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༄ Capítulo 8

— ¡Yoonji! ¿A dónde mierda vas? —Gritó Jimin alterado, levantándose rápidamente y yendo detrás de la chica de pelo menta, sin entender nada de lo que ocurría.

Taehyung llegaba a duras penas a donde Jungkook se encontraba, siendo ayudado por éste para tomar asiento a su lado, dejando una palmada en su muslo.

— ¿Quién es? —Preguntó curioso Jungkook mientras miraba a Jimin correr, echando su cabello hacia atrás.

— Mi ex. —Se encogió de hombros—. Es extraño verle, creo que estoy en un shock que no me permite pensar con claridad... o es que me pusieron algo en las cremas del masaje.

Jungkook asintió comprendiendo.

— ¿Cómo es que es tu ex? Será como Jimin y tú tienes veinticinco años. —Taehyung abultó sus labios.

— No, tiene tu edad. Salimos hace más de cinco años cuando estábamos en el instituto y todo con mis padres estaba bien. —Suspiró—. Bueno, nunca estuvo bien, pero Yoonji me refugiaba en casa con la excusa de que estudiaríamos y así sus padres religiosos y estrictos no se daban cuenta de nada.

— Pero... ¿por qué no me dijiste nada antes? —Taehyung se encogió de hombros.

— Es mi primer amor... el primer amor no se supera nunca, Jungkook, y es por eso que es doloroso aún para mí rememorar momentos. —Mordió su labio inferior—. Yoonji y yo nunca tuvimos mala relación ni nos llevamos mal luego de cortar la relación, pero sus padres se dieron cuenta de ello y se fueron a otra ciudad. Ya sabes lo mal visto que es estar con alguien fuera del matrimonio para un par de religiosos.

— Es jodido, al menos conservo el hecho de no enamorarme nunca. —Rió, dándole un golpe flojo a Taehyung—. Te pusiste romántico, buah, quien pudiera ponerte así.

— ¿Y porque no te pones tú en cuatro y me dejas follarte a ver si así te callas? —Gruñó, haciendo reír a carcajadas a Jungkook en lo que se levantaba—. Iré a hablarle.

Jungkook asintió, viendo a Jimin y Yoonji dialogar a lo lejos.

— Que no, que no, déjate, enano. —Negó reiteradas veces, totalmente serena—. Que ahí no vuelvo... sufrí mucho luego de que mis padres se fueran a otra ciudad por descubrir mi relación con Taehyung, no puedo enfrentarle aún.

— Ha pasado mucho tiempo desde entonces. —Suspiró—. Yoonji, ni siquiera yo le conocía, vamos, debes darle un chance, sólo estaremos conversando entre todos, no nos hagas pasar un mal rato.

— Yoonji. —Habló una voz a sus espaldas, Yoonji miró asustada a Jimin.

— No, me niego.

— ¡No seas cobarde, maldita cerda! —Gritó Jimin histérico, dándole un golpe en su pectoral—. Perdona, Taehyung, es que está en sus días hormonales.

Taehyung asintió divertido ladeando un poco su rostro y observando la situación.

— Yo me voy y les dejo hablar. —Habló Jimin, Taehyung asintió en silencio—. Buenos días, Taehyung, no lo dije antes. —Sonrió, abrazándolo y acariciando su espalda, alcanzando a su oído para susurrarle lo siguiente—. Si te gruñe, grúñele de vuelta, parece una jodida gata en celo hoy.

Taehyung rió divertido asintiendo.

— Lo tendré en cuenta, príncipe. —Le guiñó el ojo, Jimin caminó hacia Jungkook y Taehyung miró a Yoonji—. Es... un honor para mí volverte a ver, no supe más de ti desde que te fuiste.

— Tampoco hiciste mucho por encontrarme.

— Sabes cómo eran mis padres. —Suspiró—. De igual forma, me alegro de que estés bien y que seas la misma chica de siempre.

Yoonji se sonrojó furtivamente, desviando la mirada.

— Eso es lo que siempre me dicen. —Taehyung sonrió de lado.

— Deja de ser una gatita arisca y pasemos una buena tarde todos juntos, ¿sí? —Yoonji lo pensó, alzó la mirada y miró a Jimin hablar entretenidamente con Jungkook a base de tonteos.

— Está bien.

— ¿No me pondrás alguna condición? —Rió.

— No es como si me hubiese traído las esposas para castigarte. —Taehyung alzó la mirada y le dio paso antes de caminar detrás de ella—. ¿Qué te ocurrió?

— Nada fuera de lo normal. —Se encogió de hombros, caminando con dificultad a su lado—. Me atropelló un auto de la mafia para la cual mis padres debían dinero.

— Nada fuera de lo normal. —Repitió, Taehyung asintió sonriente.

— Hey, chicos. —Jimin se levantó junto a Jungkook, acercándose a ellos—. Yoonji y yo tendremos la casa sola ya que nuestros padres van juntos a comprar regalos siempre el primer día que Yoonji viene. —Sonrió—. Me preguntaba si querían ir con nosotros a tomar algo caliente y ver alguna serie entretenida. Yoonji sabe cocinar y lo utilizaremos a nuestro favor.

