Capítulo 57
Después de que ellos se rindieran en hacerle hablar, lo encerraron en aquel sucio cuarto. No recordaba cuando había sido el último momento en donde pudo probar el agua, aquel recuerdo era tan solo una inminente añoranza del pasado que lo perseguía sin fin. Seguía igual de desnudo desde aquel día, con la única diferencia que ahora su piel parecía un sucio trapo.
Lo habían masacrado, y si lo mantenían con vida era para que pudieran seguir asiéndolo hasta cansarse.
Ya ni recordaba el por qué había aceptado esto, habían pasado tantos años fuera de casa que si es que no se lo repetían, no recordaría ni su nombre. No podía siquiera pensar en un nombre, una cara, un acto, nada. Era como si su pasado estuviera sellado.
-¿Estás listo? –rió aquel hombre.
Es verdad, me habían amarrado a una silla, resonó. A pesar de las constantes crueldades con las que lo torturaba, nunca se atrevió a decir nada por código de honor hacia quienes se autodenominaban "La única verdad", un grupo de especialistas en la milicia que lo había capturado desde que era tan solo un niño pequeño. Ellos habían sido su nueva familia cuando la anterior lo había entregado para proteger a la predilecta.
-Que bazofia –susurró.
-¿Dijiste algo?
Volvió a quedarse callado mientras sus vistas chocaban. Su ojos blancos, dos gemas trasparentes intentaban ver más allá de las intenciones de su torturador, estaban a la espera de procesar una forma para poder escapar de ahí a su amado bosque.
Porque puede que su Honor se encuentre con la organización, pero su lealtad se quedaría siempre con los renegados del sur.
-Ustedes nunca ganarán la guerra –escupió en su cara después de desviar la vista.
El hombre rabioso lo golpeó en la cara con lo que tenía en la mano, un gran alicate que servía para quitar las uñas de manos y pies. Al hacerlo, le hizo una gran ranura en su mejilla derecha, rompiéndole el labio de paso. El joven entonces casi se sintió ahogar con su propia sangre. Cuando volvió a girar la cabeza para enfrentarlo tuvo que vomitar algo del líquido carmesí que se le acumulaba en la boca, pero de paso aprovechaba para tomarla y calmar su sed de agua. En este mundo se debía hacer de todo para poder sobrevivir.
-Contigo no hay que tener piedad –rabió limpiándose la saliva ajena-. Ustedes dos buenos para nada –le gritó a los guardias de afuera-, traigan la soga rompe bolas.
Pudo escuchar como entre ellos buscaban algo de manera torpe, y fueron cuestión de segundos para que tocaran la puerta.
La soga rompe bolas era algo insufrible si es que eras hombre, aunque a las mujeres también terminaban doliéndoles. Lo que ellos hacían era desnudar al torturante por completo y sentarlo en una silla con la maya del asiento cortada, logrando que toda su parte baja quedara al aire por completo. La forma de torturar era simple, a la gran soga se le hacía un montón de nudos en una esquina para que tenga una gran masa pesada, muy dolorosa al golpear. Cuando el torturante no respondía correctamente una de las preguntas a las cuales se le obligaba hacer, ellos hacían girar la soga hasta que esta golpeara directamente hasta sus genitales. El picor era insoportable, y solía dejar a las personas estériles.
-Hoy si andan rápidos –rió aquel hombre abriendo la puerta de metal.
No cambiaron palabras mientras le pasaban la soga por la rejilla de la puerta, pero aun así entre ellos sonreían cómplices de la tortura que tendría que pasar.
-Ahora si imbécil, parlotearás quieras o no -el chico no dijo nada, pero aun así se sostuvo con fuerza de su asiento queriendo poder soportar el dolor-. Dime donde está –gritó girando la soga-. Donde está el hijo del demonio.
-No escucharás nada de mí –respondió, mordiéndose el labio para aguantar el dolor.
Entonces observó como la soga seguía girando más y más, casi hasta velocidades bestiales. El hombre la giraba de una manera tan descontrolada que los objetos que se encontraban a su alrededor se destruían. Entonces se enfocó en él, y sonriendo malvadamente lanzó el nudo por la parte de abajo.
Tuvo que ahogar un grito de dolor cuando el picor lo golpeó por completo en su genital derecho.
-Dime donde está el demonio –repitió furioso-, donde está el maldito zorro.
-¡Jamás!
