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Yoongi entro en crisis de llanto sin razón alguna, y es que estaba solo en casa, por lo que nadie era capaz de darse cuenta como los hombres que decían amarlo en realidad lo habían arruinado. Robando cada atisbo de felicidad en su persona.
Entre medio de sus lamentos lastimeros el teléfono brillo, sonando insistente, al principio temió que se tratase de Jimin y Jin, pero, estos nunca notaban su existencia por lo que era un temor poco probable. Las orbes oscuras recuperaron luz tras develar la identidad del remitente.
Se sintió salvado por un breve instante, siendo lo suficientemente fuerte para dejar de sollozar y poder hablar.
―G-Ggukie ―murmuró soltando algunos hipidos.
―¿Hyung? ¿Se encuentra bien? ―respondió del otro lado de la línea.
―N-N...No ―su voz quebró por segunda vez.
Jungkook no sabía que hacer, un nudo se instaló en su garganta y la agitación no se hizo esperar.
―E-Esperame, iré a buscarte, tomamos un café y me cuentas ¿Si hyung? ― suspiró preocupado.
―S-Si, p-por favor ―pidió casi en súplica.
Pocos minutos fueron suficientes para que Jeon tocara el timbre de la enorme casa. Yoongi esperaba sentado en el sillón sobando su vientre, dio un pequeño saltito al oírlo y corrió a su encuentro.
Jungkook aguardaba fuera, impaciente e inquieto, movio un pie cuando vio la puerta abrirse, pero fue retenido por un delgado cuerpo que se aferró al suyo.
Min se sorprendió tras abrazarlo, el cuerpo que recordaba ahora tenía una complexión más fuerte y viril. Levanto la cabeza, con pena, dejando ver sus mejillas enrojecidas, la nariz colorada y los ojos tristes. También vio su rostro, le dejó sin aliento notar como había cambiado, las facciones aniñadas fueron reemplazadas por un atractivo semblante de madurez.
―L-Lo siento ―quizo apartarse del joven, pero este le sujeto la cintura impidiendo que se vaya.
―Me preocupas, volví a Seul solo por ti hyung, no esperaba encontrarte así ―murmuró entristecido.
Sus ojos de cachorro no brillaron, el menor podía sentir el dolor de Yoongi como si fuera propio, y esto dolía demasiado.
―Odio que me veas así ―agacho la mirada, moviendo su dedo índice de forma que dibujaba patrones sin sentido en el pecho del menor.
―Mejor vamos, haré que te distraigas de todo ―sonó más a una promesa que anhelaba cumplir.
Hola a todos! Por fin comencé a hacer realidad algunas de las cosas que quería hacer. Como verán esta historia tendrá capítulos relativamente cortos. Espero que la disfruten tanto como yo eh disfrutado escribiendo💜 los amorado.
Créditos de la portada a Lucilex_69
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