Ꜥꜥֶָ֢🔭ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 34
Cuatro meses después del nacimiento de SunMi, las cosas en la casa Jeon iban increíblemente bien, TaeHyung y JungKook se habían acostumbrado a su nueva rutina de despertarse por la noche. JungKook ayudaba en lo que podía y, por esa razón, había reducido sus horas y visitas a la oficina para de esta forma pasar más tiempo con su familia.
TaeHyung estaba encantado con su vida de padre; si bien no daba saltos de alegría por las noches en vela, le parecía un buen precio a cambio de tener a SunMi en su vida.
Su hija, en opinión de ambos, era la bebé más hermosa que había en el mundo; tenía la piel bronceada como la de TaeHyung, con un par de lunares en su cuerpo, el cabello oscuro igual que el de JungKook y las mismas muecas que JungKook, y los ojos eran de color azul igual a los de su abuelo.
JungKook se levantó a mitad de la noche por el llanto de su hija. Miró a TaeHyung, quien se estaba despertando, dispuesto a ir a ver a su bebé, pero lo detuvo indicándole que iría él. El castaño no se hizo del rogar y volvió a acostarse; él, por su parte, se levantó de la cama y salió del cuarto para dirigirse al que estaba justo frente al suyo para ver qué sucedía con SunMi.
Entró en la habitación y caminó directo a la cuna y tomó a su hija en brazos.
— ¿Qué pasa, cariño? ¿Tuviste una pesadilla? — Preguntó en voz baja, pues no podía tener hambre, ya que no tenía ni una hora que TaeHyung se levantó para darle de comer, y tampoco tenía el pañal sucio.
La niña se calmó un poco, pero seguía sollozando, así que JungKook comenzó a mecerla en brazos. Un par de minutos después, SunMi ya se encontraba dormida de nuevo. JungKook la volvió a dejar en la cuna y después dio un suave beso en su frente; salió de la habitación y regresó a la suya, donde se encontró con TaeHyung, quien dormía tranquilamente.
Fue ver a TaeHyung de esa forma, lucía tan pequeño en la cama y estaba cubierto por varias mantas. Fue en ese momento que sintió de verdad que todo era realidad, que por fin, después de tantos años de soledad, ahora tenía una familia, tenía una persona que lo amaba por quien era y no por lo que tenía o podía obtener de él. Porque eso era lo mejor de TaeHyung: el chico jamás pedía nada, solo daba, y lo único que JungKook podía hacer era regresarle todo el amor que el chico le demostraba.
Claro que TaeHyung llevaba ventaja, pues le había dado una hija; no había regalo mejor que ese. Esa era otra razón por la cual amaba tanto al castaño y no podía creer que, en serio, ese chico lo había hecho tan feliz al darle su propia familia.
TaeHyung no hacía más que hacerlo feliz, y no tenía idea de qué podría hacer él para devolverle todo eso a TaeHyung.
Pero después recordó algo que sí podría hacer feliz a TaeHyung. Con una gran sonrisa en el rostro, volvió a acostarse junto a TaeHyung para abrazarlo. Mañana tendría mucho que hacer.
— No sé por qué los llamé a ustedes dos — Dijo JungKook irritado.
Estaba con HongJoong y YoonGi en una de las mejores joyerías para conseguir un anillo de compromiso para TaeHyung, y para eso había pedido la ayuda de YoonGi y HongJoong, mala idea, pues ninguno de los dos estaba siendo de ayuda.
— La verdad yo me pregunto lo mismo, porque yo no sé nada de anillos, ni joyería u Omegas — Dijo HongJoong, mirando unos anillos.
— A mí me llamaste porque JiMin estaba ocupado, y, siendo sinceros, él no habría guardado el secreto — Respondió YoonGi al ver la mirada que le dio JungKook.
— ¡Ya sé! — Gritó HongJoong — Llamaré a MinGi, seguro él puede ayudarnos.
— ¿Por qué él podría ayudarnos? — Preguntó YoonGi, confundido.
— Bueno, él solía comprarle estas cosas a DaHye, así que ya tiene experiencia — Respondió el Beta para después llamar a su novio.
JungKook solo apretó los dientes y continuó viendo los anillos. Todos eran grandes y muy llamativos; ninguno de ellos le gustaría a TaeHyung, era obvio, pero tampoco quería elegir algo muy sencillo, no si era para TaeHyung, pues el chico se merecía solo lo mejor.
Después de veinte minutos, MinGi entró a la joyería, siendo recibido por HongJoong, quien lo besó en los labios; YoonGi y JungKook prefirieron apartar la vista de la pareja. Al terminar el beso, MinGi se acercó a JungKook, quien continuaba viendo varios anillos que el encargado había traído para él.
— ¿Entonces qué es lo que estás buscando? —Preguntó el rubio una vez estuvo junto a JungKook.
— Un anillo de compromiso, debe ser sencillo, pero tampoco barato o cutre — Explicó JungKook.
— Mmm, bueno, tomando en cuenta que es algo para TaeHyung, no creo que debas buscar mucho; él se impresiona con facilidad — Comentó casual, MinGi.
JungKook miró mal al rubio para que mejor cerrara la boca y dijera algo que le sirviera.
— ¿Por qué no este? — eñaló uno con un pequeño diamante.
JungKook negó.
— Parece de mujer.
Pasaron diez minutos sin tener mejores resultados hasta que YoonGi se acercó a otra vitrina y vio un lindo anillo liso de oro blanco.
— ¿Por qué no este? — Dijo, señalando el anillo. JungKook miró al chico y caminó hasta él — Podrías ponerle diamantes o algo así.
JungKook miró el anillo y luego miró sorprendido al Alfa; esa era una idea increíble.
— Sabía que sí fue buena idea llamarte — Dijo, sonriendo.
Pagó por el anillo y luego pidió que le colocaran pequeños diamantes; salió de la tienda con la nota para poder recoger el anillo en una semana.
Después de una semana exacta, JungKook ya tenía todo planeado y listo para proponerse a TaeHyung. Había comprado una excelente cena, arreglado el comedor y había dejado a SunMi con el shérif, mientras TaeHyung fue con JiMin a platicar sobre unas cosas que ya no recordaba.
Solo esperaba la llegada de TaeHyung. Diez minutos después, TaeHyung atravesaba la puerta y se sorprendió mucho al ver a JungKook bien arreglado y con la cena lista en una mesa con velas y flores. Sin dudar, se acercó y besó al Alfa a modo de saludo.
— ¿Qué celebramos? — Preguntó sonriendo mientras se sentaba en la silla que JungKook había abierto para él.
— Algo muy importante, pero lo sabrás después de la cena — Sonrió y comenzó a comer, al igual que TaeHyung.
De postre comieron tarta de chocolate. JungKook estaba nervioso, así que tomó un respiro para después meter la mano en su bolsillo, donde estaba la pequeña caja con el anillo.
— Lo que celebramos — Dijo llamando la atención de TaeHyung, quien de inmediato lo miró — Es algo que he querido preguntarte desde hace mucho tiempo — Se arrodilló frente al castaño — ¿TaeHyung tú...
— ¡Sí!, por supuesto que sí — Respondió gritando y con una gran sonrisa en el rostro para después lanzarse a los brazos de JungKook, quien lo veía confundido.
JungKook apretó al chico en sus brazos, pero después de unos segundos se separó un poco para mirar el rostro de TaeHyung.
— ¿Ya lo sabías?
TaeHyung se sonrojó.
— Vi el recibo hace unos días, así que lo supuse, lo que no sé es cómo luce el anillo — Respondió apenado.
JungKook se sorprendió de que TaeHyung lo supiera, pero aún más de que el chico no haya dado señal de saberlo. Sonrió y negó con la cabeza para después sacar la pequeña caja de su bolsillo y dársela a TaeHyung.
El castaño la tomó y rápidamente sacó el anillo y lo colocó en su dedo anular.
— Pero mira lo lindo que es — Decía mirando su mano para después mostrársela a JungKook.
— Entonces, ¿te gustó?
— Claro que me ha gustado, es perfecto — Dijo, demasiado emocionado, sus ojos brillando y una gran sonrisa en su rostro.
Eso era todo lo que JungKook quería, ver a TaeHyung tan feliz.
— Gracias, eres el mejor, JungKook — Dijo feliz para después besar los labios del Alfa.
No cabía de la alegría, JungKook le propuso matrimonio, o al menos lo intentó, porque él no lo dejó terminar, pero a quién diablos le importa, lo importante es que va a casarse con Jeon JungKook.
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