🧁!! ' Capítulo O3
Yoongi despertó con una horrible resaca, no recordaba haber bebido tanto como para sentirse así, también no recordaba muchas cosas de la noche pasada, recordaba haber bailado y también la tienda veinticuatro horas, también recuerda haber conocido a alguien ahí, un alfa realmente atractivo que olía demasiado bien, pero del cual no podía recordar el nombre.
Convencido de que el dolor de cabeza no desaparecería por sí solo decidió levantarse e ir a tomar algo de agua y comer un poco, pues su estómago reclamaba ser llenado.
Al llegar a la cocina se encontró con su padre, a quien saludó son un simple "buenos días" y procedió a beber una vaso completo de agua, para después servirse una taza de café junto con algo de huevo para desayunar, apenas se sentó pudo notar perfectamente la mirada de su padre sobre él.
—¿Qué? —preguntó con la boca llena.
—¿Cómo que, qué, Yoongi? —espetó el hombre molesto—. Ayer llegaste ebrio a casa —reclamó.
—Bueno sí, pero en mi defensa debo decir que es la primera vez que bebo alcohol y por eso me puse así —trató de calmar el pelinegro.
—Estás a pocos días de tu celo y bebes alcohol, no lo puedo creer.
—Aún faltan unos días para que entre en celo así que eso no tiene nada que ver —protestó.
—No sé qué voy a hacer contigo —negó con la cabeza—. Nos vemos en la tarde —se despidió besando la cabeza de su hijo y salió de la casa.
Yoongi acabó su desayuno y decidió volver a la cama, al fin era sábado y no tenía nada que hacer y con su celo cerca se sentía perezoso.
Jimin no podía sacar la imagen del hermoso omega de su cabeza, dudaba que algún día pudiera, y es que no era cualquier omega, era su omega, suyo y de nadie más.
Claro que había dos grandes problemas, el primero era que el chico es menor de edad y el segundo que es hijo de un policía, por lo que Seonghwa le había contado la esposa del policía había muerto hacia algunos años a causa de una enfermedad, y también por lo que sabía su hijo era muy conocido en Daegu, y como no, si tenía la fama de ser uno de los omegas más lindos, claro que nadie intentaba nada por ser hijo del policía, eso y el historial problemático del joven, quien tendía a meterse en varios líos y también por comportarse de forma "tan poco omega".
Por lo que había escuchado, Yoongi no era un omega precisamente sumiso y tímido, él era extrovertido y muy alegre además que no solía hacer lo que se le pedía, ni siquiera si era su propio padre el que se lo pedía, pero lejos de que eso le desagradara a Jimin, sólo consiguió que el omega le resultara más atractivo, y es que ya estaba cansado de los omegas dependientes que se ponían a la espalda de su alfa esperando a que éste hiciera todo por ellos, eso no iba con Jimin, si bien, el hombre se desviviría en complacer a su omega eso no era razón para que dicho omega fuera un caprichoso y malcriado, como muchos que conocía.
También había cambiado a San de puesto, ahora el beta desempeñaba uno de los trabajos más importantes en opinión de Jimin, y es que estaba asignado a cuidar a Yoongi, porque Jimin no permitiría que le pasara nada a su omega, y no le importaba parecer un acosador haciendo eso, además, si quería conquistar al omega primero debía conocerlo y que mejor que tener a alguien que sea su amigo de su lado, claro que también tenía a Jungkook y a su omega, Taehyung.
Jimin en verdad había quedado encantado con el omega, y es que después de tantos años de búsqueda se dio cuenta que bien valió la pena pues Yoongi no sólo era hermoso sino también tenía una gran actitud.
Definitivamente no podía esperar para empezar a cortejar al omega.
El viernes Jimin decidió hacer algo, así que se presentó en el instituto de Daegu con la esperanza de poder hablar con Yoongi, esperó hasta que la mayoría de alumnos había salido pero no había rastro de su pelinegro.
Esperó unos minutos más y cuando vio salir a Taehyung se acercó al chico para preguntarle por el pelinegro.
—Hola, Taehyung —Jimin saludó cortés.
—H-Hola, señor Park, Jungkook aún tardará un poco en salir —saludó el rubio con algo de nerviosismo al ver al alfa.
—Oh, no he venido aquí para ver a Jungkook, y puedes llamarme Jimin solamente.
Taehyung asintió y miró interrogante al alfa. —Entonces, ¿a quién buscas, Jimin?
—Bueno, yo quería ver a tu amigo Yoongi —respondió un poco apenado.
Taehyung abrió sus ojos en demasía ante la impresión de que un alfa tan imponente, como lo es Park Jimin, buscara a su amigo, él siempre solía decirle a Yoongi que ya llegaría un alfa que lo quisiera y que en verdad valiera la pena, pero nunca se imaginó que ese alfa sería ni más ni menos que Park Jimin.
