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༄ Capítulo 4


El tiempo había pasado considerablemente rápido para Jimin desde que visitaba a Jungkook y a Taehyung cada día que podía.

Habían pasado un par de días desde que los tres habían estado junto a la hoguera pasando el frío invernal de las calles, los tres refugiados en el otro y apegando sus cuerpos para mantener la calor mientras comían gustosamente de la comida que Jimin y Jungkook compraron.

Luego de que acabasen con todo, Taehyung se echó cómodamente sobre el regazo de Jimin con la excusa de que así podía mantener su pierna estirada y se le hacía menos doloroso, Jungkook escuchando en una especie de bucle las canciones que Jimin tenía en el reproductor de su teléfono y éste observando la llama violenta de la candela frente a sus ojos.

Había sido un día increíble, se había sentido cálido. Pero cuando llegó a casa se esperó lo peor al olvidar la misa y todo lo consecutivo. Sus padres le regañaron y castigaron sin comer, como hacían desde que Jimin les había comentado que un par de niños en la escuela le dijeron que sufría de sobrepeso, cuando no era así.

No le importaba, había tenido una rica merienda junto a dos encantadores chicos y un cálido lugar al que recordar, así que su estómago y corazón estaban llenos de gozo, así como su alma.

Se recordaría a sí mismo el hecho de comprar alguna vez alguna especie de gominola para prenderla en el fuego como las nubes en palo que hacían en películas juveniles estadounidenses.

Ahg, Jimin adoraba ese tipo de películas y su estética, pero luego se daba de bruces con la realidad y se le olvidaba.

Como todo, porque era un verdadero despistado en la vida.

Y ahora mismo se le estaba olvidando que era el día especial en la semana porque había quedado junto a Jungkook para ir a visitar el campamento social y voluntario de mascotas.

Adoraba los animales, era su máximo acto de pecado.

— Mierda. —Masculló perdido en sus pensamientos, tomando una mochila para llenarla hasta arriba de comida y demás, llevándola a su hombro para comenzar a caminar a paso apresurado fuera de casa. Tenía la suerte de que sus padres trabajasen casi todo el tiempo y, sino, estuviesen en la iglesia—. Jungkook va a matarme.

Pero lo que no contaba Jimin es que Jungkook estaba tan perdido en tiempo y fecha que no sabía realmente a qué hora habían quedado, así que le esperaba desde la esquina de su calle jugando a golpear con su puntera a pequeñas piedras.

— Hey, Jungkook. —Dijo Jimin con la respiración agitada al estar corriendo de un lado para otro—. Aquí estoy, perdón por tardar, estaba tomando comida y muchas más cosas.

— Está bien, Jimin. —Sonrió—. No tenemos que ir con Taehyung así que no tardaremos mucho en llegar.

Jimin asintió algo sonrojado y caminó a su lado cuando éste emprendió el camino.

— Cierto, ¿qué tal está él y por qué no viene?

— Está bien, o sea, lo normal de estar bien para él. —Rascó su nuca nervioso—. Tenía algunas clases de rehabilitación, así que no pudo acompañarnos. El Estado le ofrece un par de horas al mes y él las aprovecha.

— Entiendo. —Asintió—. El próximo día le llevaré el bastón, no se me olvida. —Puntuó con una sonrisa, caminando a su lado emocionado cual niño pequeño—. Son mejores amigos, ¿cierto?

Jungkook asintió con una sonrisa.

— Parece que te gusta. —Jungkook abrió sus ojos de manera desorbitada y se atoró con su propia saliva, ocasionando que Jimin soltara una estruendosa carcajada.

— ¡Claro que no! —Exclamó rápidamente y bufando bajo, caminando más rápido—. ¡Es como mi hermano, qué asco!

— Pero se reparten calor en las frías noches de invierno. —Tarareó Jimin con una sonrisa malévola, empujándole levemente.

— ¡Deja de decir esas cosas! —Suspiró, empujándole de vuelta y soltando una risita un poco más cómodo con la situación—. Nunca podría gustarme, no es mi tipo.

— Wow, eso es nuevo. —Relamió sus labios—. Siempre que hago algún comentario de este tipo me suelen decir "no soy gay", pero tú literalmente dijiste que no era tu tipo.

Jungkook se vio entre la espada y la pared. Resignado apartó la mirada y continuó caminando.

— Nunca me gustó ponerme etiquetas. —Se encogió de hombros aparentando tranquilidad—. Si me gusta alguien, me gusta y ya. Me enamoro de almas y no de personas o genitales, lo siento.

— Eso me gusta. —Sonrió—. Es interesante.

Jeon asintió y caminó un poco más hasta dar con un gran vallado y una cubierta de metal como techo.

— Es aquí, adelante. —Sonrió y abrió un poco la puerta para darle paso.

Jimin entró y, al momento, de vio afectado por una gran masa de pelos y lametones que trataban de comérselo a besos. Jungkook rió divertido y se acercó a él desde su espalda para sostener su cintura y pegarlo al suelo de manera firme.

— Quieto. —Murmuró divertido, llevando su mano a acariciar a los perros que atacaban al rubio—. Hey, Pi... Hola, Jake... Hola a ti también, Willy.

— ¿Te sabes todos los nombres? —Le miró con asombro, Jungkook asintió con una sonrisa.

— Salvo los gatos y excepto por Apolo. —Señaló a la esquina del lugar, donde un gato grande y gordo se revolcaba por el suelo a sus anchas—. Es el más glotón y asocial del lugar, se parece a Taehyung.

— Lo puedo observar, ni siquiera puede sostenerse en pie. —Rió enternecido por el felino, sonriendo en grande—. Es adorable.

— La verdad es que sí, pero mi favorito es Bam. —En cuanto el nombre salió de los labios de Jungkook, un cachorro dóberman se acercó a ellos embistiendo a Jungkook en un crudo abrazo—. Es mi chico. —Sonrió en grande, acariciando su cabeza—. Le prometí que cuando tenga un hogar lo llevaría conmigo.

— Oh, eso es muy bonito. —Sonrió, inclinándose para mirar al cachorro—. ¿Lo adoptarías?

— Claro que sí, es una pena no poder hacerlo con todos pero Bam se llevó mi corazón desde el primer momento. —El cachorro ladró en respuesta—. El favorito de Taehyung es Tannie. —Señaló a un pomerania pequeño y miró a Jimin—. Tiene problemas de corazón, es por eso que Taehyung dice que como ambos vienen defectuosos de fábrica que harían un  buen equipo.

Jimin rió adorablemente y tomó al pequeño perro entre sus brazos, ganándose algún que otro berrinche entre ladridos.

— Es muy travieso y peleón.

— Igual a Taehyung. —Rió, Jimin le dio la razón con un asentimiento—. Entremos, hay que darles de comer a estos animales.

Jimin asintió de nuevo y le acompañó en todo momento hasta entrar en una pequeña caseta que los voluntarios tenían preparada, tomando los sacos de comida tanto de perro como de gato para comenzar a echar un poco de comida en cada cuenco.

— Creo que eso es todo. —Afirmó Jungkook algo agotado, sonriendo.

— Lo creo, es duro esto de ser padre de tanto hijos. —Bromeó, ambos rieron.

Pero entonces, Bam y algunos cachorros más que ya habían terminado de comer se acercaron traviesos hasta la manguera del depósito de agua y Bam se hizo cargo de ella en lo que otro cachorro más pequeño se apoyaba en la pared para abrir el grifo. De todo se aprende y, sino, que se lo digan a esos traviesos cachorros.

El primer fogonazo de agua fría fue directo a la espalda de Jimin, quien enmudeció mirando a Jungkook con ojos asustados y comenzó a saltar de un lado para otro ante el contacto con el agua fría.

Bam se alegró por eso y comenzó a corretear entre ambos, mojando a Jungkook también.

— ¡Maldita sea, Bam, no! —Gritó en un chillido temeroso, removiéndose de lado a lado para que el agua no llegase a él.

Jimin sonrió encantado, riendo en grande aunque se estuviese mojando y, posiblemente, mañana cogiese un resfriado. Se acercó a Bam y acarició su cabeza para poder tomar la manguera y empuñar a Jungkook con ella.

— ¡Esto es divertido! —Rió a carcajadas, cual niño pequeño haciendo gamberradas.

— ¡Jimin! —Jungkook comenzó a correr, temiendo por su vida—. ¡Estamos a siete grados centígrados, mañana tendremos fiebre!

— ¡No me importa! —Gritó eufóricamente, siguiendo corriendo detrás de él.

— ¡Pero tú sí puedes permitirte enfermar! —Oh, sí, cierto.

Jimin paró en seco y relamió sus labios mientras dejaba caer la manguera, asintiendo despacio. Jungkook aprovechó la oportunidad para tomarla y empujarle de vuelta en venganza.

— ¡Eso por mojarme! —Refutó en berrinche, Jimin trató de cubrir su cuerpo con sus manos de manera inútil.

Tal vez mañana ambos estarían en cama con un enorme resfriado y una fiebre altísima.

Pero se habían dado cuenta de que también podían combatir contra el agua y no sólo con el fuego.

   • . * ˗ ˏˋ BURNED LOVERS ˎˊ˗ * . •

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