Después de ocho meses de preparación, la boda de TaeHyung y JungKook estaba lista. Había sido un poco difícil, pero con la ayuda de JiMin y la gran cuenta bancaria de JungKook, habían logrado planear una boda de ensueño.

La ceremonia y la fiesta se realizarían en la mansión Jeon, pues la parte trasera daba al bosque y ahí se preparó todo para la boda.

— Debes calmarte — Sugirió JiMin, quien veía a TaeHyung caminar de un lado a otro en la habitación — Tienen una hija, por lo que dudo que JungKook se eche para atrás — Opinó.

TaeHyung detuvo sus pasos y miró de forma asesina a su amigo.

— Gracias, JiMin, es justo lo que quería escuchar — Dijo molesto, y se pasó las manos por el cabello.

— De nada — Dijo cínico el rubio.

Ambos Omegas estaban vestidos con un traje; el de JiMin era negro con la camisa blanca y un moño. TaeHyung, por otro lado, llevaba un traje gris brillante, pues no pensaba usar uno blanco, con la camisa blanca y un moño, los zapatos bien lustrados y en su cuello llevaba el collar que JungKook le regaló en aquella primera cita.

— Debes dejar de tirar de tu cabello — Opinó el rubio, mirando a su despeinado amigo.

TaeHyung volvió a mirar mal al rubio, pero igual fue a arreglar su cabello.

— Es que estoy ansioso, me casaré en unas horas — Se justificó el castaño.

— ¿En serio? No lo había notado — Dijo sarcástico — Vamos, TaeHyung, cálmate, JungKook no se irá a ningún lado.

TaeHyung asintió y tomó asiento en la cama mientras se calmaba. Miró a JiMin, quien tenía un lindo anillo de compromiso que YoonGi le había dado hace dos meses.

— ¿Ya tienes fecha para la boda? — Preguntó para distraerse.

JiMin miró su anillo y después a su amigo.

— No realmente, pero tal vez sea a finales del año.

TaeHyung asintió, sabía que su amigo y YoonGi no tenían prisa.

— ¿Y los bebés? — Inquirió curioso, sabía que su amigo quería un hijo y pronto.

— Antes de lo que crees — Aseguró el rubio.

Dos horas después, ya todo estaba listo y el momento había llegado. TaeHyung estaba en la puerta que daba al patio trasero con su padre a su lado, listo para caminar al altar. Tomó un respiro y miró a su padre, quien le mostró una gran sonrisa.

— Me alegro tanto por ti, hijo — Dijo JooHyuk para después besar la frente de su hijo.

TaeHyung sonrió con los ojos brillantes por las lágrimas, pero trataba de no llorar antes de estar casado con JungKook. Después de que el padre los declarara esposos, podría llorar cuanto quiera.

— ¿Listo?

TaeHyung asintió a su padre y ambos salieron por la puerta para ver el camino de pétalos que lo conducían al altar. A los lados estaban todos los invitados, sólo los amigos y familia de ambos; de JungKook, algunos amigos de la universidad y uno o dos socios importantes, su tío JiCheol y su hermana Ji-Eun; por parte de TaeHyung, la familia de JiMin y YoonGi, algunos tíos y compañeros del colegio, también estaban HongJoong y MinGi.

TaeHyung miró frente a él y se encontró con la estructura donde se casarían; era una base con pilares cubiertos de flores blancas y con unas telas colgando que se movían suavemente con el viento.

Y ahí, justo frente a él, estaba JungKook, luciendo más guapo de lo que lo había visto jamás. El Alfa llevaba un traje negro que le quedaba perfecto, con una camisa blanca y una corbata negra; lucía demasiado bien, demasiado sexy.

JooHyuk entregó a TaeHyung, quien se colocó junto a JungKook, y de esta forma comenzó la ceremonia. Ceremonia a la cual ni JungKook ni TaeHyung prestaron atención hasta que llegó la parte importante, los votos.

Cada uno había escrito los suyos para hacer el momento aún más íntimo. JungKook iría primero.

— Yo, Jeon JungKook, te prometo a ti, Kim TaeHyung, amarte y respetarte, y uno mi vida a ti hoy porque estoy seguro que eres la única persona capaz de hacerme feliz — El Alfa miraba al castaño directo a los ojos para que le quedara claro que todo lo que decía era verdad — Pasé mucho tiempo solo y sólo hasta que te conocí me di cuenta de cuánto odiaba estarlo. Gracias a ti pude volver a ser feliz y prometo hacerte feliz a ti cada día. Tú me diste una familia y por eso te prometo que no te dejaré solo nunca, porque a partir de ahora sólo seremos nosotros — JungKook terminó y colocó el anillo en el dedo anular de TaeHyung.

TaeHyung trataba de contener las lágrimas; las palabras de JungKook habían sido hermosas. El padre lo miró, indicando que era su turno.

