Ꜥꜥֶָ֢🔭ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 16
TaeHyung y JiMin caminaban por el centro comercial, ambos en compañía de HongJoong, los tres buscaban un lugar donde comer, más bien HongJoong buscaba mientras los Omegas hablaban de cualquier cosa.
— ¿Qué les parece comida china? — Preguntó el más bajo siendo completamente ignorado por sus amigos — Pues yo sí quiero — Dicho esto, comenzó a caminar al establecimiento seguido por el par de Omegas que ahora parecían discutir.
— Ya te dije que no — Dijo JiMin con el ceño fruncido.
— Que sí — Retó TaeHyung — JungKook es mejor.
— YoonGi es mejor — Comenzó el rubio — Y te callas.
HongJoong negó con la cabeza mientras se sentaba. Era común, tal vez demasiado, escuchar ese tipo de discusiones, todo para terminar en una batalla de miradas como la que ahora tenían JiMin y TaeHyung. Al final, acababan en un silencio de un par de minutos, y luego ambos Omegas comenzaban cualquier conversación.
A veces, HongJoong se preguntaba por qué había aceptado ese trabajo. La paga, era obvio, además del hecho de que juraba que cuidar del Omega de Jeon JungKook sería un trabajo sencillo. Y claro que lo sería, de no ser porque dicho Omega era TaeHyung, y TaeHyung era simplemente impredecible, como una ardilla, metiéndose en líos cada dos por tres junto a su amigo JiMin. Debía admitir que a veces era divertido, pero en otras temía por su vida, pues TaeHyung solía meterse con Alfas, Alfas que podrían patearle el trasero. Y sí, ese trasero sería pateado, y el Omega iría llorando con JungKook, que era lo más seguro. Entonces HongJoong podría darse por muerto, pues JungKook primero se encargaría de él, para luego ir por los idiotas que dañaron al Omega.
La camarera llegó, y dado que ambos Omegas se negaban a apartar la mirada para hacer su orden, HongJoong tuvo que ordenar por ambos.
— ¿Entonces hoy cenarás con JungKook? — Preguntó JiMin después de unos minutos.
TaeHyung asintió con una gran sonrisa.
— Sí, cenaremos en su loft.
— Uhhh, creo que algo más pasará esta noche — Dijo divertido el rubio — Y como mejor amigo exijo saber todos los detalles.
TaeHyung comenzó a reír mientras asentía, y HongJoong fingía no escuchar la plática. Sinceramente, no quería enterarse de la vida sexual de su jefe, aunque ya había notado cierto patrón. Los días que JiMin y TaeHyung se apartaban de todos y soltaban risitas y pegaban saltitos como un par de colegialas enamoradas, eran los mismos días que JungKook estaba más tranquilo y menos serio de lo habitual. No estaba seguro de qué hacían TaeHyung y JungKook en la intimidad, pero lo que fuera que el Omega estuviera haciendo con JungKook parecía mantener al Alfa de buen humor, lo que significaba paz y tranquilidad para el Beta y cualquier otro trabajador de JungKook.
La comida llegó, y ambos Omegas hicieron cara de asco al ver sus platillos, pero de igual forma los comieron para alivio de HongJoong, quien no estaba dispuesto a pedir otra cosa o ir a otro restaurante.
JungKook estaba nervioso, ya había revisado todo alrededor de cinco veces. Tenía la cena, que había ordenado, lista, al igual que la mesa pulcramente acomodada, un par de velas y algunas rosas adornando todo. Su loft estaba perfectamente limpio, y alrededor de su cama varias velas aromáticas estaban encendidas para darle un toque romántico a todo el asunto.
Hoy sería la gran noche, y todo tenía que estar perfecto. Incluso había comprado un nuevo colchón y mantas para su cama. Sabía que TaeHyung tenía un colchón de memoria en su casa, así que él compró uno igual, solo que más grande, y unas sábanas suaves de color crema con un cobertor negro muy cálido, porque TaeHyung era muy friolento. Quería que todo estuviera perfecto para TaeHyung, desde la comida hasta el aroma de las velas.
Todo lucía perfecto, pero no podía dejar de estar nervioso, no tanto por él, sino por el castaño. Quería que todo saliera bien esa noche. Sería la primera vez de TaeHyung, y eso lo ponía nervioso, porque por primera vez le preocupaba que la otra persona lo disfrutara. Nunca antes había recibido quejas, pero realmente le daba igual si la otra persona lo disfrutaba o no mientras él estuviera satisfecho. Era más que suficiente. Claro que ahora era diferente, pues lo único importante era que TaeHyung disfrutara y se sintiera bien, su propio placer pasando a segundo plano.
Llamaron a la puerta y no pudo evitar comenzar a sudar. Caminó hasta la puerta y se encontró con TaeHyung, quien lucía perfecto como siempre, miraba a JungKook con los ojos brillantes y una gran sonrisa en los labios. En sus manos traía una caja.
