Capitulo 1 : "He, Taehyung"
Taehyung estará caracterizado de una forma concreta en esta fic. Sus ojos serán de un tono cercano al amarillo y su pelo rojo. He editado esta foto para que os hagáis una idea.
Capitulo 1 : He, Taehyung
“I've watched my mother cry, watched my father slowly die.
God if you're looking for something to do I'm praying” Boy Epic
Oscuridad era lo único que se percibía en las calles de Busan. Un apagón en la ciudad había causado una de las mayores conmociones sociales en los últimos años.
Manadas de gente se agolpaban en las calles con el afán de colarse en las tiendas. Los escaparates rompiéndose sonaban en los oídos de Jungkook a medida que este avanzaba. Una buena noche en el club de su jefe se había tornado del todo violenta. Él estaba acostumbrado a la delincuencia, a las peleas de bandas, a robar lo que necesitaba y no podía tener. Sin embargo literalmente no vio venir el fuerte golpe que recibió en el costado.
Cuando se giro con la respiración agitada solo encontró la luz de una linterna iluminándolo y a dos chicos. Se centro en uno de ellos. Cabello rojo brillante , ojos de felino… su ropa llamaba la atención por el colorido y en su mano portaba una porra de madera que apoyaba sobre su cadera con pose confiada , probablemente eso era con lo que lo había atacado.
Jungkook supo en ese instante que aquel chico hubiera llamado la atención de cualquiera, fuese hombre o mujer. Interesado en asuntos del placer o no. Por curiosidad o miedo. Simplemente transmitía peligro. Sus ojos te hacían saber que nada bueno ocurriría.
-¿Las bandas de Busan están repletas de homosexuales? - el otro chico hablo captando ahora toda su atención. Este era alto y grueso de musculatura. A diferencia del de mirada felina demostraba con facilidad la violencia que le recorría el cuerpo, sin darte lugar a dudas o curiosidad – Recuerda mi nombre cuando tu líder busque venganza. Soy Shark de Daegu. De la banda de Min Yoongi.
Jungkook tomo un postura recta disimulando el dolor de su costado. No pudo evitar notar el error de principiante del hombre. Regla número uno : jamás le des tu nombre , confianza o culo al enemigo.
-Estáis en territorio de lobos – los nombres de las bandas eran un simple aviso de con quien te estabas metiendo. Grupos como los lobos o los buitres de Busan destacaban por su control casi absoluto de los barrios pobres. No era extraño verlos con sus cazadoras de cuero , sus pantalones rasgados, mostrando sus tatuajes simbólicos en forma de lobo cada vez que salían en puñados a alguna fiesta, igual de frecuente era verlos traficando con droga o ayudando a la gente del lugar que les era favorable. La historia era distinta si te movías hacía el centro de la ciudad. Allí las bandas eran más grandes y estaban mejor organizadas. Ellos eran la montaña de arena y las mafias del centro eran la pirámide egipcia – Si me hacéis algo empezareis una guerra entre Busan y Daegu. Romperéis los tratos que llevamos cumpliendo desde hace casi siete años.
-Los pactos están rotos. – el chico de mirada felina hablo mirando directamente a Jungkook – Ya no nos interesa la paz con Daegu. Pueded decírselo a tus compañeros.
-¿Qué es lo que ha sucedido? ¿Por qué romperíais los tratos de una manera tan absurda como esta? – Jungkook estaba confundido. Él no era del tipo violento, más bien actuaba cuando se necesitaba extorsionar o convencer a alguien pero no le importaba romper huesos cuando la situación lo reclamaba. Era el segundo de su líder, no precisamente por la fuerza , la cual tenía, sino por la inteligencia.
Conocía cada uno de los tratos que los anteriores miembros de Los Lobos realizaron. Revisaba cada oferta, documento, trato, venda o intercambio. Conocía a todas y cada una de las personas de su zona. El peso pesado de los lobos en el trabajo que conllevaba estrategia.
-Ni una palabra Tae – el hombre grueso se dirigió al chico con mirada felina y este solo sonrió cediéndole el control de la situación. Dio un paso atrás casi con respeto hacía Shark , quizás miedo. Kook no podría definirlo con exactitud- Él cumple ordenes no las explica. Si quieres hablar con alguien dirígete a mi.
-Bien. Escúchame un segundo – sonidos de alarmas bañaban el lugar mientras hablaban - ¿Qué jodido burro tenéis como jefe y porque cometería la gilipollez de romper los pactos? Las bandas de Busan y Daegu llevan mucho tiempo colaborado. Nuestro territorio es mucho mayor así.
El hombre dejo escapar una sonara carcajada mientras pasaba una mano por su enceitado pelo.
-Min no ha roto los pactos pero yo lo haré. No quiero hacer negocios con homosexuales. Sois anormales. Alejados de la creación de Dios. Absurdas aberraciones. Aunque ese no es el problema principal.
¿De veras ese idiota iba a romper todos los tratos solo porque lo vio saliendo de un club de índole LGTB? Podría haber ido allí sin ser gay. Incluso si no era su caso aun podría haber ido allí y no formar parte de una banda.
-No esperaba encontrarme un lobo perdido si es lo que estas preguntándote. Pero estoy seguro de que Min agradecerá mis actos. – Shark saco una cajetilla de su bolsillo y encendiendo un cigarro comenzó a caminar – Encárgate de él V. No quiero encontrar ni sus huesos, sería un problema que sus lideres y otras bandas de Busan noten que hemos roto los pactos. Haz bien el trabajo o de lo contrario sabes quien sufrirá las consecuencias.
V alzo la porra dispuesto a darle al chico directamente en el cuello o la cabeza. Era un novato. A pesar de lo que su actuación mostrara estaba muerto de miedo. No le gustaba la violencia, tampoco el echo de atacar a alguien por su orientación sexual pero las bandas daban dinero fácil y Yoongi le había prometido mantenerlo al margen del trabajo de calle. Algo que se torno diferente cuando el apagón de Busan atrajo la mirada de este. Se supone que solo robarían algunos materiales pero Shark siempre tenía planes distintos a los del líder. De alguna forma estaba obligado a seguirlo en cada una de sus andanzas pues su familia le debía dinero con intereses. En cantidades realmente peligrosas. Así que ahí estaba, actuando como si supiera que hacer pero con el pánico desplazándose por cada vaso sanguíneo de su cuerpo.
Jungkook se aparto notando el movimiento de duda del chico al que el hombre había llamado V . Esquivo sin problemas el golpe y se coloco a espaldas de su oponente. Logro sin casi esfuerzo hacerse con sus brazos, tiro de ellos hacía atrás tensandolos y clavo su rodilla en la parte baja de su columna.
-Ahora no pareces tan peligroso – V se removió bajo su toque. Incomodo por el reciente bochorno – ¿Ni siquiera vas a intentar defenderte?
Ojala supiera como. Nadie le enseño a luchar. Sabía un par de cosas acerca de peleas callejeras, de pequeño lograba defenderse a duras penas ante los chicos que se metían con el por reciclar las camisetas de su hermana.
Solía pintarrajearlas de negro o rojo para que pareciesen más masculinas pero eso nunca funcionaba. En el instituto cambio la técnica, empezó a robar en pequeños comercios y aprendió a forzar las taquillas de los gimnasios. Hacía mucho que el padre de Shark les dio un préstamo para salvar la chabola que tenían por casa a sus padres, cada día que pasa la deuda sube a pasos agigantados. Por eso es su saco de boxeo personal, Shark hijo puede pegarle cuantas veces le apetezca, insultarlo, humillarlo… y el jamás se quejara. Por suerte este evita hacerlo delante de Yoongi, por norma general su líder busca hermandad entre las partes formantes de su banda.
-Oye yo… soy un novato. Si no hago lo que Shark me ha encomendado me destrozara.
