Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 3

Los días que sucedieron pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Como de esos en los minutos y las horas pasan, y uno ni siquiera atina a darse cuenta de que así era.

Tan rápido como la Navidad y año nuevo pasaron, enero también estaba llegando a su fin, tan frio y helado como siempre, uno en el que no perdonaba nada ni a nadie, y donde la blancuza nieve cubría por completo la ciudad, los lagos se congelaban y los copos de nieve danzaban en el viento, miles de millones de ellos.

Y Jimin lo veía desde el ventanal de su oficina, en la que tenia una vista panorámica de una de las partes mas exclusivas de Londres, ahí en el edificio donde estaba la sede centrar de Park Enterpise.

Un vaso de café bailaba entre sus pequeñas manos, transfiriendo calor a su piel. Eran las 8am y recién acababa de llegar, el frio que se coló en sus huesos entre que bajo del auto y entro a edificio era tanto, que temblaba en demasía.

Se sentó frente a su computadora y estuvo tecleando por varios minutos, contestando e-mails, revisando cuentas y desde su celular, haciendo llamadas.

—... la adquisición de la empresa se va a realizar en los términos Park Enterpise disponga— espero a que la voz detrás del auricular hablara y entonces volvió a hablar y entonces volvió a hablar el—Bien por favor Tzuyu dile que se comunique conmigo lo antes posible. Gracias.

Colgó el intercomunicador, y suspiro con cansancio. Las tratativas para la fusión con una pequeña empresa lo tenia de pelos, y no es que fuera la primera en ser absorbida, o los ridículos pedidos que hacían los dueños para aliarse a su empresa, sino que lo mas complicado era tratar con alfas, que creían ser el centro del mundo, los cuales eran bastantes hostiles en estos dias.

La puerta de su oficina se abrió de golpe, y un sonriente Park Dong Wook entro al recinto de su hijo. Traje negro al cuerpo y zapatos marrones. Jimin sonrió apenas, devolviendo la mirada a su padre y luego a su computadora. Todavía estaba un poco dormido.

El alfa mayor era el dueño de absolutamente todo, y Jimin era su heredero por ser el mayor de sus hijos. También estaban sus hermanas, un par de años menores, y su hermano la luz de los ojos de su padre y de su madre, una fuerte e independiente omega.

—¿Has visto a Tyuzu hijo?— Jimin cerro los ojos, y maldijo por lo bajo.

— Ehm si, la vi al entrar y hace rato me trajo unos documentos ¿Porque?—Pregunto, restándole importancia.

—¿Ya has hablado con ella?— Volvió a preguntar, ignorando su pregunta.

Jimin sabia a donde se dirigía la conversación.

—¿Sobre la empresa que vamos a incorporar? Si, ya le he dicho que—

—No, no, eso no— hizo un ademan con las manos, exasperado.

Jimin suspiro y se digno a sacar los ojos de la pantalla y dirigirlo a su padre. Este lo miraba con avidez y teniendo una mueca, como si supiera algo que el no, o viceversa. Fuera, la tormenta de nieve se había aplacado un poco, pero el frio era atroz.

—Padre...—el Alfa advirtió.

—Jimin, Tienes que decírselo— sentencio, con una mirada reprobatoria.

—¿Que cosa? No se de que estas hablando— negó con la cabeza, sus ojos se volvieron mas fríos.

A Park Dong Wook se le había metido en la cabeza, hace un par de semanas, que Tyuzu era la omega destinada de su hijo, y en su gran mente había tejido una historia muy distinta a la realidad.

—Hijo. Ya tienes edad para formar una familia, y Tyuzu es tu omega...—.

—No—lo corto— Papa, lo que viste no—

Lo que Park Dong Wook vio o no vio, quedo suspendido en el aire por que en ese instante Jungkook y Jackson entraban a la oficina, sin golpear la puerta.

-—¿Que, acaso nadie golpea la puerta?—Grito exasperado el alfa ojiazul.

—Tranquilo, alfa tonto—su amigo contesto, sonriendo ante la actitud del alfa. Salió despacio, arrimo la puerta y golpeo, volviendo a entrar sin esperar respuesta del ojiazul—¿Así le parece bien? ¿O golpeo mas fuerte, señor?.

—Eres un completo idiota, Kookie —sonrió el alfa detrás de la computadora portátil.

Jungkook y Jackson asintieron ante el alfa mayor, viendo como estos se relacionaban con su hijo. Volvió la vista.

—¿Reunión de directivos?— pregunto Jackson, quien era el alfa encargado del personal. No llevaba mucho tiempo en la empresa, pero a Jimin le caía bien. Era reservado y con alguien que se podía hablar sin problemas. El pelirrojo creía lo mismo del ojiazul.

—No, Jackson— contesto el mayor.—Estamos hablando de la omega de mi hijo, solamente eso—contesto con cierto orgullo en su voz.

—¡¿Una Omega?¡— Chillo Jungkook — ¿Por que no me lo contaste? Mal, mal amigo— se cruzo de brazos.

—No Kookie, ninguna omega— comento el ojiazul.

—Es Tyuzu—comento Park Dong Wook, mirando al rubio beta. Jackson miraba divertido la situación.

—No, no es.

—¿Tyuzu? -Pregunto confundido el rubio. —No me has contado nada Minnie— lo reprobó Jungkook, burlón.

—¡Les he dicho que no¡—grito, cerrando con un golpe la pantalla del aparato.— Dejen de hablar de mi como si no estuviera presente—se levanto y rodeo al grupo de personas.

Jungkook se sorprendió.

—¿A donde vas hijo?— Consulto el alfa mayor, sorprendido por la actitud de su hijo.

—A cualquier lado fuera de este lugar— Jimin irradiaba ira en ese momento, y los tres sabían que era mejor que el alfa se calmara.

Salió, dando un portazo, y dirigió sus pasos hacia el ascensor. Paso por frente del escritorio de la omega en cuestión. Esta estaba en su propia portátil, y cuando vio al alfa se levanto de inmediato.

—Minnie— lo llamo con dulce voz, y también con dulce aroma.

Jimin percibió su aroma, era denso y para nada dulce. No le gustaba.

— Ahora no Tyuzu, estoy ocupado— cuando la omega iba a decir algo, el ascensor ya se había cerrado y el estaba bajando, y yendo a algún lugar sin dirección alguna.

Camino, llegando hasta su automóvil y quedándose dentro de largos minutos. Su respiración era agitada, y su piel se volvía blanca con la fuerza que ejercía sobre el volante.

Amaba con todas sus fuerzas a su padre, pero odiaba cuando se metía en su vida de esa manera, y últimamente se le estaba dando por hacerlo seguido, y mas respecto a su vida con alguna omega. En especifico Tyuzu.

Park Dong Wook estaba en la posición de que estaba volviendo viejo, y que quería el tuviera una familia y se hiciera cargo de la empresa. Jimin bufo la primera vez que lo escucho, riendo ante lo dicho de su padre pero quedando estático cuando vio que no era mentira lo dicho y en que realidad estaba hablando muy en serio.

Y cuando lo vio en aquella situación con la omega, todo había encajado en la mente del Alfa mayor, y desde ese momento no había cedido ante las explicaciones del castaño. Para colmo, hasta la misma Tyuzu parecía haber creído lo dicho por Park Dong Wook y ahora esperaba que el se declare como su alfa.

La cuestión era sencilla. Tyuzu salía del ascensor con una pila de documentos, y Jimin la vio a penas caminado. Le tendió su ayuda, como haría cualquier otra persona, pero cuando la omega le agradeció, esta fue muy efusiva. Lo abrazo y beso en la mejilla y en ese instante, los ojos de Park Dong Wook se posaron ante su hijo y la secretaria. Todo había encajado para el hombre.

Jimin se maldice desde ese momento.

Arranco el motor y se dispuso a manejar, no sabia donde iría pero cualquier lugar estaría bien. Necesita despejar sus pensamientos.

🐺🐺🐺

Lleva mas de 45 minutos conduciendo, las intricadas calles de la ciudad lo consumen, tiene suerte de que aquellas se limpiara con regularidad. El calefactor esta al máximo, y puede ver como se acumulan los últimos copos de nieves en el parabrisas.

Respira mas aliviado, la soledad siempre le hace bien y agradece los momentos en que puede estarlo. Poder pensar y analizar todo mas despacio. Aunque últimamente, su mente le viene jugando malas pasadas, y cada vez que busca despejarse piensa siempre en lo mismo.

O en la misma persona.

Hacia un poco de un mes que había asistido a aquel burdel y todavía no se podía sacar de la cabeza al omega de aroma dulce, de ojos verdes esmeraldas y piel blanca.

Recuerda como si tan solo hubiera pasado hace un instante, de como despertó con el entre sus brazos. No habían hecho otra cosa mas que dormir y parecía que Taehyung, si se acuerda de su nombre porque lo piensa a diario, necesitaba el descanso. Jimin durmió poco, enseguida se despertó y se quedo en lo que parecía una nube de ensoñación con el. Lo sentía respirar con suavidad en su pecho.

Con cuidado, había pasado sus dedos entre el cabello del chico, era largo y sedoso, con onda y de color chocolate. Tomo su saco y miro al chico dormir como un niño pequeño. Se acerco y dejo a penas un beso en su mejilla y susurro algo que seria un secreto entre ambos, aunque el omega no lo escuchara.

Antes de salir, dejo una buena suma de dinero en la mesa de luz, estaba seguro que al omega eso le ayudaría bastante. Le dolía el solo pensar en eso, quizás lo necesitaba tanto como para estar en lugar como aquel.

Como si sus manos fueran guiadas solas, cuando se dio cuenta estaba en la calle donde se encontraba aquel lugar. Estaba tan hundido en sus pensamientos, que se había perdido entre las calles y llegado ahí con las falsas esperanzas de quizás, solo quizás, poder volver a verlo.

Condujo con cuidado, despacio. Como queriendo alargar el momento en que cruzara por la puerta pues no sabia si resistiría la necesidad de volver a entrar y verlo, aunque sea de lejos. Seria imposible, pensó.

Varias veces, cuando Park Dong Wook, le hablaba de Tyuzu y de que era su alma gemela destinada, el en vez de pensar en ella como quería su padre, Jimin pensaba en Taehyung. Al principio le parecía muy descabellado y loco. Solo lo había visto una vez, y apenas sabia su nombre. Con el pasar de los días, y al encontrarse pensando en el chico cada vez mas con frecuencia, su alfa interno intentaba con mas fuerzas que aceptara que Taehyung era su omega, que era para el y el para el chico.

Cuando estaba en la esquina anterior, Jimin sintió su corazon vibrar como nunca antes. Su respiración se aceleraba y su pulso aumentaba. Sus deseo de verlo se multiplicaba con creces.

Se estaciono frente al callejón, sus ojos fijos ahí, todavía con el motor encendido y con los dedos picando por apagar y cruzar pero ¿Para que? Eran las 9:30am y quizás bastante imposible que estuviera todavía ahí. La única vez que lo vio fue a la tarde, cerca del anochecer.

La gente pasaba, indiferente de la batalla que se libraba en su mente, la razón que le decía que se fuera de ahí y su Alfa interior que exigía entrar.

Y por mas difícil que fuera la batalla, su lado racional gano esta vez.

Coloco el cambio y no alcanzo a mover el auto, cuando vio la imagen de alguien que le llamo la atención. La gente cruzaba en la vereda, no solo les eran indiferente a el sino también esa persona que estaba en medio de ese gentío. Esta persona estaba justo donde el callejón comienza, sentado en el suelo y tapado apenas con apenas un abrigo.

Nadie pareció verlo.

Pero Jimin lo hizo.

Observo unos momentos, agudizo la vista y su mano ya estaba listo para abrir la puerta, cuando la persona alzo la vista para acomodar su cabello prácticamente congelado.

Parpadeo, con la boca seca y el ceño fruncido.

Era taehyung. Taehyung estaba allí, sentado en el piso a merced de cualquiera que pasara, escondido de la vista de todos y siendo absolutamente visible.

No lo dudo ni un instante. Salió de su auto y cruzo la calle corriendo. Tuvo suerte, un automóvil freno justo antes de que cruzara y lo chocara. Piso la acera y se le quedo mirando, el corazon en la boca y el frio colarse en sus huesos.

¿Cómo podía ese ser tan único estar tan solo?

Se acerco, estando a solo unos centímetros, Jimin hablo.

—¿Taehyung?— El nombrado se sobresalto en su lugar, levantando la cabeza. Tenia sus ojos verdes, rojos e irritados, la piel y la nariz roja, apenas tapado por un abrigo marrón.

Conecto con el par de ojos, mirándolo con preocupación. Eso fue evidente, cuando el omega se hizo para atrás. aun mas cerca de la pared. Se había asustado, y había reconocido al alfa.

—¿Jimin? —Susurro, con una mano limpiándose la nariz roja. El nombrado sonrió, por el hecho de que se acordaba de el. El omega no pudo olvidarse de aquel alfa tan generoso, y que tan bien lo había tratado.

Nunca nadie antes lo había hecho, era un saco usado. Aunque no siempre fue así.

—¿Por que estas así?—Pregunto.—¿Con este frio taehyung? ¿Qué sucedió, omega?

Jimin se saco su propio tapado oscuro, y cubrió al chico que estaba en cuclillas.

—Estoy esperando... —Mintió.

—¿Quién te hace esperar con este frio, afuera en la calle?— Inquirió, intentando con todas sus fuerzas no gruñir de odio. —¿Tu alfa?

Taehyung asintió —Ya a venir, no importa— murmuro, acomodándose y agradeciendo con los ojos en lagrimas que alguien le cediera un abrigo. Hacia mucho tiempo estaba ahí.

—Esto no puede ser— el alfa bramo. Taehyung se asusto—Esta helado Taehyung—el omega desvió la mirada.

—No import—

—Claro que importa ¿no tienes donde ir, verdad?— El omega seguía sin mirarlo. Jimin estaba a su altura, Negó despacio.

—No —susurro con la voz quebrada, se apretó con mas fuerza las rodillas, protegiendo su vientre. Eso era lo único que quería hacer, protegerlo a toda costa, pero ¿Qué mas podía hacer? Estaba en la calle.

—Vamos a mi departamento —digo el alfa, y el menor lo miro. Vio la profundidad en los ojos azules que lo veían fijamente.

—No, no puedo aceptar eso— por mas que quisiera, no podía caer tanto. Aceptar ir al departamento de un alfa desconocido, por mas que lo hubiera tratado mejor que nadie podía arriesgarse así. No podía arriesgar todo lo que tenia, no cuando hasta el ultimo alfa le había fallado siempre.

—Si puedes. hace frio, estas congelado. Ven conmigo al auto al menos, vamos a desayunar y después vemos que hacemos ¿Si, Taehyung?— Tendió sus manos, y luego de varios segundos, el omega acepto. Dos perfectos hoyuelos se le dibujaron en el rostro y el alfa se lo quería comer entero. Se contuvo.

No sentía las piernas, y le dolía todo el cuerpo. le costo ponerse en pie.

Jimin lo observo, y con sumo cuidado, tomando como sorpresa al omega susurro un permiso, y lo alzo. Lo tomo de las piernas y la espalda. Taehyung sintió vértigo, pero se prendió al cuello del mayor.

Cruzaron la calle hacia el auto todavía encendido y con cuidado, lo coloco ahí el calor de la calefacción lo abrazo y quiso llorar.

Jimin corrio al otro lado. Ingreso y enseguida se puso en marcha. Tenia el lugar perfecto donde ir con el omega.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro