Cuando Jungkook terminó de recortar su cabello, Jimin se quedó mirándole por demasiados minutos; sus labios entreabiertos y ceño fruncido tratando de encontrar una explicación lógica a que su mente no estaba confundida y sí era cierto que Jungkook sería atractivo bajo toda esa manta de cabello y ropa que siempre solía llevar.

Cerró sus labios en cuanto vio que Jungkook había terminado de secar su cabello y peinarlo, volteando a mirarle.

— Tienes talento. —Fue lo único que salió de los labios de Jimin. Su garganta se sentía seca y sus ojos no podían apartarse del más alto—. Dios, claro que lo tienes. Mira lo que hiciste con solo un nivel y unas tijeras en ti mismo. No me quiero ni imaginar lo que puedes llegar a hacer... ¿realmente Taehyung podrá reconocerte?

Rió divertido tratando de retomar el ambiente que ambos habían creado anteriormente, despejando sus pensamientos.

— Joder. —Volvió a exclamar—. Por ti yo sí comenzaría a rezar.

Jungkook soltó una carcajada nasal ante el comentario de Jimin y negó divertido con la cabeza. Jimin rió poco después también y rodó los ojos con gracia en cuanto tomó la espuma de afeitar y la cuchilla. Se montó encima del mueble y se sentó en éste para llegar mejor al rostro del más alto, haciéndole un gesto con la mano para que se acercase.

— Ven, es que sino no llego, eres muy alto. —Jungkook asintió de acuerdo y se acercó a su cuerpo con precaución, mirándole a los ojos—. Primero debes echar un poco de agua en tus mejillas.

Abrió el grifo cercano a donde estaba sentado y mojó sus manos con agua para luego llevarlas al rostro de Jungkook y humedecerlo.

— Ahora echas un poco de espuma y lo extiendes por tu rostro con cuidado, ¿sí? —El de pelo negro asintió totalmente convencido y atento a sus indicaciones, viendo como el rubio se manchaba las manos de espuma para luego llevarlas a sus mejillas y esparcirla con cuidado por ellas, mentón, bigote y mandíbula—. Ya estás listo. Ahora viene la parte más importante y con la que tienes que tener más cuidado, ¿está bien?

Jungkook volvió a asentir de acuerdo y se dejó hacer por él. Jimin sostuvo su rostro con cuidado y le mostró a Jungkook cómo tomar la cuchilla y cómo su pasarla por su piel. La pasó delicadamente desde abajo de su mandíbula por la parte derecha hasta el pómulo de su mejilla, repasando cada lugar hasta llegar a sus labios.

— La barbilla y el bigote lo dejaremos para el final. —Concluyó, mirándole a los ojos para luego desviar la mirada para limpiar la cuchilla y pasarla, esta vez, por el lado izquierdo de su rostro—. Voy a perfilas las patillas. —Le avisó, pasando con cuidado la cuchilla por el inicio de sus patillas para recortarlas bien, mirándole al volver a sus labios—. Ahora sí toca la barbilla y el bigote. Empuja aire contra tus labios y cierra la boca.

Jungkook asintió dejándose hacer. Se recostó casi sobre su cuerpo y se afianzó en sus muslos para acercarse más y que Jimin pudiese ver más de cerca su trabajo. Jimin tragó saliva repentinamente nervioso pero no dijo nada. Se concentró en seguir con su tarea en lo que Jungkook se acomodaba, relamiendo sus labios para concentrarse.

Una vez lo tuvo listo, volvió a mojar su mano y la pasó por su rostro quitando todo resto de espuma sobrante, mirándole con una sonrisa.

— Ya está. —Dijo emocionado y orgulloso de sí mismo, dando palmaditas en sus hombros—. Te echaré una crema para después del afeitado para que no se irrite y ya estarás listo del todo.

Bajó de un salto en cuanto Jungkook le soltó y buscó entre los estantes del mueble una crema que su padre solía utilizar, tomándola y enseñándosela a Jungkook para luego ayudarle a aplicársela.

— Listo. —Sonrió—. ¿Ves que no era tan difícil?

Bueno, podía afirmarlo, Jimin tenía un talento oculto en ello o había tenido la suficientemente teoría como para sucumbir a la práctica.

— Gracias. —Sonrió, mirándole a los ojos—. ¿Te ayudo con lo mojado?

Jimin negó con una sonrisa, restándole importancia.

— Tranquilo, ve a la cocina y recoge los chocolates calientes para luego llevarlos a mi habitación. —Señaló hacia la cocina—. Mi habitación es la del fondo del pasillo, te espero ahí cuando recoja todo.

Jungkook asintió con una sonrisa satisfecha y se dispuso a acercarse a la cocina. Jimin fue en busca de una fregona y limpió lo mejor que pudo el suelo, mandando a lavar su ropa y zapatos junto a los de Jungkook.

Pero no le dio tiempo a echarlo al cesto de ropa sucia cuando escuchó a Jungkook gritar atemorizado. Salió corriendo rápidamente hasta la cocina y miró a un Jungkook asustado y apuntando con el dedo hacia el microondas.

— ¡Va a explotar! —Gritó, escuchando cómo volvía a sonar el timbre de finalización de los minutos programados—. ¡Ahí está de nuevo!

Jimin quiso reír en ese momento pero se mantuvo al margen tratando de no hacerlo. Se acercó a Jungkook y suspiró acariciando sus hombros.

— No va a explotar, sólo te está avisando de que ha terminado el tiempo propuesto. —Rodó los ojos mirándole con ternura—. Ábrelo, verás.

Jungkook negó inmediatamente atemorizado.

— Ni de coña.

El rubio rió divertido y se acercó para abrirlo, pero Jungkook lo tomó del brazo y le acercó a su pecho.

— No, va a explotar. —Dijo totalmente convencido, protegiéndole entre sus brazos como si de verdad fuera a hacerlo.

— Jungkook, es normal, lo digo enserio. —Suspiró—. Vamos, suéltame y lo veremos.

Lo pensó demasiado pero acabó soltándole, mirándole con cautela en lo que Jimin se acercaba y le daba a un botón para abrir su puerta y dejar ver las dos tazas de chocolate. Jungkook observó todo con ojitos de cachorro.

— Una vez... una vez explotó. —Explicó avergonzado—. Quería hacerme un vaso de leche y comenzó a pitar, luego explotó la cocina.

El rubio mordió su labio inferior enternecido y suspiró sacando las tazas llenas de chocolate.

— Toma, anda. —Le tendió la suya y caminó rumbo a su habitación—. Vamos a mi habitación, podremos escuchar música allí o ver alguna película.

Asintió no muy decidido, suspirando y dejándose llevar en lo que Jimin le guiaba a través del pasillo. Llegaron a la habitación del rubio y ambos dejaron sus tazas sobre la mesita de noche.

— Ven. —Jimin se recostó en su cama y le hizo un hueco, tomando el control de la televisión para encenderla y buscar algo con lo que entretenerse—. Se hará de noche ya mismo, espero que mis padres vengan hoy para cenar.

— ¿Trabajan? —Jimin asintió cauteloso y observó a Jungkook tomar asiento a su lado—. Es jodido estar solo la mayoría del tiempo.

— Lo saber mejor que yo. —Murmuró, acomodándose y colocando una serie cualquiera, tomando su taza y bebiendo con cuidado—. Uhgm, cuando esté tu ropa limpia y seca prometo devolvértela.

— No te preocupes, estaba vieja ya, no hace falta ni que la laves. —Jimin se encogió de hombros.

— ¿Cuando es tu cumpleaños?

— El primero de septiembre.

El rubio asintió, mirándole a los ojos mientras volvía a tomar de su chocolate, Jungkook imitando su gesto.

— ¿Y el tuyo?

— Trece de octubre. —Jungkook asintió—. Bueno... queda casi un año para ambos cumpleaños, deberíamos celebrarlos en Navidad.

— Ahora es el cumpleaños de Taehyung.

Jimin se levantó hasta quedar sentado en la cama, mirándole emocionado.

— ¿Enserio? —Jungkook asintió con una pequeña sonrisa.

— El treinta de diciembre. —Tomó de su chocolate—. Siempre hacemos una gran hoguera y compramos nubes para quemarlas en ella, es una noche especial.

— Me apetecería mucho celebrarlo con ustedes. —Sus ojos brillaban, Jungkook no pudo evitar asentir—. Queda menos de un mes para ello, este año será inolvidable, lo aseguro. Déjalo en mis manos.

Jungkook sonrió en grande y asintió dejando que Jimin hiciese lo que quisiese. Terminó con su chocolate casi a la misma vez que Jimin y devolvieron la taza a su lugar.

— ¿Sueles ver series? —Cuestionó Jungkook curioso, Jimin negó.

— No, suelo poner la televisión para no sentirme solo mientras leo o miro algo en el teléfono. —Se encogió de hombros, Jungkook asintió comprendiendo—. ¿A ti te gusta ver la televisión?

— Nunca me ha gustado, prefería que mamá me leyese un cuento o alguna de sus novelas románticas.

— Oh... espera aquí. —Jungkook asintió algo confundido y Jimin se levantó para acercarse a la estantería y tomar un libro, volviendo a acomodarse a su lado—. Voy a leerte algunos párrafos de mi libro favorito.

El de pelo negro asintió más que encantado.

— Se llama Soul Sculptor y trata de un estudiante de bellas artes que libera el alma de una leyenda gracias a una escultura que hace de un rey de hace milenios. —Musitó, abriendo el libro por sus partes favoritas—. Hay mucho drama y mucho amor, me ha hecho llorar demasiado.

Jungkook rió enternecido.

— Adelante, te escucho.

Y Jimin sólo pudo sonreír enormemente comenzando a leer sus frases favoritas.

•  . * ˗ ˏˋ BURNED LOVERS ˎˊ˗ * .  • 
(Soul Sculptor, próximamente en Wattpad)