Capítulo 101
Sasuke se tambaleó y se sujetó con mayor fuerza de las vigas para no caer, sus ojos, abiertos, solo le indicaban que aquel sonido en seco que había oído hace un momento era el cuerpo de una persona a la que él había matado. Matar, aquella palabra y su nombre en una misma oración le producían ganas de vomitar. Su corazón parecía querer salirse de su pecho mientras miraba el vacío, aquel vacío que él le había hecho caer a un desconocido. Por un momento sintió que su cuerpo se le iba para delante, y él le iba a dejar caerse, pero fue sujetado por el rubio desde atrás y lo apegó a su cuerpo.
Naruto era quien se encontraba más sorprendido. Sasuke no quería herir a nadie a la muerte, pero había usado sus habilidades para matar al francotirador sin pensarlo dos veces. Lo vio tambalearse y casi caerse, pero luego se volvió a sujetar y él se movió rápido entre las vigas para llegar a su lado. Sasuke casi se lanzaba al vacío sin darse cuenta, una acción que lo alarmó y lo obligó a jalarlo del brazo para apegarlo a sí mismo.
-Ya pasó todo –le susurró, apegándolo a su cuerpo para abrazarlo-, no es tu culpa.
El juego comenzó a volver a cobrar vida e hizo que Naruto se tambaleara, para evitar que la gravedad les diera la contra, se movió con Sasuke sujetados de la mano. Por suerte llegaron a tiempo a la cabina, y él metió primero al azabache antes de entrar y volver a cerrar la puerta. Sabía que era lo que iba a pasar, aquel trauma que se incorporaba en los novatos y era quien decidía si continuaban o no en el entrenamiento. Sasuke había iniciado con el trauma mucho antes de lo planeado, y Naruto se empezó a preocupar cuando no quiso decir nada.
-Mírame –le susurró, y colocó ambas manos en sus mejillas para levantarle la cara. El azabache levantó los ojos, pero estos no veían nada-, mírame solo a mí y olvida todo. Me salvaste, solo piensa en eso.
Sasuke tembló al tacto, pero no se movió. Naruto temió lo peor, aquel estado que parecía ser vegetal, si no hacía algo rápido de seguro Sasuke haría alguna tontería y temía por su vida. Miró aquellos ojos vacíos, que intentaban mantenerse vivos pero se aguaban con imaginar que algo habían hecho. Algo se estaba llevando el alma de Sasuke y tenía que evitar que se perdiera lo último de él. Buscó algo en su cara, cualquier cosa que fuera a hacer que reaccionara, y se posó en sus labios. Tragó profundamente, repitiéndose a cada rato "Es por su bien".
-Olvídalo todo –volvió a susurrar, y nervioso acortó la distancia hasta desaparecerla.
Sasuke pareció cobrar vida cuando sus labios fueron tocados por los ajenos, y abrió los ojos para toparse con las dos gemas azules de Naruto que intentaban concentrarse en besarlo. Fue un beso largo si es que se lo preguntaban, Naruto se atrevió a mover un poco la parte superior y Sasuke entreabrió los suyos permitiéndole encajar mejor. La noria seguía girando y ellos se encontraban unidos, hasta que Naruto se volvió a alejar y juntó sus frentes. Aunque ambos lo negaran, un pequeño puente de saliva era la prueba de lo que habían hecho.
-Reaccionaste –sonrió, y Sasuke se sonrojó.
-¿Por qué me besaste? –más que todo, ¿Por qué él no hizo algo para evitarlo?
-Estabas en trance, tenía que despertarte de alguna manera antes de que hicieras alguna estupidez como entregarte o suicidarte. No te lo tomes personal, no sabía que más hacer.
Soltó sus mejillas antes de juguetear con su pelo con una mano y volver a sentarse en la banca del frente. La bulla de abajo había vuelto, pero lo importante era saber porque las personas habían desaparecido en un comienzo. Giró la cabeza y levantó ambas piernas para acomodarlas en la silla, y un suave barniz cubrió sus mejillas.
-Pueden bajar –dijo un chico, quien les abrió la cabina para que ambos salieran. Naruto se paró instintivamente al igual que Sasuke, y ambos se chocaron cuando intentaban salir. Sasuke, aun abochornado, le dio el pase al rubio quien no desperdició tiempo y salió antes. Él le siguió por detrás.
