JiMin y el shérif volvieron a la sala donde se sentaron ambos en un mismo sillón, JiMin mordía la punta de su pulgar y tenía el ceño fruncido.

— ¿Le crees? — Preguntó JooHyuk.

JiMin miró al hombre y se encogió de hombros.

— No lo sé, para mí parecía muy sincero.

JooHyuk asintió.

— ¿Qué crees que haga TaeHyung?

— Perdonarlo — Respondió obvio el rubio.

JooHyuk suspiró pero asintió con la cabeza.

— Apuesto 50 a que le gritará por un rato y después lo perdona.

JiMin sonrió.

— 50 a que lo golpea mientras llora para después perdonarlo y como plus el celo le regresará— Dijo confiado.

— Trato — Dijo JooHyuk y ambos estrecharon manos.

JungKook entró a la habitación y vio a TaeHyung hecho un ovillo en su cama, el Omega estaba cubierto por al menos seis mantas gruesas y lucía demasiado pequeño y frágil, cerró la puerta tras entrar y esperó a que TaeHyung dijera algo más, pero en su lugar empezó a sollozar, lo que terminó de romper a JungKook, por lo que rápidamente se acostó tras TaeHyung y lo abrazó. El castaño comenzó a removerse y tratar de separarse mientras sollozaba más fuerte.

— Tranquilo, amor, estamos bien — Susurró contra el cabello del castaño.

TaeHyung se removió entre los brazos de JungKook hasta quedar de frente al Alfa. Al hacer eso, JungKook pudo apreciar los ojos rojos e hinchados de TaeHyung, igual que sus mejillas mojadas por las lágrimas.

— ¡No! — Gritó el menor — No estamos bien — Dijo comenzando a golpear el pecho de JungKook — Tú... ¡Tú te fuiste! — JungKook no decía nada y tampoco evitaba los golpes del menor, los cuales realmente eran muy suaves. Sabía que necesitaba desahogarse — Y no... ¡no contestabas! ¡Y la modelo! Tú... ella... ¡Los dos se burlaron de mí! Te odio, te odio — Sollozaba mientras golpeaba el pecho de JungKook cada vez con menos fuerza — ¿Por qué me mentiste? — Susurró — Yo te amo.

JungKook comenzó a acariciar el cabello del Omega una vez que este había dejado de golpearlo debido al cansancio.

— Yo no te mentí, TaeHyung — Susurró y atrajo al Omega a su cuerpo. TaeHyung trataba, inútilmente, de separarse.

— Sí lo hiciste — Gimoteó entre el llanto — Tú no me quieres — Aseguró y después aumentó su llanto — No me quieres porque soy feo y por eso te fuiste con esa modelo.

JungKook apretó más su agarre y besó la frente de TaeHyung.

— Claro que te quiero — Susurró en el oído de TaeHyung, y el chico sollozó — Te amo, TaeHyung, y no eres feo, eres el Omega más hermoso del maldito mundo, y si alguien dice lo contrario, le arrancaré la lengua.

— No mientas — Suplicó — Yo nunca te importé.

— Claro que me importas, eres lo más importante para mí, TaeHyung, lo único importante, solo tú — Enterró su rostro en el cuello de TaeHyung.

— ¡Mientes!

— No lo hago, amor — Besó la piel del menor provocando un escalofrío en la columna del chico — Debes creerme, yo solo te quiero a ti, te amo a ti — Comenzó a dejar suaves besos en el cuello del chico.

TaeHyung aún lloraba, no sabía si debía confiar en JungKook. Algo dentro de él le decía que el Alfa no mentía, pero no podía estar seguro, aunque tampoco quería perder a JungKook.

— ¿Y la modelo? — Susurró ya más calmado.

— Ella no es nadie, no me interesa, ni siquiera sé su nombre, ella se me acercó, pero la ignoré. Yo jamás te traicionaría, TaeHyung. La foto la tomaron cuando ella me pidió ayuda porque tenía algo en el ojo. Después de eso, me fui a mi departamento para hablar contigo, pero era tarde y no quería despertarte.

— Los mensajes... yo te llamé y dejé mensajes y nunca respondiste.

— Perdí mi teléfono, te llamé de otro número, pero no contestabas, estaba tan preocupado por ti — Besó la frente del Omega — Y cuando llamé a HongJoong y me dijo todo lo que pasó, tomé el primer vuelo para venir aquí, contigo, con mi Omega.

TaeHyung se tensó al escuchar las palabras de JungKook y se separó un poco del azabache para poder mirarlo a los ojos. Al hacer eso, JungKook pudo notar que estos volvían a brillar como antes.

— ¿Soy tu Omega? — Preguntó en un susurro. Tenía la esperanza de que la respuesta fuera afirmativa, era todo lo que necesitaba.

JungKook sonrió con cariño.

— Claro que sí, tú eres mi Omega, TaeHyung, solo tú, nadie más — Besó las mejillas sonrojadas del chico — El único que llevará mi marca, al único que amo, con quien quiero casarme — Besó su nariz — El único que puede llevar a mis cachorros en su vientre — Susurró sobre los labios de TaeHyung.

El castaño sentía un calor agradable invadir su pecho conforme JungKook hablaba. Por fin, el frío que sentía hace unos días desaparecía. Todo el dolor que sentía se fue, y él y su Omega dejaban de llorar y lamentarse.

— ¿En serio? — Preguntó tímido.

— Claro que sí, solo tú, TaeHyung, siempre tú — Dijo con los ojos cerrados, sintiendo cómo el olor del Omega volvía a ser dulce y dejaba atrás ese aroma agrio que tenía cuando entró a la habitación.