-¿Por qué tendría que importarme esa mierda? – Jungkook se movió rápido. Pateo la espalda del muchacho haciéndolo chocar contra la pared y rebotar al instante para a continuación caer al suelo de cara.
Escucho un pequeño gemido de dolor y tubo que evitar reír. Hace unos minutos V parecía realmente seguro de si mismo pero ahora observaba a un perro callejero abandonado y totalmente asustado.
Jungkook se agacho posando el peso sobre sus rodillas y llevo la mano a la barbilla del chico. Escupió. Le escupió en la cara y la expresión del muchacho lo conmovió por unos instantes.
Sus labios tan rojos como la sangre estaban rotos de heridas anteriores a la pelea. Se fijo en el camino de moratones que desde su cuello llevaba al interior de la camiseta.
Probablemente estaba machacando al conejillo de indias de Min. Tan demacrado y débil que ni siquiera tenía que esforzarse en dañarlo. El muchacho simulaba ser de cristal. Brillante pero astillado. Cortante aun así.
-¿Qué has hecho para que Min y Shark te usen de escudo? - una sonrisa se instalo su cara de forma burlona incluso sabiendo que estaba frente a un peón. Él jamás entendería la debilidad de aquellos que piden favores a las mafias en lugar de solucionar la vida por ellos mismos. Probablemente V nunca conoció el trabajo. ¿Cuan fácil era pedir dinero y desentenderse?
-No soy un escudo – V se levanto rápidamente. Sus manos temblaban y miraba atento al chico que Shark le había obligado matar. – Soy uno de los chicos de Min Yoongi.
-Eres más penoso de lo que pensaba. Alguien como tu solo es usado para dos cosas: para tratar de apartar la atención de lo importante o para unos cuantos favores sexuales. Aunque a juzgar por lo rápido que te rindes apuesto a que lo han intentado y se han aburrido.
Taehyung trago con fuerza. En su cabeza los recuerdos de varios hombres intentando propasarse con él solo como diversión. Ofreciéndole dinero. Y la rápida actuación de Yoongi prácticamente salvándolo de la tentación de aceptar el trato. Una pena que fuesen miles las veces en las que Min llego demasiado tarde.
-Puede que tengas razón – soltó la porra que aun mantenía sujeta en su mano. De repente la madera le quemaba en la piel – Ni siquiera puedo dar un golpe sin que la conciencia me ataque. Odio la violencia y ese es mi mayor defecto.
Jungkook suspiro frustrado. No entendía el motivo de su pena por el chico de ojos felinos. Quizás era precisamente eso. La forma en la que lo miraba. Sin esconder nada. Sus ojos dejaban brotar cada muestra de agobio, dolor y miedo.
-Dile a Min que la batalla entre los lobos y los escorpiones empezara si vuelve a romper una sola de las pautas del pacto.
V asintió sin decir nada. Solo su mirada alerto al contrario, pánico era lo que percibía de una manera que lo impresionaba. Esos ojos. Daba la sensación de que estabas viendo su alma y tubo que respirar ante el golpeteo de su corazón en el pecho.
(***)
Taehyung no era una persona especialmente lista en lo académico. Dejo el instituto pronto para empezar a ayudar en casa. Tampoco era una persona con grandes dotes pero era fuerte en lo que a mente se refiere.
Quizás su único talento, podía aguantar miles de cosas y deshincharse antes de explotar.
También lograba soportar gran cantidad de golpes sin caer rendido. Su vida había sido un entrenamiento constante en ese aspecto. Su padre lo golpeaba, sus compañeros de clase lo golpeaban y ahora Shark también lo hacía. Si te fijases en sus manos podrías ver corte sobre corte, heridas antiguas sin sanar porque antes de que cicatrizasen una nueva las agrandaba. Precisamente su cuerpo era un buen ejemplo de como transcurrían sus días . A trompicones. Lastimándose antes de lograr olvidar el dolor de la anterior caída.
