TaeHyung respondió el beso de JungKook, estaba nervioso, mucho, pero por otro lado también estaba ansioso, quería estar con JungKook. De verdad necesitaba sentirse más cerca de él.

Ambos se besaban con calma, disfrutando de la sensación de tener los labios contrarios sobre los propios. JungKook lamió de forma lenta los labios de TaeHyung, quien no tardó en abrir un poco los labios para darle paso a la lengua del mayor. Cuando ambas entraron en contacto, empezaron un baile suave.

JungKook podía sentir el aroma de TaeHyung llenándole los pulmones, eso era todo lo que necesitaba para vivir. Comenzó a ponerse de pie, con TaeHyung siguiendo sus movimientos para no romper el beso. Cuando estuvo de pie, se separó ligeramente de los labios de TaeHyung para poder atraer al Omega a su cuerpo y, cuando lo tuvo tan pegado a él como era posible, besó la nariz del chico.

— ¿Estás seguro?

TaeHyung sonrió para después besar los labios de JungKook.

— Por supuesto.

JungKook sonrió y comenzó a besar de nuevo al castaño. Lo besaba de forma delicada, la única forma en la que debía ser tratado TaeHyung, quien pasó sus brazos por el cuello del Alfa y comenzó a acariciar de forma suave su cabello. JungKook amaba la forma en la que siempre lo tocaba, siempre suave y con cariño.

Sonrió contra los labios de TaeHyung y, apretando el agarre en las caderas del castaño, lo levantó lo suficiente para que enroscara sus piernas en su cadera. Al hacer eso, pudo sentir la erección de TaeHyung contra la suya. Ambos soltaron un pequeño jadeo. JungKook acariciaba la espalda de TaeHyung mientras comenzaba a caminar en dirección a la cama.

Al llegar frente a la cama, colocó ambas rodillas sobre el colchón y con cuidado colocó al menor en el centro de esta. Fue el hecho de ver al chico ahí, tan hermoso y frágil, que su Alfa sintió que debía marcarlo. No podía permitir que nadie más pudiera tener al chico.

TaeHyung sintió el aroma posesivo de JungKook y su Omega gimió de necesidad. Quería a su Alfa, así que en un acto desesperado, se lanzó contra JungKook y comenzó a besar su cuello. Jeon sonreía ante las acciones del Omega y le acarició el cabello para después volver a colocarlo contra el colchón. De forma lenta, comenzó a desabotonar la camisa del castaño, y cuando estuvo completamente abierta, hizo lo mismo con el pantalón para después retirarlo junto con la ropa interior del castaño, y siguió con la camisa, dejandolo así desnudo.

TaeHyung se sentía un poco incómodo pues nadie lo había visto desnudo antes, además del hecho de que JungKook en definitiva había estado con muchas chicas antes, Omegas hermosos, mucho más que él.

JungKook miraba a TaeHyung fascinado, nunca había visto un cuerpo más perfecto que el de su Omega.

— Eres tan hermoso — Dijo JungKook y se inclinó para besar los labios de TaeHyung — Tan hermoso y solo mío — Comenzó a besar la mandíbula del castaño para después enterrar su rostro en el cuello del Omega e inhalar su aroma.

— JungKook... — Jadeó TaeHyung al sentir cómo el azabache comenzaba a besar y lamer su cuello.

— Te voy a besar — Susurró JungKook sobre los labios contrarios — Besaré cada parte de tu cuerpo.

Sin esperar respuesta, besó al castaño para después bajar por su cuello, dejando un reguero de besos húmedos. Luego los hombros y clavículas del chico, pero al llegar a los pezones, JungKook no pudo resistirlo y lamió la protuberancia, provocando que TaeHyung soltara un sonoro gemido. Sonrió contra la bronceada piel y comenzó a lamer y succionar el pezón hasta que la piel alrededor de este quedó ligeramente roja. Cuando se separó, comenzó el mismo procedimiento con el otro pezón.

— ¡JungKook! — Gimió el castaño mientras arqueaba la espalda.

— Tu piel es tan suave — Susurró sobre la piel del estómago de TaeHyung — Eres tan, tan hermoso, TaeHyung.