— Traje pastel — Anunció alegre y besó de forma casta los labios de JungKook para después pasar al loft y dejar el postre en la cocina.
Al salir del lugar, TaeHyung fue consciente de la decoración, y sus ojos se abrieron debido a la impresión. Llevó una mano a su boca mientras sentía que retenía el aliento. Todo lucía perfecto: la mesa con las flores y las velas, ¡velas! JungKook había puesto velitas para él. Lunas, en ese momento se sentía la persona más suertuda del planeta.
— ¿Te gusta? — Preguntó el Alfa muy nervioso.
— Yo... ehhh yo... Lunas, yo... — TaeHyung no lograba decir una frase, su cerebro había hecho corto circuito — Es perfecto — Sonrió mirando a JungKook, y después corrió a sus brazos.
JungKook dejó salir el aire que había estado conteniendo y de repente sintió al menor abrazándose con fuerza de su cuello. Le devolvió el abrazo al chico, enterrando su nariz en los castaños cabellos para así poder sentir mejor la esencia del Omega.
— ¿Qué te parece cenar antes de que se enfríe? — Sugirió el azabache, y TaeHyung asintió con la cabeza.
TaeHyung tomó asiento mientras JungKook traía los platos, y cuando el Alfa colocó la comida frente a él, ambos comenzaron a comer. Mientras TaeHyung platicaba, JungKook ponía toda su atención en el chico frente a él.
— Entonces JiMin se equivocó y terminó lanzándomela a mí, me golpeó el rostro y tuve que traer una banda en la nariz por dos semanas — Platicaba el castaño mientras comía su rebanada de pastel.
JungKook frunció el ceño ante la idea de su Omega lastimado. Lo último que quería ver era un solo golpe en la piel de su Omega.
— O como la vez que, sin querer, bueno, la verdad fue a propósito, lancé un pase en el entrenamiento de lacrosse y mi palo salió volando y golpeó a MinGi — El omega comenzó a reír — Fue muy gracioso. Claro que perdió el chiste cuando MinGi se lanzó contra mí e intentó golpearme, pero el entrenador lo detuvo. Dos días después estrelló mi cara contra un casillero — Se estremeció ante el recuerdo y JungKook gruñó.
— Tal vez debería golpear a ese tal MinGi — Dijo JungKook, pues el nombre del chico ya había salido más de unas cinco veces en el historial de lesiones del Omega.
TaeHyung asintió mientras metía una cucharada de pastel en su boca.
— Deberías, sí, definitivamente tienes que hacerlo — Dijo con la boca llena — MinGi es un gilipollas.
JungKook negó con la cabeza y continuó comiendo su postre. Ambos terminaron de comer y siguieron hablando por un rato, hasta que TaeHyung decidió aclarar algo.
— ¿De verdad lo vamos a hacer? — Preguntó mirando a JungKook, quien alzó las cejas — Porque no estoy seguro de qué debo hacer o deberíamos hacer. Y como tú no me dijiste si lo haríamos o no, pues yo me tomé la molestia de avisarle a mi padre que no llegaría a dormir.
JungKook miraba a TaeHyung con los ojos muy abiertos.
— ¿Tan seguro estabas de que pasaría?
— En realidad no, y en caso de que no pasara nada igual me quedaría a dormir aquí — Se encogió de hombros.
— ¿Y ahora piensas que sí va a pasar?
— Pues está bien que mi experiencia sea nula, pero estoy seguro de que las velas — Señaló la cama — Y todo el asunto romántico no son precisamente porque vamos a ver películas, JungKook.
JungKook asintió y miró a TaeHyung.
— ¿Tú en serio quieres?
— ¿Que si quiero? ¿Cómo no voy a querer si desde que te vi no dejo de pensar en eso? Mierda, eso ha sonado mal. No es que solo piense en acostarme contigo, cosa que no es verdad, pero... o sea, sí lo pienso, porque bueno, al poco de conocerte me vino el celo, y bueno, yo en el celo me la pasé pensando en ti aun sin saber quién eras... — Paró un segundo y miró a JungKook con los ojos bien abiertos mientras sus mejillas se sonrojaban — Y tú no debías saber eso, creo que mejor me callo porque estoy diciendo cosas que no debería decir.
TaeHyung estaba muy avergonzado. Una cosa era ser consciente de que su celo lo pasó fantaseando con JungKook, pero otra muy diferente era que JungKook también lo supiera.
Por otro lado, JungKook no podía dejar de pensar en las palabras de TaeHyung. Decir que no estaba feliz sería mentira. Estaba endemoniadamente feliz por las palabras de TaeHyung. Ahora, con un poco más de confianza, se lanzó a besarlo, comenzando así lo que tanto había estado deseando los últimos días.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro