Yoongi estaba acostado en su cama, no tenía ninguna intención de levantarse y prepararse para ir al instituto, ese día era el comienzo del nuevo año y Yoongi no estaba para nada entusiasmado con la idea, y es que para qué emocionarse si le esperaba lo mismo de todos los años; nuevos alfas por ahí, nuevos omegas por allá y nuevos betas ajenos a toda la situación.

En los años pasados solía emocionarse pues un nuevo año era igual a nuevos alfas, pero con con el paso del tiempo eso cambió, pues los alfas parecían pasar olímpicamente de él, no es que no le hablaran, no, es sólo que parecía que nadie estaba interesado en él de forma romántica, y no es como si los culpara.

Yoongi era un omega, claro que no tenía todos las actitudes de un omega, en la sociedad los omegas eran conocidos por ser sumisos, tranquilos y ordenados, incluso miedosos.

Él no era nada de eso, no era un chico sumiso, no tenía por qué hacer lo que cualquiera le ordenara, lo haría, sí, pero sólo cuando encontrara a su alfa. ¿Tranquilo? No, no era tranquilo y es que era Min Yoongi el único omega hiperactivo de la historia, ordenado mucho menos, faltaba sólo ver su curto para saberlo, miedoso ni en broma, él solía hablar con cualquier persona sin importarle si era un alfa o un omega, él no se dejaba intimidar por cualquiera.

Él no tenía la actitud de un omega, en cuanto apariencia era otra historia, era un omega precioso, nadie podía negarlo, un poco alto pero no lo suficiente, la piel blanca adornada por varios lunares que le daban un toque adorable, cabello negro brilloso y suave, unos hermosos y pequeños ojos color café, una linda nariz respingona y uno labios suaves y rosas, sí, sin duda un omega hermoso, por eso no entendía el porqué ningún alfa lo había cortejado aún, claro que apostaba a que era por su actitud, pues incluso su esencia era deliciosa, era una mezcla de chocolate y menta, era dulce pero no empalagoso, sin duda delicioso, pero a nadie parecía importarle, tal vez también tenía mucho que ver el hecho de que era el hijo de un policía, con lo cual muchos alfas, incluso betas, mantenían la distancia con él.

Cuando se dio cuenta de que definitivamente llegaría tarde, por fin se levantó y fue directo al baño para darse una ducha, al salir se vistió con lo primero que encontró, bajó, desayunó solamente un tazón de cereal, después salió corriendo y se montó a su Jeep para después salir rumbo a la escuela.

Al llegar se encontró lo mismo de siempre, alumnos nuevos por aquí alumnos nuevos allá, alfas acosando a algunos omegas y omegas caminando de la mano con sus alfas, alguno que otro beta por ahí, sí, exactamente lo mismo de siempre.

Caminó a su taquilla para acomodar sus cosas, sintió a alguien abrazarlo por la espalda, sabía de quién eran esos pequeños y delgados brazos, se giró para abrazar a su mejor amigo, su único amigo.

Kim Taehyung, un pequeño omega, el mejor amigo de Yoongi, el chico era un omega muy lindo. Rubio con ojos azules, un poco pequeño pero perfecto tratándose de un omega, el chico era el único que siempre estaba ahí para Yoongi, lo apoyó durante la enfermedad de su madre y posteriormente su muerte, el rubio siempre estuvo ahí para él, pero Taehyung a diferencia de Yoongi, sí que era un omega muy codiciado, claro que nadie trataba nada con él, pues el pequeño rubio era cortejado por Jeon Jungkook, un alfa, era buen tipo y a Yoongi le agradaba porque trataba bien a Taehyung, no como harían otros alfas, y a pesar de ser una persona amable y agradable era un alfa muy fuerte, puede que no lo pareciera pero se decía que su voz alfa era algo de lo que temer, sabía que estaba en la manada Park.

En la sociedad había algo llamado manadas, eran algo así como una sociedad y en ellas lideraba un alfa muy poderoso, por lo regular los miembros de dichas manadas trabajaban en las empresas que dirigían los alfas en ellas, las más poderosas de mundo eran la Park y Yook que estaban en Corea del Sur, la Yukimura en Japón, entre otras.

