Sasuke no se lanzó al suelo como Gaara cuando la moto paró, pero cuando bajó dejó muy en claro que aquella experiencia era y sería la peor de su vida. Sentía que el sabor de su bilis jamás desaparecería de su boca.

Se tambaleó bastante en la entrada de aquella casa, hasta caer en cuatro sobre el suelo.

-¿Quién rayos te dio tu permiso de conducir? –jaleó conteniendo las ganas de vomitar.

-Tsk, ¿Por qué será que todo el mundo me dice lo mismo? –Bufó molesto- No tengo, ¿Te quedó claro?

El azabache lo miró y le sacó el dedo medio amablemente, a lo que Naruto hizo lo mismo con ambas manos. Eran los únicos en aquella pequeña avenida de casas por lo que nadie podía decirles que no sean maleducados en público. Estuvieron así hasta que a lo lejos vieron que Iruka y Kakashi llegaban, junto el con pelirrojo.

Tal vez Sasuke no podía verlo, pero Naruto al tener una gran visión notaba la cara asustada de Gaara. Iba detrás de Iruka, sostenido de sus caderas pero sin apoyarse por completo. Antes de que pudieran llegar, Naruto paró a Sasuke de un jalón muy fuerte. Tanto que este se apegó a él.

Ambos sabían que aquella posición fue creada por la fuerza extrema del más pequeño, pero al apegarse, Sasuke se encontraba con un brazo rodeando el cuello de Naruto y con el otro sosteniendo su mano. Naruto en cambio no quería que Sasuke se cayera encima de él y lo aplastara, por lo que puso su brazo malo en el pecho del azabache para que no se acercara mucho y con la otra se sostenían de las manos. Sus ojos se encontraron cuando Naruto levantó la vista y el rostro de Sasuke lo envolvió.

-¿Se estaban volviendo a besar? –inquirió Kakashi al bajar de su moto.

Ambos volvieron a mirarse y se miraron asqueados, el azabache en un rápido movimiento se retiró para atrás antes de que Naruto decidiera volver a empujarlo como en la mañana.

-No digas babosadas Kakashi –dijo asqueado el rubio-. Me dejarás pesadillas de por vida.

-Si ya lo hiciste una vez, nada te impide repetir -burló.

Se acercó para darle un golpe en el pecho igual de como lo hizo con Sasuke, pero este lo esquivó saltando por encima de sus hombros. Entonces Naruto hizo un volantín reverso para poder golpearlo con sus pies. Kakashi había previsto eso, por lo que arqueó más su espalda para poder esquivarlo. Ambos cayeron a algunos metros de distancia entre ellos, pero no pudieron hacer nada más cuando Iruka se entrometió.

-No pelees con Naruto –gruñó mientras le jalaba la oreja a Kakashi.

El rubio se empezó a reír con la cara del albino, sin más tanto Gaara como Sasuke estaban embobados con su muestra de habilidades.

-Tú tampoco te rías Naruto -bramó.

El rubio se elevó los hombros y se adentró a la casa. Mientras pasaba por el lado de Kakashi logró darle un golpe en el hombro, pero este no dijo nada. Entre ellos sus golpes eran como el rozar de una mariposa, no sentían nada a pesar de la fuerza que usaran.

-¿Van a pasar? –les dijo a sus compañeros.

Ambos se miraron y avanzaron rápido a la casa, que no era tan pequeña como uno creería que debía ser para tres personas. Bueno, no era más grande que la casa del azabache, pero tenía su tamaño.

El equipaje de la mudanza aún seguía en cajas, especialmente la que era del cuarto de entrenamiento que pensaban dejar para al final. Iruka y Kakashi entraron después de todos, sacándose los zapatos como se debía hacer en Japón. Gaara y Sasuke hicieron lo mismo, ambos eran japoneses y por lo tanto eran una costumbre, pero al rubio esto le llegaba altaneramente.

-Quítate los zapatos –le dijo el moreno.

-Nunca lo he hecho en mi vida y jamás pensaré hacerlo –comentó desinteresado.

Iruka no le dijo nada más, pero los menores veían como era que su hijo les respondía:-. Iré al cuarto de entrenamiento con ellos dos –respondió en voz alta.

-Espera, queremos hablar un momento con Gaara.

El rubio miró a Gaara para ver que decía, pero este parecía asustado con tan solo pensar en quedarse con ellos solo. Naruto no quería que tuviera más miedo de lo que debería tener porque de lo contrario entrenarlo sería mucho más complicado, por lo que le negó con la cabeza.

-Ustedes busquen otro tiempo para hacerlo, yo lo elegí primero –no les dejó responderle ya que en ese mismo momento los cogió de las manos a ambos y subió las escaleras.

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-Cada revolver tiene 6 balas de salva, intenten atravesar el papel con la menor cantidad –les informó cogiendo un tercer revolver.

Cuando llegaron a la azotea, Naruto avanzó hasta una pequeña habitación del fondo donde habían coordinado que sería la sala de entrenamiento para lanzamientos de armas, o como el solía llamar, la oficina. Había un pequeño ropero al costado, y contento de ver toda su ropa negra lo primero que hizo fue colocarse su traje favorito. La ropa negra según él, le asentaba perfectamente; y como esta era de licra, se sentía como una segunda piel.

Para sus compañeros, verlo con ropas militares (Todas las licras que Naruto tenía, venían con la insignia de la institución bordada en una esquina) era algo sorprendente. Aun no podían dejar de creer que el ruso era todo un asesino a sangre fría y había gente detrás de él para matarlo.

Y que ahora también iba tras ellos.

El rubio les dijo que pasaran con una señal de manos, y dentro de aquel cuarto habían un montón de cajas y fundas de lo que debían ser armas. Armas y montones de armas reales. Con marcador, estaba escrito en una "Frágil", pero a Naruto no le interesó lanzarla al suelo como si se tratara de cualquier cosa. Ellos habían tenido órdenes de poder llevar armas en su equipaje para la mudanza, aunque el aeropuerto ruso empezó a hacerse líos cuando vieron la gran cantidad.

Abrió con cuidado la gran caja y lo primero que sacó fue un montón de papeles especiales para practicar puntería. Luego pero no menos importante, lentes de protección para novatos.

Tras ellos lanzó algunos revolver detrás de él que cayeron cerca de los chicos. Cabe decir que estos dieron unos pequeños gritos al ver como armas eran lanzadas a ellos.

-Miren como lo hago y repitan.

Colgó el papel en una gran liga que al parecer Kakashi había mandado a instalar antes de llegar. La parte de la pared también tenía protección de balas, por lo que no correrían peligro de que se les destruya la pared.

Naruto para poder mostrarles bien, mandó a que cada uno se acomodara a sus lados y observara su técnica de disparo. Acomodó el brazo como solía hacer cuando era un novato y soltó el seguro del revolver. No le bastó ni medio segundo en presionar el gatillo y que la bala de balsa cayera en el centro del punto negro.

-Ahora les toca a ustedes.

Porque ambos se lo habían exigido, el rubio sacó chalecos antibalas por medidas de seguridad. No les puso orejeras ya que debían acostumbrarse a las balas aunque estos empezaran a berrear, al final ganó la contienda y no tuvo que ir a buscarlas. Sasuke cogía el arma como si nada, en cambio Gaara aún seguía mirándolo en el suelo.

-Iré yo primero dobe.

Naruto cambió el papel de disparos y puso uno limpio, si tan solo hubiera esperado un poco, hubiera llevado cancha y bebidas, aquello iba a ser muy cómico y largo. Gaara se resignó a coger el arma y prefirió ver como Sasuke disparaba, rogaba que Naruto no le exigiera hacerlo porque estaba seguro que no lo lograría. Sería su primer intento de varios, pero si lo que querían hacer era sobrevivir, lo mejor sería aprender rápido.

Y cuando todo se colocó en su lugar, el azabache presionó el gatillo.

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Como que desearía no haber traumado a Gaara, pero se lo está tomando mejor de lo que esperaba. No pensaba publicar hoy por cuestiones de tiempo, mañana tengo un examen de verbos en alemán y no he memorizado todos, cosa que debo hacer porque si repruebo la chancleta me perseguirá por todos lados.

Aparte... también es el cumpleaños de mi hermana (mañana) y tenía que terminar hoy todo lo que había dejado para tener el día libre.

¿Ustedes creen que Sasuke logre disparar bien? Recuerden que es un novato en todo esto.

Pdta: Si quieren que les dedique un capítulo escribanlo en los comentarios

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