diez
En el auto estaba compartiendo un momento, luego su aegyo me había provocado una ternura extraña, como podía poseer esa voz, esa apariencia y luego de la nada ser un tipo tan angelical.
Más encima ¿Por qué demonios me sentía así? o sea me había irritado ver cómo besaba a Yoon, a mí no me gustaba Yoon, que yo sepa jamás había sido mi tipo, entonces ¿Por qué me irritaba? ¿Por qué había sentido esas punzadas en la boca del estómago?.
Jugaba sucio, Taehyung jugaba sucio y me enredaba en éste juego extraño. Momentos atrás estaba descaradamente molestandome con su lengua, lamiendo su pulgar frente a mi.
«¿Por qué era tan infantil?»
«¿Cuál era el punto de incomodarme así?»
De nuevo su actitud me provocaba cosas extrañas, como sea, prefiría ignorar el hecho de que me hacía sentir "extraño". Me había dirigido al baño y no sabía que pensar, ni que diablos contestar a su pregunta.
«¿Entonces te gusto yo?» ¿A que se refería con eso?, claro que me gustaba, o sea, me caía bien parecía ser un gran chico. No paraba de rascar mi cabeza confundido, necesitaba calmar mis nervios así que apenas entraba me encerraba en un baño. No tenía pensado hacer nada solo necesitaba sentarme y mantener mis ideas claras y tener un momento a solas.
Cuando iba a trabar la puerta alguien empujaba para meterse conmigo.
— ¿Qué diablos? —preguntaba horrorizado.
—Soy yo, soy yo. Hazte a un lado y déjame pasar —la voz y figura de Taehyung se metían en mi espacio personal.
— ¿Qué estás haciendo aquí?
—Me dejaste hablando solo, Hyung —en ese entonces trababa la puerta y de nuevo nos encontrábamos solos en un espacio reducido.
—No era necesario que trabaras la puerta —exclamaba calmado.
El abría sus ojos negros bien grandes con mirada desentendida—. ¿Qué?
—Que no era necer-... No importa ¿Sabías que podemos hablar afuera de todas formas, no?
—Me parece más interesante aquí —exclamaba, regalandome una sonrisa coqueta—. ¿Qué te sucede?
—No vuelvas a preguntarlo, por favor —no estaba seguro a que me refería y tampoco si él entendería mis respuestas extrañas.
«Mierda, sus palabras me frenaron por completo»
Estaba seguro que lo había seguido con la intención de finalmente robarle un beso y devorar sus labios. Esos mismos que cada vez que los veía se volvían más irresistible y me gustaban cada vez más. Todo en él me gustaba cada vez más.
Cerrando mis ojos, tocando mi cien me recomponía y exclamaba—. Pensé que podrías hacerte el ebrio insoportable lo que restaba de la noche.
Le había dicho la idea que tenía para espantar a Irene ya que su mayor atractivo, aparte de su rostro, era que se veía caballeroso y decente, quizás mostrarse ebrio e insoportable sería bueno para espantar a su cita.
— ¿Ser un ebrio insoportable lo que resta de la noche, huh? —su carita era dulce y pensativa.
—Lo de ser novios se me cruzó, pero eres muy hetero, Seokjin Hyung —exclamaba sonriendo en dirección a él.
SeokJin cerraba sus ojos y sonreía, esa sonrisa tan pacífica que soltaba cuando se burlaban de él.
—En otra ocasión será —respondía relajado. No sabía cómo sentirme al respecto—. De acuerdo, a tomar se ha dicho, hace mucho no me emborracho y tomo de más, pero me sacrificaré.
Salía atolondrado del baño y me había dejado ansioso y preocupado.
— ¡Jin Hyung! —lo tomaba del brazo para girarlo antes de que saliera—. No es necesario que te emborraches en serio y menos si hace mucho no lo hac-...
—Tranquilo, Taehyung-ssi —«volvimos al "Taehyung-ssi"» —Me hará bien beber, no te preocupes.
Nuevamente salía del baño, lo notaba tan decidido que no sabía si debía o no preocuparme. La noche estaba pesada, tanto Irene cómo Yoon estaban bastante molestas con nosotros, Yoon quería besarme constantemente e Irene, bueno, era Irene.
