Capítulo 15
-Itachi -repitió con las palabras aun acostumbrándose a su dialecto.
-Exacto -se movió un poco para dejarle un pequeño pase-. Y bien Naruto.
-¿Uh? -levantó la cabeza inmediatamente.
-¿Para qué buscabas al director?
¿Para qué lo hacía? Tal vez para gritarle y rogarle que lo expulsara. Aunque ahora la idea le parecía muy estúpida.
-No me acuerdo -mintió-. Tal vez solo quería huir.
-¿Y si huimos juntos?
Giró la cabeza hasta su dirección sorprendido, él, un profesor, con muchas responsabilidades, ¿Quería perder clases con un alumno que recién conocía? ¿Enserio existían esa clase de profesores?
-Descuida, no tengo clases por el resto del día -lo tranquilizó-. Además, si te encuentras conmigo ningún profesor te podrá decir algo.
La idea le parecía muy tentadora, exquisita. Podría pedirle ayuda a él en como poder redactar los Kanjis y acabar con esa tortura más rápido.
-¿En dónde estaríamos?
Lo pensó un instante. Todas las aulas estarían llenas de estudiantes o como mínimo con un profesor. Se le pasó por la mente varios lugares pero cada uno tenía su contra.
-¿Qué tal la biblioteca?
Era perfecto, si Shikamaru estaba en lo cierto, la biblioteca paraba vacía porque los estudiantes preferían estar en los extracurriculares. Afirmó con la cabeza mientras ser dejaba ser guiado.
-Y... -no sabía cómo iniciar una conversación. Él parecía muy alegre y conversador contra su apatía-. ¿Qué es lo que no te gusta de Japón?
-Pues... -se lo pensó un instante-, recuerdo que cuando llegué los Kanjis me resultaban un problema.
Igual que yo, razonó Naruto.
-¿Tienes ese problema? -lo miró fijamente. El rubio tragó gran parte de su saliva para que al hablar no saliera nada.
-Hay cosas que se me dificultan.
-Perfecto -sonrió-. En ese caso seré tu maestro de japonés.
-¿Estás seguro?
Ya habían llegado a la biblioteca y se acercaron en la mesa más metida del lugar. Había una pequeña lámpara y dos sillones para poder sentarse. Solo faltaba una cafetera y el lugar sería magnífico.
-Por algo soy maestro -carcajeó. Su risa no era tan exagerada como la de la mayoría y tampoco tan lastimera como la suya, simplemente perfecta-. Además, que mejor ayuda que el de alguien que tenía tú mismo problema.
Razón justa. Sacó un pequeño cuaderno borrador y colocó en grande "KANJI: Cómo redactarlo" de título. Claro que lo hiso en ruso, aún no sabía cómo colocarlo en japonés.
-Bien, debes entender que el orden de las consonantes es diferente -fue lo primero que explicó.
-¿Cómo?
-Veras, mientras que la mayoría de dialectos comienzan con la A, E, I, O, U; en el japonés es A, I, U, E, O -escribió en el cuaderno el orden de las palabras con Kanji-. También, a diferencia de casi todos los dialectos, aquí tienen tres tipos de escrituras.
-¿Tres?
-Una vez que los aprendes no te complicas mucho -sosegó-. Es el Kanji, Katakana y el Hiragana. Pero recuerda, cada dialecto tiene su momento especial para escribir, no puedes hacerlo todo de solo uno.
Poco a poco Itachi fue explicando los tres dialectos y como se juntaban palabras. Para alguien que ya había aprendido antes otros idiomas no complicó mucho el proceso, así que el ver su avance progresivo no lo sorprendió mucho.
No pararon hasta que la primera campana sonara, Naruto quería continuar pero Itachi le comentaba que lo mejor era almorzar. Al final Naruto le expreso que no quería ir porque no quería ver a sus compañeros.
-¿Ellos te hicieron algo? -expresó después de acabar su historia.
-No.
-¿Ellos te insultaron o te dijeron que no te querían?
-No, pero...
-Creo que solo tú te estas preocupando por el pequeño problema -se dejó hundir en el sofá mientras escuchaba como lo aconsejaban-. Ellos no están molestos, solo preocupados.
-¿Preocupados por alguien que solo conocen algunas horas?
-El ser humano es una raza extraña, algunos no pueden vivir sin la guerra y otros sin la paz. Tus amigos solo quieren los mejor para ti, aunque solo te hallan conocido horas.
Ayudado por su maestro, Naruto se dirigió a la cafetería valientemente. Para que sus nervios no lo corrompan, intentó pensar que era la sala de guerra de la organización, ahí el más mínimo terror significaba la muerte.
-Pasa Naruto.
El mencionado cruzó la puerta por debajo del brazo y se dejó mostrar, al parecer había sido lo suficiente como para que el aula se quedara en un silencio sepulcral y discreto. Avanzó con pasos cortos, y empujado de vez en cuando por Itachi. Notaba como sus compañeros a lo lejos conversaban amenamente sin siquiera fijarse en él, eso lo alarmó.
-Tranquilo Naruto -susurró Itachi en su oído-. Tú solo ve por tu almuerzo y siéntate con ellos.
El aula poco a poco volvió a hacer sonido. Algunos sorprendidos que Naruto se encontrara con el profesor Itachi y otros incrédulos de que se llevaran bien. Sostuvo con ligera fuerza la bandeja de comida para no tantear y que todo se le derrame. Ese día había el especial, Yakisoba con algunas rebanadas de pan y dangos de postres.
-Anda, ellos no se molestaran -por un momento se le había olvidado de que Itachi estaba junto con él, pero su presencia lo ayudó a seguir con su plan.
Anduvo lentamente por la cafetería, ellos habían tomado la mesa más alejada de la barra y por consecuencia el camino era más alejado. Algunos estudiantes de otras mesas lo vieron avanzar a ellos y se quedaban en silencio, otros -Sasuke y Karin- lo miraban con odio y repulsión. Muy pocos simplemente lo ignoraron y siguieron haciendo lo suyo.
-Y ahí estaba yo, ya tenía la barra de pan y... -Kiba contaba otro de sus relatos a la mesa, parecía muy interesante y cómico por las expresiones. Solo pocos notaron que él había llegado.
Uno por uno fue callando hasta que Kiba dio la vuelta encontrándose con Naruto.
-Yo... -no sabía cómo iniciar, apretaba cada vez con mayor fuerza la bandeja pensando de que ahora si dejaba una fea marca en ella. Quedó impactado por la reacción del resto.
-¡Naruto! -Exclamó Ino-, Te estábamos esperando. Ven, siéntate.
Ino se hiso a un costado dejando espacio entre ella y Kiba para Naruto
-¿Dónde te habías metido? -murmuró Kiba.
-Estaba en la biblioteca ttebayo -resonó con una pequeña sonrisa.
-¿Y el profesor Itachi?
-Lo encontré en ella.
Ellos notaron que Naruto no quería hablar de ese tema, y lo aceptaron. Kiba siguió contando su relato, esta vez acompañado de las ligeras risas de Naruto -no del todo falsas- y así poco a poco la hora de la comida fue acabando.
-¿Ya sabes en que entrar? ¿O seguirás con lo de artes marciales?
Siendo sincero él ya se había olvidado que no tendría clases para entonces, inclusive pensaba en solo dar sus últimas asignaciones y luego ir a casa a entrenar después de un agitado día. Cuando iba a replicar algo, alguien lo llamó por detrás.
-Naruto.
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Hola :D publiqué, sin más creo que todos aun desconfían mi puntualidad TT-TT dios, he estado publicando a la fecha desde el lunes, sin ningún retraso... No puedo creer que aun desconfíen de mis habilidades.
Para los que no saben de lo que hablo, en mi perfil he colocado las fechas de publicación, y la publicación -por la cantidad de obras- es diaria.
Sin más que decir -excepto que dentro de poco va a llegar algo especial- me despido.
¡Voten y comenten!
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