El pálido pelinegro terminaba de poner un par de cosas en sus bolsos, ya sea comida y bebidas o ropa, cosas de supervivencia además de la obvia carpa que debía llevar para pasar la noche.

—¿Listo, hyung? —Pregunta HoSeok ingresando a la cocina. Min asiente y toman todos los bolsos, pasando por la sala, hasta subirlos en el auto que le habían pedido prestado a la señora Min quien los veía empacar desde la entrada de la casa con brazos cruzados.

—Gracias por prestarnos el coche, mamá. —Agradece el vampir, siendo cosa que no siempre hace.

—Cuando quieras. —Saluda al verlos subir. YoonGi arrancó el vehículo y luego de despedirse, fueron a la dirección que HoSeok le dictaba donde vivía JungKook entonces. Llegaron, su amigo bajó y buscó al niño, subiendo sus cosas al auto luego de despedirse de sus padres.

—Hola hyungs. —Saluda el pelirrojo desde el asiento trasero con una sonrisa decorando su rostro.

—Hola Kook, ¿listo para la aventura? —Jung y Jeon se mantuvieron hablando entre ellos todo el camino. El pelinegro casi no tuvo que aportar ningún comentario en la conversación y así estaba bien. Se encontraba más entretenido buscando un lugar para estacionar y que ninguno de los dos viera el callejón donde se metería para buscar a Jimin en el pub.

—Ya vuelvo. —Avisa bajando del auto y teniendo que caminar una cuadra lejos para meterse donde vivía Park. Tocó la puerta, siendo abierta por una bonita y joven muchacha que ya había visto con anterioridad.

—YoonGi, qué hermosa sorpresa, —habla de manera coqueta con una sonrisa, —¿qué se te podría ofrecer?

—Hola YeRim, si es muy amable de tu parte, vine por Jimin. —La muchacha asintió de forma obvia, pegando un grito para que el nombrado se acercara.

—Ojalá verlo más seguido.

—Agradezco tu ayuda, linda. —Le sonríe guiñándole un ojo. Cuando Park apareció, la muchacha se fue por su propio camino de vuelta al interior.

—¿Qué haces aquí, YoonGi?

—Vine a buscarte, ¿qué más? —Ahora mismo el mayor no se mostraba sonriente, no olvidaría lo que el idiota vampiro le había dicho hace un día, pero habían quedado en ir a acampar y aún así lo obligaría. —Todos te están esperando para ir a acampar.

—Pero-

—No es pregunta, es lo menos que puedes hacer. —Jimin se sintió atacado por aquellos segundos, asintió con la mirada gacha y fue por sus cosas de manera improvisada. Tenía el día libre en su trabajo por lo que su jefe NamJoon no le diría nada. Ambos volvieron al vehículo donde JungKook y HoSeok los esperaban.

—¡Por fin! Ahora vamos a la mejor parte. —El peli-verde puso la radio a un volumen alto con canciones que podían ir pidiendo entre todos. YoonGi conducía mayormente en silencio pero los demás parecían pasarlo bien. En una hora llegaron al bonito bosque fuera de la ciudad donde solían ir a acampar los dos mejores amigos cada vez que querían.

Era un lugar poco recurrido por las personas pero legalmente permitido, varios de los que trabajaban allí ya los conocían por su recurrencia desde hace un par de años juntos. Pasaron unos minutos conduciendo entre los árboles hasta llegar al sitio perfecto de siempre, se notaba la recurrencia por las piedras apiladas al rededor de un par de ramas quemadas y troncos puestos de forma en la que pudieran sentarse.

Jimin pensó que todo eso se veía bastante solitario, si bien se había traído unas reservas de sangre no eran muchas ya que si dejaba pasarlas demasiado tiempo fuera del frío, comenzaría a dar mal olor y saber mal.

—Vamos, hay que armar las carpas antes del anochecer. —Sisea Min, saliendo de auto con los otros tres con sus mochilas. —¿Quiénes trajeron carpa? —Cuando el único en levantar la mano fue HoSeok, soltó un suspiro. —Bien supongo que-

—¿JungKook, la compartes conmigo? —Se adelantó el peli-verde obteniendo un rápido asentimiento. El pelinegro mayor quería matar a su mejor amigo en ese momento, quería compartir carpa con él porque realmente no deseaba estar al lado de Park en esos momentos pero al parecer al muy idiota no le había importado.

