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Capítulo 22: Conexión Reestablecida

Noah seguía sin tener en cuenta cuanto tiempo había pasado, pero si había tenido en cuenta muchas cosas, en primer lugar, cada vez que asomaba sus grandes ojos azules por la rendija de la ventana podía darse cuenta mirando al horizonte que el lugar estaba bastante alejado, podía escuchar pasos afuera de la habitación, no estaba seguro de cuantos hombres eran, pero lo secuestraron entre tres, así que decidió quedarse con ese número, después de todo si estimaba que solo eran dos sería más difícil para él si por sorpresa saliera un tercero. Tres era un número seguro para él.

La primera noche fue difícil para él, pero después de pensarlo tanto se dio cuenta de que O'Connor no lo mataría, estaba seguro de ello, primero porque el hombre había dicho que estaba enamorado de su madre, segundo porque él sabía donde estaban los libros que él necesitaba para crear nuevas criaturas y tercero... Noah no sabía si realmente existía una tercera razón, porque si bien eran ciertas las dos primeras, también era cierto que su tío tenía resentimiento hacia su padre, y él a parte de tener sangre de su madre, también tenía la de su padre. Además, estaba el hecho de que una vez que el hombre consiguiera la manera de obtener los libros ya no tenía ninguna razón para mantenerlo vivo. Después de todo no estaba seguro de que pudiera añadir más razones de las que había establecido para su supervivencia.

El hombre había salido no sin antes amenazarlo, pero Noah no creía en sus amenazas porque no había nada más que el pudiera quitarle. A veces en vez de analizar la situación, Noah simplemente miraba el horizonte como si estuviera esperando a que vinieran por él. Había cerrado su mente, todas las puertas de su pared estaban bloqueadas, su tío no había intentado entrar en él, porque si había algo en lo que Noah era mucho más bueno que cualquier otro, era aprendiendo. En tan poco tiempo había aprendido a protegerse a si mismo y a ser más estable emocionalmente, sus poderes estaban bajo control, por lo que el hombre tampoco creía que el chico pudiera salírsele de las manos.

Noah golpeteo con su dedo el suelo roñoso en varias ocasiones, como si estuviera entonando una melodía, ya sabía que esa vieja cabaña no era tan grande, había salido en dos ocasiones al baño y además del cuarto en el que estaba él, había otro en el que nadie pasaba porque simplemente no podía descuidarse del secuestrado además de la parte delantera donde había tres sillones presentables y la puerta por supuesto que había una, si tan solo pudiera al menos escapar por la ventana, pero no había manera de salir por la ventana sin romper el vidrio y no habría manera de romper el vidrio sin hacer ruido de por medio.

Siguió con el leve golpeteo de sus dedos en el suelo y solo paro el incesante golpeteo cuando sintió algo tocar su pared mental, pensó que solo era su imaginación así que retomó el ruido con sus dedos cuando ya no escucho nada más dentro de si mismo, pero volvieron a tocar cada rato cada vez más fuerte, no era doloroso pero los bellos se le pusieron de punta como si le estuvieran pasando un diente de león cerca de partes muy sensibles.

No podía ser O'Connor intentando entrar, el hombre ya lo había intentado y había fallado miserablemente, era más tosco y rudo al intentar su intromisión, tanto que Noah terminaba con un ligero dolor de cabeza. Noah tenía miedo de dejar entrar esa conexión, como cuando un número desconocido llama a tu celular, no podrían ser ninguno de los otros dos hombres porque después de observarlos se dio cuenta que eran simples humanos.

Decidió arriesgarse a abrir la conexión. «Noah ¿Estas ahí?»

Era una voz que podría reconocer en cualquier lugar, Bruno. Pero, no por eso dejo de darse cuenta del tono de duda que escucho en ello. «¿Bruno?» Preguntó, aunque ya sabía la respuesta. Hubo un silencio incomodo antes de poder responder, pero Bruno sabía que no podría tardar demasiado. «Noah, mi amor ¿Dónde estás?» ¡Bruno le había dicho "mi amor"! Entonces Noah se emociono y pensó que no era tan malo estar secuestrado después de todo.

«No sé dónde estoy Bruno, no hay casas cerca, es una cabaña vieja y para donde quiera que miro solo hay nieve afuera.» Dijo con soslayo el menor, no sintiéndose bien por no ser de ayuda.

«Noah, ¿quién te secuestro?» Insistió Bruno.

«Fue el Sr. O'Connor, quiere los libros. No te puedo explicar bien, pero no puedes dejar que los tenga. Uno esta en mi casa y otro está en mi camioneta, encuéntralos y escóndelos de él.» comentó rápidamente Noah

«Mi amor, perdóname... Yo dude de ti... Yo... Lo siento tanto... Creí que...»

Titubeó Bruno tratando de concentrarse. Noah sintió un ligero dolor de cabeza y supo que las cosas no estaban bien. «Hablamos después de nosotros Bruno, has lo que te pedí.» Pero Bruno no escucho ni la mitad de lo que Noah dijo, solo escuchó "has lo que te pedí". Había interferencia y estaba seguro de que tenía que ver con el Sr. O'Connor.

El hombre entró tan rápido con una sonrisa gatuna adornando su rostro.

– Parece que mi pequeño incentivo funcionó. Puedes ser muy bueno, pero no experto, ya he enviado a mis hombres con tus instrucciones. – Noah solo le dedicó una mala manera al hombre y rio de manera irónica.

– Incluso si tienes los libros tendrías que buscar los otros, además de no saber como leerlos. – concluyó triunfante Noah.

- ¿Para qué crees que estas aquí? ¿Creíste que enseñarte a usar tus poderes te saldría gratis? Y en cuanto a los libros...- Entonces su tío lo tomo de la muñeca bruscamente conduciéndolo a la habitación contigua y Noah no pudo creer lo que vieron sus ojos, tres libros acomodados en taburetes uno azul, otro blanco y otro café. Los libros de los exents del agua, del aire y de la tierra.

Si Noah había deducido correctamente, si el tenía esos libros es porque había asesinado a los exents que resguardaban los libros, Noah no estaba seguro, pero sospechaba que él era el guardián del libro de fuego y que no había llegado a él solo por casualidad y que Bruno tuviera el negro ya era demasiada casualidad. El chico registró la habitación con sus ojos viendo el símbolo de cazador en algunas de las cosas que estaban en el lugar.

- ¡Tu fuiste! – Acusó el chico empujando fuertemente las palmas de sus manos contra el pecho del hombre.

– Niño, todavía sigues creyendo que todos los acontecimientos alrededor de tu vida son simplemente acontecimientos extraños. Te busque por mucho tiempo. – negó con la cabeza, dejando ver lo torcida que se había vuelto su mente.

Noah fue llevado hacia la otra habitación, otra vez. Entrando sin quejarse, al borde del llanto, necesitaba que las cosas salieran bien, seguro que sí.

***

Bruno proporciono los datos a su padre y Aleck. Entonces se movilizaron tan rápido como se pudo, con Aleck y Meredith revisando la casa, la familia Astori quedaba de acuerdo con respecto a la búsqueda del otro libro. Bruno acudió con Gian y Matteo respaldados por su hermano mayor y su compañera. El estacionamiento de la escuela era un lugar tranquilo, pero a Bruno no se le podía quitar de la cabeza que algo andaba mal.

Bruno abrió la camioneta y encontró el libro negro, tal cual como Noah le había dicho, con el libro en sus manos y sus hermanos cubriendo los putos ciegos decidió que era el momento de salir de allí.

Bruno había estado ligeramente feliz cuando Noah le había respondido por la conexión establecida, tenía esperanzas porque si él le respondió eso quería decir que su conexión era más fuerte que cualquier discusión fuerte que ellos pudieran tener, Bruno no esperaba tener una amnistía fácil, después de todo hasta conquistar al chico le resulto un tanto difícil, pero ya había decidido que no se rendiría.

A medio camino los hombres armados salieron tal como había prometido O'Connor, no había manera de salvarse de una emboscada. Y si se iban a llevar el libro también se lo llevarían a él.

- ¡Corran! – Bruno sabía que esas balas no eran cualquier bala, el podría sobrevivir con algo de suerte, pero no sabía si sus hermanos pudieran, ellos habían hecho mucho por él, además de que todo iba de acuerdo con el plan, tenía el rastreador puesto, solo debían encontrarlo y rescatarlo. Sus hermanos hicieron caso, aun cuando Bruno recibió una bala en la parte baja de su vientre.

Bruno fue transportado en la camioneta como si estuviera inconsciente, seguía sangrando, pero no podía permitirse dormir ni un poco sabiendo el peligro al que estaba expuesto.

El rastreador empezó a andar, lo sabía, estaba puesto entre su uña y la piel bajo ella, fue supuestamente despertado al llegar al lugar, la misma cabaña donde estaba su chico. Bruno camino sosteniendo su vientre, presionando la herida, encorvado por el dolor que se le estaba provocando, con los hombres tras de él cuidando sus pasos.

– No te preocupes, en breve podrás reunirte con tu amante eterno. – Empezó dirigiéndose al chico herido.

- ¿El Libro? – Preguntó más como una exigencia a sus hombres, uno de ellos solamente lo extendió hacia las manos de O'Connor.

- ¿Y el otro? – Uno de los hombres negó con la cabeza.

El hombre se acercó a Bruno y tomo su brazo derecho estampando al chico al suelo y pisando su mano con fuerza. - ¿de verdad creíste que tu pequeño plan funcionaria? Después de todo solo eres un niño. - Con el rastreador destruido Bruno sabía que no había ninguna otra manera.

Lo llevaron a una habitación que recorrió con las vistas aun sujetando su vientre, abrió sus ojos en grande cuando encontró a su niño dormitando en una esquina con una mancha roja escurriéndose en la comisura de sus labios. Ese desgraciado le había pegado. – Los dejo solos para que se pongan al corriente. – El hombre lo empujó de adrede y con fuerza, tanto que Bruno cayó al suelo por el dolor y formuló un estruendo severo en el roñoso y chirriante suelo de madera.

La puerta se cerró con un fuerte rugido, con cerradura por fuera como siempre y todo el ruido provocado no hizo nada más que despertar a Noah. Lo primero que el chico vio fue la mancha de sangre extendiéndose por la camisa gris de Bruno, entonces se dio cuenta de que el chico estaba herido.

– Shh. No hables. – Había alcanzado a decir, cuando vio que el chico retorciéndose en el suelo había intentado hablar.

– Primero vamos a quitarte esa bala. – comentó con tranquilidad siendo observado atentamente por Bruno que notó como sus bonitos ojos azules de pronto se volvieron violetas. El chico estaba examinando su cuerpo, ahora Bruno notaba que no había ni si quiera un poco de inseguridad en Noah cuando lo había vuelto a ver.

Noah destapo su vientre y le dijo. – Tengo un plan para salir de aquí, pero no dejes que sepan que ya no estas herido, si te duele no debes hacer ruido pueden descubrir que estoy intentando curarte. – susurró Noah muy bajito en el oído de Bruno, su Bruno.

Bruno asintió con un quejido, siendo obediente con el chico. Noah hizo presión cerca de los bordes de la herida y después con la mano que tenía libre y hizo un puño con su mano dejando libre su dedo índice, como si estuviera señalando la herida, como si fuera a introducir su dedo allí, entonces Bruno apretó los dientes, se estaba imaginando lo que vendría.

Entonces del dedo expuesto de Noah empezó a salir una señal como de magnetismo, mientras la mano libre congeló los alrededores de la herida para mermar el dolor en el cuerpo del chico. Y Bruno pudo sentir a través de él como si por tercera vez una bala lo atravesara. La bala salió de golpe de su cuerpo pegándose fuertemente al dedo reforzado de Noah. Justo como un imán.

Con la bala fuera de su cuerpo Noah concentró sus dos manos en el vientre de Bruno, pudo curarlo. No había rastro grave de la bala que alguna vez había abierto un agujero en su vientre. Solo un moretón. Bruno supero el dolor en cuestión de unos minutos, se quedó mirando fijamente a Noah sin saber que decir. Noah tampoco habló solo se obstino a sentarse en una esquina del lugar, tendría que pedirle perdón si quería que le hablara.

– Amor... - Inició Bruno. Noah fingió no escuchar los cariños de su novio, bueno, de su exnovio.

– Estoy muy arrepentido, ¿no podrías dejarlo pasar por esta vez? – Bruno se acercó y se sentó al lado del chico. Noah lo volvió a ignorar.

– Te he extrañado mucho Noah, me haces falta, perdóname ¿Sí? Estaba confundido, no volveré a dudar de ti, te voy a cuidar. – Noah alzó una ceja escéptica.

– Mi papá le dice eso a mi mamá siempre que comete un error, ¿no puedes ser mas original? ¿Todos los hombres tienen el mismo guion? – murmuró haciéndose el difícil Noah.

– Tu padre dijo que funcionaria. – Dijo sinvergüenza Bruno. Y por primera vez en todo el rato obtuvo una mirada de esos bonitos ojos azules que tanto le gustaban.

- ¿Hablaste con mi papá? Pero el te odia, no digas mentiras. – rezongó Noah.

– Mi amor no miento, es verdad. El y yo estamos en buenos términos ahora. Incluso mi familia y la tuya están cooperando para encontrarnos. ¿Me vas a perdonar? – Preguntó Bruno como si estuviera haciendo ojitos, Noah solo torció los ojos y suspiró.

– Solo estoy hablando contigo porque estamos del mismo lado y porque necesitamos escapar, pero ¿sabes? Me cansé de esperarte, puedo perdonarte, pero no voy a tener nada contigo. – La respuesta de Noah fue contundente, pero no era cierto, solo estaba castigando a Bruno por todos aquellos meses que se comportó como un idiota con él.

Bruno lo miró y asintió un poco cabizbajo. Su expresión cambió de repente y con una acción rápida tomó de las manos al chico que forcejeaba para que lo soltaran, tomo sus labios tan solo como el sabía hacerlo y no soltó al chico si no hasta que dejó de forcejear con él y se sostuvo de su cuello, Bruno guardó una sonrisa para sus adentros. Chupo los labios de Noah con cuidado de no lastimarlo, metió su lengua en cuanto el chico se encontró con la guardia baja y lo atacó, y Bruno supo que, aunque Noah había cambiado un poco su carácter seguía siendo el mismo niño dulce que conoció. Todo lo demás era pura fachada.

Un hilo de saliva quedó enlazando sus lenguas al separarse para encontrar aire para abastecerse, Noah fue atrapado en el hecho de que no podía resistirse a Bruno. Suspiró soltando un pequeño gemido que a Bruno le pareció adorable, Noah obtuvo un sonrojo desde las mejillas hasta sus orejas, y no dijo nada. – Si no me quieres haré que me quieras de nuevo, me gustan los difíciles mi amor. Mientras más difícil mejor. – Bruno no humillaría a su niño, sabía que, si sacaba el hecho de que el chico no se había resistido a él, heriría los intentos de Noah por tener un poco de dignidad, así que Bruno decidió que iba a jugar limpio.

– Qui... Quitate de encima Bruno. – Dijo en un tono muy bajito, que Bruno ya estaba acostumbrado a escuchar. Bruno se quitó de encima no sin antes darle un beso en la mejilla y guiñarle un ojo.

– ¿Él te pego? – Indagó Bruno molesto recordando el pequeño rastro de sangre en los labios de Noah.

– Sí, pero estoy bien. No te preocupes. – Noah se había vuelto dócil otra vez. Su dignidad no duraba mucho cuando se trataba de Bruno. Pero ya vería la forma de hacer que el chico tuviera su merecido.

– Podemos escapar por la ventana. – Susurró Noah inseguro, entonces Bruno se carcajeo.

- Mi amor, ¿ese era el plan que mencionaste para escapar? Quiero decir, no es un mal plan, pero ¿acaso quieres que nos perdamos como cuando fuimos de viaje? – Bruno alzó las cejas de manera sugestiva, y Noah entendió a lo que realmente se refería, ellos habían hecho muchas cosas en ese viaje. Pero Noah se obligo a mantenerse serio.

– Tengo que contarte algunas cosas. – Comentó Noah, así que durante la siguiente hora le contó todo lo que pudo sobre la situación con O'Connor y su objetivo con los libros. Lo único que no menciono fue el hecho de que Bruno también era uno de ellos, después de todo era mucho por procesar, y no dejaría que Bruno pasase por una crisis de identidad el solo.

Bruno le explicó el plan que tenía previsto con sus familiares, era un hecho que la conexión con el rastreador se había roto, y quedaba muy poco tiempo antes de que O'Connor pudiera encontrar el libro de fuego.

– O'Connor no puede leer el libro. Me necesita. – Bruno asintió, entonces tenía asegurado el hecho de que Noah no moriría tan pronto.

– Zinnerva es la guardiana del libro de fuego, ella, aunque es hija de un fénix, renació como tu hermana. También tienes un hermano que debe solo usar el complemento de hielo. – Noah no podía entender lo que escuchaba. Frunció el ceño negando con la cabeza, entonces Bruno explico mas a profundidad.

– Exent significa exento, todos aquellos con ese nombre son los que están exentos de la muerte, exentos de los malos deseos y provistos del renacimiento, todos los libros cuentan su propia versión y no te habría dado el mío si no supiera lo que dice él al pie de la letra, creía que solamente eran historias viejas que mi abuelo me había heredado. Pero ahora se que no. Nunca entendí a que se refería, pero si dices que tus padres eran exents originales hay una parte de la historia en el cuento que no estaba cuadrando Noah, ¿Para que los exents necesitaban crear otras criaturas si con mezclarse así mismos era más que suficiente? La respuesta es porque al ser tan fuertes los originales podrían tener el riesgo de variar y que de ellos salga un exent original pero corrompido.

- ¿Cómo mi tío? – Indagó Noah y Bruno asintió.

– Exactamente, tu tío proviene de la raza original, pero ha sido corrompido, no debe ser un secreto para ti que el no pueda leer los libros, porque su corazón no es puro. Aunque el se haya encargado de la muerte de cada exent heredero de cada libro, siempre nacerá uno y otro exent, es lo que sucede con Zinnerva, ella nació de su madre y de su padre fénix, pero al cumplir con su ritual renació como la exent de fuego heredera y también como tu guardiana. Aun desconozco la ubicación de tu hermano, Zinnerva y él son tus protectores, me imagino que por eso Zinnerva ha estado alejada de ti ultimamente, solo estaba cuidándote. Entonces el libro de fuego y hielo tienen dueños. La razón por la que tu eres especial es porque nunca ningún exent pudo mezclarse con otro sin tener un desastre viviente. Eres la prueba de la pureza entre la mezcla de dos corazones puros. Y también eres mi niño precioso. – Bruno sonrió ante eso último, escuchando el bufido de Noah.

– Vamos a estar bien. Ellos vendrán por nosotros. 

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