Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11- Por favor Dios

Tomo mis cosas dejando a mis padres atrás en el hotel. El camino al departamento se hace corto, entro y en la intimidad de mi hogar comienzo a llorar, ni siquiera sé bien el porqué lloro, quizás por todo lo que no había llorado antes.

—¡Hija! —golpean la puerta y son mis padres— Paola por favor —dice Carolina con la voz entre cortada— por favor abre.

—Me seco las lágrimas y abro la puerta— pasen ¿Quieren tomar algo? —me mete a la cocina y mi madre me sigue detrás— tengo café, té...

—Antes de seguir hablando ella me abraza, y la abrazo aún más fuerte— Hija solo queremos lo mejor para ti, que nadie te lastime, que nadie te haga daño, pero si quieres seguir trabajando ahí... —suspira— respetaremos tu desición.

—¿De verdad lo harán? —me aparta y Carolina me seca las lágrimas.

—Eres inteligente y te educamos para que sepas tomar decisiones —interviene mi padre— así que sí, respetaremos tu decisión.

—Tu madre es muy sobreprotectora cuando se trata de ti, ambos lo somos, pero es porque te amamos.

—Yo también los amo mucho ¿Qué harán con el proyecto?

—Si sigues en el hotel, seguiremos adelante para tener vigilada a Laura, eso si, un atropello más de su parte o maltrato hacía ti y no respondo.

—Está bien mamá —sonrío.

—Entonces le tengo que avisar al señor Gabaldon que volveré mañana a trabajar.

—Recién baja Clara ¿trabaja hasta tarde hoy?

—¿Cómo que recién baja? Sino estaba aquí— Sí, no quise decirle nada para no preocuparla le contaré luego.

—Ya que evidentemente no tenemos trabajo ¿Que les parece ir a almorzar los tres? Cómo en los viejos tiempos.

—Perfecto, solo dame unos minutos para arreglarme —Tomo una campera y salimos.

—Por cierto muy agradable y atenta Andy —dice mi madre mirándome con una sonrisa.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Casa Gabaldon

—Gabriel...

—Laura, hazme y hazte el favor de no hablar ahora, lo que hiciste... ¡¿Te parece justificado haberle pegado a Paola?! Estoy harto, cansado, agotado y exhausto de tu actitud.

—Pero...

—No Laura, el límite que cruzaste fue Paola, esa pobre chica no te ha hecho nada. Iré a dormir al cuarto de invitados, te veo mañana en el hotel.

Me limito a no responder, me meto a bañar y no sigo discutiendo con Gabriel, ya que sé que no solamente obré mal, sino que para que a él se le pase el enojo hay que darle tiempo.

Me siento a la orilla de la cama, saco una caja con la última ropita que tenía de nuestra hija antes de que desapareciera y abrazándola contra el pecho pienso, en todo lo que podría hacer con mi hija y el tiempo que tenía por delante, escucharla otra vez decirme mamá, recordaba cómo la había llamado así a Carolina y mis ojos se llenaron de lágrimas, sentí también envidia de eso.

Me tomo un momento y lloro esta vez de felicidad y no puedo evitar sonreír al pensar en todo eso, es imposible no pensar o hacerse ilusiones.

Una hora antes del horario acordado estuve en la clínica de análisis donde dejé la muestra, me quedo sentada en el auto y puntual entro apenas abren la clínica.

Recibo el sobre y corro prácticamente al auto, respiro profundamente, mis manos tiemblan, abro el sobre y saco el papel.

Según las normas internacionales sobre la prueba de ADN para la determinación de la paternidad, tres o más alelos que coinciden entre un hijo y el supuesto padre, los resultados concluyentes dictaminan que la prueba es positiva.

Comienzo a llorar de felicidad de alivio, río en una mezcla de emociones, y entre medio del llanto le agradezco a Dios, quiero ir a buscar a Paola quien en realidad es Luz, mi hija ¿pero como explicarle? ¿Cómo decirle soy tu verdadera madre? ¿Verdadera? Si los Herreras son tan padres para ella como lo somos nosotros ¿Mi hija podría amarme? Después de todo lo que he hecho, de lo mal que me he portado con ella, entonces sentí culpa, me enojé conmigo misma, no solo por el hecho de haberla tratado mal, sino de haberla juzgado solo por lo que María decía.

Miles de preguntas invaden mi cabeza y una queda flotando importante entré todas esas ¿Decirle o no Alex? Pregunta que me respondería sola dentro de poco.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

—Llega al hotel con una sonrisa que no puede disimular— Buen día Andrea ¿Dónde está Paola?

—Buen día, fue al baño no se sentía muy bien, pero ella llegó puntual y...

—Cuando venga dile que suba a mi oficina.

Se marcha dejando una Andy preocupada, que sin duda tomaría el lugar de Paola para que no tuviese que enfrentarse a la bruja mayor, ósea ella, claro que sabe cómo le llaman a la espalda.

Paola llega y se sienta a su lado un poco pálida.

—¿Te sientes muy mal?

—Nada que una pastilla y mucha agua no arreglen, creo que me cayó mal algo que comí ayer —como ¿dónde había estado Clara si no era en la guardia? aunque ella bien sabía la respuesta— sigo sintiendo náuseas, si tengo que ir al baño ¿podrías cubrirme un rato?

—Claro no hay problema, deberías pedir el día... —le apretó la mano, dándole apoyo, Paola la mira y sonríe— te vino a buscar la bruja mayor —ya se habían acostumbrado al apodo que le puso Sofía a Laura— me dijo que fueras a su oficina cuando llegaras.

—Que bien, justo a quien no tenía ganas de ver. Te veo en un rato Andy —se levanta y toma el ascensor a las oficinas, se anuncia con la secretaria y pasa a verla— Buen día señora Gabaldon, dijeron que quería verme.

—Pasa y siéntate —su corazón late a mil, por primera vez se detenía a observar a su hija, la verdad que si tenía un gran parecido con ella y Gabriel ¿Cómo no lo había visto antes? frunce el ceño a verla palida, se acerca— ¿Te sientes bien? —Paola da un paso atrás cuando ve su mano en alto— no voy a hacerte daño, jamás volvería a ponerte un mano encima.

—Paola se paraliza en cuanto la mano de Laura toca su frente, pero también siente alivio— Estoy bien, debe ser algo que comí ayer y me cayó mal.

Laura baja su mano acariciando su mejilla y se le llenan los ojos de lágrimas, entonces traga con dificultad para quitar su mano, a la joven le pareció un gesto extraño y más viniendo de Laura que hasta hacian menos de 24hs quería poner su cabeza en una pica.

—Paola quiero pedirte disculpas nuevamente, me excedí bastante con lo que pasó ayer, te prometo que de ahora en más te voy a tratar mejor, ya me di cuenta de quien es María y su hija realmente, hoy mismo quedan fuera del hotel.

—Señora Gabaldon ¿Puedo pedirle algo? —Lo quieras hija, pídeme lo que quieras, que si no existe lo invento para ti, pensó Laura.

—Claro, dime que necesitas —ambas siguen paradas frente a frente.

—Usted sabe que no tengo buena relación con María y su hija, pero necesitan el trabajo.

—La hija de María será despedida por lo que hizo, y aunque contra su madre no tengo pruebas sé que estuvo involucrada.

—¿Podría como castigo ponerla a limpiar, o en la lavandería? No quiero que por mi culpa...

—Paola —la toma por los hombros, con ganas de abrazarla— no hiciste nada malo aquí las únicas que obraron mal son ella y tú te preocupas, ni eso merecen de ti, eres demasiado...

—¿Demasiado qué?

—Buena, amable, empática.

Sin poder aguantarse más la abraza, y derrama unas lágrimas en su hombro al fin la tiene entre sus brazos. Paola sin saber que hacer le corresponde el abrazo, aunque extrañamente no se siente incómoda.

—Carolina y Alex te han criado bien —se separa de ella y camina a su silla dándole la espalda mientras se seca las lágrimas antes de que la viera llorar.

—Sí, son buenos padres y los amo. Mi mamá es muy sobreprotectora —mamá, ansiaba el día en la que la llamara así— y mí papá también, solo que él conserva más la calma.

—Concuerdo Alex es mucho más calmado —dice Carolina abriendo la puerta— disculpa, supe que estabas acá y quería ver qué estuvieses bien —Carolina se acerca y la abraza fuerte besando su frente, mira a Laura e iba a saludarla una vez que se cerciorase de que su hija está bien— estás muy pálida mi amor.

—Mamá estoy bien.

—Hola señora, Gabaldon —dice tajante Carolina.

—Hola señora, Herrera —vuelve su vista a la joven—, Paola puedes tomarte el día.

—Pero estoy...

—Ve a hacer reposo y vuelve mañana.

—Hazle caso —si porque yo soy su madre, pensó Laura— te llevo a tu casa.

—¿Necesita algo señora Herrera? Por lo que entró sin golpear a mi oficina.

—Necesitaba asegurarme de que mi hija, estaba bien, porque por ella soy capaz de todo —se sostienen la mirada tensa y el clima se torna pesado— vamos hija, que tienes que ir a descansar. Ya vuelvo —le dice a Laura y sale de la oficina dejándola hervir por dentro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro