaso tu mitad humana te hace débil y sentimental!-
Nuevamente me lanzó al aire y antes de caer pateó con fuerza a mi costado...
-Tengo mis motivos para que siga con vida... cosa que a ti no te interesa... no dejaré que te acerques!-
-Ya transfórmate y se un verdadero rival Gina... me aburres!-
Sentí latir un corazón cerca...
-NOOOOOO!-
Abel comenzó a seguirlo... maldición!
-SEAN! ALEJATE! VETE!
-Gina qué!-
-Muere maldita escoria!-
-ABEL NOOOOOOOOOOOOO!-
Lo próximo que sentí fue el frío metal de la daga de Abel en mi pecho... logré empujarlo y abrir el portal del reino con lo último de fuerza que me restaba... miré sobre mi hombro y lo vi allí con lágrimas en los ojos y paralizado... viendo como desaparecíamos tras el umbral Abel y yo...
-Volveré... pero ya despierta... mi dulce caballero-
NARRA SEAN
Pero qué demonios fue eso...
-GINAAAAAAAAAAAAA!-
-Sean? Qué pasó aquí... dón...-
-Se la llevó... no pude hacer nada... maldición-
Golpeé el suelo tan fuerte como pude pero nada podía eliminar la rabia que sentía...
-Tú... qué haces aquí... cómo supis...-
-Atis... mi nombre es Atis...-
-T..i..o-
-Medea... mi hermana es tu madre...-
-Qué clase de retorcido juego es este?! por favor! y Gina... que pasará con ella?-
-Su padre... Marcus... no se lo que hará con ella... iré a ver que puedo hacer para traerla de vuelta...-
-La matará!-
-No le sirve de mucho muerta...-
-Como puedes hablar así de una niña...-
-Chico... no todo es lo que parece... Gina es fuerte... ella volverá... y cuando lo haga... deberás despertar...-
-ATIS!!! ESPERA!!!-
-Duncan te dará las respuestas que necesitas... por ahora... intentaré volver con Gina... tú prepárate!-
-Despertar... Medea... Duncan... Duncan...-
Salí disparado hacia el alojamiento en el que se encontraba Duncan... necesitaba respuestas y debía dármelas...
-Gina... regresa... pequeña... regresa...-
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