Llegó al ombligo del castaño y lo delineó con su lengua para después dejar un pequeño mordisco, para luego lamer la zona herida. Continuó su camino de besos hasta llegar al vientre de TaeHyung, el cual no era del todo plano, pues tenía una pequeña pancita, la cual invitaba a JungKook a imaginar que ahí sería el lugar donde llevaría a su cachorro. Sonrió aún más ante esa idea. Tal vez por ahora no tendrían un bebé, pero sería pronto.

— Luna... ¡JungKook! — Jadeó al sentir el aliento cálido del Alfa sobre su entrepierna.

JungKook miró el miembro de TaeHyung, imposible más duro, pero decidió ignorarlo y comenzar a besar su pierna izquierda. Besaba y dejaba pequeñas mordidas en el muslo, bajando hasta la punta de los dedos de su pie. Comenzó el mismo recorrido, solo que en sentido contrario, empezando por el pie derecho y terminando con un pequeño mordisco en la cadera derecha.

— Te voy a hacer sentir tan bien — Susurró mientras tomaba el miembro de TaeHyung en sus manos. El chico soltó un profundo gemido; era la primera vez que sentía algo así y no tenía por qué callarlo, menos si JungKook era quien estaba con él.

JungKook comenzó un suave vaivén con su mano y después, sin avisar, colocó su rostro frente al miembro de TaeHyung y dio una lamida a través de todo el largo de la erección del Omega, quien no pudo reprimir el grito de placer que salió de su garganta. Feliz con la reacción del Omega, el azabache besó la punta del miembro que se encontraba brillante por el líquido preseminal. Fue sentir el sabor dulce de su Omega en su boca lo que provocó que perdiera un poco el control, haciendo que introdujera el miembro en su boca.

— ¡Ahhh! Jung... Jung... — TaeHyung no podía decir nada; había perdido el habla.

JungKook comenzó a mover su cabeza cada vez más rápido, escuchando fascinado los gemidos de TaeHyung.

— Jung... yo... voy... ¡Luna! — Gritó cuando sintió su orgasmo invadirlo.

JungKook no se apartó, tragó todo el semen de TaeHyung, el cual, a diferencia del suyo, no era blanco, sino prácticamente transparente y dulce.

Cuando JungKook se separó del Omega, pudo apreciar el rostro sonrojado de TaeHyung, sus labios rojos y entreabiertos, sus ojos cerrados y su respiración pesada. Se veía hermoso y frágil. Nadie tenía derecho a verlo así, solo él podía, nadie debía presenciar tal escena y tampoco podía oler el aroma del lubricante y la excitación de su pareja.

Se puso sobre TaeHyung, su cuerpo cubriendo al más pequeño, y comenzó a besar el rostro del castaño. Cuando TaeHyung abrió los ojos y lo miró con esos ojos color whisky, ahora opacados por la excitación en su mirada, JungKook sonrió.

— Sujeta tus piernas — Ordenó suavemente, y TaeHyung asintió mientras JungKook colocaba sus piernas contra su pecho. JungKook acercó su rostro a la entrada de TaeHyung, abrumado por el olor a lubricante del castaño. Se relamió los labios en anticipación mientras observaba cómo los muslos de TaeHyung estaban húmedos por la gran cantidad de lubricante que estaba produciendo.

Llevó sus labios hasta la entrada del castaño y dejó un suave beso en el trasero de TaeHyung, para después pasar su lengua por el contorno de su entrada. Soltó un jadeo al sentir el sabor en su boca y comenzó a lamer con más fuerza.

— ¡JungKook! — Gritó TaeHyung mientras soltaba sus piernas y estas caían a cada lado de la cabeza de JungKook.

El Alfa siguió lamiendo, pero después de unos minutos llevó uno de sus dedos a la fruncida entrada y, en un movimiento rápido pero delicado, lo introdujo, escuchando el gemido de TaeHyung. Esperó un poco antes de moverlo, sintiendo el calor y suavidad de las paredes de TaeHyung. Sabía que no era necesario preparar a TaeHyung, pero sentía que debía hacerlo, debía hacer cualquier cosa para que fuera lo menos doloroso posible.

Después de varios minutos y sintiendo que TaeHyung estaba cerca de otro orgasmo, retiró los dedos de la entrada del castaño y se colocó entre las piernas del chico.

— ¿Listo? — Preguntó mientras besaba de forma casta los labios del Omega.