— Yo, Kim TaeHyung, te prometo a ti, Jeon JungKook, permanecer siempre a tu lado, como sé que tú lo estarás para mí. Eres el mejor hombre que he conocido en la vida y tienes el corazón más bueno, y por eso te prometo que cuidaré de él y de ti también. Gracias a ti puedo sentir que ya no estoy solo, y por eso prometo amarte hasta el último de los días. Prometo cuidar de nuestra familia, pues ahora ustedes son lo más importante para mí — TaeHyung terminó y colocó el anillo en el dedo de JungKook, quien tenía los ojos cristalinos; sólo quería que la boda terminara para poder irse con su Omega y demostrarle cuánto lo amaba.

— Bien, por el poder que me confiere la Diosa Luna, yo los declaro esposos; puede besar al novio.

JungKook no esperó a que se lo repitieran y besó los labios de TaeHyung de forma suave y delicada, demostrándole cuánto lo amaba. TaeHyung dejó salir las lágrimas que había estado conteniendo; se sentía tan feliz, por fin era el esposo de JungKook.

Todos los invitados aplaudieron a los recién casados; JiMin contenía las lágrimas mientras sostenía a SunMi en brazos, esperaba que su boda con YoonGi fuera igual de hermosa.

Después de la recepción y la comida, TaeHyung y JungKook tuvieron su primer baile como esposos, una canción lenta y muy romántica mientras se movían de forma suave por la pista que habían montado en el jardín.

Después de un par de horas, la fiesta se volvió más movida y casi todos se encontraban bailando, pero al acercarse el final de la noche, JungKook y TaeHyung debían partir para su fin de semana de luna de miel.

Por eso ambos estaban en la entrada de la casa junto a JiMin y el shérif, quien cargaba a su nieta para que pudieran despedirse.

— TaeHyung estará bien; va a quedarse conmigo — Dijo su padre, viendo que el castaño se negaba a irse.

— Ya sé que estará bien, pero no me gusta dejarla — Reclamó el Omega.

— Sólo vete — Dijo JiMin, divertido.

Después de otra ronda de despedidas y de besar a su hija nuevamente, la pareja subió al taxi que los llevaría al aeropuerto. TaeHyung sabía que no irían muy lejos, pero no sabía a qué lugar exactamente.

Cuando llegaron a su destino, TaeHyung se emocionó. Habían ido a las montañas; por fin aprendería a esquiar. Ambos subieron a un taxi que los llevó a una cabaña que JungKook había rentado.

JungKook metió todo el equipaje y lo dejó en la habitación mientras TaeHyung miraba la cabaña. Estaba distraído mirando un cuadro cuando empezó a sentir suaves besos sobre la marca en su cuello y unos fuertes brazos abrazándolo por el estómago. Rápidamente se acurrucó contra el pecho de JungKook.

— No puedo creer que nos casáramos — Dijo el castaño mientras movía la cabeza para que JungKook tuviera más piel para besar.

— Ha sido perfecto — Dijo JungKook con voz ronca.

— Lo fue — Aceptó el castaño, para darse vuelta y besar los labios de JungKook.

El Alfa le regresó el beso rápidamente, primero suave y después se fue tornando salvaje. JungKook metió sus manos bajo la ropa de TaeHyung y comenzó a acariciar la piel de su espalda. El castaño gimió en medio del beso, y esa fue la señal para que JungKook lo levantara y comenzara a caminar a la habitación.

Al llegar a la habitación, dejó al castaño sobre la cama y de forma lenta comenzó a quitar su ropa mientras dejaba besos por todo su cuerpo. TaeHyung se deshacía en gemidos y jadeos; le encantaban las atenciones del Alfa.

Una vez tuvo a su pareja desnuda, JungKook comenzó a quitar su propia ropa y una vez desnudo, se colocó sobre él, el chico gimió ante el contacto de la piel caliente del Alfa, quien volvió a besar los labios del castaño mientras comenzaba moverse creando fricción entre sus erecciones.

Cuando JungKook noto el olor del lubricante, bajo una de sus manos para tomar su miembro y guiarlo a la entrada de TaeHyung y así entrar en él de una sola embestida.

Se movía de forma lenta pero constante y eso estaba volviendo loco al castaño.

— Te amo tanto, JungKook — Decía entre jadeos el castaño.

— Te amo — Susurraba en su oído.

JungKook acelero sus movimientos y en menos de lo esperado, TaeHyung se corrió con un agudo gemido, el azabache continuo moviéndose hasta sentir que su nudo se formaba, acelero sus movimientos y con un par de estocadas su nudo se hincho dejándolo unido al menor.

El castaño estaba agotado y trataba de no quedarse dormido pero con JungKook acariciando y besando su rostro le fue imposible no hacerlo.

JungKook siguió contemplando a TaeHyung hasta que su nudo bajó y pudo salir de él, continuo admirando el bello rostro de su Omega, de su esposo, hasta que el sueño lo venció.

Durmió con una sonrisa en el rostro, jamás se había sentido tan feliz, no antes de conocer a TaeHyung.

Ꜥꜥֶָ֢🔭ֶָ֢۫݊˒𐙚 F I N