—Hola —beso Clara por inercia y costumbre— no pude ver el teléfono antes ¿Resolviste el problema que tuviste en el hotel?

—Sí.

—¿Era de verdad tan grave? Porque tiendes a exagerar las cosas.

—No sé dímelo tú —le digo mientras Clara se sienta a almorzar y revisa su teléfono— me acusaron de ladrona, encontraron lo robado en mi mochila, la dueña del hotel me da una bofetada, luego por las cámaras vieron quien había sido en realidad. Mi madre quería matar a Laura y tuve que convencerla luego de que me dejará seguir trabajando en el hotel —le cuento y Clara sigue con la vista fija en el teléfono.

—Aja, pero lo resolvieron, osea sigues trabajando y tu madre no mató a nadie, entonces no era tan grave como lo decías en los mensajes.

—Me muerdo el labio inferior— No has tenido tiempo de revisar el teléfono antes pero puedes hacerlo cuando estás conmigo, que hace dos días que prácticamente no nos vemos.

—¿Vas a empezar? —se levanta sin terminar de comer y guarda lo que sobra en la heladera— ni comer tranquila puedo, que me haces un planteo y problema

—No estoy empezando nada —la sigo a la cocina— ¿No podemos hablar sin que despegues la vista del teléfono?

—Me voy a bañar mejor, y dormir que me hace falta.

—Mi madre te vió mientras ella subía y tu bajabas, pero aquí no estabas ¿Dónde estabas?

—Subi y a buscar algo que me olvidé.

—¿Y porqué no te ví?

—Porque me lo olvidé en lo de Fátima.

—Suspiro fuerte— Vuelvo en un rato —cierro de un portazo.

15:32
¿Estás en tu casa?

15:32
Hola Pao
sí
¿Queres venir?

15:33
Estoy a una cuadra

—Tocó la puerta de su casa— Eso si fue... ¿Pao que pasó? —me encontró llorando.

—¿Para ti exageré con lo que pasó en el hotel?

—¿De que hablas? —me abraza fuerte— pasa y hablamos bien ¿Querés un vaso de agua? —Ella asiente. Nos sentamos frente a frente en el sillón— Ahora contáme, que pasa, porqué estás así.

—Entre el sollozo, tomo aire varias veces y luego de secarme las lágrimas puedo hablar— Hoy llegó Clara y me preguntó si lo que pasó en el hotel había sido tan grave, porque soy una exagerada —Andy comenzó a enojarse— le conté y si al final todo tuvo solución, pero... quizás si exageré.

—O quizás tu novia es una pelotuda —dice y aparta la mirada— aguantas un trabajo, donde te tratan mal porque la paga es buena, para financiarle a esa desagradecida de mierda un curso que se le antojó tomar, llegas cansada y le cocinas, le compras flores que deja podrirse en un florero y cuándo la llevas de vacaciones... ¿Porqué seguís con ella Pao? Perdón sé que...

—Tenes razón, hace rato que Clara me está dando las señales claras de que ya no me ama y mi amor no alcanza para las dos.

—Pao —me toma de las manos— vales mucho más, muchísimo más que todo lo que te hace sufrir, que todo lo que le soportas. Si estuviese en su lugar... vení acostate —recuesto la cabeza entre sus piernas, mientras Andy me acaricia la cabeza— ¿Cómo te sentis de tu dolor de estómago?

—Bien pero no tengo hambre.

—¿No has comido nada en todo el día?

—No.

—Ay Dios mío, quédate aquí.

—¿Qué vas a hacer?

—Lo que tu novia debío hacerte —Me ruborizo— si que sos puerca ¿Lo sabías? —Andy comenzó a reír— te voy a hacer una sopita liviana, no podes estar sin comer.

—No es necesario...

—¿Te parece que fue pregunta? ¡No! —dice cuando ve que me paro para ir detrás de ella a la cocina.

—Pero quiero...

—Sos visita, quedate descansando que yo cocino.

—Puedo al menos acompañarte en la cocina.

—Eso sí.

—Me siento arriba de la mesada— Gracias sos una buena amiga —Andy cierra los ojos y suspira dándome la espalda.

—De nada —me dedica una sonrisa.

Llego a mi departamento y me meto a bañar, bajo el agua caliente de la ducha mientras Clara duerme pienso en todo, me seco el pelo y acuesto a su lado. Estaba a punto de quedarse dormida cuando siento un beso en el cuello, y la mano de mi novia jugar metiendose entre la ropa, antes de que la mano siguiera subiendo la detengo.

—Hoy no —me doy vuelta.

—¿Que pasa?

—No tengo ganas —"Lo que tu novia debío hacerte" no puedo sacarme de la cabeza lo que dijo Andy.

—Está bien —se levanta— haré algo de cenar ¿Vas a comer?

—No, estuve con vomito esta mañana.

—A ok.

Se da vuelta dándole la espalda y no pudo evitar llorar ¿En que momento había perdido el interés y el amor por mí? Entonces lo supe, la relación ha llegado a su fin. Hurgo en la mochila a los pies de la cama, saco la caja con el anillo y la observo, al menos no cometí el error de proponerle casamiento y casarnos.

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La alarma suena a la misma hora de siempre, miro al otro lado de la cama y ahí está mi novia dándome la espalda, pero esta vez no la abrace cuándo se acostó a dormir a mi lado. Me levanto, pongo la tetera y espero que el agua hierva, vuelvo a la habitación y miro los planos que tengo que entregar al lado del ropero, tengo que sacarlos cuando venga a cambiar, riego las plantas, entro a la habitación y me visto en silencio.

Tomo unos mates, mientras miro un punto fijo del comedor simplemente divagando. Mientras pienso, Clara se queda parada resfregandose los ojos en la entrada de la cocina.

—¿No se te hará tarde?

—Ya me voy.

Se acerca a besarme, le correspondo el beso que sabe a falta de amor y eso me duele aún más que cualquier otra cosa, porque fue la confirmación de lo que debía pasar.

—¿Estarás está tarde para cuando vuelva?

—Sí, es mi descanso hoy ¿Porqué?

—Solo quiero saber —para hablar con vos y terminar todo.

—Está bien, voy a acostarme —Toma un vaso de agua y antes de volver a besarme toma sus cosas apurada y sale.

Camino a paso ligero, tratando de llenar mis pulmones de oxígeno, pero simplemente el aire se niega a pasar, Me detengo sentándome un momento en el suelo, mi vista se nubla y me obligo a mi misma a calmarme, hacía mucho que no me daba un ataque de ansiedad tan fuerte, siento alivio al saber que no tengo que ir a trabajar, pero aún asi me levante de la cama ya que no soportaba estar encerrada entre esas paredes con alguien que ya no me ama, ni le importo.

Luego de lograr respirar lo que parece haberme llevado horas, me levanto del suelo y sacudo mi ropa, entonces me doy cuenta de que me dejé el plano que tengo que entregar en la universidad esta misma tarde, así que ahora tengo que volver si o si al departamento.

Entro y al escuchar ruidos en la habitación, abro la puerta quedando el shock, miro el plano al lado de la cama, las miro y salgo, corriendo bajando las escaleras. Mi cerebro va procesando todo, me siento a llorar en la banca de la parada del autobús, una señora se acerca a preguntarme si estaba bien y convidarme agua.

La miró sin poder hablar y acepto el agua, veo como llega un autobús, y observó a Clara desde el otro extremo desesperada buscándome, la mirada a ambas se cruzan y comenzar a correr hacia mí.

—Subo rápidamente— Por favor arranca —le pido al conductor.

—Viene una chica corriendo.

—La acabo de descubrir engañandome, por eso corre.

—Lo siento chica.

Cerró la puerta justo a tiempo antes de que Clara llegara y comenzará a golpearlas, se acerca a mi ventanilla corriendo y aparto la mirada e ignoro sus gritos. Se queda atrás agitada tomándose la cabeza una vez que la velocidad del colectivo le gana a la de sus piernas.