—Laura mi amor —le dice Lorenzo y eso le da asco— sin ellos de por medio podremos estar juntos y ser felices ¿No lo ves? Yo puedo hacerte más feliz que Gabriel, debías haberte quedado conmigo.

—Lolo no es necesario que los lastimes.

—Pero es que si ellos siguen vivos... si ellos siguen aquí no vas a dejarlos para estar conmigo Lala.

—Podemos irnos de acá, podemos irnos a otro país ¿Qué me dices de España, o Brasil? Siempre te gustaron las playas.

—Ves me conoces tan bien Lala. Pero primero lo primero —apunta a Gabriel y Luz— me deshago de ellos y estamos juntos.

—Laura se coloca frente a ellos— Me voy a divorciar de Gabriel y podemos irnos a vivir a otro país, así estaríamos solos los dos.

—¿De verdad Lala?

—Claro mi amor ¿Eso es lo que queres o no?

—Sí, es lo que he deseado toda mi vida.

—Baja el arma y vamos a hacer las valijas.

—Él va bajando el arma poco a poco— Nunca imaginé que este momento llegaría, de haberlo sabido que sería tan simple no hubiese secuestrado a la mocosa hacer tanto tiempo.

—¡¿Qué!?

Dice Laura, sintiendo como la ira va carcomiendo su interior, acelerando su corazón y dilatando sus pupilas a tal punto, que el marrón de sus ojos se pierde en un negro sin fondos.

—Bueno Lala, ya que vamos a estar juntos tengo que decirtelo, ustedes ya pueden irse gracias.

—Mamá —susurra Luz a su espalda— vení con nosotros —toca su hombro.

—Hija y Gabriel es mejor que se vayan

Sus ojos irradian una ira, incontenible, que hasta su marido teme y el pobre desgraciado de Lorenzo, ahora va a conocer lo que una mujer puede hacer por su familia y sobre todo si esa mujer es Laura Valderrama.

—Sí, váyanse antes de que cambie de opinión. Lala es que —deja el revólver en una mesita cercana a la pared y la toma de las manos, mientras Gabriel y Luz salen— pensé que cuando secuestrara a Luz al fin ibas a dejar a mi hermano, después de todo bajo su cuidado la niña desapareció. Bueno quizás cuando no lo dejaste me volví un poco loco.

—Y mandaste a matar a mi hija, todo con la ayuda de tu padre.

—En realidad mi viejo no tuvo nada que ver el se echó la culpa para librarme a mí de todo esto. Pero ahora que estaremos juntos nada de eso importa ¿Verdad? —Laura está cada vez más cerca del revólver— mi amor, deberías subir a preparar tu valija, yo voy a ir mi casa a hacer lo mismo —ni siquiera era consciente de que la policía estaba afuera esperándolo.

—En el momento en el que le da la espalda Laura toma el arma— Pretendes decirme tan livianamente, que secuestraste a mi hija, casi la matas, me robaste 20 años a su lado y ¿encima salir indemne? —lo apunta con la mano temblandole.

—Lala baja el arma no vas a dispararme aparte mira como te tiembla el pulso.

—Un primer disparó impacta en su pierna tirándolo al suelo, mientras se forma un charco de sangre abajo de él— Hijo de puta me quitaste a mi hija, casi la matas, dejaste que tu padre cargara con la culpa.

—Mamá —entra Luz pálida— mamá baja el arma por favor.

—¿Tenes idea de lo que nos hizo? Esta mierda no merece vivir.

—Mamá por favor no mereces mancharte las manos con esta basura —le coloca una mano en el brazo haciéndola bajar el revolver.

—No toques a Laura, lesbiana... —antes de que terminara la frase, vuelve a dispararle en el hombro derecho.

—De mi hija no hablas mal, mal parido.

—Mamita por favor —mira a Luz y la ve como una niña de nuevo— por favor ya basta con todo esto, la justicia lo hará pagar —la abraza y Laura deja el arma en la mesilla, abrazandola aún más fuerte mientras llora.

La policía y paramédicos entran para llevarse el arma, atendieron las heridas de Lorenzo que de desangra en el piso, lo levantan en la camilla, pero al pasar por la lado de los tres, Laura frena a los paramedicos.

—Como te acerques siquiera a medio metro de mi familia, voy a terminar lo que empecé, te odio y espero que te pudras en el agujero más recondito de la cárcel.

—Lala no —comienza a llorar— no me odies por favor —se arranca las vendas— déjenme morir, no quiero vivir sin ella. —Gabriel se acerca y le mete un puñetazo desmayandolo.

—Llevenselo.

Al fin el mal que había cubierto sus vidas de tinieblas había sido atrapado e iba pasar un largo tiempo encerrado. Los Herrera querían matar al infeliz, tanto como Laura pero se les adelantó suicidándose a tan solo una semana de haber sido procesado, dejó una carta para Laura que no leyó, sino que cortó en mil pedazos y tiró a la basura apenas la tuvo en sus manos.

Es la primera Navidad que las familias Herrera y Gabaldon se unen con su eslabón en común que es Luz, para festejar la navidad todos juntos en casa de Gabriel y Laura, junto a los hermanos de Laura y los padres de ambos.

—Golpean la puerta— Amor podes abrir —dice Andy sonriendo.

—Claro —Al abrir se encuentra con una más delgada Catalina.

—Hola Luz —sonríe tímidamente.

—Luz la abraza tan fuerte ya que tiene miedo que desaparezca entre sus brazos— Catalina ¿Porqué tardaste tanto en volver? Te extrañe vieja testaruda.

—Solo pensé que necesitabas tiempo.

—Pero más te necesitaba a mi lado.

—Supe que pasó y quise venir antes pero no conseguí pasaje, veo que estás bien —Luz se seca las lágrimas— mi niña ya estoy aquí.

—No quiero que te vayas más Catalina, sos una parte importante en mi vida.

—No me iré más mi niña.

—¿Quién es ella? —pregunta uno de los primitos de Luz a su lado.

—Es otra abuela mía.

—¿También puede ser mi abuela?

—Claro que sí jovencito.

—¡Que bien! Abuela ¿Sabés hacer aviones de papel?

La toma de la mano y la guia adentro, donde es recibida con un gran abrazo por los Herrera, y presentada al resto de la familia.

—¿Vos hiciste esto? —abrazó Luz a Andy.

—Bueno quizás tuve algo que ver.

—¡Miren todos! —grita Carolina— tendremos el primer beso de noche buena —les señala a las chicas que están parada bajo el muerdago—¡Beso! ¡Beso! —todos alientan al unísono.

—El público lo pide —Luz toma a la rubia suavemente entre sus manos y le da un tierno beso, mientras todos aplauden— Te amo tanto.

—Te amo más.

Toda la familia se sienta en la mesa mientras comienza la cuenta regresiva y un primo de Luz con un dron graba la primera Navidad todos juntos.

5... 4... 3... 2... 1... ¡¡FELIZ NAVIDAD!! —gritan todos al unísono mientras chocan copas, abrazos y los fuegos artificiales estallan de fondo.

Al principio una niña fue separada por sus padres por más de 20 años, el reencuentro fue turbulento y hubieron desiciónes a veces egoistas, el camino a transitar fue difícil y el perdón a heridas tan profundas también lo fue. Una sola persona obsesionada por un amor no correspondido hizo daño, mucho daño, algo irreparable que no les devolvería el tiempo esos padres que perdieron junto a su hija.

Pero cuando el destino se las trajo de vuelta, también trajo consigo a personas maravillosas como los Herrera que la aman tanto como ellos, a una abuela "Catalina" que la protegió  desde que llegó a sus brazos y aunque tomó desiciónes equivocadas hizo lo mejor posible para cuidarla.

Su hija volvió a ellos, con más amor para darles, con un corazón más grande del que le cabe en el pecho y con personas maravillosas que también las aman y así una familia de tres se transformó, unidos por su punto en común "Luz"

Fin