Capítulo 85
Avanzaron cuatro calles todo recto antes de girar al malecón, y seguir todo el camino por la playa. Sasuke sabía a donde se dirigían a pesar de que el rubio no le había informado al respecto, aquel centro comercial donde había sucedido los asesinatos se encontraba muy cerca a la playa. Todo su estómago se encontraba revuelto por pensar en la escena de tanta sangre y cadáveres por todas partes, pero el rubio parecía inmune a aquello. O se creía inmune, por a pesar de ser diminuta, se podía notar aquella mueca de repugnancia en sus labios.
-¿Cuándo fue la primera vez que mataste a alguien? –preguntó, más para sí mismo que para el otro, pero aun así lo escuchó.
Pasaron por un semáforo rojo y tres cuadras más antes de que respondiera.
-Habré tenido cerca de los ocho años, era parte de mi entrenamiento final, no tener piedad con el enemigo.
Solo pensó en lo que se estaba metiendo, si es que el rubio lo consideraba una molestia, lo mataría sin dudar, como a aquellos señores que intentaron atacarlo la vez pasada: -¿Me matarías si es que fuera tu enemigo? –volvió a preguntar, solo que esta vez con un hilo de voz.
-Creo que eso es algo claro –respondió, para seguir el resto del viaje en silencio.
Ni siquiera Pato se atrevió a cortar la calma con alguno de sus ladridos, todo estaba tan calmado que hasta el más experto monje podría entrar en la desesperación por la tranquilidad que aquel par se llevaba.
Llegaron hasta la entrada del estacionamiento, cintas amarrillas de prohibido el paso llenaban la zona y un montón de policías vestidos y armados hacían las hipótesis junto con los detectives contratados. Naruto los miró y pasó de largo, rodeando el centro comercial buscando algo aún más importante que podría dirigirlo hasta la verdadera información que necesitaba.
-¿Sabías que la cosa más estúpida que puedes hacer es ir al mismo lugar donde eres culpable de un crimen? –murmuró estupefacto, intentando ver cómo cubría su cara para que no lo culparan de ser cómplice.
-Bueno, no es como si yo realmente fuera el agresor aquí –respondió tajante-, digo, solo me defendía de lo que pudo ser una muerte lenta y dolorosa para mí y Gaara, primero hay que ver los hechos y luego podemos decretar quien fue el afectado en todo esto.
Naruto lo llevó hasta tres cuadras por detrás del centro comercial, para el asombro del azabache, quien aun no salía de su trance.
-¿Y ahora adonde es que nos vamos, señor Holmes?
-Elemental, mi querido Watson –le siguió el juego-, debemos primero enfocarnos de donde es posible que hayan salido los autos brindados.
Sasuke no sabía de donde Sai había podido sacar aquella carrocería, pero había algo que solo un rubio mafioso de la baja Rusia podía descubrir si es que se lo proponía. Naruto había aprovechado todos los minutos que Konohamaru le había regalado de soledad, e investigó cada zona por los buscadores secretos que había descargado antes de embarcar en Japón. Conocía cada casa de ventas criminales por la redonda, y tan solo le había bastado leerlo una ocasión para saber dónde estaba.
Llegó a lo que sería el centro de la ciudad, las calles atestadas de civiles caminando por un día de trabajo y turistas intentando conocer lo mayor que se podía. Naruto no se distrajo con ellos, sino que pasó de frente hasta cruzar por un callejón de mala pinta. Y no solo era por todos los grafitis y el mal olor que soltaba la zona, sino que aquellas personas que se encontraban ahí no tenían buena pinta de querer alfo con personas como ellos.
Entró a la primera tienda que encontró, decorado con un desastroso letrero llamado "La casa de Nekobaa oba san".
-Bienvenidos –le sonrió la robusta anciana, quien parecía cargar consigo más de mil años. Naruto asintió con la cabeza ante saludo y siguió mirando las paredes. Aquello parecía ser tan solo una pequeña bodega posicionada en un mal lugar, aunque escondía muchos secretos que solo aquellos con la información suficiente podían descubrir.
-Vengo a pedir información sobre una de tus últimas vendas –comentó, aunque por su tono parecía más una orden.
La mujer abrió un poco más sus pequeños ojos para mirarlo bien, intentando captar cosas que solo se podían ver en criminales- ¿Eres de la Sunat*? Porque si ese es el caso, aquí tengo al día todas mis ventas –señaló las facturas que tenía encuadernadas en un pequeño cuaderno, y el rubio negó.
-Aquellos que descubran los secretos de los gatos parlantes, podrán recorrer el mundo sin asperezas –murmuró, aunque no en japonés.
-¿Sprichst du Deutsch? –le preguntó, acercándosele.
Esa era la primera vez que Sasuke había escuchado a Naruto hablar otro idioma fuera de la escuela, y no era por decir exageración cuando confesaba que su acento era muy bueno. Tuvo que pensar un poco para darse cuenta que no era japonés, y que solo un extranjero como él podía perfeccionar tantos idiomas.
-Und andere 6 Sprachen mehr –respondió-, pero no vengo a hablar de lo que pueda hacer o no, necesito información.
La mujer volvió a sentarse y buscar otro cuaderno que se encontraba oculto tras su escritorio, a comparación del primero, este se encontraba en un mejor estado, y era mucho más grande.
Sasuke se quedó un momento a dejar que sus neuronas funcionaran, estaba investigando a Sai, a aquella persona que le había propuesto un trato mortal, y aun así se quedaba ahí quieto sin hacer nada, fingiendo que todo se encontraba de cal y canto. Pato se había quedado dormido en sus brazos, y por un momento deseó poder tener una correa para no estar cargándolo todo el camino.
-Ya acabamos –expresó Naruto, saliendo del local.
Giró para ver la señora y esta le despedía a ambos, diciéndoles que podían volver cuando quisieran, para después cerrar su puerta. Tan solo había sido segundos desde que habían llegado, y el rubio ya se estaba retirando.
-¿Conseguiste información? –preguntó sorprendido por la velocidad.
-No es muy complicado cuando te sabes aquellas frases comodines. Aquí está todo –señaló una hoja de papel doblada muy finamente, que guardó en su bolsillo con cierre-, ya podemos volver a la escuela si es eso lo que quieres.
Se había olvidado por completo que tenía escuela, y que había, literalmente, faltado a clases. Si la profesora no lo mataba, Itachi lo haría, y con ganas. Ya de por sí había perdido toda la hora de doméstica y si no se apuraban, la mitad de deportes. Después de eso, debería darle su decisión a Sai. Realmente no quería que se acabara el día.
Naruto manejó a un ritmo mucho más lento que las primeras veces, aprovechando que realmente ir a la escuela no lo motivaba mucho. Que ganaría estado ahí ¿Estudiar lo que ya sabe? ¿Perder su tiempo haciendo cosas que realmente no aprovecharía nunca?
Por lo que cuando ambos llegaron faltando tan solo media hora para acabar la clase de deporte, jamás se habían esperado ver a todos parados en medio estacionamiento mirándolos, rabiosos.
Ahí estaba parado todo el grupo de amigos de Naruto, los profesores de idiomas, su hermano, los directores y Konohamaru, quien de seguro solo se había colado en el grupo para perder clases.
-¿Podrían decirnos a donde rayos fue que se largaron en clases? –indagó la directora, no sabiendo a quien mirar como culpable.
Sasuke sentía sus mejillas arder de la impresión, no solo había cometido una falta grave, sino que su hermano estaría pendiente de cualquier cosa que él hiciera desde ese punto en adelante. Cuando siquiera iba a decir algo, el rubio se le adelantó.
