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Capítulo 60

Aritmética era un curso muy fácil, pero tenerlo por dos horas seguidas aburría bastante. Quería quedarse dormido entre clases como el lunes y poder recuperar las horas de sueño que no le dejaron disfrutar, sin más si sus padres se volvían a enterar que lo había vuelto a hacer estaría en serios problemas. Aun recordaba que unas horas antes se había topado con el teme en química, pero no tenía ganas de hablar con él, por lo que cuando Kiba le dijo si podía sentarse con él aceptó.

Ahora se encontraba sentado otra vez en una simple banca al lado de Gaara. Estaba mirando la ventana, sin un punto en específico. Habían dejado un montón de problemas de matemática que ni le antojaban realizar, sin embargo cuando Gaara le preguntaba como se hacía algo lo ayudaba para matar el tiempo. Hasta el momento, había encontrado algunos errores en los problemas que estaban en el libro, algunos puntos que faltaban y pequeños procedimientos que estaban mal planteados.

¿Esa era la educación que entregaban? Ahora entendía por qué las personas odiaban ese curso. Mal planteado y jamás tendrías soluciones.

El timbre sonó dando el cambio de hora, y el profesor dejó de hablar para coger sus cosas.

-Hagan su tarea para la próxima clase –comentó cargando su gran regla-, quien logre resolver todo recibirá puntos extra en el examen.

Poco a poco la clase se fue vaciando hasta quedar solo él y Gaara, sabía que después de eso tenía física, pero como ya había sacado los cuadernos no tenía que ir a los casilleros. Gaara aún seguía batallando para resolver un último problema antes de salir de clases, así que le dijo que podía ir adelantándose a su clase, ya que después le tocaba deporte y no estaría ahí.

Física estaba en el mismo piso de aritmética, por lo que solo tuvo que avanzar entre las aulas para llegar. Era muy temprano, aun deberían faltar algunos minutos para que la clase comience, sin más aun así no quería que otra vez lo obligaran a sentarse con alguien al cual no caía.

Entró al aula que tenía algunas personas, ninguna conocida por lo que prefirió ignorarlas. Se sentó en la mesa más retirada que estuviera al lado de la ventana, al parecer ese sería su única distracción por el momento.

-Naruto –le gritaron desde la puerta dos chicas.

Era Hinata junto con Ten Ten, quienes también tenían esa clase junto con el rubio. Ellas estaban alegres de ver que el rubio chocaba cursos con ellas, no lo vieron todo el día anterior y sospechaban que algo malo le hubiera ocurrido.

-¿Qué fue lo que hiciste ayer Naruto kun? –susurró Hinata mientras se acercaba a él.

-Lo mismo me pregunto chico ruso –rió la de chinchones.

Para entonces el rubio tuvo que cambiar su forma de ser, no quería que las chicas por otro error sospecharan de su real apariencia. Ya casi se había olvidado de su "ttebayo", tosió un poco para afinar su voz sin que fuera muy forzada, si Kurama lo escuchara hablar así se burlaría de él.

-Tuve algunos problemas ttebayo –murmuró dulcemente-, tenía que ir a ver algunos papeles de la embajada rusa, pero no era nada importante.

Las chicas suspiraron tranquilas entonces, como si un peso se les quitara de encima después de la revelación del rubio: -Te debo mil yenes Hinata –suspiró Ten Ten-, sabíamos que él no podía ser el chico asesino.

La joven rió por lo bajo mientras tomaba asiento al lado del rubio sin su consentimiento, igual no importaba, ellos eran amigos por algo. El rubio en cambio quería quejarse, pero en ese lugar no podía tratar a las personas como se le pegara la gana.

-¿De qué están hablando? –Indagó como si no supiera del tema-. Es que aún no instalo mi televisión y no pude ver los noticieros ayer tteba.

Ambas le contaron los chismes como si fuera la cosa más sorprendente del mundo, al parecer un chico rubio había matado a 8 personas rusas en un estacionamiento cerca de una playa cercana, pero esa persona estaba con un pelirrojo y era rubio. También contaron que la policía había ido el día de ayer para investigar sobre ese tema, pero que el director empezó a hablar con ellos diciendo que todo era un error.

-Realmente era un chico parecido a ti –comentó Hinata-, casi creíamos que realmente eras tú, pero luego nos dijimos a nosotras mismas que aquello era imposible.

La clase se fue llenando poco a poco, a lo lejos miró como el azabache se acercaba con la pelirroja pastosa de Karin, lo cual sacó más de un suspiró en aquel grupo.

-A que es una chica muy molestosa –gruñó la pelimarrón.

-Y que lo digas.

