
Capítulo 6
Era un nuevo y hermoso día en la ciudad, y HoSeok había sido citado nuevamente por su mejor amigo para hablar sobre lo ocurrido con anterioridad.
—¡¿Pero cómo sí quiera eso es posible?! ¡¿Seguro que no fue ningún truco?!
—HoSeok, tú mismo lo viste, —suelta un suspiro, —veré si puedo encontrar más pruebas porque definitivamente no te dejaré besarlo para que sientas sus colmillos.
—Imbécil, —sisea, —joder, ¿realmente es un vampiro entonces? ¿Eres un obsesionado con esas cosas que sí son reales? —Pregunta con incredulidad.
—Así es, haré todo lo posible por tenerlo, asique ya he invitado a JungKook y a Jimin para que vengan y hablemos sobre ir de campamento. —El peli-verde se espanta ante la mención de su adorado crush y que pronto llegaría a ese sitio.
—¡¿A JungKook?! Dime que no lo dejarás entrar a esta pocilga. —Habla señalando todo su cuarto en desorden y oscuridad.
—Para tu suerte no, estaremos en la sala ya que mi madre hoy saldrá. —Jung asiente, no entendiendo muy bien qué tenía su amigo en mente.
—¿Osea que iremos a acampar? ¿Cuándo?
—El sábado, al lugar que vamos siempre para estar seguros, puedes aprovechar a tirarte a Jeon o algo así. Veré qué me depara el destino con Jimin. —Suelta con una sonrisa burlesca.
—¡Yo no sería capaz de eso y espero que ni se te ocurra hacerlo! Joder estaremos todos ahí no quiero escucharlos, JungKook es un niño, por Dios. —Jung toma asiento en la cama intentando tranquilizarse y no golpear a su amigo en su rostro.
—Bien, está bien. —Suelta una risa ante el fastidio de su amigo. Cuando el sonido del timbre suena, ambos ya saben quiénes son las personas que se encontraban del otro lado asique bajaron rápidamente las escaleras para llegar y dejarlos pasar a los invitados.
Un bonito y sonriente joven castaño vestido con ropas deportivas totalmente despreocupado. Y otro chico cabizbajo totalmente cubierto de ropas. Ambos amigos quedaron embobados con las hermosas personas frente a ellos, cada uno con particulares gustos diferentes, pero antes de quedar como estúpidos, los invitaron a pasar.
—Hola hyungs, me encontré con Jimin hyung en el camino y también venía hacia acá ¿ocurrió algo? —Los cuatro caminaron hacia la sala, tomando asiento en los sofás que la acompañaban.
—De hecho, mi idea era comentarles sobre un plan que tengo, para que la pasemos bien. —Park comenzó a quitarse el buzo y capucha que tenía encima con el barbijo y guantes, cosas que parecían exageradas, pero YoonGi entendía y HoSeok comenzaría a hacerlo dentro de poco.
—¿Qué plan tienes en mente, YoonGi hyung? —Pregunta el pelinegro con una sonrisa sarcástica, observándolo sin saber qué plan tendría ahora en su estúpida cabeza.
—Vayamos todos juntos a acampar, HoSeok y yo tenemos un lugar al que siempre vamos y queríamos saber si querían unirse. —Park probablemente iba a negarse, pero la exclamación eufórica de Jeon lo interrumpió.
—-¡Sí, vayamos! Sería genial ¿no Jimin hyung?
—Claro Kookie, será genial. —Suelta con sequedad, enviándole una mirada asesina al mayor de todos.
—Bien, perfecto, —se sorprende Hobi, —el sábado ¿les parece? Pasaremos a buscarlos tipo cuatro para llegar temprano y armar bien todo.
—Me parece genial.
—Bien, quizás sea divertido. —Jimin le dedica una mirada a YoonGi guiñandole el ojo de manera divertida pero disimulada para los demás.
—Genial.
—¿Era sólo para eso? —Consulta JungKook ladeando su cabeza.
—Relamente sí, asique si quieren irse pueden. —Sonríe YoonGi tratando de verse amable mientras los echaba de su casa.
—¿Te acompaño Kookie? —Pregunta HoSeok, intentando ser más amable que su estúpido mejor amigo.
—Claro. —Y con esa última palabra, ambas personas salieron de la residencia Min. Dejando a Jimin y YoonGi dentro en un silencio bastante tenso.
—Entonces sí vendrás, creí que te negarías rotundamente. —Suelta de forma burlesca el mayor observando al chico frente a él.
—No iba a aceptar, pero JungKook insistió y no lo dejaría solo. —Niega cruzandose de piernas.
—Oh, no estaría solo, HoSeok es su amigo y está perdidamente enamorado del niño asique está en buenas manos. —Suelta una pequeña risa caminando hacia la cocina siendo seguido por el pelinegro.
—Ustedes son dos años mayor que él, tampoco lo dejaría con ustedes.
—Yo lo cuidaría de ti, Park.
—Quizás también intento eso. —Reta con una mirada coqueta sacándole una sonrisa llena de superioridad al contrario.
—¿Crees que el que él esté contigo es más seguro? —Pregunta levantando una ceja. Próximo a eso, el menor se fue acercando de forma peligrosa cada vez más hacia el cuerpo del contrario, quien lo observaba de arriba a abajo ansioso de lo que Jimin tenía en mente.
—Probablemente no, pero a mí sí me importa el niño. —Su mano de forma serpentosa fue colandose hasta llegar al cuello del pelinegro y atraerlo un poco a su altura, sintiendo sus respiraciones entrecruzarse, atentos a cada movimiento que hacía el otro.
—¿Podemos pelear luego? ㅡSusurra, ladeando la cabeza para finalmente cortar cualquier espacio entre ambos y fundirse en sus bocas. Estaba haciéndose algo normal en ellos, y aunque lo disfrutaban, YoonGi siempre tomaría todo lo que pudiera del menor, mientras que Jimin comenzaba a confundirse.
Y eso no era nada bueno para él. O para la moral que llevaba, que comenzaba a hartarle a Min.
—Creo que debería irme. —Tuerce sus labios, dándose la vuelta dispuesto a salir de la residencia para volver a su...¿hogar?
Pero siquiera antes de que pudiera cruzar la salida de la cocina, el pelinegro ya lo había agarrado del brazo nuevamente para voltearlo y seguir besándolo.
—No creías que ibas a escapar ¿cierto? —Apoya a Park contra la pared sintiéndose feliz. Cada vez que tenía oportunidad de verlo no perdería ninguna oportunidad en nada, ya sea con información o tocando su cuerpo. Y besarlo era de sus cosas favoritas, con aquellos labios tan adictivos y sentir sus colmillos afilandose con cada toque. —¿Te exito? —Alardeó, golpeando con su aliento cerca de su boca, sin separarse casi ningún centímetro.
—Cállate. —Gruñe jalando de sus cabellos para atrearlo nuevamente hacia sí mismo y seguir degustando de sus labios. No era ningún beso tranquilo y tierno, ambos estaban comiéndose literalmente. Y bueno, Park Jimin casi LITERALMENTE con todas sus letras.
—Ejem. —Toció HoSeok, llamando la atención de los dos pelinegros, provocando que se separaran en tan solo un segundo, viendo al chico que acababa de interrumpirlos, obviamente ambos siendo un desastre, sus cabellos, labios y respiración. —Lo siento...quería comer algo, hyung. —Habla cabizbajo, pensando que el mayor podía arrancarle la cabeza en cualquier momento.
—No te preocupes, yo- ya me iba. Nos vemos. —Habla nervioso Park, tomando sus cosas para salir de la cocina y finalmente irse de la casa hacia el lugar que recidía momentáneamente.
—Estoy sintiendo unas inmensas ganas de asesinarte. —Amenaza YoonGi, viendo al peli-verde sacar unas cosas de su refrigerador.
—¡¿Qué querías que haga, hyung?! ¡JungKook ya se había ido y yo estaba hambriento! Fue más incómodo para mí interrumpirlos que para ustedes, de verdad, no sabía qué mierda hacer. Incluso creí que se pondrían a follar aquí en la cocina sin más. —Pucherea el menor, recordado los horribles momentos anteriores.
—Yo no soy tan descuidado, —gruñe, —pero las ganas no faltaban. ¿Cuánto tiempo más estaremos así?
—Hasta que te arranque el cuello para chupar tu sangre en una de estas. —Jung suelta una risa recibiendo un golpe en su cabeza. —Auch. Hyung ¿realmente cree que va a sobrevivir a un vampiro? ¿Así nada más?
—Por supuesto que sí, mi estúpido amigo, yo me encargo de eso, tú de mantenerte alejado de él para que no seas tú quien muera primero. —Lo señala, sacando un poco de su preciado vino para beber.
—Iugh. Está bien, yo me encargaré de salvarme a mí mismo.
Es de noche nuevamente. YoonGi se encontraba en su solitaria habitación merodeando por todo el sitio bastante aburrido. Hasta volver a su pasatiempo favorito, stalkear a Park Jimin.
Definitivamente amaba ver sus fotos una y otra vez, lo que escribía, lo que hacía. Claro, como un completo lunático.
Más allá de todo eso, él realmente estaba cayendo por el pelinegro. Jimin era hermoso y era TODO lo que él quería. ¿Qué más necesitaba? Absolutamente nada, y por eso haría todo lo posible para que el menor se enamorara de él.
Se sentó en su silla giratoria a leer una de sus leyendas favoritas de vampiros en lo que observaba por la ventana la bonita luna brillante. Un poco de sueño lo hizo dejar su libro y aproximarse a su cama para descansar un poco.
Después de todo, estaba siendo una noche meramente aburrida, dormir se veía como la única solución sensata, asique observando la ventana una última vez, cerró sus ojos dispuesto a descansar.
Pero esto no era así para Park Jimin.
El vampiro estaba ansioso caminando de un lado a otro mordiendo su labio inferior hasta lastimarlo y que goteara un poco de sangre por este. Se estaba tardando, demasiado.
El joven estaba hambriento, necesitaba saciar su sed de sangre de alguna manera y no había comido desde la tarde para poder llenarse en ese preciso momento.
Dió un vistazo a la casa de dos pisos que se alzaba frente a él con elegancia. Estaba en el patio trasero de esta, escondido detrás de unos cuantos arbustos y árboles porque finalmente su paciencia se había agotado.
Una gota había derramado el vaso y quería, quería sentirlo. Estaba dispuesto a morder a Min YoonGi de una vez por todas porque, joder, su sangre se veía deliciosa. Era lo suficientemente pálido como para que las venas de su cuerpo resaltaran de sobremanera y lo estaba volviendo loco.
No aguantaría otro día más en el que dejara a aquel chico salir por las calles como si nada, provocandolo a lo lejos.
Fue bueno mientras duró ¡claro que sí! Había sido de gran ayuda para él en el pub, muy amable, fue atento e incluso quiso ser su amigo. Por aquello sentía un poco de pena, era la primera persona que se le acercaba a tratarlo bien y que no fuera por popularidad como en el colegio. Pero lo superaría, claro que sí, estaría más que satisfecho con su sangre y eso quedaría en el pasado.
Claro, no lo extrañaría para nada. Quiso suponer.
Volteó sus ojos hacia la ventana nuevamente y, ya sin importarle si estaba dormido o despierto, comenzó a escalar por el árbol que daba hacia su ventana. Casi grita de la felicidad al verlo descansar sobre su cama. Abrió la ventana con delicadeza simplemente lo suficiente como para poder entrar.
Caminó entre la oscuridad siendo alumbrado sólo por los reflejos de la luna que ingresaban por la ventana y se acercó hasta la cama del dueño de aquella habitación.
Forma una sonrisa cínica en su pálido rostro, subiéndose en el colchón encima del cuerpo dormido sobre este, apreciando al joven con hambre. Era exquisito.
Acarició los negros cabellos de Min para luego pasar su mano por su rostro, labios y el pálido cuello que resaltaba en demasía. O al menos para él, viendo el punto perfecto al cual morder.
Dejó su cabeza inclinada hacia el lado izquierdo, dejando el derecho libre para enterrar sus colmillos en aquella zona. Acercó de forma venenosa su mano hasta la boca ajena dispuesto a callar los gritos que podrían salir de esta a la hora de ser mordido y, finalmente, sintió sus colmillos salir a la superficie rozando sus propios labios goteantes.
Sus ojos se volvieron rojo sangre intenso, y abrió la boca dispuesto a morder creando un sonido escalofriante. Pero antes de siquiera inclinarse hacia el contrario, YoonGi abrió sus ojos, y con una fuerza descomunal, tumbó a Park debajo de él encontrándose ahora ambos en el frío suelo.
Jimin estaba claramente sorprendido, pero lo estaba aún más al ver al chico arriba de él con sus ojos rojos tal cual a los suyos, colmillos resaltando en su boca y un sonido espeluznante que amenazaba en su contra.
Él...joder, él también era un maldito vampiro.
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