-¡Eres un jodido inútil! Esa es la única razón por la que tus padres no intentaron pararte cuando te uniste a los escorpiones . Estaban seguros de que acabarías muerto. – de la boca de Taehyung se escapaba una asquerosa mezcla de saliva y sangre. Su pecho comenzaba a doler con cada roce de aire, de oxigeno, de vida. Sus sabios partidos sabían a sudor y metal. Atado a una silla soportaba cada uno de los golpes que el hombre le propinaba mientras sus músculos se tensaban. Su espalda desnuda estaba en contacto con la madera astillada del asiento , lo cual ya ni siquiera notaba – Creo que necesitas otro recordatorio novato. Es una pena que tu padre haya muerto antes que tu. El pobre hombre no duro lo suficiente como para ver tu cabeza agujereada.
Se movió inquieto sin lograr soltar las ataduras de las cuerdas que lo mantenían preso. Sabía lo que venía. Sus ojos observaban el hierro que había sido calentado al punto de volverse rojo. Shark lo marcaría. Una vez más. Se supone que un escorpión solo recibe la marca como una de las pruebas de iniciación. La cicatriz en forma de escorpión es un honor pero no hay nadie que la duplique. Es una locura. Quizás alguno de los locos creyentes lo haya echo justo antes de retirarse pero en general es un echo poco común.
-Esta marca es especial V – la sonrisa del hombre provocaba en él arcadas. Sentía que empezaba a sudar y pronto terminaría por desfallecer. Llevaban al menos una hora golpeándolo, su vista ya se hallaba borrosa cuando el metal toco la piel de su pecho haciéndolo gritar, revolverse.
-Ahora ya no solo perteneces a los escorpiones. – el hombre seguía hablando pero V ya casi no distinguía lo real de lo irreal. Se hallaba en un punto donde la línea de las alucinaciones esta cercana a la cordura. Donde volverse loco arranca el dolor de cuajo. – Es una pena que mis iniciales estén en tu pecho, con gusto te hubiera quemado la frente si eso no significara tener que soportar a Yoongi y esos malditos deseos de que sus chicos sean tratados como príncipes. Tu no eres ningún príncipe ¿cierto? – Shark poso la mano en la quemadura en forma de “S” sobre el pecho de Taehyung y rasguño con las uñas causándole al chico una nueva oleada de dolor – Desde luego que no tienes nada de príncipe. Tu familia prácticamente suplico piedad para conservar esa chabola de ladrillo y cartón que tenéis por casa. Las ratas como tu estáis acostumbradas a la basura. Os gusta el hedor a mierda. Sucios bastardos. Eres el fruto de una puta y eso ya es motivo suficiente para que te sientas inferior.
Shark levanto una de las piernas de Taehyung y la coloco sobre otra silla manteniéndola estirada. El chico ni siquiera se resistió. El dolor cubría ya prácticamente todo su torso.
-Esto es solo un aviso V. Cuando te ordeno que hagas algo debes acabar el trabajo o morir.
Shark se puso de pie sobre la pierna de V y salto con fuerza sobre ella partiéndole el hueso de la tibia casi al instante.
Un nuevo grito resonó en el lugar antes de que una sonrisa malévola se entendiera por su cara. El pecho de Taehyung subía y bajaba con fuerza mientras un cumulo de lagrimas se apoderaba de sus ojos.
-Llamaré a Min. Necesita saber que ese chico de los lobos te ha dejado al borde de la muerte. Ese idiota ama a sus chicos. No dudara en desatar una guerra y cuando fracase podré quedarme con el liderazgo de los escorpiones . Volveremos a ser los que fuimos. La gente no se atreverá a mirarnos a la cara o dirigirse a nosotros. Al final me resultara beneficiosa tu inutilidad.Confío en que afirmaras que todo lo que digo es cierto aun si no lo es.
V dejo caer la cabeza hacía atrás. Su cuerpo había empezado a temblar de frío incluso con la fiebre esparciéndose en su interior. Mantuvo los ojos abiertos. Consciente. Luchando por demostrar que no es débil.
La guerra entre lobos y escorpiones empezaría pronto. Todo por su culpa.
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