Inmediatamente Naruto corrió hasta donde debía estar el cuerpo tirado y Sasuke le siguió. El primero estaba interesado en descubrir quién era, mientras que el segundo parecía más interesado en que nadie supiera que había sido él quien le había cortado el arnés de seguridad. Sin embargo, cuando fueron al punto donde debería estar, no había ni cuerpo ni mancha de sangre.
-Se lo llevaron antes de que bajáramos –rugió Naruto, pisando con fuerza en el suelo-, si no hay manchas significa que lograron salvarlo antes de que muriera, lo que escuchamos de seguro solo fue un sonido grabado.
Los colores se subieron en las mejillas del Uchiha, como si lo que le restaba de vida hubiera vuelto en sí. No había matado a nadie, su conciencia volvía a estar limpia. Pero eso también significaba que Naruto lo había besado sin motivo alguno; le había otorgado sus dos primeros besos al mismo chico rubio ruso.
-¿Te encuentras bien? –preguntó Naruto al verlo tan rojo y tambaleándose. Al igual como dentro de la cabina, juntó sus frentes en un movimiento veloz, y Sasuke cerró los ojos-, creo que tienes un poco de fiebre, mejor te llevo a tu casa.
Casa, Sasuke quería irse a su casa a descansar de aquel día. Naruto avanzó por delante, y él sin darse cuenta buscó su mano para seguirle por detrás, estaba completamente rojo y sudando. Naruto empezó a preocuparse por el Uchiha, algunas personas llegaban a enfermarse por las emociones muy fuertes que presentaban. Sasuke no había matado a nadie, pero por al menos diez minutos él creyó eso. Y luego había perdido todo el sentido de la vida por un momento y él le había besado.
Tocó sus labios con su mano libre y sintió su respiración exhalarse, hace un momento había sido él quien había abierto los labios para tranquilizarlo, y Sasuke no se había retirado. Por un momento, solo por un pequeño momento, su pecho se hizo un revuelto que luego fue aclarado con el deseo de haber hecho algo de acción en un día de diversión.
-Pensé que estaban lejos –dijo Kurama al verlos.
-Vinimos antes aquí, pero como no los encontrábamos subimos a la noria -respondió.
Sai y Gaara vieron como ambos estaban sujetados de las manos y como Sasuke se encontraba totalmente rojo, y ambos empezaron a hacerse una idea de lo que habría pasado. Pero como no hacerlo, si un paseo en la noria por veinte minutos solos ellos dos, en un espacio tan reducido como una cabina, para que terminen bajando sonrojados y agarrados de las manos no daba mucho de que imaginar.
-¿Sasuke está bien? –preguntó Ten Ten al verlo en un estado de paranoia.
-Creo que tiene fiebre –Naruto volvió a coger la mejilla de Sasuke y chocó sus frentes frente al resto, quienes algunos ahogaron un grito de exclamación mientras que otros –Kurama- intentaban no lanzarse en contra de ellos-. Si, está muy caliente –respondió, y Sasuke lo empujó antes de afianzar la fuerza en sus manos sujetadas-, mejor lo llevo a casa.
Kurama rugía en su mente, mientras dejaba que ambos se retiraran. En un momento, Naruto soltó a Sasuke para ir donde él y decirle que le habían robado el celular, por lo que no podría recibir o hacer llamadas, así que no debían intentar llamarlo hasta que se comprara otro. Volvió con Sasuke y desapareció en un dobles del parque, y él giró furioso para la noria.
-Odio este juego –susurró, mientras se subía con Lee.
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-Comprobamos que tiene habilidades –informó el señor-, pudo esquivar al francotirador y ha mejorado en puntería. Sin embargo, si no se encuentra con el zorro no es una persona muy peligrosa.
Deidara abrió un chicle y empezó a masticarlo mientras se soltaba la coleta. Había sido un fracaso el intento de matar a Sasuke Uchiha, tampoco habían podido molestar al rubio como le hubiera gustado, y eso le enfadó aún más.
-¿Ya tiene la locación del lugar donde estudian? –preguntó furioso, y ambos hombres se miraron.
-Sí señor, pero es un lugar inaccesible, se encuentra protegido por los dos sannin restantes.
Deidara abrió los ojos antes de empezar a mensajear a alguien, movía tan rápido sus dedos que los señores delante de él no podían seguirle los movimientos. Frunció el ceño y volvió a escribir algo antes de apagar el celular y sacarle el chip para romperlo y arrojarlo a un tacho de basura cercano.