—Con que Yoongi, eh —picó divertido el omega y Jimin frunció el ceño, pero el chico no se dejó intimidar en eso, él y Yoongi eran iguales—. Me temo que el no asistió hoy pero si vienes el lunes seguro lo encuentras.
—¿Por qué no vino? —preguntó curioso, pues San no le notificó que estuviera enfermo o algo por el estilo.
—Le vino el celo ayer —explicó Taehyung—, pero se supone que se le pasará entre el sábado o domingo.
Jimin asintió. —Gracias.
—De nada —sonrió el rubio y Jimin regresó a su auto, pero a mitad de camino se encontró con Baesoo.
—Jimin, qué sorpresa —saludó con sorpresa, besando la mejilla del alfa—, no sabia que vendrías por mí —sonriente y sin preguntar entró al auto del alfa.
Taehyung miraba la escena con el ceño fruncido, primero el hombre preguntaba por su amigo y al no encontrarlo se iba con su profesora de inglés, ¿qué clase de estupidez era esa?, molesto comenzó a caminar para salir del instituto.
Jimin ni siquiera entendía el porqué Baesoo había entrado a su auto y lo que es peor, ¿por qué él no lo evitó?, tal vez era el hecho de que estaba muy ocupado pensando en que su omega ahora mismo se encontraba en celo.
La sola idea le hacía sentir calor y ganas de salir corriendo para ayudar a su omega, pero no podía, principalmente porque no quería ser arrestado y porque aún ni siquiera estaba cortejando al omega.
—Entonces, ¿qué dices? —escuchó que Baesoo preguntaba y hasta entonces fue consciente de que la mujer llevaba ya un buen rato hablando.
—Perdón no estaba escuchando.
—Te decía que en unos días será la fiesta de compromiso de una amiga y me preguntaba si te gustaría venir conmigo —Baesoo la veía con sus ojos brillando por la emoción pero ciertamente a Jimin le daba igual, él no asistiría con ella a esa fiesta pues si se empezaba el rumor de que tenía pareja la prensa empezaría a hablar de eso y lo que menos necesitaba ahora es que su omega pensara que estaba saliendo con alguien.
—Lo siento, Baesoo, estoy muy ocupado.
La mujer miro triste a Jimin pero rápidamente se recompuso. —No te preocupes —respondió fingiendo una sonrisa.
Lunes por la mañana y Yoongi caminaba por los pasillos de instituto, había pasado el peor fin de semana de la vida y es que por alguna extraña razón su celo fue más fuerte que de costumbre y se había alargado hasta el domingo en la tarde.
Y por alguna extraña razón cada vez que se veía en necesidad de usar algún vibrador para satisfacer al omega dentro de él, no podía dejar de pensar en los ojos del alfa que conoció en la tienda veinticuatro horas, sólo hasta que la imagen del hombre cruzaba su mente era capaz de correrse.
Y si no fuera por los supresores en ese momento aún apestaría a omega en celo.
—¿Cómo estuvo el celo?—preguntó Taehyung curioso.
—Horrible —se quejó Yoongi—, fue peor que en otras ocasiones y se alargó hasta el domingo, ¡el domingo!, Taehyung, mi vida apesta —dejó caer su frente contra su casillero.
—Bueno tal vez lo que tengo que decir te pondrá de buen humor —canturreó el rubio.
—¿Y qué sería eso? ¿Que han inventado una píldora mágica que acaba con el celo de por vida? —comentó irónico.
—No, pero tal vez te ayude en tu próximo celo.
Yoongi miró al rubio sin entender de qué hablaba. —¡Pues dilo de una vez!
—El viernes alguien vino y preguntó por ti —dijo Taehyung esperando la reacción de Yoongi, quien frunció el ceño—. ¿Sabes quién era?
—Taehyung, estaba en mi casa con un maldito consolador enterrado en mi trasero es obvio que no sé quién vino a buscarme.
—Eres un asco —se quejó Taehyung haciendo un mueca por el exceso de información—, yo no tenía que saber eso. Pero bueno, la persona que vino era un alfa y era ni más ni menos que Park Jimin.
Yoongi abrió demasiado los ojos, pero segundos después frunció el ceño. —¿Y yo de dónde conozco a Park Jimin?
—De la tienda veinticuatro horas, el viernes de la fiesta de Wooyoung —Taehyung explicó obvio.
Yoongi estrelló su frente contra el casillero mientras sus mejillas se cubrían de un violento sonrojo, pues ahora era consiente que pasó todo su celo fantaseando con Park Jimin, un alfa que está fuera de su liga.
—Mátame, Taehyung, por favor mátame.
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