—Oye, tranquila. La noche recién empieza —habiamos parado la primer ronda de juegos para comer, Seokjin ya había tomado seis cervezas individuales.
Estaba hiperactivo y actuaba chistoso para mí, pero para Irene en cambio parecía ser todo lo contrario.
Para mi mala suerte Yoon estaba un poco ebria y por eso estaba caliente encima mío, estaba seguro que mis labios dolían de tantas veces que había tomado mi rostro para besarme de manera salvaje.
—Ven aquí, Taehyung-ssi —y volvía a besarme y a morderme.
— ¡Más cerveza, mesera por favor! —gritaba Seokjin quien bebía de manera desenfrenada al ver como Yoon me besaba.
«No quiero creer que yo soy el motivo de su ebriedad, pero creo que yo soy el motivo de su ebriedad»
— ¡Woah, Yoonie, Yoonie! —Seokjin tiraba de ella para quitarmela de encima—. Deja respirar a mi amigo, no ha podido tener su propio espacio personal desde que llegamos aquí.
«No puedo creer que hicieras eso, Hyung»
—Deja que Yoon bese a Taehyung ¿Cuál es tu problema? —preguntaba Irene algo irritada—. Así como ellos estuvieron toda la noche besándose, tú y yo deberíamos hacer lo mismo.
Seokjin estaba acorralado en su asiento entre el cuerpo de Irene y la pared.
—Vamos, Jinnie —decía con aegyo la castaña—. No me has besado ni una vez y tengo muchas ganas de comerte la boca
—Hazlo amiga, Seokjin es lento —decía Yoon quien estaba conmigo frente a Jin y yo frente a Irene—. Ustedes hagan de las suyas y nosotros de las nuestras.
Luego de eso, la música del lugar sonaba más alto y después de medianoche las luces se bajaban. Estaba lleno de parejas y todo el mundo coqueteaba con todos. Éste lugar era conocido por salirse de control después de la medianoche.
Era entonces cuando Yoon tomaba mi rostro una vez más y comenzaba a besarme de manera desenfrenada, era algo de nunca acabar.
—Ya Jinnie, deja de mirarlos y bésame —exclamaba Irene a cuatro voces.
Toda la noche había sido pasable solo porque mi sangre estaba siendo reemplazada por el alcohol. Ya había olvidado la cuenta de cuantas botellas había bebido, y ahora Irene me estaba rogando que la besara.
En frente mío tenía a Tae y a Yoon, ésta se lo estaba devorando descaradamente mientras que él tenía sus ojos negros nuevamente clavados en mi.
«¿Por qué la besas y me miras? ¡¿Por qué la besas y me miras?!»
Él estaba jugando con su lengua otra vez, sus labios estaban hinchados de tantas veces que Yoon lo había besado, chupado y mordido.
— ¿Jin oppa? —la voz llena de aegyo de Irene desviaba mi mirada de Taehyung y Yoon.
No quería entender por qué me molestaba verlo de esa forma con ella, así que sin más ponía mi mano en la parte posterior de la cabeza de Irene y la atraía hacia mi—. Ven aquí —exclamaba con voz ronca.
Mi boca buscaba la de ella desesperado, pero mis ojos no dejaban de hacer contacto visual con Taehyung. Él tenía sus brazos libres, pero cuando comenzaba a besar a Irene el había tomado la nuca de Yoon y comenzaba a besarla de manera salvaje.
Yo simplemente no podía parar de besar a Irene, había dejado que mi lengua bailará en el aire entre su boca y la mía, pero yo continuaba viendo a Taehyung.
«No la «No la beses, Hyung»
Claro, él no podía oírme y yo tampoco podía hablar porque Yoon no dejaba de comerme la boca. Mi Jin Hyung estaba sucumbido en ese beso, pero para mí sorpresa, él no dejaba de verme. Besaba de manera salvaje a Irene, pero me miraba mientras lo hacía, sentía que el aire se acortaba, estaba creído que Yoon me lo estaba arrebatando, pero en realidad era Seokjin, quien no despegaba sus ojos de mi mientras besaba de manera salvaje a Irene.
