Hubo una vez un momento que acabó, evaporándose al dolor.

Hubo un comienzo perdido... y un final encontrado, porque es más fácil citar el llanto que revivir lo pasado

Hubo también una decisión tortuosa, que dio un precio a un amor, a un amor prohibido.

Hubo un chico, que camina a paso firme por las sendas del presente, pero su alma encerrada en pretéritos tiempos que aprisionan la que fue su mayor felicidad; tiempos pasados, tiempos perdidos, tiempos que capturan una imagen efímera del rubí más valioso que tocó su vida.

Hay un hombre que camina con la piel, mientras su corazón dormido sueña, sueña profundo, sueña dolido, sueña hasta que le despierten de su dulce amargura.

Aquí estoy. Muchas veces quise no estarlo.