-¿Es toda la información que pudieron recolectarme? -inquirió.
En su mano derecha tenía el cuchillo que al Uchiha se le había caído en el juego, mientras que en el izquierdo buscaba entre el bolsillo de su pantalón un pequeño revolver. Lo sacó y empezó a contabilizar la cantidad ve balas, y ambos señores empezaron a sudar.
-Podemos conseguir más información, solo denos un poco más de tiempo –intentó excusarse uno, pero Deidara levantó la mano con el que tenía el cuchillo para callarlo.
-No gracias, ya no hay nada que ustedes puedan hacer por mí.
Fueron dos tiros precisos, cada uno directo entre los ojos. Los cuerpos se cayeron mientras Deidara volvía a masticar su chicle. El mensaje ya había sido enviado y dentro de poco tendría un poco más de su arcilla favorita. Caminó hasta el cuarto trasero donde se encontraba el francotirador recostado. No se había hecho daño de muerte, pero tenía una pequeña fractura en el hombro por haber caído a tal altura.
-Un francotirador con el hombro herido no me sirve –comunicó, antes de dispararle al igual que a los otros dos-, así que te doy tu descanso. Puedes morir en paz.
Salió de la casa y saludó a un par de señores que caminaban por ahí. Estaba molesto, pero no por eso significaba que no podía ser respetuoso. El chicle comenzó a perder su sabor para cuando había llegado a la acera, y lo escupió en el suelo antes de insultar la baja calidad y comerse otro.
-Kaboom -susurró.
La casa empezó a explotar y los vidrios saltaban por todas partes. Los dos señores que habían estado caminando dieron un grito cuando algunos cristales saltaron disparados a su piel. Deidara siguió masticando su chicle antes de girar y dispararle a ambos adultos con el arma, gastando sus dos últimas balas.
-El arte es una gran explosión –gimió. Movió un mechón que le tapaba el ojo izquierdo y un aparato hizo presencia, era un amplificador de imagen, pero al mismo tiempo una cámara. Feliz, le tomó una foto a su trabajo antes de colocarse una capucha que él mismo había escondido detrás de las rejas para desaparecer-. Sasuke Uchiha y Naruto Umino, mis dos nuevos juguetes.
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Tengo muchas noticias que dar, así que lean hasta el final.
Primero, esto es más que todo un agradecimiento. Chicos, gracias a ustedes llegamos a los 1k de seguidores *Escupe su café* y me encuentro tan feliz que estoy terminando de escribir un OneShot SongFic de agradecimiento. Ustedes son lo máximo chicos, no sé que sería de mí sin Wattpad.
Segundo, si se habrán dado cuenta, he revivido varias obras. Estoy poniendo las fechas, Misión clase S son los martes y Doble apariencia los miércoles. He pensado también poner fecha a Buscado por amar, para que no tengamos esta incertidumbre de cuando publico y cuando no. ¿Aceptarían los lunes, miércoles y viernes en la mañana? ¿O los martes, jueves y sábados en la mañana? Al final me decidí por un interdiario, ya que la escuela se ha vuelto mucho más pesada y no puedo publicar diario. El manual para enamorar a Itachi-San será publicado los martes, jueves y sábados en la mañana -aunque hoy lo haré en la tarde-, así que dentro de un rato pueden pasarse.
En el caso de Un doncel en el internado, aún no tiene fecha ya que sigo editando los capítulos publicados, y hasta el momento va teniendo un promedio de 80 capítulos. Tal vez llegue a más, por lo que pienso publicarle también interdiario, pero allí ya entra decisión de ustedes.
Tercero, intentaré responder todos los comentarios que hagan, porque hay veces en que me gustaría hacerlo pero me digo "Osh3 thu nuNk4 r3sp0nd35 c0m3Nt4ri05", pero a partir de ahora TODOS sus comentarios serán respondidos, aunque solo sean caritas.
Y por último, para todos aquellos que leyeron "Nunca uses perfume" y me odiaron a muerte, ya voy a empezar a subir su continuación. Es comedia, aunque no me especializo en ella y algo me dice que la cagaré, pero no importa.
Eso fue todo por ahora, creo que iniciaré con un # llamado #PreguntaALaAutora, así que si quieren háganme sus preguntas e intentaré responder lo más sincera posible.
Los leo luego.
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