-Tenía que liberar mi mente y Sasuke para impedir que me escapara, me siguió –contó, mientras se bajaba de la moto-, él no tiene nada que ver con lo que yo haga.
El resto de personas se quedaron escuchando lo que aquel rubio tenía para contar como una muy buena mentira, inclusive aquel azabache escondido entre las sombras.
--------
Sunat: No sé como se debe llamar en otro país, pero en Perú, es aquella organización tributaria que va a los negocios a recoger las boletas para ver que todo se encuentre en orden y no ocurra algún lavado de activos.
--------
¿Cuál creen que sea la respuesta de Sasuke? Después de deportes sigue Artes marciales, y ahí será cuando deba decirle algo a Sai. Si que está metido en una grande. Bueno, eso sería todo por hoy, mañana intentaré subir algo también.
Recuerden que pueden hacer preguntas a nuestro staff cuando quieran, y ellos con toda su amabilidad *cof, y odio, cof* les responderán.
Para quienes se pasen por mi perfil, habrán notado que tengo historias que empezaré a publicar en el 2017, y no todas son SasuNaru. Si es que alguien quiere que escriba de una pareja en específico, no dude en decirmelo y veré yo si puedo hacerlo o si me agrada el orden (Ya saben, el que va arriba y abajo)
--------
Pregunta para Sasuke: ¿Serías el Uke de la relación?
-No, jamás, ni siquiera para pensarlo. Puede que me guste meterme en cosas que no son propias mías, pero recibir por atrás jamás. Dios, lávate el cerebro.
Pregunta para los hermanos Uchiha: ¿Cuáles son sus sentimientos, o pensamientos hacia Naruto? Sean sinceros.
-Nada que no pueda sentir por un pedazo de mojón. No es tampoco como si a él le interesara lo que piense, pero si intentara ser un poco más dócil me caería mejor. ¿Tú que piensas aniki?
-Bueno -piensa en las palabras correctas para utilizar-, yo diría que él es una persona muy espectacular y única.
-Ya, pero qué es lo que piensas sobre él.
-Yo creo que él... es un muy buen amigo.
Pregunta para Sasuke: ¿Qué es lo que más te gusta de Naruto?
-Creo que sus ojos. Osea, por dios, el maldito ruso los tiene azules. A quien diablos no le llama la atención eso. Si no fuera por Itachi hace mucho me los hubiera operado.
Pregunta para Kurama y Kakashi: ¿Qué harían si Naruto tuviera pareja -y esa fuera por casualidad cierta cacatúa revolucionaria con complejo de emo vengador-?
-Bueno... como decirlo... ¡MÁS TE VALE DORMIR CON LOS OJOS ABIERTOS MALDITO MOJÓN, NI CREAS QUE TE DEJARÉ TOCAR A MI HIJO SIN SIQUIERA CASTRARTE Y SACARTE TODO LO QUE TE QUEDA DE HOMBRE! ¿Tú que harías Kurama? -le sonrió, para luego tomar una taza de té.
-Si es que Iruka no me detiene... pues, ¡YA OÍSTE MOJÓN, NI CREAS QUE TE DEJARÉ TOCAR A MI NARU, HASTA TU ABUELA TIENE MÁS MASCULINIDAD QUE TÚ UN DÍA DE ENTRENAMIENTO. Y NI PIENSES QUE PODRÁS CRUZAR LA LÍNEA EN MI GUARDIA!
*Para este punto Iruka debió sacarlos a ambos del set de filmación*
Naruto: ¿Qué harías si Sasuke te traicionara?
-Nunca llegué a confiar en él, y si es que decidiera ir al bando contrario, solo me queda advertirle que jamás tendré piedad con el enemigo.
Pregunta para Sasuke: ¿Por qué te gusta tanto el olor de Naruto?
-Corrección, no es su olor, es el aroma de manzanilla. Es adictivo olerlo sin tener que sentirme relajado.
--------
Gracias por leerme, los veo mañana.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro