༄ Capítulo 14
Luego de esa fatídica noche y de que las emociones se encontrasen a flor de piel, cada uno se fue a su habitación correspondiente, excepto por Jimin y Jungkook, quienes, a pesar de las órdenes y quejas de sus padres ante el frío de la noche, habían querido quedarse un rato más en el balcón viendo terminar los fuegos artificiales.
Taehyung y Yoonji se situaban en la sala de estar, mientras la chica se atiborraba de cualquier bebida alcohólica que pudiese encontrar en la mesa y almacén de sus tíos, pues los mayores hacía tiempo que ya se habían ido a descansar. Taehyung sólo le miraba divertido y escuchaba atento, con un eje de diversión, todo lo que la chica hablaba de manera torpe y sin coherencia. Le encantaría acompañarla, pero la medicación no le sugería tomar alcohol.
— Jimin. —Habló el chico más alto a sus espaldas, rodeándolo protectoramente con sus brazos mientras observaba al cielo brillante y llamativo—. Me gustas mucho.
Jimin sonrió en silencio, mordiendo su labio inferior y permitiéndole seguir con su plática.
— Nunca había sentido esto con nadie, he tenido un par de relaciones cuando aún iba al instituto, pero de ese tipo de relaciones que simplemente estás con la persona porque lo estás y ya. —Mordió su labio inferior pensativo—. Luego te conocí en ese callejón y pensé que nunca había visto a un chico tan bonito y con rostro de meterse en problemas en la vida. No sabía que sentir o cómo expresarlo, todo es nuevo para mí. —Le miró sobre su hombro—. Porque sentía que si me acercaba a ti iba a contagiarte de mi mala vida y todo se iría por el retrete. Pero, de igual forma, seguiste ahí, me ofreciste visitarnos cuando pudieras y ayudar en el refugio.
El rubio asintió sonrojado, evitando mirarle por la vergüenza.
— No sé que más decir porque no soy bueno con las palabras, pero creo que con lo que dije queda claro cuanto me gustas y cómo has hecho para conseguirlo. —Rió divertido—. No tienes por qué corresponder, me queda en claro que tú eres un diez y yo un cuatro, pero quería sacarlo de aquí. —Señaló su pecho—. Oh, y le pedí consejos a Yoonji, ahí donde la ves se toma las cosas del amor enserio.
Ambos rieron por la última frase, Jimin volteó un poco su rostro para poder encararle y acariciar sus mejillas.
— Kook, si no me gustaras del mismo modo, ¿crees que verdaderamente hubiera saltado a ti en cuanto dieron las doce para celebrar el nuevo año? —Rió divertido, mirándole a los ojos—. Tampoco soy de albergar sentimiento, pero cuando lo hago, lo hago bonito. —Sonrió—. Siempre he tenido miedo al amor por lo irreal que se escuchaba y leía en películas y libros, pero entonces un chico de sonrisa de conejito se acercó a mí para ofrecerme su ayuda y no pude hacer más que aceptarla.
— Me cae bien ese chico. —Sonrió de lado Jungkook, sosteniendo la cintura del chico a su lado.
— Claro que te cae bien, idiota. —Rió—. Ese mismo chico que me enseñó a ser fuerte por mí mismo, quien tomó mi mano y no la soltó para nada, mintió conmigo y me enseñó mi mundo. —Sonrió—. Le hablé a mi madre de ti, ¿sabes lo que causaste en mí como para que hiciera eso?
Jungkook rió inevitablemente, soltando una risita y siendo acompañado por Jimin también en la conversación.
— Así que ya puedes darte una idea de lo que me gustas. —Habló divertido—. Por cierto, ella sabe que no son monaguillos. —Rió—. Pero no pude darle otra excusa. —Se puso de puntillas para alcanzar a Jungkook y rodeó sus brazos alrededor de su cuello—. ¿Qué haría mi padre si se enterase de que me gusta un monaguillo? Quema la casa, la iglesia y a nosotros dentro.
— Bueno, pero no queremos comprobarlo por ahora. —Rió—. Así que será mejor que no se entere. —Sostuvo firme su cintura y se inclinó hacia abajo—. Lamento ser... tan poca cosa. Tengo sueños y aspiraciones y voy a cumplirlas sólo para demostrarte que debes quedarte a mi lado.
Jimin sonrió mirándole, asintiendo despacio.
— Tengo algo para ti, para que comiences con tus sueños y aspiraciones. —Sonrió, tomando la mano del chico y tirando de él para llevarle por el pasillo hasta su habitación, lanzándole a la cama para que tomara asiento—. Ponte cómodo, es un pequeño regalo del que mis padres no saben ni sabrán.
Jungkook asintió cruzándose de piernas en la cama y mirándole expectante, colocando bien la ropa.
— Taehyung y yo fuimos a una tienda a alquilar estos trajes de segunda mano, queríamos vernos presentables para la cena. —Explicó mientras Jimin rebuscaba entre sus muebles—. Taehyung ha comenzado a vender sus dibujos y yo estoy preguntando por trabajos en las barberías. Queremos comenzar bien el año y, si es posible que nos acepten en algún trabajo, poder alquilar un pequeño apartamento para ambos.
— Eso es asombroso, Kook. —Sonrió, volteándose con una enorme caja en sus manos—. Aquí está.
Abrió la caja y sacó de ella un ordenador portátil, dejándolo en la cama para abrirlo y encenderlo.
— Mis padres me regalarán uno nuevo por reyes, según ellos este ya no es moderno y no me sirve. —Rodó los ojos—. Así que les he dicho que he vendido este para poder ahorrar algo de dinero.
Jungkook asintió a sus palabras sin entender, mirándole expectante, cuál niño pequeño abriendo su juguete.
— Pero... como es cierto que no lo he vendido, he pensado que sería una gran idea dejarlo en tus manos. —Sonrió—. Porque una vez me contaste que solías escribir tus memorias y cualquier fantasía de tu imaginación entre hojas de una libreta malgastada hasta que la robaron y rompieron.
El de pelo negro sólo miraba sin hablar, pasando sus dedos con delicadeza por encima del instrumento.
— Aquí puedes escribir todo lo que quieras y no va a mancharse o romperse, se guardará automáticamente y podrás hacer y poner fuentes muy bonitas a tus libros. —Relamió sus labios—. Lo único que te pido es que la dejes aquí mientras encuentras un lugar estable y puedas llevártela contigo.
El chico asintió más que emocionado, mirando todo curioso y sonriendo en grande, no entendía cómo funcionaba pero igual lo aprendería con el tiempo, si pudiera.
Se levantó de la cama y fue directamente a abrazar a Jimin, aferrándose a él y envolviéndolo entre sus brazos, sonriendo en grande.
— Gracias. —Susurró con poca voz—. Muchas gracias, de verdad. Te prometo que en cuanto tenga algo de dinero en efectivo voy a comprarte algo.
Jimin rió negando con la cabeza, sosteniéndose de sus hombros.
— No hace falta, Kook. —Sonrió—. Pero no me voy a quejar si me invitas a una cita. —Rió divertido, abrazándole fuerte igual que el mayor lo hacía—. No tienes que devolverme nada, Jungkook, lo sabes. Pero que no se enteren mis padres.
Jeon rió divertido, sonriendo en grande y dejando de abrazarle para sostener sus mejillas y besar sus labios, sintiéndose eufórico.
— Empezamos bien el año. —Habló Taehyung entrando a la habitación con una parloteante Yoonji que venía aferrada a él, ambos casi cayendo entre el bastón y el alcohol en el sistema de la chica—. Vengo a dejar a Yoonji, ha dejado sin reservas de vino y champán a tus padres.
Jimin rió, mirándole divertido y acercándose a ellos para ayudar a Taehyung.
— Gracias, Taehyung, mañana serás el primero en molestarle por la resaca. —Le guiñó el ojo divertido, sonriendo perverso. Taehyung asintió sonriente y se apoyó en Jungkook para sostenerse bien.
— Nosotros nos vamos a la otra habitación. —Avisó Jungkook con una sonrisa—. Buenas noches y tengan lindos sueños.
Ambos sonrieron, Yoonji alzó la mano para hablar.
— ¡Hasta luego, bombón! —Alzó la voz—. Ya sabes dónde está mi cama por si quieres venir a visitarme.
Todos los chicos rieron ante la ocurrencia, Jimin acostó a la chica con cuidado y la ayudó a ponerse algo más cómodo mientras se echaba a su lado.
— Te he jodido el polvo. —Rió maliciosa, cerrando sus ojos sin poder soportar tanto—. Te jodes, eso es en venganza por cuando le decías a mis padres que no te dejaba jugar a mis Barbies y acababas perjudicado tú.
— Yoonji, no desvaríes. —Rió, abrazándole fuerte—. No me has estropeado nada, así que deja eso de ser mala que no te sale. —Picó sus costillas—. Le dije a Jungkook que me gustaba porque os escuché hablando la otra vez, así que me lo hiciste todo como pan comido.
— Me alegro, Mimi. —Sonrió adormilada—. Yo quiero ir a la boda y ser la madrina junto con Taehyung. Pero parece que él se ha olvidado de mí, es un estúpido.
Jimin rió, besando sus mejillas.
— Duérmete, mañana le darás el día a todo el mundo.
— Dime que soy tu prima favorita. —Refunfuñó, Jimin rió.
— Eres la única prima que tengo, Yoonji.
— Dímelo. —Exigió, acurrucándose en sus brazos.
— Eres mi prima favorita, Yoonji. —Sonrió—. Y te quiero así, toda ebria y desastrosa.
Yoonji pudo conciliar el sueño con una sonrisa, Jimin se mantenía despierto en sus pensamientos.
• . * ˗ ˏˋ BURNED LOVERS ˎˊ˗ * . •
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