Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sentido la necesidad de ser felices y buscamos de muchas formas la felicidad, aunque muy pocos llegan a encontrala y por lo que he tenido que ver y experimentar en mi corta existencia he notado que las personas que buscan la felicidad terminan experimentando (contrariamente) emociones negativas como tristezas, traiciones e incluso soledad. Estas personas saben que si existe la felicidad pero por su "mala suerte" optan por excusarse tras la siguiente teoría: No existe la felicidad absoluta.

Al igual que muchas personas yo también anduve en busca de la felicidad y me frustré al sentir que jamás podría encontrala hasta que un día me detuve a reflexionar y entendí cuál era mi error.

¿Cómo podemos buscar algo que no sabemos que o cómo es?

Yo buscaba algo que no sabía que era en realidad...

¿Qué es la felicidad?
Podría hacer una encuesta en la calle y cada persona me daría una respuesta diferente...

Entonces no deberíamos buscar la felicidad, porque se trata de un concepto global o general, y cada persona es diferente, por ende, cada quien tiene una forma de ver las cosas, de esta forma aprendí que en realidad debía buscar mi felicidad.

Desde que entendí que es ser feliz, simplemente no he podido dejar de serlo y quiero contarte cómo lo logré.

Cómo decía al inicio de este capítulo, todos los seres humanos hemos tenido la necesidad de ser felices, buscar la felicidad no es un deseo con el que nacemos, pues cuando somos niños somos felices por naturaleza, aunque estemos viviendo las peores cosas, en mi caso siempre fue así.
Entrar a hablar detalles sobre mi niñez sería algo muy engorroso. A modo de síntesis puedo decir que tuve una vida como la de cualquier niña, tuve que enfrentarme a situaciones difíciles y otras no tanto, jugué y fui a la escuela, mi niñez fue relativamente común.

La necesidad de encontrar la felicidad realmente surge en la adolescencia. La difícil adolescencia...
Fue así como comencé a vivir mis primeras experiencias en el amor.
Recuerdo perfectamente que mi primer "novio" fué un niño que vivía cerca de mi casa, pero no fue la gran cosa, a los dos días mi mamá se enteró y terminé con él. Así tuve varios "novios" con los que no estuve por mucho tiempo y con los que jamás tuve algo realmente formal (nótese que digo "novios" con comillas porque todo era solo de palabras, hablabamos y nos reíamos pero hasta ahí). Lo que es aún peor es que ninguno de ellos me hizo sentir completa o feliz, aunque...