Pero por lo que Yoongi sabía, las manadas Park y Yook no tenían la mejor relación del mundo, y es que Yook Sungjae un alfa de la familia había incendiado la mansión de la familia Park, con varios miembros de la misma dentro, ese día murieron la mayoría de los Park, sólo sobrevivieron Park Seonghwa un alfa, Park Joohyun una beta y por último y más importante Park Jimin el actual alfa líder de su familia y la manada Park, Yoongi no sabía mucho del hombre, sólo que no vivía ahí, sino en Seúl, pero la principal empresa de los Park estaba en Daegu, el hombre era muy rico, manejaba el mercado automotriz en gran parte del mundo, aún no estaba emparejado y era terriblemente frío y serio según las revistas, pero Yoongi no confiaba en eso, todos decían que era increíblemente guapo, cosa que tampoco sabía pues nunca había visto una foto del hombre.

Pero volviendo al tema, el alfa de Taehyung, era parte de la manada Park y trabajaba como asistente en un distribuidor que estaba en el centro.

—Hola, Taehyung —saludó con una gran sonrisa el pelinegro.

—¿Qué tal, Yoongi? —respondió el rubio mientras tomaba su brazo cuando el pelinegro cerró su casillero—. Escuché que había nueva profesora —comentó casualmente.

—¿En serio? ¡Qué interesante! —fingió emoción.

—¡Vamos! No me digas que no tienes curiosidad —se quejó el rubio haciendo un puchero.

—La verdad no —respondió sincero, Yoongi soltó una carcajada al ver la cara de indignación de su amigo.

—Bueno —suspiró—, hoy saldré con Jungkook, es una cita doble o algo así —comentó alegre el rubio.

—¿Con quiénes irán? —preguntó Yoongi, ahora prestando más atención a su amigo.

—Promete que no vas a molestarte —Yoongi miró confundido al rubio—. ¡Promételo!

—Bien, lo prometo —Yoongi se quejó.

—Con Yunho y Wooyoung —susurró el chico y Yoongi detuvo sus pasos.

Jeong Yunho, era el gran amor de Yoongi, claro que ya había aceptado que eso jamás pasaría, pues el alfa no sólo pasaba completamente de él, sino que también el castaño ni siquiera salía con omegas, al parecer él prefería salir con alfas como era el caso de Wooyoung; el alfa más detestable en opinión de Yoongi, el chico era guapo, claro que lo era, pero lo arruinaba todo con su actitud de mierda, era un engreído de lo peor y amaba meterse con Yoongi, siempre humillándolo y aprovechándose de su condición de alfa para tratar de mandar al omega pelinegro, cosa muy difícil pues Yoongi no era cualquier omega y siempre que el alfa le pedía algo, Yoongi pasaba completamente de él.

—No te pongas así —dijo Taehyung sacando a Yoongi de sus pensamientos—, ya llegará un alfa que te quiera y valore de verdad.

Yoongi asintió a su amigo, pero no estaba tan seguro de que eso pasara, pues ya estaba más que claro que no era un omega tan atractivo o delicado como los demás y por ello ningún alfa se fijaba en él.

Park Jimin contemplaba el atardecer de Seúl a través del ventanal en su departamento, estaba cansado de hacer siempre lo mismo, despertarse temprano completamente sólo, ir a trabajar y estar sólo, para que al final del día regresara a su apartamento el cual estaba completamente solo.

Llevaba años buscando a su pareja y aún no la encontraba y eso ya lo estaba cansando, tenía dinero y poder, más del que muchos siquiera imaginarían, era el líder de una de las manadas más poderosas del mundo y nada de eso le importaba si no tenía con quién compartirlo, ni siquiera tenía familia, sólo su tío el cual vivía en Seúl y su hermana Joohyun que residía en Japón.

Creyó haber encontrado a su pareja años atrás, conoció a un chico hermoso de nombre Yook Sungjae, creyó estar enamorado pero se equivocó pues Sungjae sólo lo utilizó y de la peor manera, él incendio su casa con toda su familia adentro, desde ese día Jimin se volvió una persona fría y amargada, no solía salir mucho.

Pero hace unos años descubrió que quería encontrar a su omega y formar su propia familia; sin embargo, no había tenido suerte, al parecer sus años de soledad y amargura no ayudaron pues muchas omegas temían acercarse, y no era por que no fuera un hombre atractivo, sino por la mala fama que se creó, y las pocas que se acercaban lo hacían simplemente por interés y Jimin no estaba dispuesto a estar con alguien así.

Tal vez ya era hora de escuchar a su tío y cambiar de aires, le haría bien irse una temporada a Daegu, tal vez con algo de suerte podría encontrar a su omega.