La parejita de vampiros armaron la carpa en silencio total a no ser de algo en lo que deberían ayudarse. Muy contrario a la parejita de los otros dos habladores, quienes se ayudaban con confianza y bromeaban un rato. Como HoSeok y YoonGi tenían buena experiencia en eso pudieron terminar de armar las tiendas en pocos minutos, dejando a los otros dos invitados un poco sorprendidos. Pero sin más, se dispusieron a desempacar de sus bolsos las cosas que habían traído y ubicarlas donde correspondían.

Jimin ingresó por unos momentos a la carpa en soledad, no queriendo ser interrumpido por unos minutos, y sacó de su mochila una bolsita con sangre la cual ya comenzaba a verse fea por lo que la absorbió de una pasada, eso debía durarle para unas cuantas horas pero no tenía idea de cómo conseguiría para el anochecer o incluso al otro día, ¿debería pedirle ayuda a YoonGi para ello? Por ahora se quedaría callado.

—Antes de que comience a anochecer, iremos en busca de ramas para encender la fogata.

—¿Hacen todo a la antigua? —Pregunta Kook, colocándose su abrigo, hacía un poco frío en aquella zona y más al aire libre.

—Algo así, el fuego lo prendemos con una hoja y un encendedor, es sólo para mantenernos abrigados ya que en la noche sí hace bastante frío. —Asintieron mientras tomaban asiento en aquellos troncos y Jung traía un parlante de el interior de su tienda poniendo temas al azar. Bromeaban juntos y compartieron un par de snacks que habían llevado. Jugaron muchos juegos que eran mejor en grupo allí en medio del bosque, incluso algunos terminaban en prosecuciones y se perdían entre los árboles, aunque por suerte siempre sabían cómo volver a su pequeño campamento.

Cuando el sol comenzó a esconderse en el horizonte, todos supieron que era hora de poner luz antes de quedarse a oscuras. Por lo que con las linternas de sus celulares comenzaron a buscar pequeñas ramas que pudieran utilizarse como leña para la fogata.

Jimin iba desconcentrado en su camino, apenas con pocas ramas en sus brazos y agachandose a recoger otras de vez en cuando.

Tenía hambre, bastante.

No entendía cómo YoonGi parecía tan despreocupado de eso, ¿cómo se alimentaba? Parecía tan feliz divirtiéndose con el resto, y aunque él también se divertía, la preocupación seguía latente.

—Pareces demasiado tenso, Jimin, desde hace mucho rato. —La voz grave que tanto conocía se hizo presente a sus espaldas, obligándolo a voltear y ver al dueño de aquella de igual forma con pedazos de madera en sus manos y una leve sonrisa inclinada, viéndolo fijamente.

—Me falta comida, hyung. —Mustia con la mirada baja. Aún no se dignaría a verlo hasta poder disculparse adecuadamente con el mayor luego de lo que le había tirado sin filtro alguno.

—Acompáñame, no será tu mejor festín pero sí suficiente. —El mayor fue por delante de Park, pasando entre los árboles sin preocupación por más que ya literalmente el sol se estaba escondiendo y el cielo se encontraba azulado. Caminaron pocos metros hasta que YoonGi dejó las ramas en el suelo y estiró un poco sus músculos.

—¿Qué hará? —El contrario hizo una señal en que hiciera silencio total y entonces pudo ver delante de él, había un animal, para ser más específicos un venado en el medio del bosque. No tenía idea de que habían animales allí, debió suponerlo, pero sintió un poco de asco.

Jimin nunca bebía sangre de los animales, siempre estaban los humanos o la sangre que le daba NamJoon de su anterior hospital. Sonaba un poco exigente pero en esos momentos no mataría a JungKook o a HoSeok por un poco de sangre.

Vio cómo el pelinegro se escabullía entre las plantas y árboles dispuesto a atacar, desde su posición no podía verlo bien pero apostaba que sus colmillos estaban listos para desgarrar su cuello y sus ojos rojos con tal de hacer aparecer sus poderes. Claro, como el de velocidad, y aquel usó para finalmente atacar a ese animal. El menor solo pudo ver sangre en menos de un segundo y a Min volteándose para verlo.