Jungkook asintió con una sonrisa.

— Y Jimin dice que puede dejarte la máquina de cortar cabello de su padre para que te recortes un poco. —Sonrió—. Puedo ayudarte en ello, me gusta.

Taehyung miró a Yoonji y éste asintió sonriente.

— Bueno, supongo que nada malo saldrá de esto.

No debería salir nada mal, así que todos comenzaron a caminar hacia la casa de Jimin y que, por unos días, compartiría con Yoonji. Jungkook iba detrás de los dos primos, ayudando a Taehyung a ir más rápidos.

— Sigue sin tener trasero. —Apuntó Taehyung divertido hacia Yoonji, Jungkook rodó los ojos riendo.

— No seas malo, tú haces de trasero por ambos. —Taehyung rodó los ojos—. Ya ni respeto le tienes a tu ex, eres horrible.

— Claro, como Jimin sí que tiene buen trasero.

— ¿Que Jimin tiene qué? —Yoonji se giró, alzando una ceja, Taehyung se calló de inmediato—. Ah, pensé que había escuchado algo extraño de tu parte.

— No, no, por el amor de Dios, ¿cómo sería yo capaz de hacer algo así? —Fingió estar dolido, Yoonji le miró divertido.

En cuanto llegaron, Jimin les dio paso y desapareció por los pasillos de su casa. Jungkook ya se la conocía, y Yoonji no era menos.

Al cabo de unos minutos, Jimin volvió a aparecer con un nuevo y bonito bastón, tendiéndoselo a Taehyung.

— Todo tuyo. —Sonrió—. Lo busqué ayer en la noche y lo tenía preparado tras la puerta del desván.

Taehyung se acercó despacio y soltó su viejo bastón para envolverlo entre sus brazos y abrazarle fuerte.

— Gracias, realmente gracias. —Musitó en pequeño—. Te abracé porque me duché en rehabilitación, no estoy sucio hoy.

Jimin rió divertido.

— Eso no importa, Taehyung. —Acarició su espalda y le dio el bastón—. Es todo tuyo, espero que lo utilices.

— Para golpear el trasero de Jungkook. —Enfatizó, sonriendo en grande.

— Quítaselo. —Alegó el nombrado rápidamente, Jimin negó riendo—. Está bien, como persona madura me abstengo a las consecuencias.

— Imbécil. —Rió Jimin de nuevo—. Vayan a la sala, prepararé chocolate caliente y algunos bizcochitos al horno.

— Te ayudo. —Jungkook prácticamente salió corriendo, Yoonji y Taehyung se acercaron a la sala para tomar asiento—. Dime qué hay que hacer y te voy ayudando en lo que preparas el chocolate.

— Vamos a lavarnos las manos antes y sacaré los ingredientes. —Jungkook asintió y se acercó al fregadero para lavar sus manos, seguido de Jimin—. ¿Te gustan más las galletas Oreo clásicas o las Golden?

— Hace mucho tiempo que no pruebo las clásicas. —Musitó pensativo—. O sea, que no pruebo ambas, pero tú me entiendes. —Sonrió—. Así que prefiero las normales de toda la vida.

— Concuerdo contigo.

Jimin rebuscó en los estantes de la cocina hasta dar con las dichosas galletas, sacándolas y dejándolas sobre la encimera de la cocina, tomando los demás ingredientes junto al chocolate listo para servir en taza.

— Ponemos el chocolate en lo que preparamos la mezcla de los bizcochitos para tener ambas cosas listas. —Jungkook asintió y dejó a Jimin preparar el chocolate en polvo mientras iba abriendo los ingredientes de los bizcochitos—. Conocí hoy al señor Lai y al otro señor. Por un momento pensé que me iba a lanzar un gato.

Jungkook irrumpió el silencio con una carcajada, mirándole divertido.

— Créeme que quiere demasiado a sus gatos como para ir lanzándolos por ahí. —Rió—. ¿Y de qué hablaron?

— Le pregunté por tu presencia. —Sonrió, mirándole en lo que metía las tazas al microondas—. Lo dejaré sin alarma o te asustarás.

— No estaba acostumbrado a tanta modernidad, ¿sí? Y ya te dije que una vez explotó. —Abultó sus labios—. No es mi culpa y, respecto a lo otro, ¿tanto me echabas de menos?

Jimin le lanzó un golpe al pecho.

— Idiota, sólo quería presentarte a Yoonji. —Suspiró—. Aunque no voy a desmentir eso de que me gustó dormir a tu lado, se sintió bien.

— Uhum, también lo creo. —Asintió—. No dormí tan cómodo en mucho tiempo.

— Pues ya sabes que mi cama está deshecha para ti siempre que quieras. —Bromeó—. El caso es que le hablé de ti a Yoonji y quería conocerte y dar por verdadero eso de que eras tan atractivo como yo te describía. —Se encogió de hombros—. Si no llega a venir Taehyung, creo que sería capaz de pedirte un polvo.

El de pelo negro se quedó un par de oraciones atrás, mirándole a los ojos y alzando una ceja en lo que sonreía de lado.

¿Había escuchado bien?

•  . * ˗ ˏˋ BURNED LOVERS ˎˊ˗ * .  •

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