
Capítulo 86
-Y fue por eso que debía salir ttebayo –finalizó, brotando pequeñas lágrimas de sus ojos acuosos-. Realmente no quería ir sin ningún motivo, pero no podía dejarlos solos.
Todos, a excepción de los directores y sus padres adoptivos, se conmovieron por la relativa historia que aquel dulce rubio había relatado entre lágrimas, había sido llamado por una asociación de animales callejeros y habían encontrado a un grupo de gatos en estado crítico muy cerca de la muerte. Naruto al no poder soportar que animales tuvieran que sufrir, fue corriendo a brindarles su apoyo, aun si Sasuke debía acompañarlo o no. El lugar no se encontraba muy lejos, y pensaba volver al poco rato, pero muy pocos rescatistas habían llegado y él debía esperar a que los especialistas entraran en zona de trabajo y poder estar seguro de que sobreviviría.
Y a pesar de lo absurda que podía sonar la historia, todos le creyeron. Bueno, casi la mayor parte.
-Realmente me disculpo por mi imprudencia ttebayo –se inclinó, aun "llorando". Parecía temblar de lo "apanicado" que estaba, y por un momento hasta Sasuke empezó a creerle-, pero ellos me necesitaban, no podía soportar que animalitos como aquellos tuvieran que morir por el descuido de cualquier desgraciado. Daría mi vida por alguno de ellos si es que pudiera.
Las chicas y Konohamaru empezaron a llenarse de lágrimas también, como es que aquella criatura del señor podía pasar por cosas como ellas. Inclusive Pato parecía estar en trance, como si lo que su "madre" relataba no fuera más que la pura verdad.
-Debiste pedir permiso –comentó Iruka, intentando ver entre líneas.
-Era algo de lo cual no podía confiar en nadie –contestó-, podía significar la muerte de muchos seres vivos.
No alargaron mucho la escena, una vez finalizado el relato, los directores le dijeron a ambos que los esperarían a la salida mientras que el resto debía asistir a clases, sin importar lo poco que faltaba. Naruto se paró delante de Sasuke para que este le diera a Pato, pero se negó.
-Lo que querías hacerle hace un momento sigue en mi mente Umino, no te daré a mi hijo hasta que demuestres ser una buena madre.
Suspiró, intentando relajar su alterada mente sin marearse. No se había dado cuenta en todo el camino, pero por cada paso que daba, sentía que su mundo daba vueltas. Como si estuviera borracho, solo que no había ingerido alcohol e ningún momento.
Avanzó hasta su casillero, donde sacó la muda de deportes que tenía guardado para cambiarse, sin que se lo hubiera planeado, ya había pasado una semana desde que había llegado a aquel lugar, y no era nada de lo que hubiera imaginado. Todo parecía ser tan novedoso y al mismo tiempo tan simple.
-Es hora del deporte –carraspeó, entrado a los vestidores.
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-Ahora puedes seguirme Naruto –le informó Itachi, avanzando hasta las mesas del fondo-, podemos seguir estudiando.
Ni se había acordado que las lecciones extras de idiomas las tenía esa tarde, había sido un día tan extraño que parecía no darse cuenta de nada. Sacó su cuaderno, donde anotó los estilos básicos de los verbos, su escritura y la jerga popular, que era lo que se usaba comúnmente. No se había topado con el Uchiha menor en deportes si es lo que se preguntaban, al parecer ni siquiera había asistido. Y tampoco se encontraba ahí parado hastiándolo como el lunes, lo cual en lugar de inquietarlo, le tranquilizó.
-He notado que te llevas bien con mi hermano –murmuró Itachi después de corregir un pequeño error al graficar los signos-, parece que serán buenos amigos.
-¿Enserio? –Respondió, pensándolo-, yo creo que tenemos muchas diferencias.
-Sí, pero es la primera vez que veo que convive por una semana con alguien que no sea él o su espejo.
A pesar de todo lo que podía decir Naruto, realmente no conocía al Sasuke que todo el mundo parecía saber. Osea, lo conocía a su forma, pero se comportaba diferente con el resto. Intentó evitar pensar mucho en él, pensar en Pato, pensar en que en algún lugar cercano de Tokio se encontraba Sai planeando algo en su contra. Intentó, por muy cruel que parezca, pensar en alguien que no sea él sentado estudiando.