Otra vez el loco hombre volvió a girar la soga con rapidez, sentía el escozor de su piel ahí abajo sin poder hacer nada para impedirlo. Cuando menos lo esperó, volvió a lanzarle otro tiro más.
-¡Agh, sí! –Gritaba desesperado-. ¡Con más fuerza! –el hombre volvía a golpear y golpear con poder desmesurado su entrepierna. El dolor era tan seguido que no podía ni respirar bien, pero no le daría el gusto a su torturador-. ¡En la otra bola, golpea en la otra bola!
Sentía que eran horas lo que pasaba, su piel a carne viva ardía y sangraba sin compasión. Habían tomado cortos descansos de algunos minutos, pero él usaba este tiempo para encontrar una forma de escapar.
Hace algunos días había logrado enviar un mensaje de búsqueda a los renegados del sur, y sus cálculos le decían que estarían ahí ese día.
-¿Listo para otra ronda más? –Carcajeó el hombre después de un descanso de cinco minutos.
Él solo junto sus dientes para evitar gritarle, hace tan poco tiempo que el rubio había renunciado que su paradero era desconocido. Tenía conocimientos que dentro de algunos días saldría de Rusia, pero hasta el momento debía hacer lo posible para mantenerlo vivo.
Tampoco no sabía cómo Orochimaru había escapado de Petak, pero si había vuelto por el rubio era para retomar el experimento de células reproductivas.
-Solo dime donde está Naruto y podrás tener una muerte digna –murmuró mientras se ponía guantes blancos-. De lo contrario todos sabrán que falleciste como un traidor de su propia familia.
No dijo nada, pero si él pensaba que lo haría hablar con eso estaba completamente equivocado. Volvió a mirarlo indescifrablemente mientras que este buscaba su arma de tortura, ahora más que nunca amaría golpear hasta la muerte a aquel pedazo de mierda.
Entonces se volvió a posicionar con la soga, pero si quiera antes de que pudiera darle otro golpe abajo un suave tintinar de la puerta de metal comenzó a sonar:-. ¡Qué es lo que quieren ahora! –gritó furibundo.
Lo que él hombre no sabía, era que la puerta se había tocado de una manera especial.
-La señal -susurró.
Entraron dos personas de golpe cuando decidió abrir la gran puerta, una chica y un chico, cada uno equipado con lo necesario para atacar al instante. Se podía oír como detrás de esto, los quejidos lastimeros de los guardias creaba la canción de fondo perfecta para la pelea.
Su rescate había llegado, y con gran armamento.
La chica, una peliplateada de ojos grises algo pequeña, se había encargado amablemente de desmembrarle el brazo a uno de los guardias sin piedad. La sangre había salido disparada en todo su rostro mientras que esta sonreía como si aquello fuera un juego de niños. Con el brazo ajeno, jugueteaba por el lugar arrojándole cosas al hombre que minutos antes lo había torturado.
El otro, quien parecía ser el encargado en liberarlo, había dejado que su compañera se encargara en la distracción mientras que lo desataba apresuradamente.
-Recibimos tu mensaje –le informó cortando las sogas. No le importaba verlo desnudo, ellos ya habían perdido la vergüenza después de tanto tiempo peleando-, somos parte de los renegados del sur. Nat –señaló a la chica que ahora intentaba cortarle una de las piernas al hombre-, y Snake a tus servicios.
Él asintió cuando pudo estirarse. Snake le había pasado una capa para que se cubra su desnudez y mientras intentaban ir detrás de Nat quien seguía jugueteando con miembros desmembrado:-. Yo soy Neji –informó empezando a correr-. Neji Shimura.
--------
Antes de cualquier malentendido, sé que ese no es el real apellido de Neji, pero él no lo sabe. Pensaba publicar mucho más temprano, sin más la universidad realizó una feria con todos los del curso y no nos dejaban salir por nada. Ahora ya me tienen y deben disfrutarlo.
Otra cosa más, antes de que se creen cualquier confusión (Porque parece) no todo lo que creen es lo que ocurre, si se habrán dado cuenta, cuando atacaron a Naruto en el estacionamiento este dijo "Es otra presencia" por lo que Sai no puede ser el mismo.
Y por último... se habrán dado cuenta que hay dos personajes que no corresponden al mundo shinobi, pero la cosa es que realmente no quería dejar a nadie fuera del concurso, por lo que a todos los que decidieron participar los meteré tarde o temprano.
Publicaré otro más tarde, solo esperen.
Pdta: Si quieren que les dedique un capítulo escribanlo en los comentarios
¡Voten y comenten!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro