Capitulo 2 : Los Lobos de Busan
Jimin se paseaba de un lado a otro por el local esperando a que Jungkook llegase. Los nervios le carcomían cada centímetro de piel porcelana. En la barra de mármol negro descansaban varios vasos de chupitos ya extinguidos. Jodidamente enfadado, esa era la única expresión que podría definirlo.
En su interior se recordaba que los pactos estaban bien formulados y le beneficiaban tanto a Daegu como a Busan. El territorio que estos les permitía controlar era realmente extenso y una banda pequeña como la suya que basaba sus actos principalmente en el trafico de droga no sobreviviría si el resto de bandas grandes supieran que por culpa de uno de sus chicos los pactos estaban en peligro. Por supuesto tenía mucha gente de su parte , personas dispuestas a defenderlo y a matar por la causa si hiciese falta… pero ellos no mataban por el simple echo de pelear o conseguir inmunidad. Algo grave tenía que suceder para que un lobo usase su arma. Era la filosofía que su padre le había enseñado. La misma que otros miembros recibieron de forma hereditaria. Podían golpear con fuerza sin embargo el asesinato era algo que se les escapaba de las manos. No lograrían ocultar un crimen. Al fin y al cabo eran solo un grano de azúcar en un montón de arena. Tampoco es como si él se viera capaz de matar.
La cago. Uno de los suyos rompió la primera norma. No solo se trataba de uno de sus chicos. Se trataba de Jungkook, su segundo al mando y buen amigo desde que soñaban con heredar el puesto de sus padres al frente de Los Lobos de Busan cuando eran unos niños . Que lejanos estaban ya aquellos días, ahora regalaría su puesto sin pensarlo dos veces.
-¿Jimin por qué cojones tienes que convocarme a esta hora? – la voz de Jungkook llego hasta sus oídos haciéndolo temblar. – Estaba en medio de algo bastante bueno.
Se movió con rapidez. Jungkook poso la mano en su hombro y un segundo después ya lo había estampado contra el suelo con una llave que el mismo sabía que su amigo podría haber evitado si quisiera.
Mantuvo la mano en su cuello. Sin llegar a hacer presión, a modo de aviso. Necesitaba transmitirle su enfado, la seriedad de sus actos.
-¿Agrediste a uno de los miembros de Los Escorpiones de Daegu?
Jungkook frunció el ceño. El chico de ojos felinos lo había delatado… después de que Shark mandara a la mierda cada uno de los tratados y pactos el muy idiota lo delato ante su jefe. Él lo dejo escapar por pena y probablemente fue su mayor error, aun se preguntaba el porque de su repentina piedad tras verlo asustado. Tan tembloroso y perdido, su mirada seguía clavándosele en la mente.
-Oye no es lo que piensas – Jimin suspiro y se aparto de su amigo para dejarlo hablar. Deseaba que Jungkook tuviera una buena escusa. Ni siquiera se trataba de un acto normal en su amigo- Aprovecharon el apagón para venir a Busan , querían robar no se que mierda y repartir algunos encargos.
Jimin asintió. Por supuesto sabía que los escorpiones aprovecharon el apagón para robar y repartir. Todas las bandas asociadas de Daegu lo hicieron. Grandes o pequeñas.
-¿Ese es tu jodido motivo? Ya sabia que vendrían a robar. Si nadie los detuvo fue por algo. No se acercaron a lo nuestro.
Jungkook negó con la cabeza y se levanto rápidamente. Tomo asiento en uno de los taburetes cercanos a la barra.
-No he acabado. Todos sabíamos que vendrían por negocios aprovechando el caos. La cosa es que cuando salí del bar un chico se abalanzó sobre mi siguiendo las ordenes de un hombre que dijo ser conocido como Shark. Me dio su nombre, el de su jefe y el de su banda. Después le encargo al chico que me matara pero estoy bastante seguro de que sabía que ese debilucho no podría matar ni a una mosca. Creo que respondía al apodo de “V” – Jungkook dejo de hablar durante un segundo buscando más detalles en su memoria – El chaval estaba cagado de miedo así que cuando Shark se fue no tuve problema en tumbarlo pero no le hice nada. Ya me conoces. Un par de puños y un aviso es todo lo que se llevo. Salió de nuestro territorio por sus propios pies y con los ojos llenos de lágrimas. Te puedo jurar que ni de eso soy culpable, empezó a llorar y divagar solo.
-¿Shark te dio su nombre, el de su jefe y el de su banda? ¿Quién seria tan estúpido como para hacer eso después de romper un tratado? – Jimin presentía lo que pasaba pero no lo diría en alto. Aun tenía demasiadas cosas en las que pensar antes de sacar conclusiones sin embargo necesitaba la opinión de Jungkook al respecto - ¿Buscaba una guerra entre bandas?
-Es la única explicación. Por otra parte creo que no rompí ninguna regla al defenderme. Si lees el pacto se estipula que las normas podrán revalorarse en caso de que uno de los miembros de la banda contraria acceda al territorio de la otra sin avisar de antemano. Si se cuelan en nuestra zona sin aviso tenemos el poder para defendernos sin que el tratado se vea afectado.
Jimin suspiro en alto, todavía enfadado y nervioso.
- Min me ha enviado una citación reclamando su derecho de venganza. Dice que has herido de gravedad a uno de sus chicos y quiero creer que realmente no lo has hecho. – Jimin poso unas fotografías sobre la barra y Jungkook las tomo rápidamente- ¿Ese es el chico al que le diste el aviso?
-Sí , pero yo no le hice esto – Jungkook observaba las fotos preguntándose como un chico tan débil como “V” pudo sobrevivir a los golpes que se mostraban en las instantáneas . Cortadas, moratones, quemaduras… el hueso de la pierna partido. Definitivamente él no hizo eso. Se dedicaba al papeleo , no era un sicario aun sabiendo como pelear- ¿Estas dudando?
Jimin negó con la cabeza. En realidad no dudaba de Jungkook, cuando vio las imágenes supo que su amigo no había sido el responsable, un así necesitaba saber cual era su versión de los hechos.
-Min Yoongi. Es el nombre del líder de los escorpiones que promete destruirme . Ha citado a los lobos esta noche para llegar a un acuerdo. Si no resolvemos este asunto le declarara la guerra a Busan. ¿Eres consciente de lo que nos harán si creen que por nuestra culpa los acuerdos están rotos?
-Estamos muertos. ¿No es así? – Jimin gruño ante la pregunta de su segundo al mando. – Oye, si me dejas a solas con ese chico puedo sacarle toda la información. Parece peligroso superficialmente pero es un perro callejero abandonado y asustado.
-No vamos a rendirnos sin luchar. No sé cuanto poder puede tener Min… nunca hemos hecho negocios con escorpiones pero estoy seguro de que llegaremos a un trato. No puede ser tan imbécil como para terminar los pactos sin pensárselo bien. – Jimin respiro profundamente llenando de aire sus pulmones – En cuanto a ese V … dudo que te dejen acercarte a él en lo que le reste de vida. Yo tampoco dejaría que el tipo que supuestamente casi mata a uno de mis chicos se le acercase.
Jimin trago con fuerza antes de tomar su teléfono móvil.
-Ayúdame a reunir a los lobos. Quiero la banda al completo, no sé a que nos enfrentamos cuando se trata de escorpiones pero iremos preparados. Que traigan armas o cualquier cosa que sirva para defenderse en caso de que esta noche las cosas se pongan feas. Y que busquen información acerca del modus operandi de Min.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Jungkook cuando fue consciente de la gravedad de la situación. Los pactos estaban a punto de romperse y ellos lo pagarían muy caro si las grandes mafias de Busan lo descubrían.
-Déjamelo a mi. Es mi culpa y me haré responsable de lo que sea.
Jimin negó con la cabeza mostrando su desacuerdo ante las palabras que acababan de salir de la boca del chico.
-No. Tu no has hecho nada. Esta noche intentaré hablar con Min a solas. Con suerte tomara mis palabras como un acto de solarididad con los escorpiones , eso si no me mata en el intento.
-¿Qué le dirás? – Jungkook desprendía preocupación.
-Que su segundo al mando quiere una guerra entre Busan y Daegu así como su puesto. Shark no nos regalo esos datos por estupidez, sabía bien lo que hacía cuando te dio su nombre y el de su líder.
(***)
El viento cálido chocaba contra la piel de los brazos de Jimin y le removía el pelo dándole un aspecto descuidado mientras se colocaba al frente. A solo unos pasos de donde se encontraba , el líder de los escorpiones observando la escena.
La primera diferencia entre las dos bandas era el estilo; los escorpiones lucían tatuajes y cicatrices marcadas a juego con ropajes negros , vaqueros o de cuero rasgados. Mientras, por otro lado , los lobos portaban un estilo más trabajado, casi de lujo en comparación con el de los contrarios.
Sus ropas eran elegantes, coloridas y de marcas conocidas. En sus cuellos brillaban cadenas de oro con la forma de un lobo aullando. Señal de identidad no tan llamativa como la de los chicos de Min Yoongi que habían sido marcados con hierro hirviente en la piel.
Le dio a entender a la banda de Park que aun teniendo un territorio menor al de Min probablemente manejaban mucho más dinero. Eso sumaba puntos. “Quizás todo se solucione con una compensación económica “ – pensó.
Durante el primer instante los ojos de Yoongi recorrieron cada centímetro visible de Jimin logrando un escalofrío en el líder de los lobos. En otra situación ninguno de los dos hubiera ocultado la atracción palpable entre ambos pero al igual que la atracción la tensión cubría el ambiente.
-¿Vas a entregarme a tu chico o alargaras el proceso? Si eres un buen líder sabrás que existen ciertos acuerdos que no deben romperse cuando te benefician. A estas alturas las grandes mafias de Busan ya deben tener un ojo sobre ti. Permite que tome mi venganza y me olvidare del pacto que habéis roto.
Jimin negó atreviéndose a caminar con una sonrisa egocéntrica que nada tenía que ver con el nerviosismo real de su cuerpo. Dio una lenta vuelta alrededor de Yoongi con los brazos cruzados memorizando todo lo que le gustaba.. Labios carnosos, mirada intimidante, manos grandes con venas las venas marcadas, dedos largos, brazos tatuados casi en la totalidad, buen culo… definitivamente se sentía imantado hacía el peligro que desprendía.
Las fantasías empezaban a volar en su cabeza, pensar en el varonil jefe de Los escorpiones de Daegu siendo dominado por él. Joder. La sola idea lo ponía del todo duro.
-No te entregaré a Jungkook porque él se limito a avisar a tu perro acerca de que no debía entrar en nuestro territorio – ni siquiera entendía como podía estar hablándole así. Cuando miraba a Yoongi sentía la obligación de definir su papel como dominante . Eso logro que Min se encogiera con la sensación de necesidad quemando sus entrañas – Mi chico dejo ir al tuyo casi ileso. Deberías elegir mejor a las personas que tienes en tu circulo de confianza. Shark llego a nuestro territorio, dio su nombre, el tuyo, el de su banda… e incluso alardeo de su intención de matar a Jungkook. El pacto entre Daegu y Busan establece…
-Que en el momento en que una banda entra en el territorio de otra sin avisar o pedir permiso estos estarán rompiendo las normas y por lo tanto la banda contraria podrá tomar las medidas que crea adecuadas. – Yoongi trago con fuerza y dio un paso hacía atrás intentando librarse del fuerte perfume a menta que desprendía el líder de los lobos – Conozco los tratados pero no dejaré que esto quede así. Incluso si Shark entro en vuestro territorio sin avisar la sanción que…
-No hubo sanción por parte de mi segundo. Si buscas al culpable estas en el sitio equivocado. Intenta interrogar a tu chico. – de nuevo ese tono de confianza y seguridad. Incluso los lobos se mostraban impresionados ante su actuación - ¡Exijo ver al chico!
-¡Tu no puedes exigir nada! Antes de que acabe esta semana tendrás una bala en la cabeza y la guerra se desatara entre Daegu y Busan – era Shark el que hablaba ahora.
Yoongi simulaba perdido. Los sentimientos de atracción y deseo lo estaban atontando. Ni siquiera se mostró como un líder, se volvió sumiso ante Park Jimin casi en el instante en que la voz ronca y dura salió de la boca del muchacho.
-Taehyung, muéstrale tus heridas – ahora la voz de Yoongi sonaba como la de un jefe exigiendo algo a su empleado. Baja. Sin gritar. Pero con un tono que podría asustar a cualquiera.
Al menos cinco hombres se rompieron la fila que habían formado tras Min revelando a un demacrado chico que luchaba por sostenerse sobre las muletas con los brazos repletos de quemaduras de cigarro.
Jungkook se estremeció cuando sus ojos se encontraron con los de V. Todo lo que le trasmitía era pánico, dolor y la incesante pedida de ayuda. Le dio miedo el repentino pensamiento que atravesó su cabeza, de repente deseaba estrangular al culpable de que un chico débil e inocente hubiera recibido tal paliza solo por no lograr matarlo. Estaba seguro de que ese era el motivo del castigo que V recibió. No cumplió las ordenes de Shark. El chico de mirada felina no logro reunir el valor para intentar matarlo. Era puro, precioso y ahora sus ojos estaban envueltos en un rojo hiriente.
-Tae, dime la verdad – la voz de Yoongi ahora era mucho más fraternal – Sabes que puedes confiar en mi.
El chico se removió asustado gimiendo de dolor por sus propios movimientos. Una vez más Jungkook noto la presión en el pecho que la noche anterior le hizo abandonar la idea de darle una paliza a “V”. El dolor. Cuando el muchacho se estremecía de dolor no lo soportaba. Sus ojos eran como una película que mostraba todo lo que se le pasaba por la cabeza. No podía dejar de mirarlos.
-¡Este inútil ni siquiera sabe hablar! – Shark pateo la muleta de “V” haciéndolo caer y ganándose un puñetazo por parte de Yoongi.
-¡No toques a mis chicos sin mi permiso! – de nuevo esa voz de líder que logro estremecer a Jimin.
Contemplo absorto como Min ayudaba al muchacho herido. Algunas heridas antes taponadas con gasas se habían abierto con su caída y la sangre brotaba.- De echo no te atrevas a ponerles una mano encima nunca Shark.
La escena se había vuelto del todo confusa. Cualquiera podría ver lo poco unidos que los escorpiones estaban pues algunos animaban a Shark y los otros a Min.
-Quiero que me des lo que pido – Yoongi camino rápidamente hacía Jimin y choco su frente con la del chico. Este no callo ni se desequilibro. Empujo al igual que su contrario. Frente contra frente. Mirada contra mirada.
-En otra circunstancia te lo daría con gusto Min pero Jungkook no ha hecho nada. – Yoongi se aparto y esta vez consiguió que Jimin se desequilibrase.
Hizo un par de señas a sus hombres y estos alzaron sus armas apuntando a Jungkook. En ese momento Jimin no supo como solucionar lo que estaba pasando.
-Tu decides Park. Tortura o muerte. ¿Vas a dejar morir a tu chico por orgullo?
-Si tus hombres disparan empezaras una guerra que no puedes ganar.
Yoongi ni siquiera lo miro. Estaba perdido en la furia del momento. Taehyung no era solo uno de sus chicos. Era su hermano incluso si este no lo sabía.
El hijo que su padre tubo con una prostituta y que Min Yoongi siempre protegió desde la sombra. Su hermanastro. Y la única familia que le quedaba.
-¡¿No vas a decir nada?! – Jungkook grito sin apartar la mirada de Taehyung - ¡Te perdone la vida y ahora harás que me maten por ello!
Cuando “V” escucho esa voz no pudo controlarse. Tembló mientras intentaba caminar hacía él. Jungkook lo miraba con intensidad , el corazón latiendo con fuerza en el pecho de ambos cuando Taehyung se posiciono en frente de él dándole la espalda.
-Fue Shark – su voz sonaba tan débil que el solo escucharlo quebró algo dentro del alma de Kook.- Él rompio los acuerdos y me torturo.
Entonces todo se convirtió en un caos. Los escorpiones comenzaron un tiroteo entre ellos. “V” cayo por el cansancio, Jungkook trato de tirar de él para sacarlo de la zona peligrosa y los lideres de ambas bandas se sumieron en la oscuridad de las sombras de Busan.
Yoongi con una bala incrustada en la pierna. Jimin preguntándose porque ayudaba al enemigo y tironeando del brazo de este cada vez que miraba hacía atrás.
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