TaeHyung cerró los ojos y unió sus labios a los del Alfa. No tenía forma de asegurarse de que no mentía, pero iba a arriesgarse, pues la recompensa era grande.

JungKook le devolvió el beso a TaeHyung. Era un beso suave, lo estaban tomando con calma. TaeHyung besaba a JungKook demostrando cuánto lo amaba, y JungKook lo hacía tratando de demostrarle cuán importante es para él.

Estuvieron varios minutos así, besándose con calma, y al separarse, el castaño enterró su rostro en el cuello de JungKook para oler el aroma de su Alfa, quien por su parte, colocó su nariz en el cabello de TaeHyung para sentir el dulce aroma del Omega mientras acariciaba su espalda.

— Todos piensan que sales con ella — Dijo el castaño después de un rato en silencio. JungKook frunció el ceño — En la tele y las revistas dicen que tú sales con esa modelo.

JungKook besó la sien de TaeHyung y comenzó a acariciar su cabello.

— Ya no, les dije a todos que tú eres mi Omega, mi única pareja.

TaeHyung sonrió contra la piel del cuello de JungKook y dejó un suave beso en esa zona. Ambos siguieron en esa posición por un rato.

TaeHyung empezó a quedarse dormido, pero una sensación extraña llenó su cuerpo. De repente, empezó a sentir mucho calor, y en cada respiración sentía que el aroma de JungKook era más delicioso, excitante. Comenzó a sentir cómo su entrada se humedecía debido al lubricante que estaba produciendo.

— ¡JungKook! — Gimió mientras rozaba el cuello del Alfa con la punta de su nariz.

JungKook olió el lubricante y cómo el aroma de TaeHyung se volvía más dulce e intenso, casi podía saborearlo en su lengua. Sintió a su Alfa gruñir al escuchar el gemido del Omega, de su Omega, su Omega en celo.

TaeHyung tomó la camisa de JungKook entre sus manos para pegar el cuerpo del Alfa contra el suyo y besaba su cuello. No sabía qué le pasaba, nunca había pasado su celo con nadie y sentía que debía sujetar al Alfa o si no, se iría.

JungKook se separó de forma suave del chico, quien gimoteó en protesta. Comenzó a sentir un gran calor recorrer su cuerpo y su miembro comenzar a endurecerse, era su celo que apenas comenzaba.

TaeHyung sintió el aroma del Alfa hacerse más intenso, era envolvente e increíblemente delicioso, así que trató de besar los labios del Alfa, pero este se levantó de la cama

— Debo hablar con tu padre — TaeHyung iba a preguntar algo, pero lo único que salió de sus labios fue un quejido de dolor.

— Ju-JungKook... Du-duele — Se quejó mientras se retorcía en la cama.

JungKook se inclinó sobre el Omega y lo besó en los labios.

— Shh, yo te ayudaré, pero no podemos aquí — Dijo con esfuerzo — Iremos a mi loft — TaeHyung asintió y volvió a besar al Alfa — Debo... debo hablar con tu padre — Se separó del chico y salió del cuarto.

TaeHyung comenzó a sudar y a sentir más dolor. JungKook bajó rápidamente las escaleras y se encontró con JooHyuk y JiMin, quienes lo miraban sorprendidos.

— TaeHyung... ehhh yo... El celo — JungKook no lograba poner sus pensamientos en orden — Debemos... él... mi loft.

JiMin miraba al Alfa divertido, pues al estar enlazado a otro Alfa, el celo de JungKook no le afectaba. Por su parte, JooHyuk miraba a JungKook con comprensión; después de todo, el azabache era un Alfa a punto de comenzar su celo con su Omega en celo a pocos metros.

— Pueden irse — Accedió JooHyuk, y JungKook asintió antes de volver a subir por las escaleras de forma torpe.

Sacó su nuevo teléfono del saco y llamó a HongJoong.

— ¿Hola? — Dijo el chico.

— Mi auto — Dijo JungKook rápido.

— ¿Qué?

— Mi auto — Repitió el azabache — Tráemelo... estoy... estoy en casa de TaeHyung — Gruñó al estar frente a la puerta y sentir el aroma de TaeHyung — ¡Rápido! — Colgó sin esperar respuesta y entró al cuarto del chico.

TaeHyung gimió al ver entrar al Alfa y volver a sentir su aroma. JungKook apretó los dientes y cerró los ojos para poder controlarse. Tomó una mochila que había tirada y comenzó a guardar ropa de TaeHyung en ella. Cuando tuvo todo listo, se acercó a TaeHyung, y el Omega, de forma rápida, atacó sus labios.

Estuvieron varios minutos besándose, pero JungKook se separó al escuchar el claxon de su auto. Envolvió a TaeHyung en una manta y tomó la mochila con la ropa. Cargó al Omega y ambos bajaron la escalera. Caminaron a la cochera, donde HongJoong bajaba del auto.

El chico miró a TaeHyung y JungKook gruñó al ver que miraba a su Omega. Metió a TaeHyung en los asientos traseros y después arrebató las llaves de las manos del Beta para subir al asiento del conductor y salir a toda velocidad rumbo a su loft.

HongJoong miraba hacia la calle, al igual que JiMin y JooHyuk. Nadie decía nada hasta que JiMin brincó mientras aplaudía.

— ¡Gané! — Gritó con alegría. JooHyuk, de mala gana, le entregó un billete de 50 y después entró a la casa.

— ¿Qué acaba de pasar? — Preguntó HongJoong al Omega.

— El celo — Fue todo lo que dijo JiMin, y después entró a la casa dejando a HongJoong solo.

El Beta negó con la cabeza y salió a la calle para comenzar a caminar a su casa.

— Debo conseguir otro empleo — Susurró, pero él mejor que nadie sabía que jamás haría tal cosa.