—No está tan mal, —sonríe pasando su lengua por sus labios, —vamos, ven y no eches a perderlo.

—Tienes un poco en... —intenta señalar sus mejillas, porque realmente había salpicado en casi todo su rostro y su ropa.

—No te preocupes y come, no dejaré que mates a mis amigos, o bueno, por lo menos no a HoSeok. —Jimin ríe negando y se agacha para tomar un poco de sangre. Era cierto que no era lo mismo que una persona, pero habían animales que sabían asqueroso asique no se quejó y sólo comió dispuesto a durar. —Mañana no nos iremos tan tarde para poder llegar a la ciudad y comer, ¿tienes mucha hambre al despertar? No quiero matar a otro pobre venado.

—No realmente, puedo aguantar. —Min asintió y se limpió con su campera para hacerla bollo y que no se vieran las manchas de sangre.

—Bien, vamos. —Se dio la vuelta tomando las ramas del suelo y volviendo por donde habían llegado hace pocos minutos.

—Espera, —Park lo detuvo en un instante, —hyung, quería disculparme. —Al oír aquellas palabras el pelinegro se volteó para observarlo. —Lamento lo que le dije el otro día, no pensé bien lo que dije ya que me encontraba bastante sorprendido de que usted sea un vampiro también. Incluso sé que no se merecía todo eso después de que me haya ayudado tanto a mí y yo ni siquiera se lo devolví ni una vez, por eso yo- sí, lo siento. —Suelta, tratando de ser lo más sincero posible.

—Sí fuiste bastante hijo de puta el otro día, pero estas perdonado, no podría odiarte aunque lo quisiera.

—Entonces, ¿estamos bien? —Al recibir un asentimiento, Jimin sonrió y ambos pudieron volver al campamento luego de aquella breve conversación. Al llegar, HoSeok y JungKook los esperaban ya con la fogata encendida.

—Creímos que se habían perdido. —Dejaron la leña, permitiéndole a Jung que hiciera el trabajo de ir midiendo cuánta madera ponerle al fuego.

Estuvieron entretenidos unos minutos más hasta que los dos humanos de allí decidieron comer, Jimin y YoonGi se excusaron conque ya habían comido con anterioridad y no tenían hambre, por suerte, les creyeron, y no mentían en realidad.

La noche era muy oscura, sus conversaciones se basaron en anécdotas y una que otra historia de terror que no lograba asustarlos. A la hora de dormir tuvieron que turnarse todos en que uno de los integrantes se metiera a la tienda, se cambiara y saliera. Cuando estuvieron listos, se desearon buenas noches y entre parejas se acostaron en sus respectivas bolsas de dormir, aquello sí habían traído individualmente.

—Jimin, —murmuró el mayor en la completa oscuridad y silencio recibiendo un breve "mh" del contrario como respuesta, —¿Cuánto tiempo crees que te falta para poder irte de ese pub?

—Uh, ¿a los dieciocho? Supongo que esa es la edad legal en la que puedo salir y comprarme un departamento, además de encontrar un trabajo de medio tiempo con facilidad. El dinero que tengo es justo por ahora, supongo que con él duraría un mes por lo mucho, cuando cumpla los dieciocho sé que tendré lo suficiente para sobrevivir un tiempo sin trabajo, pero debería conseguir uno rápido.

—¿Sabes? Podrías ir a la cafetería en la que voy siempre, no tengo mucha influencia allí pero me conocen bastante, podría recomendarte. —El pelinegro escuchó una leve risa en la oscuridad que lo hizo formar una sonrisa.

—No entiendo porqué haces tantas cosas por mí.

—Además de que me gustas, es obvio que quiero que tengas un mejor trabajo que al que te dedicas, tienes sólo diecisiete años, apenas cumplidos.

—Gracias, hyung. —Fue lo último que Jimin susurró, quería poder verlo a los ojos pero en aquellos momentos ya era demasiado tarde. Asique simplemente se acercaron un poco y durmieron sintiendo sus manos rozarse y sus respiraciones a unos centímetros lejos.