No había visto esa faceta ¿Así lo ponía el alcohol? en un momento su lengua bailaba en el aire y sus labios carnosos estaban hinchados y mojados con su propia saliva y la de Irene.
Yo sentía un calor en mi bajo vientre al verlo así, él me lo provacaba, parecía que en vez de estar besándola a ella me estuviera besando a mi.
No podía explicar en qué momento había tomado a Yoon de la nuca para descargar toda mi frustración en ella, pero la estaba sosteniendo fuerte.
Ambos estábamos sumergidos en aquellas bocas ajenas, pero parecía que cada uno estuviera sumergido en el otro.
«Detente Taehyung, estás alucinando. Él ya te dejo en claro que no vuelvas a provocarlo»
Mi subconsciente intentaba aconsejarme que me calmara y cortará ese beso. Me gritaba que Seokjin no estaba alucinando con mi boca y que yo estaba imaginandolo todo, pero una fuerte mordida de Yoon me sacaba del momento y de mis pensamientos, para robarme un gemido involuntario y bastante sonoro.
Ella lo había hecho con tal deseo que seguía mordiendo y succionando mi labio inferior y fue ahí donde Seokjin había mordido con la misma intensidad a Irene mientras sus ojos estaban clavados en los míos.
Lo mismo que Yoon me hacía él se lo estaba haciendo a Irene quien gemía de placer en su boca.
Mierda, mi entrepierna se había despertado y no fue gracias a Yoon sino a Seokjin.
Embelesado en este extraño jueguito seguía besando a Yoon sin cortar la mirada con él—ya adolorido, tanto mis labios como mi entre pierna—mi brazo inconscientemente se estiraba para tocar a Seokjin del otro lado.
«Tocame, solo toca mi maldita mano»
Yo no estaba ebrio, todos en esa mesa lo estaban menos yo, yo solo estaba embriagado de deseo hacía Jin, que había sido tan estúpido de no poder controlarme y darle a entender que necesitaba de su tacto.
«¿Por qué lo hice? ¿Por qué estoy copiando lo que Yoon le hace a él? ¿Qué mierda me pasa?»
El escalofrío en mi bajo vientre se intensificaba con la intensa mirada que Taehyung me estaba dando del otro lado. Simplemente no podíamos parar de mirarnos, no podíamos, yo no podía.
«¿A quien debo culpar al alcohol, a él o a mi?»
En un momento y para mí sorpresa Taehyung extendía su mano hacía a mi, sus dedos me llamaban insitandome a tocarlo. Un fuego se había encendido dentro de mi cuando Irene soltaba mi boca y comenzaba a besar mi cuello estaba dandole a éste toda la atención, su lengua hacía suaves círculos y dejaba suaves chupetones en mi piel.
Y había sido en ese preciso momento, en el que no podía controlar mi mano la cual ya estaba tocando la de Taehyung y nuestros dedos se entrelabazan en una especie de baile.
Su tacto ardía en la yema de mis dedos, mientras que por su cuenta con la otra mano se liberaba de la boca de Yoon y levantaba su mentón para atacar el hueco de su cuello, tal cual y como Irene lo hacía conmigo. Luego clavaba su uña en la palma de mi mano robándome un gemido involuntario y despertando mi polla y era justo ahí donde necesitaba aire y necesitaba salir corriendo.
—Basta, detente Irene. Por favor —había dado un puñetazo a la mesa, pues necesitaba sacarmela de encima.
Taehyung y Yoon se habían asustado.
— ¿Por qué, que sucede? —preguntaba confundida.
Tomaba la cerveza de la mesa que todavía tenía hasta la mitad y la había vaciado en segundos, para así terminar de perder la vergüenza con el alcohol.
— ¡Esa canción! ¡hay que bailarla! —me subía arriba de la mesa y comenzaba a hacer el ridículo.
«Ya recuerdo porque no bebía»
La gente a mi alrededor me alentaba, Yoon y Taehyung no paraban de reír e Irene se veía molesta.
Era ahora o nunca el momento de terminar de irritarla para salir de allí.
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