Muy cerca de ahí, escondido en el baño del domo, se encontraba el azabache esperando la cita que tenía con su muerte. Había preferido llevar a Pato a la guardería temporal a asistir a deportes y ver la cara del rubio, tan solo quería liberarse de él por un momento. Era mucha la información que estaba recibiendo, muchos datos, muchos secretos, parecía que su antiguo mundo solo había girado en torno a los secretos que ahora hacían presencia.
No sabía que hacer, no sabía que decir a pesar de tener su mente ordenada. Lo había amenazado, había logrado poder descubrir lo que tanto ansiaba desde que su hermano llegó de Rusia, tenía lo que estaba deseando. Pero no se sentía bien.
-Uchiha Sasuke –murmuró alguien a sus espaldas, y la sombra de una persona parada en la cornisa de la ventana hizo su presencia.
-Sai –respondió este, tragando parte de su orgullo.
El mencionado elevó una ceja, con quien pareciera sorprendido de la confianza que se cargaba el más débil de ambos, pero aun así se atrevió a sonreír. Una sonrisa falta.
-Veo que ya has pensado en lo que teníamos mencionado –indicó, sentándose en el filo-, has tenido mucho tiempo para poder darme una respuesta, y la quiero ahora.
Aprovechó aquellos segundos en donde Sai andaba entre sonrisa y sonrisa para girar y doblar los dedos, rogando que su decisión no lo matara en el acto.
-Tu trato es ayudarte a destruir a Naruto y darme información de mi hermano a cambio ¿Verdad?
Asintió, saltando hasta caer delante de él. La diferencia de tamaño no era notable en ambos, pero aun así la profundidad de miradas podía definir al ganador de un combate cerrado. Era comparar dos gotas de tinta china, solo que una usada para la ofensiva y otra para el ataque.
-Ese es el plan original, pensé que eras más rápido en procesarlo, civil.
Tal vez debió sentirse ofendido por la forma en que pronunciaba aquellas palabras, nadie aparte del dobe se había atrevido a llamarlo así, pero no quería levarle la contraria. Caminó en línea recta, pasando por su lado sin intentar hacer que se despiste de su persona.
-Y lo que quieres es que sea tu chivo espiratorio ¿Correcto?
-Exacto.
Vamos Sasuke, tu puedes.
-En ese caso –respondió, girando con una sonrisa superficial para encararlo-, me temo decirte que no pienso traicionar al idiota de mi compañero.
Esperó el impacto que estaba seguro que llegaría, ya hasta se había preparado mentalmente para recibirlo, quedado desubicado al no sentir ni el más mínimo rose en su rostro. Se atrevió a abrir los ojos, intentando leer los próximos movimientos que Sai llevaría ante su persona.
Primero se quedó en blanco, para luego pintarse más y más de un color rojizo furia, sus cejas, que en un comienzo se encontraban todas arqueadas de la supremacía, empezaron a afilarse, como queriendo cortarlo en el acto.
-Estas cometiendo el peor error de tu vida maldito civil –rugió, con un tono amenazador. Sasuke no sabía que tan fuerte se habría escuchado el grito, pero aun así mantuvo su punto firme-, quiero te qué arrodilles y digas que todo esto es una maldita mentira tuya, porque de lo contrario no tendré piedad en destruirte.
Quién lo diría, pensó, son parecidos.
-Si esa es la respuesta que me ibas a dar –comentó, antes de que el Uchiha saliera del baño-, hubiera sacado a esta bola de pelos antes.
No fue algo que él hubiera pensado en un comienzo que se atrevería a hacer, pero cuando vio a Pato adormecido dentro de la mochila del otro, supo que necesitaría ayuda-. Espero que sepas como informarle a Naruto kun que su amado hijo no está –suspiró-, imbécil.
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Pato ya no está, y Sasuke si que se ha metido en grandes. Mi preocupación será cuando tenga que decirle a Naruto que su amado hijo ya no está con ellos, ahí sí que se levanta una furia.
Perdonen si este capítulo es corto, pero estuve haciendo otra obra (ItaDei) y como que me terminé quedado prendada en ver como salía. Pueden pasarse por ahí para leerla y decirme que tal, he intentado hacerla comedia. Su nombre es "Manual para enamorar a itachi-San" Y serán las locuras que se le ocurran a Deidara y Sasori para hacer que el Uchiha se fije en el pelirrojo, solo que las cosas nunca salen como uno lo quiere.
Dejen lindos comentarios acerca de la obra, como que quiero leer sus opiniones para ver como seguir con el trama, siento que junt@s podemos lograr grandes cosas.
Hasta la próxima.
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