Cuando Sasuke notó que el rubio se encontraba en el aula, decidió sentarse delante suyo para hablar un poco y poder pasarle el audio de Itachi. Era su momento perfecto, en química lo había ignorado a como dé lugar y no podía hacer que su relación disminuyera, aun si debía rebajarse por el otro.

-Hola dobe –saludó tomando asiento.

Karin había decidido no dejar que el rubio le arrebatara el novio, por lo que cuando Sasuke se encaminó hasta la mesa delante suya, corrió para sentarse a su costado.

-Sasuke kun –murmuró melosamente-, te dije que nos sentáramos adelante para alejarnos de estos –señaló a Hinata y Naruto, quienes solo la miraron mal.

-Teme, mejor lárgate con tu amiga –gruñó el rubio-, no queremos molestias tteba.

La pelirroja miraba las expresiones del rubio con rabia, como se atrevía alguien de su categoría a bajarle el novio cuando estaban en planes, era algo simplemente inaceptable. Y para colmo entre chicos ¿Acaso no era la cosa más gay que podía existir? Y pensar que la unión civil estaba tomando fuerza en el mundo.

-Lo lamento dobe, pero el resto de mesas se encuentran llenas –y en cierta forma era verdad, porque mientras ellos conversaban el aula se había llenado por completo, no les quedaba de otra más que sufrir al lado de la pastosa por el resto de física.

Cabe decir que en toda la clase Karin no dejaba de hablar con Sasuke de una forma melosa y molestosa, intentando siempre llamar la atención del rubio para que notara lo felices que eran ellos dos juntos. A Sasuke realmente no le importaba, el rubio caería quiera o no y no le importaba molestarlo con cosas pequeñas como esas.

Mientras estudiaban las parábolas, rememoró los cortos momentos que habían tenido en esos 3 días, el odio, dormir en su casa, el beso, el balazo, el entrenamiento, una muy rara escena en el baño y ahora esto. Naruto tenía razón, nadie podía cambiar del odio a una amistad en cuestión de pocos días, pero era por esa forma tan tonta de pensar sobre los civiles lo que hacía que no se diera cuenta de la realidad.

-Podrías callarte –gruñó Ten Ten agotada-, quiero prestar atención a la pizarra y tú no dejas de cotorrear como un loro.

Naruto tenía ganas de decirle algo parecido, pero su actitud de chico bueno y dulce con todos lo se lo permitía. Poco a poco empezaba a odiar esa forma de ser, toda condicional y sin dejarle hacer cosas que él agradaba. La pelirroja se puro colorada de la furia y vergüenza, miraba de vez en cuando al Uchiha para que este le ayudara, sin más Sasuke no estaba interesado en meterse en sus asuntos.

-Solo lo dices porque eres fea y soltera –soltó como respuesta-, tan fea que te peinas con chinchones para que la gente te mire pensando que eres comida.

-Prefiero eso a ser un pelirroja teñida con cada de estreñida que se restriega en los demás –chilló en voz baja, y tanto Hinata como Naruto se rieron con esto.

Karin miró la acción del rubio con desprecio, por culpa de este, gente que no debía hablarle le estaba hablando. Si tan solo no se hubiera robado el beso de su futuro esposo nada de este problema hubiera surgido en un comienzo.

-¿Y tú de que te ríes maldito asesino? –preguntó molesta.

-Del pedazo de espinaca que tienes entre los dientes –comentó con gracia y soltura. Toda la clase se había callado en ese momento, y al escuchar la forma con la que le respondió a la pelirroja hizo que toda el aula se riera de ella. Se había puesto a llorar de no ser por el profesor

-¿Qué creen que hacen conversando en mi clase? –gruñó el maestro detrás del rubio.

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Karin no me cae tan mal en la vida real, pero ahora que soy yo quien la escribe así, poco a poco va ganando un cuponcito de odio en mi negro corazón. Me esforcé y publiqué en media hora, pero realmente tengo sueño y no creo que tenga tiempo hasta el jueves.

Recuerden, a las regaladas pelirrojas solo hay que basurearlas antes de que se crean la grandes cosas, en especial si hay un teme amargado dentro de esto.

AVISO que aun pueden participar en el concurso si quieren, solo deben escribirme que quieren hacerlo por mensaje privado o en los comentarios, para mayor información lean la descripción del capítulo 44.

Saben, siempre veo que votan cerca de 80 personas pero solo comentan unas 10, leer sus comentarios me alegra la vida, aunque sea un simple "Continua" Digan algo gente, háganme saber que les gusta esta historia para darle un mejor curso. Y para las personas fantasmitas, no sean tan crueles y voten y comenten, no les quita mucho tiempo.

Pdta: Si quieren que les dedique un capítulo escribanlo en los comentarios

¡Voten y comenten!

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