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Ꜥꜥֶָ֢🔭ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 2O

JiMin bajó las escaleras molesto, no quería molestarse con TaeHyung porque estaba muy mal, así que decidió enojarse con JungKook, aunque el que TaeHyung le gritara y lo echara de su habitación no era su culpa.

Llegó a la cocina, donde un preocupado JooHyuk lo esperaba.

— ¿Cómo está?

JiMin suspiró

— Sigue sin comer y al parecer está de mal humor.

— Juro que si llego a ver a JungKook le dispararé.

— Ya somos dos — Susurró JiMin — Pero aunque me duela admitirlo, el único que logrará que TaeHyung mejore es él — Dijo con pesar.

—Lo sé...

Apenas bajó del avión, JungKook corrió por todo el aeropuerto hacia la salida, pero apenas puso un pie fuera del lugar, los paparazzis comenzaron a rodearlo.

— ¿Es cierto que sale con la modelo Ki Jeong?

— ¿Qué fue del Omega castaño con el que se le vio hace unos días?

— ¿Su novio está al tanto de su aventura con Ki Jeong?

JungKook escuchaba todas las preguntas pero las ignoraba, no podía pararse a aclarar todos los rumores, no cuando tenía a su Omega triste y llorando por su culpa. Lo primero era aclarar las cosas con TaeHyung, ya después podría aclarar las cosas con la prensa, y el plan hubiera seguido así de no ser por un par de preguntas.

— ¿Es cierto que el joven Kim solo salía con usted por la fama y el dinero?

— ¿Es verdad que el Omega Kim TaeHyung ofrece servicios de Omega de compañía y usted lo contrató?

Bien, eso lo había hecho enojar, enojar muchísimo. Su Omega no era un aprovechado y mucho menos un prostituto, ¿cómo se atrevían a inventar esa clase de cosas de su TaeHyung? Eso sí que no.

Apenas escuchó esas preguntas, JungKook detuvo su andar y giró en dirección a los dos hombres que hicieron las preguntas, y de forma lenta se acercó a ambos.

— No, mi Omega no sale conmigo por mi dinero — Dijo con el ceño fruncido, tratando de controlarse para no moler a golpes a aquellos hombres que estaban difamando a su pareja — Y mucho menos ofrece algún tipo de servicio de compañía. Más les vale no volver a decir tales mentiras sobre él — Dijo con los dientes apretados — O la próxima vez no me voy a controlar.

Todos se quedaron callados y miraban con miedo a JungKook. No era secreto que el Alfa era demasiado fuerte y poseía una voz Alfa muy poderosa, y si lo que dijo es cierto y el jovencito era su Omega, lo mejor era no decir nada más.

JungKook notó la calma en la que se quedó todo, y acomodándose el saco que traía puesto, se decidió a aclarar todo de una vez.

— Y para que quede claro, yo no estoy saliendo con ninguna modelo. Mi actual y única pareja es Kim TaeHyung, mi Omega, así que no quiero volver a escuchar tonterías sobre que salgo con alguien más — Sin decir más, JungKook comenzó a caminar y subió a un taxi para que lo llevara a casa de TaeHyung.

Al llegar, corrió a la puerta y, de forma rápida, tocó el timbre. A los pocos segundos, la puerta se abrió y un sorprendido JiMin salió por ella. Claro que la sorpresa duró poco, ya que después mostró una cara de enfado, empujó a JungKook y cerró la puerta tras él cuando salió. El Alfa abrió la boca para decir algo, pero no pudo hacerlo, pues JiMin le dio una gran bofetada.

— ¿Qué diablos haces aquí? — Preguntó en un susurro — Yo no te quiero aquí, JooHyuk no te quiere aquí, no sé si TaeHyung te quiera o no, pero eso no importa porque él está como la mierda por tu culpa.

JungKook miraba sorprendido al Omega, por el golpe y la forma en la que le hablaba.

— Vengo a hablar con TaeHyung.

— ¿De qué? ¿De cómo lo engañaste el viernes y por eso no contestaste sus cien mensajes y treinta llamadas? Sí, las conté — Aclaró el rubio al ver la expresión de JungKook — O de cómo estuviste jugando con él durante estos tres meses, porque si es eso, puedes largarte porque TaeHyung ya está suficientemente mal por tu culpa.

— JiMin, yo no engañé a TaeHyung, y si no contesté sus llamadas y mensajes fue porque perdí mi teléfono, y cuando llamé de otro número, nunca contestó. Y yo jamás he jugado con los sentimientos de TaeHyung, yo lo amo.

JiMin entrecerró los ojos y miró a JungKook fijamente.

— Pues no te creo — Respondió, y JungKook lo miró con sorpresa — Pero como tú eres el único que puede hacer que TaeHyung deje de llorar y sentir dolor, te dejaré pasar — JungKook sonrió, y JiMin miró a la puerta, y una sonrisa malvada se formó en su rostro — Claro que antes de ver a TaeHyung debes hablar con JooHyuk.

Cuando las palabras de JiMin salieron de su boca, la sonrisa de JungKook murió y una mueca preocupada se formó en su rostro, pero igual asintió.

JiMin abrió la puerta y ambos entraron a la casa y caminaron hacia el salón donde JooHyuk se encontraba.

— ¿Quién er... — JooHyuk miró a JiMin y después a JungKook con una clara mueca de enfado — ¿Qué haces aquí? — Dijo levantándose.

— Necesito hablar con TaeHyung — Dijo firme.

— ¿Y qué le vas a decir? Porque recuerdo que te dije que no quería llegar un día y encontrarme con mi hijo llorando porque tú lo dejaste.

— ¡Es que yo no lo dejé! Yo...

— No, claro que no, solo te fuiste por ahí con una chica y dejaste a TaeHyung aquí solo y sufriendo — Dijo el shérif interrumpiendo a JungKook.

— Por favor, solo cinco minutos, deme cinco minutos para explicarle todo.

JiMin miraba la conversación sin ser capaz de decir nada. JooHyuk miró a JungKook de forma fija por varios segundos y después volvió a sentarse en el sillón.

— Tienes tres minutos, así que empieza.

JungKook soltó un suspiro.

— El día de la fiesta, perdí mi teléfono, por eso no pude hablar con TaeHyung, y cuando lo intenté de otro número, nunca contestó — JooHyuk frunció el ceño y abrió la boca para decir algo, pero JungKook se explicó antes — No digo que sea culpa de TaeHyung, él no ha hecho nada.

JooHyuk asintió y después miró a JungKook molesto.

— ¿Y la modelo esa o lo que sea?

— ¡Ki Jeong! — Dijo JiMin, y JooHyuk asintió mientras JungKook lo asesinaba con la mirada. El Omega solo se encogió de hombros.

— Yo ni siquiera la conozco, la vi en la fiesta, pero solo eso. Ella se acercaba y yo me apartaba, y cuando me cansé de todo, solo regresé a mi apartamento para poder hablar con TaeHyung, pero ya era tarde y no quería despertarlo.

— ¿Y la foto? ¿También miente? — Dijo JiMin.

— Sí, eso. Ella me dijo que tenía algo en el ojo y yo solo traté de ayudarla — JooHyuk asintió, pero no dijo nada — ¿Puedo ver a TaeHyung?

— Claro — Dijo JooHyuk levantándose, y JungKook caminó rumbo a las escaleras. Pero antes de subir, JooHyuk lo llamó, y cuando el azabache giró hacia el hombre, éste estampó su puño contra la nariz del Alfa — Ahora sí puedes subir, y si mi hijo te dice que te largues, pues lo haces.

JungKook asintió mientras comenzaba a subir las escaleras y tocaba su nariz para asegurarse de que no estuviera rota. Al llegar frente a la puerta de TaeHyung, se detuvo y comenzó a estar nervioso. No sabía qué haría si TaeHyung ya no quería nada con él, eso sería lo peor que podría pasarle.

Tomando una gran bocanada de aire para darse valor, tomó el pomo de la puerta para girarlo y comenzar a abrir.

TaeHyung estaba medio dormido cuando escuchó que llamaron a la puerta, pero poco le importaba de quién se tratara, por lo que decidió seguir con lo que estaba haciendo, y eso era pensar en por qué su vida era tan horrible.

Comenzó la lista con la enfermedad de su madre, después la muerte de la misma, el hecho de que solo tenía un amigo verdadero, luego estaba su enamoramiento por DaHye, el cual no fue correspondido por ocho años, y para acabar con todo, ningún Alfa lo quiere, y el primero que parecía interesado en él solo lo usó.

Pero lo más triste de todo era el hecho de que lo último era lo que más lo lastimaba. Maldito JungKook, quería odiarlo, pero no podía porque lo amaba demasiado.

Estaba a un segundo de quedarse dormido cuando la puerta de su habitación se abrió. Frunció el ceño y se encogió más bajo las mantas. ¿Es que JiMin no entendía que quería estar solo?

— JiMin, vete, ¿qué parte de ‘quiero estar solo’ no entiendes? — Dijo apenas con voz.

Escuchó la puerta cerrarse, y no escuchó nada más, por lo que asumió que JiMin ya se había ido. Así que, dispuesto a seguir en su miseria, comenzó a llorar. Otra vez.

Pero esta vez algo era diferente. Después de unos segundos llorando, sintió su colchón hundirse y luego unos brazos fuertes rodearlo.

— Shhh, ya estoy aquí.

Esa voz, esa voz no era de JiMin, ni de su padre, era la voz que había esperado oír desde el viernes, la voz de JungKook, de su Alfa.

No pudo contenerlo y comenzó a llorar más, intentaba salir del agarre de JungKook pero no podía, o no quería la realidad era que ni siquiera sabía que era lo que necesitaba hacer.

— Tranquilo amor, estamos bien.


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