Miró con detenimiento la espada de madera que reposaba en el piso ¿Solo pedía eso para dejarlo tranquilo de una vez por todas? No era mucho trabajo, solo debía ganarle. Pero a su vez ¿Y si todos se cuestionaban sus habilidades? Por eso odiaba la escuela, la gente pregunta solo por preguntar y no te dejan tranquilo hasta que logran sacarte toda la verdad.

Itachi se colocó a mi derecha y no dejaba de ver a Sasuke de manera represiva.

-Sasuke, deja de ser tan infantil, ya estas grande para comportarte de esa forma.

El modo tan común con la que Itachi le hablaba a Sasuke le sorprendía, parecían muy cercanos. Pero creyó que tal vez eso se refiera al tiempo en que debe haberse matriculado y todo lo demás.

-Es lo único que pido, logra ganarme en Kendo y lo dejo estudiar sin entrenar –repitió esta vez ignorando la cara de Itachi.

Naruto miró al mayor, parecía preocupado. Pero había cierto destello que demostraba que el problema no era que él saliera lastimado, sino el teme amargado.

-Sasuke...

-Acepto –murmuró.

Itachi giró la cabeza con asombro a su dirección, Sasuke solo sopló por la nariz y sonrió sarcásticamente. Ambos tenían pensamientos distintos a la situación.

-No debes hacer esto –le susurró. Pero no es como si Naruto se dejara vencer tan fácil.

Ignorándolo como lo hacía Sasuke, recogió la espada y dio algunas vueltas en el aire. Era muy ligera –a comparación de las de metal que siempre cargaba- y su longitud se acoplaba perfectamente a su puño, magnífica para practicar Kendo.

-Por ahí deben tener algún traje para ti, cámbiate rápido –ordenó.

Pero este no iba a dejar que alguien que, encima de molestarlo en todo el día y ser peor que un grano en el culo, le ordenara.

Negó furtivamente con la cabeza antes de sostener con firmeza la espada-. Yo lo haré sin traje.

-Si es lo que quieres.

Los 12 integrantes del extracurricular de artes marciales los rodearon en una de los tapices de entrenamiento, era un algo grande, 3 por 4 metros.

En todo el trayecto, Naruto sentía como, tanto Itachi como Gaara, lo miraban reprochándole. Tal vez no doliera tanto el de Gaara, pero había confiado plenamente en Itachi desde que lo encontró en la puerta de la dirección y verlo con esos ojos molestaba.

Sasuke se colocó delante de él con vista a la pared, en su contrario era Naruto quien veía a todos con esos ojos tan profundos criticándolo por ser tan creído.

Creído mi abuelo, bufó.

Con la misma habilidad con la que manejaba las espadas reales, movió esa pieza de bambú. Había sido entrenado para poder usar varios tipos, pero le parecía interesante tener una muy cercana a las katanas. Era larga pero sólida, no temblaba contra su peso y se extendía como una extremidad extra a su mano.

Como si no estuviera ahí, y al mismo tiempo ocupa toda su concentración.

-Cuando quieras comenzar –le indicó Sasuke.

Con ambas manos sostuvo la base, siempre la derecha encima de la izquierda, y la bajó, tocando débilmente con la punta el suelo.

Sasuke en su contrario hiso lo mismo, pero en vez de apuntar el suelo lo levanta flotando al aire. Por su sonrisa jocosa pensó que él creía que le pesaba, nada tan lejos de la realidad.

-Ahora –gruñó.

Empezaron a dar vueltas, caminando con un pie delante y al costado del otro. Por cortos segundos se detenían y giraban a la dirección contraria a la que estaban, pero siempre mirándose. Tal vez fue la corta emoción o la desesperación de estar perdiendo minutos valiosos lo que hiso que Naruto fuera el primero en atacar. Cosa que él solía odiar puesto a que siempre esa persona resultaba ser el primero atacado.

No fue un gran movimiento, pero si lo necesario como para que Sasuke parara y se adentrara más al círculo. Inmediatamente Sasuke bajó su espada con fuerza para darle en el hombro a Naruto, cosa que no logró puesto a que este lo levantó a escasos segundos interrumpiendo cualquier ataque de su parte.

Estuvieron forzándose un buen rato hasta que el pelinegro se retiró algunos pasos, algo sorprendido que haya logrado darle problemas si tan solo hace algunos momentos no lograba ni levantarlo.

Para ese entonces fue Naruto quien atacó. Al igual que Sasuke, dio un golpe por arriba, sin más luego lo bajó hasta en nivel del pecho para poder apegarse más. Sasuke también lo bajó, solo para que no consiguiera lastimarle el pecho, logrando que sus cuerpos se apegaran demasiado y tan solo una corta distancia de aire fuera lo que los separara.

-Dicen que los mejores luchadores no deben hablar en una batalla, sus golpes lo hacen por ellos –susurró a su oído el tiempo suficiente.

Naruto se retiró instantáneamente, tocando su oído incómodamente. Por un momento creyó que le escupiría, pero lo negó con la cabeza antes de volver a acercarse. Había peleado una infinidad de veces con gente de su nivel, y ni en una sola, había podido comunicarse con alguno.

-Te equivocas teme.

Y lo empujó contra el borde del tapiz. Si lograba hacer que se desbalanceara con la diferencia de altura, podría quitarle la espada sin problemas.

Con potentes ataques lo fue abordando poco a poco, iba por arriba para acabar por abajo y de vez en cuando por el centro. Sasuke lo único que lograba hacer era esquivarlo o interponer su espada entre ellos, de vez en cuando preguntándose cómo es que se volvió tan bueno en el manejo de espadas en tan corto tiempo.

Luego recordó, su doble personalidad y de cómo aparentaba en clases. Parecía a Itachi cuando vino de su viaje de estudios, tan antisocial y la forma tan fría con la que lo trataba.

Su cuerpo se llenó de la adrenalina del momento y de un segundo para el otro su agarre se fortaleció. En uno de los golpes de Naruto logró pararlo, e inclusive lanzarlo para atrás. Este lo esquivó con las justas saltando a la dirección contraria.

Con su nueva adquisición, se acercó aún más y le disparó otro golpe, y después otro, hasta arrinconarlo a la otra esquina. Disparaba y disparaba sin dejarle siquiera un espacio para poder mover su espada, solo podía defender su cuerpo de no recibir muchos moretones.

-Al parecer al nene le gusta aparentar –le murmuró entre un golpe.

Pero Sasuke no quiso responder, es más, usó esa provocación para fortalecer su agarre. De lo arrinconado que se encontraba, parecía tambalearse con dificultad. Sentía como varios ojos se fijaban en él y daban sus apuestas.

Ya acongojado, se agachó lo suficiente para pasar por sus piernas, agradeciendo ser un poco más pequeño que él. No le dificultó mucho. Ya en el otro extremo solo le bastó un simple golpe en el hombro y empujarlo con la espada en el pie para que perdiera el equilibrio y caiga.

-Gané –lanzó la espada de bambú que sostenía a los pies del pelinegro y se estiró.

Sus huesos tronaron de una manera dolorosa, pero ya parecía acostumbrado. Mirando a los costados se encontró con la vista de Itachi y se acercó a él.

-Sigamos repasando.

Itachi tampoco dijo mucho. Caminó con él como si no hubiera ocurrido gran cosa y siguió explicando los Kanjis.

-¿Quieres ayuda? –la mano de Suigetsu apareció en su vista.

-Tsk... no me toques.

Parándose, recogió la espada que hace tan solo un momento el joven delante de él estuvo utilizando, no era muy fuerte, incluso el material con el que lo había hecho no era muy bueno. Pero le generó dificultad.

-Naruto Umino, voy a averiguar quién eres en realidad. Y cuando lo haga, te arrepentirás de haber venido.

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Al final no se murió... pero como que poco a poco Naruto va a hacer un mayor esfuerzo en ocultar su verdadero poder... ni creerán que es lo que se espera.

Y perdonen por la demora... hoy jugó Perú contra Paraguay y ganamos 2 a 0, la fiesta que se celebra es inmensa... con las justas llegué a mi casa completa.

Les tengo una preguntita (y quiero que la respondan ¬¬)

¿Quienes creen que pertenecen al antiguo grupo de Naruto? Si, Sai si está -fue el primero que avisé-... sin embargo, hay otros 2 más ¿Quiénes creen que son?

Si lo responden correctamente, publicaré ese mismo día un oneshot... de lo contrario, esperarán a que alguien lo haga.

¡Voten y comenten!