Capítulo 19
Tanto Itachi como el pelinaranja salieron disparados hacia Naruto. Este sabía que podría hacer, o muy bien la defensa, o atacarlos. Pero por única vez prefirió la primera, quería enseñarle a pelirosa que podía hacer lo que este no había logrado.
Sostuvo el puño del pelinaranja –que recordaba como lo llamaban Juugo- y con un movimiento débil, lo desvió. Su puño fue directo al tapiz, y antes de que este callera, dio un pequeño salto para mantenerse de pie.
Itachi también había atacado, pero con él era complicado la defensa, parecía que conocía gran parte de sus movimiento, sorprendiéndose puesto a que casi todo eran cosas que solo se aprendía en el ejército ruso. Ya sin mucha posibilidad, con él si atacó. Usó un movimiento de kickboxing para darle en la parte baja del vientre sin tener el temor de castrarlo.
Ambos entonces se coordinaron, mientras Juugo atacaba, Itachi se defendía. Daba una patada dirigida a su intercostal y él la desviaba al cuerpo de Itachi, este para esquivarlo se defendía con algunos toques y lo colocaba en su punto inicial. Luego Naruto atacaba con patadas –tanto bajas como altas- a Itachi direccionando siempre a sus puntos ciegos.
En una de esas, Itachi logró sujetarle el pie haciendo que se doble en el suelo, pero Naruto fue más rápido. Antes siquiera poder darle la vuelta, uso la pierna de Juugo para hacerlo caer y acercarle a él como barra. Se liberó del agarre de Itachi y dio una vuelta en el aire para acabar parado. Tambaleándose, pero parado.
-Tiempo –gritó Gaara, cosa que sorprendió a Naruto puesto a que aún faltaban cerca de 5 segundos.
Iba a contradecirle cuando notó como Juugo tenía amarrado en su pie el pañuelo.
Tonto, tonto, tonto, se criticó. Al sujetarle se había emocionado demasiado y había acabado amarrándole el pañuelo pensando de que era una bomba o cosas parecidas.
-Yo... -no sabía cómo explicarlo- ...creo que perdí.
Se apoyó en una de las paredes cerca de Gaara estupefacto de haber sido tan idiota. ¿Amarrarle la única cosa que no debía entregar al enemigo? Hasta el mismo se hubiera reído si alguien llegaba a hacer algo tan estúpido.
¿Ahora qué? Ya no entraría a artes marciales y tendría que dejar de estudiar con Itachi. Pero de cualquier forma, inclusive antes de pelear Itachi parecía tener todo bajo control.
Juugo se paró con ayuda de Itachi y le desamarró el pañuelo, riéndose del pequeño percance que llegó a cometer.
-¿Perdí, verdad? –le murmuró a Gaara. Este con leves movimientos afirmaba con la cabeza.
-Pero si contamos que fuiste tú mismo quien lo amarró en su tobillo y como te lo manejaban con ambos, no parece del todo perdido.
Itachi se acercó a él con el pañuelo y se lo entregó para que lo guardara.
-¿Ahora como haré para estudiar contigo? –Chilló en voz baja-. He perdido, no podré entrar.
Pero antes siquiera Itachi pudiera responderle, se alejó.
-A todos los aspirantes –tronó la voz para hacer retumbar el sonido-, déjenme decirles que tenemos un elegido para pertenecer al extracurricular de artes marciales.
La cara de todos, tanto miembro como no miembros, voltearon hasta Naruto. Algunos sorprendidos y otros tranquilos de que se hagan justicia, no creían que por un simple error de amarrar el pañuelo en el segundo equivocado había perdido definitivamente.
-Me gustaría que los aspirantes sin llegar al nivel requerido, se vallan retirando. Hablaré con cada uno mañana en clases, no se preocupen.
Uno a uno fueron saliendo, Naruto vio como Seru lo fulminaba con la mirada.
Arrogante orgulloso, pensó cuando pasaba por su lado.
Después de que el último saliera del lugar, Itachi cerró la puerta del domo.
-A practicar –gritó. Y como si eso fuera un detonante, todos se distribuyeron en distintos lugares.
Algunos iban por las katanas para practicar kendo y otros se quedaban con el Aikido. Solo pocos iban al kickboxing, parecía que confiaban más en defensa que ataque.
El rubio aún seguía sorprendido, había perdido, pero aún con eso entró al instante.
-Recoge tu maleta Naruto, por halla hay una mesa para estudiar.
Sintiendo el débil empujón de su cuerpo por parte de Itachi, se encaminó a las mesas. Para su buena suerte estas estaban cerca de los vestidores y por lo mismo era la zona más alejada del resto, lo que significaba. No. Ver. Al. Teme. Amargado.
-Saca tu cuaderno de hace un rato, se me olvidó dejarte algunas especificaciones.
El tono de su voz cambió al igual que cuando lo hiso en público, solo que ahora se notaba menos tenso y practicado. Igual para él, que con Itachi no debía fingir.
-¿Especificaciones?
-Algunas reglas al unir palabras.
Pasó su cuaderno con cierto recelo, cuidando de que la hoja no se maltratara. Itachi se había metido al 100% en su papel de profesor, tanto, que ni cuenta se había dado que la gran parte del curso había dejado de pelear y se reunían a su alrededor.
Entre todos ellos, la cabeza pelinegra del teme amargado era la que resplandecía más. Con sus cabellos parados en punta le daba cierto toque cómico al traje que llevaba.
-¿Qué sucede? –levantó levemente la vista para fijarse en sus estudiantes. Entre ellos cuchicheaban y los miraban como extraños.
-¿Por qué no entrena? –jactó con soberbia Sasuke.
-Él no entró para entrenar –comentó-, y dudo mucho que lo requiera.
La sala empezó a cuchichean aún más fuerte de lo que hacía antes, tal vez por el fuerte tono que usó Itachi ante Sasuke. El pelinegro, sorprendido, solo frunció aún más el ceño.
-No lo acepto –exclamó fuerte-. Si él ha entrado, debe practicar como el resto.
Las dos negras miradas se encontraron en un punto muerto, ninguno daba su vista a torcer. Cada vez con el ceño más fruncido y las débiles líneas que intentaban hacer aparición en su frente, Sasuke desvió por un microsegundo la mirada. Suficiente como para que Itachi se colocara ganador.
-Naruto no va a entrenar, es mi última decisión.
-¡Tú no puedes decidir sin mi consentimiento!
Otra vez, Naruto vio como los negros ojos se transformaban en rojos, solo que esta vez por ambos. Parecían destellar fuego.
-Soy tu profesor a cargo...
-¡Tú no tienes derecho sobre mí!
-Sasuke...
-¡Deja de tratarme como un niño! –con sus puños golpeó la mesa, creando un pequeño agujero en ella.
Inmediatamente tanto Itachi como Naruto se pararon, solo que cada uno con una decisión diferente.
Sasuke los vio a ambos, sin más la mirada que tenía era la misma, odio y repulsión sin pudor. Por un momento el rostro afligido de Itachi se punzaba, como si ese rostro lo atacara hasta en sus más oscuros pensamientos, pero solo fue un momento. Siquiera antes de que pueda parpadear, esa expresión ya no se encontraba.
-¿Qué quieres que haga? –su tono alegre y feliz desapareció tan rápido como quiso. La voz trémula salió disparada como rayo antes siquiera darse cuenta, sin más como la mayoría pensaba que era por la tensión del momento, no objetaron.
La mirada que por un momento fue dirigida especialmente a Itachi, se posó en él. El contacto de azul con negro parecía no tener fin, entonces Naruto parpadeó por la unión de tantas emociones.
-Entrena.
-¿Y qué debo hacer para no entrenar y poder estudiar sin problemas?
-Fácil –lanzó la espada de madera que tenía sujeta y cogió otra-. Gáname en una partida de Kendo, y te dejaré tranquilo.
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Ahora no debe pelear contra Itachi... ¡Sino Sasuke! ¿Quién creen que ganará? Yo confío mucho en mi azabache, aunque no lo haga notar. Es que tenía que ser tan metiche :v, bueno... ahora a comprobar si debió hacerlo o no.
¡Para los curioso, también subo esta obra en AmorYaoi! Y otra más que sería un DraRry "Universo, tú conspiras contra mí" Son mis dos lindas obras que comparto amablemente.
¡Voten y comenten!
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