TaeHyung abrió sus ojos y se encontró con los verdes de JungKook. Sonrió mientras asentía. El Alfa se separó del chico para comenzar a quitarse la ropa y, al momento en que quedó desnudo, TaeHyung no pudo evitar mirar su erección. Abrió mucho sus ojos y la boca de la impresión: eso era enorme. Maldito JiMin tenía razón, no sabía cómo eso iba a entrar en él, y lo que era peor, ¿cómo resistiría el nudo?

JungKook besó los labios de TaeHyung para tratar de calmarlo. Era muy consciente de que no era precisamente pequeño, pero TaeHyung no debía preocuparse. Mientras se besaban, JungKook tomó su pene y lo dirigió a la entrada del castaño. Cuando TaeHyung sintió la punta del miembro de JungKook rozar su entrada, perdió el ritmo del beso y enterró sus uñas en los hombros del Alfa.

— Shhh — Susurró sobre los labios del Omega — Te amo.

Al momento en que las palabras abandonaron su boca, su miembro entró en el cuerpo de TaeHyung, quien aguantó la respiración, y cuando lo sintió entrar por completo, soltó el aire en un suspiro tembloroso.

— Duele — Susurró mientras se apretaba más contra el cuerpo de JungKook y de sus ojos salían algunas lágrimas.

— Shhh, ya pasará... lo prometo — JungKook permaneció quieto, esperando a que se acostumbrara, besando las mejillas y el cuello del Omega, intentando calmarlo — ¿Puedo moverme? — Preguntó después de un rato.

TaeHyung asintió.

— Lento, hazlo lento — Pidió el chico, y JungKook asintió.

El azabache comenzó un suave vaivén. Lo hacía lo más lento y suave que podía, mientras sentía la respiración de TaeHyung contra su oído y cómo, poco a poco, empezaba a emitir suaves jadeos.

— ¿Se siente bien, amor? — Preguntó sobre los labios del Omega, quien apenas logró asentir — ¿Te gusta? — Preguntó acelerando los movimientos.

— ¡Sí! — Jadeó — ¡JungKook! — Gimió.

TaeHyung movía sus caderas de manera inconsciente e inexperta, y eso solo hacía que JungKook se excitara más, al saberse el primero y único en la vida del castaño. Con cada segundo, el calor aumentaba, así como el ritmo de las embestidas de JungKook.

— JungKook... ¡JungKook! — Lloriqueaba TaeHyung.

— Córrete, hazlo, TaeHyung — El castaño no lo soportó más y estalló en un orgasmo. Las paredes de TaeHyung se apretaron alrededor del miembro de JungKook y el Alfa sintió como esto lo llevaba al borde — Voy a hacerlo... solo... solo aguanta... por favor.

TaeHyung no estaba seguro de a qué se refería JungKook, pues su cerebro aún estaba abrumado por el exceso de sensaciones. Abrió la boca para preguntar, pero ninguna palabra salió de ella; en su lugar, un quejido de dolor se escuchó.

— Duele, duele, duele mucho — Lloriqueaba mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

— Lo sé — Dijo con pesar JungKook mientras besaba las mejillas del chico — Solo resiste, yo estoy aquí, amor.

TaeHyung asintió y enterró su rostro en el cuello de JungKook. No sabía cuánto tiempo había pasado ni cuánto faltaba para que el nudo terminara de crecer. Era doloroso, demasiado, pero aún a pesar del dolor, se sentía bien. JungKook estaba ahí con él, ayudándolo, acariciando su cabello mientras susurraba palabras dulces a su oído y besaba su cuello. Se sentía querido y eso era suficiente.

Después de algunos minutos, el nudo dejó de crecer y TaeHyung pudo sentir el semen de JungKook llenarlo. Ya no era doloroso, más sí un poco incómodo. Después de varios minutos, el nudo bajó y JungKook pudo salir de TaeHyung, quien soltó un jadeo y después un suspiro de alivio.

El Omega estaba más dormido que despierto y JungKook solo podía contemplarlo. Lucía cansado pero igual de hermoso. Lo acomodó bien en la cama y lo arropó, para después meterse entre las mantas y atraer el cuerpo más pequeño hacia el suyo. Al hacerlo, TaeHyung soltó un gemido.

— ¿Estás bien? — Preguntó en un susurro el azabache, y TaeHyung asintió.

— Estoy cansado — Dijo adormilado mientras se acurrucaba contra el pecho del azabache.

JungKook acarició el cabello de TaeHyung y esperó a que el chico estuviera dormido para después cerrar los ojos y acompañarlo en su descanso.