Jugaba con sus dedos doblando y desdoblando la manga de su abrigo, desviando las pupilas en la ventana, Jungkook pensaba que su hyung se veía hermoso mientras su mente se perdía en quien sabe donde.

El hecho de que el auto se detuviera lo sacó de su burbuja de pensamientos. Miro al menor y este le sonrió con calidez, le acarició leve la mejilla antes de bajar, dio la vuelta por delante listo para abrir la puerta del acompañante, por último, tomo la mano de Yoongi para ayudarle a salir.

Caminaron juntos a la puerta del pequeño restaurante, las mesas del fondo estaban vacías, en específico las que miraban a la ventana, justo como les gustaba. Una vez que tomaron asiento Jeon le hizo una seña al mesero.

―Un ice americano y una leche de banana ―pido, siendo interrumpido por Yoongi.

―Dos leches por favor, la mía de fresa ―cambió el pedido ante un Jungkook sorprendido.

―¿Dejaste el café? ―preguntó anonadado.

―Algo así, es temporal ―murmuró sin hondar demasiado en el tema.

―Hyung ¿Porque estabas llorando?

Jeon tocó el asunto que lo traía preocupado sin rodeos.

―Estoy cansado, ¿Recuerdas a Jimin y Jin? ―el menor asintió ―Los odio.

―¿Que te hicieron? ―el coraje corrió en sus venas.

―Las cosas no están bien...Hace unos meses vine tarde del trabajo, escuché ruidos en la habitación, Jin y Jimin estaban teniendo relaciones.

Respiro un poco antes de continuar con su relato y tomo una servilleta de la mesa, jugando con ella entre sus manos.

―Pensé que era normal, somos una pareja de tres, puede pasar...Pero con el tiempo, ellos me excluyeron ―una nueva lágrima rodo por su sensible piel. ―Primero del sexo, luego de la relación.

El castaño se encontraba absorto en el relato, no pudiendo procesar todo lo que oía.

―Ya no existo, vago por la casa solo, vengo tarde del trabajo para no verlos, y a veces son ellos los que no pisan la casa en todo el día...o la noche ―limpió su pequeña nariz con un pañuelo ―Hacen actividades sin mi, salen, se divierten, incluso duermo en el cuarto de huéspedes que Jin nunca reparó ―dicho esto se sobo la cintura con un pequeño gesto de molestia.

―Yoongi hyung... ―arrastraba cada letra conteniendo la rabia, ―Debiste irte de ahí, no mereces que te traten así.

―¿A donde Ggukie? No tengo trabajo, esa casa es lo único que me queda, y ni siquiera es mía ―suspiro maldiciendo mentalmente su propia vida.

―¿C-Como qué no? ―habló confundido.

―Yo... es que―Min no sabia como decirlo, nunca antes lo hablo con nadie, y ahora estaba nervioso por ello ―Estoy...embarazado.

Ninguno de los dos dijo nada, el mesero trajo sus órdenes y se marchó tan pronto como las dejó sobre la mesa.

―¿Ellos lo saben?

―No, ni quiero que lo sepan ―tomó de su leche de fresa.

―¿Porque no? Alguno de ellos es el padre ―atrapó el cuello de la botellita en su mano, presionando y soltando en un ritmo aleatorio.

―Ninguno de los dos quiere ser padre, es en vano ―ladeo la vista hacia la ventana.

―Hyung...también tengo que decirte algo ―Jungkook tenía un idea descabellada.

―Te escucho ―respondió sin despegar las orbes del paisaje.

―Vine a Seul solo para saber cómo estaba, mi idea es instalarme en Busan, y allí comenzar mi negocio de comidas ―hizo una pausa y puso su mano sobre la suave extremidad del contrario, logrando que volteara a mirarlo. ―Ven a Busan conmigo.

Yoongi abrió los ojos pasmado por la noticia, no esperaba una propuesta como tal.

―Pero Ggukie, no soy yo solo, además nadie me da trabajo por el embarazo ―bajo la mirada y acarició su vientre que asomaba tiernamente.

―¿De cuánto estás? ―Jeon miró con ternura la acción del más bajo.

―Cuatro meses ―sus mejillas tomaron color rojizo.

―Perfecto, podrás ayudarme con el negocio al menos hasta los seis u siete meses, después de eso los cuidaré a ambos hasta que puedas volver a trabajar ―la sonrisa de conejo renació en sus labios rosaceos.

―¿Hablas enserio? Eres muy joven, aún tienes mucho por delante que solo cuidar de un doncel embarazado ―sonrió de lado, cálido por la ternura y a la vez tan dudoso por los miedos.

―Tenemos hyung, tenemos, usted tampoco puede pedirme que acepte dejarlo en medio de una vida miserable, y menos con un bebé en camino ―los nervios se hacían presentes en su semblante.

―Que ni siquiera es tuyo, no tienes porque hacerte cargo ―se mordio el labio inferior dubitativo.

―Lo haré porque quiero y puedo ―se enderezó de su asiento.

Jeon dio pequeños pasos, quedando de rodillas frente al vientre de su mayor.

―Debería darse la oportunidad de ser feliz ―, Miro al mayor y volvió sus ojos al vientre. ―Dile a tu padre que sea feliz, tal vez te escuche más a ti que a mi.

Sonrio evocando ternura, depositando suaves caricias la adorable pancita, accionar que encendió las mejillas de Yoongi, tiñendose de rojo carmín.

Primer capítulo! ¿Creen que Yoongi aceptará la propuesta de JK o le tomará un poco más de tiempo? Espero sus opiniones en los comentarios. Los amorado💜