Capítulo 32
Naruto miró a Sasuke desafiante, ¿Qué hacía despierto a esas horas? Inquieto, intentó ir tras sus pasos, a la cocina donde se encontraba Itachi, ¿Pero si este descubría que se encontraba despierto, no sería peor? Estaba molesto, molesto con el menor por ser un grano en el culo y con Itachi por ser tan misterioso.
Que hermanos para más raros.
-¿Y bien? –gruñó, otra vez.
Escuchó pasos acercándose a ellos desde la cocina, estaba seguro que Itachi los había oído por no decir mucho. Sentía que corría peligro, muchas preguntas empezaron a rondar por su mente ¿Cómo es que Itachi llegó a aprender ruso? ¿Por qué Sasuke conocía aquella marca y lo había llamado mafioso? Una persona normal, que no fuera de Rusia no debería tener aquellos conocimientos.
-Si –respondió rápido.
Entonces la mirada de Sasuke se tranquilizó, Naruto sentía que su hermano llegaría en cualquier momento y los atraparía ahí mismo, si no fuera porque Sasuke abrió una puerta de improvisto y lo metió rápido.
-No hagas ruido –le dijo, y dejó entreabierta aquella puerta.
-Ah, eras tú –escuchó suspirar a Itachi, y gruñir a Sasuke-. ¿Qué haces despierto a estas horas?
-Naruto tenía sed –mintió, aunque en cierta forma no era del todo falso-. Como no conoce la casa me despertó y me mandó por agua, es un dobe.
Itachi rió melodiosamente mientras avanzaba a pasos cortos con el menor de los Uchihas a la cocina, sin más desde su lugar, aún podía oírlos. Se acomodó mejor, Sasuke era un insensible, literal, lo había empujado como basura en la habitación, una que al parecer era con puerta de madera y no de papel. Al parecer solo las habitaciones tenían este estilo occidental.
-¿Se están llevando mejor? –le preguntó a Sasuke, mientras oía como caía agua del grifo.
-Un poco, creo.
Se hizo un silencio incómodo entre ellos, mientras que Naruto aprovechaba para salir y volver a la habitación. Estaba seguro que Sasuke no le llevaría el agua, y no quería estar mucho tiempo en un cuarto a oscuras donde no sabía ni que cosas habían dentro. Pero algo lo hizo quedarse, una inocente pregunta que nubló su mente.
-¿No te parece adorable Naruto?
¿Él, adorable? Por dios, era un macho pecho peludo de alta categoría. Mataba por placer, no por labor. ¿Acaso aquello era algo adorable?
Escuchó como Sasuke había empezado a tomar agua, y cuando la pregunta de Itachi sonó, escupirla.
-¿Adorable el estúpido del dobe? –Murmuró, y una cara de terror se presentó en su rostro-. Antes ciego y muerto. Agh, me acabas de dejar pesadillas.
Gracias, no era para tanto; bufó Naruto. Aunque en cierta forma él también tendría pesadillas si tan solo empezara a actuar dulce. Suerte que Kakashi e Iruka no eran tan extremistas con lo de personalidad.
-Yo creo que es lindo –le pasó una bandeja, donde Sasuke posó el vaso con agua y sacaba algunas galletas de la alacena.
-Me das asco.
Para Itachi le dio igual, y dejó que Sasuke se retirara de la cocina con los bocadillos. Ya en la mañana lo sacaría antes de ir al trabajo. Sasuke tomó otra ruta a la habitación, dejando con cuidado los bocadillos en el suelo de la zona de Naruto.
Cuando sintió que Itachi se encontraba lejos, salió de nueva cuenta al cuarto donde había encerrado al rubio y fue en su búsqueda. No le sorprendió encontrarlo en el suelo, con cara de aburrimiento.
-Ya puedes salir –se hizo a un lado para que el rubio saliera, y antes de que este pudiera decir algo, lo cogió de la muñeca y se lo llevó corriendo a su habitación.
Cerró la puerta con cuidado, procurando que no tuvieran visitas inesperadas para después lanzar unas almohadas en la esquina donde descansaba el futon del dobe.
-Te traje algo de comida –murmuró, sin intentar mirar la cara de Naruto. Para este ver tan solo que el azabache le daba algo, era gloria, y empezó a morder una galleta lentamente. Entonces Sasuke se fijó en los movimientos que realizaba Naruto, no eran torpes como cualquier chico de preparatoria, oh no, estos eran realmente cautelosos y no desperdiciaban ni un solo paso. Mordía lo suficiente de la galleta antes de tragar y masticaba un máximo de 10 veces por mordida, la cantidad que una persona debería hacer para no morir atragantada.
Aunque parecía normal, estaba seguro que no lo era.
-¿Qué es lo que quieres? –le preguntó, después de comer algunas galletas.
Sasuke solo dio un pequeño brinco en su lugar, pero no se dejaría volver a sorprender por un tipo como ese.
-¿Realmente sabes ruso? –susurró, inquieto.
-Y francés, alemán, español, italiano, chino, griego con un poco de japonés –alardeó, pero para Sasuke lo resto era innecesario.
-Entonces entendiste todo lo que dijo mi hermano.
Naruto asintió lento, mientras bebía el vaso con agua que le habían traído. Su estómago hizo un sonido de felicidad mientras lo llenaba y eso le tranquilizó. No quería tener gastritis.
-¿Y para que quieres saber qué es lo que tu hermano decía?
Sasuke apretó sus puños en sus rodillas, y Naruto observó calmado la acción mientras acababa con la comida que Sasuke le había dejado. Acomodó la bandeja pegada a una pared y suspiró, esto se pondría largo si no sabía cómo cortarlo.
-Eso no te interesa –expresó, y lo miró fijamente.
-Mira –le dijo Naruto, molesto-, si quieres que te lo diga, al menos dime para que misión lo necesitarás, no suelo dar información gratis.
Entonces Sasuke relajó sus manos, como si aquella oración fuera lo suficiente para pensar.
-Dobe –esputó-, ya no te encuentras en tu amada Rusia, y para que lo sepas, te acabo de dar comida en MÍ casa. Lo mínimo que tienes que dar a cambio es información. Y que onda con ese tono tuyo –gruñó antes de rascar su cabeza-. No estamos en la mafia o policía, o en la cosa que hayas estado haciendo antes.
-Eso lo comprendo –gimió, abrumado. Buscó con los ojos su futon y empezó a acomodarlo ante la indulgencia de Sasuke, este estaba estupefacto con la reacción desinteresada del rubio-, pero lo lamento, sin nada a cambio no entrego información.
Sasuke parecía necesitado, y antes de que el rubio se tapara por completo, le agarró de la muñeca por nueva cuenta
-Mira, te pongo un trato.
-¿Cuál?
-Tú me pasarás la información que yo necesito, y yo...
-¿Y tú?
-Dejaré de tratarte mal –pensó en un momento sus palabras, pero parecía que no tenía nada que perder. O al menos nada que le interesara más que su hermano-. ¿Trato?
--------
Ustedes que creen ¿Habrá trato?
Intenté publicar lo más pronto posible, y aquí tienen su capítulo. En si hago esto para poder avanzar todo el tiempo que los dejé sin capítulo, y si hubiera seguido con el ritmo semanal, ya estaría por el 50. Enserio perdonen todos los problemas del 2015, me pongo las pilas por recompensar todo.
Esto me huele a ItaNaru, ¿Será que se volverá la pareja principal? Aunque entre ItaNaru y SasuNaru, prefiero la segunda. Igual, un poco no iría mal. Espero que los shipeen mucho ºwº
Hasta mañana, si es que puedo.
¡Voten y comenten!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro