ㅡ¿Soo? ㅡPreguntó, sobre el murmullo y la omega inmediatamente se dio vuelta.

Jisoo, su amiga de noches largas y charlas interminables en el Burdel estaba ahí, justo frente suyo.

La nombrada giró. La omega estaba vestida con un vestido gris al cuerpo, que dejaba ver su esbelta y marcada figura. Sus ojos grisáceos la buscaron enseguida.

Sus miradas se cruzaron. La gente a su alrededor seguía moviéndose, bebiendo y hablando. Rosé estaba pegada a su espalda, con los ojos puesto en su omega. Acechando, como un Alcón.

ㅡ¿Jen, Jennie? ㅡMurmuró, quieta en su lugar sin poder creer lo que estaba viendo. Parpadeó, y una sonrisa fue apareciendo en su rostro. ㅡ¡Jennie!

Jisoo se acercó, con lágrimas en sus ojos. Jisoo fue su amiga durante años, nadie... absolutamente nadie más sabía por lo que había pasado en aquel lugar, salvo la omega. Si estaba viva, también era gracias a ella.

ㅡ¡No puedo creer, Jisoo! ¿Qué haces aquí? ㅡSusurró la castaña, cuando se soltaron del abrazo en el que se habían fundido. El aroma conocido hizo vibrar a Jennie de alegría.

ㅡJennie, Jennie, Jennie ㅡnegaba Jisoo. ㅡPensé que... te perdiste... te fuiste. Creí que ㅡse detuvo. La miró con ojos entrecerrados, y sus orbes fueron directo a la marca en el cuello de la omega, sin disimular. Jennie rio entre dientes. Jisoo se tapo la boca con ambas manos. ㅡNo puedo creer ¡¿Quién fue el hijo de...?!

Rosé miraba la escena desde un palmo por detrás de Jennie. Había notado la presencia de la azabache que era omega, pero eso tampoco le mantenía tranquila. Nadie haría daño a su omega ni a su cachorro.

ㅡ¡No, no! ㅡDijo rápidamente, entendiendo la conclusión a la que había llegado, haciendo señas con las manos. ㅡNadie me llevó, Jisoo. Ésta marca es porque yo quise, me empareje por decisión mía, amiga.

Jisoo, por un momento, había pensado que la desaparición de su amiga tenía que ver con que quizás algún alfa la había marcado sin que nadie se diera cuenta y se la hubiera llevado. Había pasado semanas preocupada, cuando absolutamente nadie sabía nada de ella o no le querían decir, tampoco. Es cierto, había pensado lo peor varias veces, la omega estuvo muy, muy, preocupada por su amiga.

ㅡNo puedo creer. Estás emparejada y ¡Oh! ¡Jennie, ya se te nota la pancita! ㅡChilló la omega, y Jennie sonrió avergonzada. Colocó su mano sobre el vientre, y sintió a su lado como Rosé entrelazaban sus dedos con los suyo. No había nada como el calor de su alfa estando cerca.

ㅡSi, ya pasé las dieciocho semanas. Estoy enorme ㅡhizo un puchero, y Rosé le besó la frente. ㅡJisoo, quiero presentarte a Rosé. Ella es mi alfa, y el amor de mi vida ㅡdijo, colorada de pies a cabezas. Rosé hincho el pecho de orgullo por lo dicho por su omega, ㅡRosé, amor. Ella es Jisoo, es mi amiga desde hace mucho tiempo ㅡla presentó.

Rosé le tendió la mano y Jisoo le saludó con una sonrisa blanca en su rostro, y ojos que la escaneaban de arriba a abajo. La alfa hizo lo mismo, la inspeccionó unos segundos y luego asintió hacia Jennie.

ㅡBebé, pronto será el brindis y te quiero que estés conmigo ㅡsusurró la alfa, bajo la atenta mirada de Jisoo. ㅡHay que buscar a mis padres.

ㅡ¿Me podría retrasar un ratito, Rosé? ㅡLloriqueo la omega. ㅡQuiero hablar con mi amiga un poco, alfa ㅡrogó, y Rosé creía que era el ser más hermoso de todos.

ㅡNo necesitas mi permiso, Jen. Yo voy a estar saludando a unos amigos ¿Sí? ㅡcontestó, besó la mejilla de la castaña. ㅡVoy a estar por allí, cualquier cosa me avisas. Por favor, amor ㅡsuplicó. Jennie asintió, y vio como su alfa se perdía entre la gente hacia un semicírculo no muy lejano a ellas.

ㅡJisoo ¿Podemos hablar? ¿Estás con...? ㅡArrugó la frente. No sabía cómo ni con quién estaba ella ahí.

Jisoo asintió, luciendo un poco más nerviosa que antes. Pero no supo identificar qué tipo de nerviosismo.

ㅡVine con una alfa que me invitó para ser su pareja ㅡse puso colorada, entrelazando sus dedos. ㅡEs hermosa y es muy buena conmigo. Éste último tiempo ha estado yendo de seguido, y sólo quiere que sea yo quien le asista. Debe andar por ahí ㅡindicó hacia la multitud, buscando la cabellera negra.

Mientras hablaban, iban acercándose hacia unos sillones que habían cerca de ellas. Jennie se sentó despacio, y Rosé le tendió la mano para ayudarla.

ㅡEso es genial, Jisoo ㅡle sonrió. ㅡNo todos los alfas son malos, ahora lo estoy aprendiendo ㅡmiró hacia donde se encontraba Rosé, y por entre un huequito sus ojos se encontraron. La alfa le sonrió y le tiró un pequeño beso a la distancia, y Jennie quería a esa alfa con todo su ser y fuerzas.

ㅡOjalá que así sea Jennie, ojalá ㅡsuplicó, en un suspiro. Jennie conocía bien ese sentimiento.

···

Doyun se colocó en el centro del salón, copa en mano y con Haneul a su lado. La omega lucía un vestido color natural y cabello recogido. Dio un par de golpecitos al cristal y todo quedaron en silencio.

La luz cálida venía de todas partes, y de afuera ya se vía la oscuridad de la noche caer.

Rosé buscaba a Jennie. La había perdido de vista hacía un rato, y estaba sintiendo la ansiedad justo en el pecho. Necesitaba a su omega cerca, quería verla y sentir su aroma, que era lo único que lograba relajarla.

Miró más allá, y había un mar de cabezas. Un océano de aromas y perfumes, y no podía identificar al único que quería.

Justo cuando su padre se colocó en medio del lugar, sintió una presión a su costado y pudo respirar al fin cuando vio a su chica que envolvía su brazo alrededor de la alfa. Rosé hizo lo mismo, tomando entre sus brazos a la menor.

Al instante percibió el nerviosismo de su omega.

ㅡ¿Jennie, amor? ㅡPreguntó en un susurró. Jennie negó con la cabeza, se unió más a su cuerpo. Podía oler su malestar.

ㅡRosé ㅡdijo, con voz quebrada. Escondió su rostro en el pecho de la alfa, cuando esta se dio vuelta y la estrechó contra su pecho.

Solamente la voz de Doyun se escuchaba a lo lejos, pero Rosé no le estaba prestando la mínima atención. Lo único que se la llevaba era su hermosa chica que temblaba en sus brazos.

Su alfa interna estaba inquieta, y ella comenzaba a estarlo también.

ㅡJen, amor ¿Qué sucedió? ¿Qué... te sientes mal? ¿Pasó algo con el bebé? ㅡPreguntó, rápidamente, sobre el oído de la omega.

Jennie negó.

ㅡEl bebé está bien ㅡsusurró, y Rosé automáticamente colocó sus manos en la pancita de la castaña.

ㅡ... es por eso que quiero brindar en nombre de mis hijos. Alice, Jimin, mis gemelas Young Mi y Yang Mi. Jihoon y Roseanne. Mi hija, quién está en pareja, y se ha enlazado recientemente con Jennie. Chicas, la mayor de las felicidades, a ustedes y al cachorro en camino. Nuestro nieto. Cuenten con nosotros siempre, la familia Park está a su disposición.

Rosé y Jennie miraron al alfa, que les sonría grande, orgulloso de ellas. Ambas, sonrieron como pudieron, y alzaron sus copas con agua y brindaron.

Rosé se llevó a Jennie ni bien tuvo la oportunidad, unos minutos después. No podía seguir exponiéndola así, aunque no tuviera idea de que estaba sucediendo con su chica.

Para cuando subieron al auto, Jennie era un profundo mar de llantos y Rosé no tenía idea de que había sucedido o que le estaba pasando en ese instante.

Estaban en el estacionamiento. No dejaron que el valet parking les devolviera el auto, fueron abrazadas hasta donde estaba.

Rosé estaba alterada. Quería destruir a quien quiera que hubiera dañado a su pareja de esa manera. Jennie caminó a su lado, con el rostro escondido en el abrazo protector de su alfa y esta quería gruñir a cualquiera que se acercara a la omega. Quería protegerla, besarla, calmarla. Quería llevarla al nido, besar su marca y llenarse del aroma de la otra.

Quería su lugar, donde nada ni nadie podría dañarlas nunca.

ㅡJennie, Jennie... mi amor, por favor ㅡsuplicó la alfa, sosteniendo delicadamente el rostro de la menor. Dejó que llorara en su hombro. ㅡSh, ya está. Ya pasó. Estamos juntas, estamos bien. Nada malo va a pasar, amor. Estoy aquí, estoy aquí ㅡRosé le decía palabras suaves y de aliento, bajito. El cuerpo de Jennie empezaba a dejar de temblar, y a respirar más calmada.

ㅡN-no dejes que me ㅡse atragantó, con solo pensarlo. ㅡQue me lleven Rosé. No quiero, no quiero ㅡRosé no entendía absolutamente nada.

Le acarició la cabeza, suave y despacio.

ㅡNadie te va a llevar a ningún lado, Jennie ㅡbuscó la mirada café de su omega, le hablo despacio, pero firme. ㅡNo sé quién te ha dicho eso, o qué te dijeron, pero nadie lo hará, amor. Nadie te va a llevar lejos de mí.

ㅡNuestro bebé ㅡnegaba Jennie, parecía no oírla. ㅡNuestro cachorro Rosé, por-por favor.

Rosé movió el asiento del conductor hacia atrás, todo lo posible dejando un espacio entre ella y el volante. Con un mínimo movimiento, hizo que Jennie pasara a su lado y se sentará en su regazo.

La omega se acomodó y su pancita tocaba el vientre plano de Rosé. Acunó su cintura, y dejó que se recostara por su cuerpo. Le besó la marca, con ansías. Posó sus labios ahí, terso y suave.

ㅡEl cachorro es nuestro, Jennie ㅡmurmuró desde la piel. ㅡNadie te lo va a quitar, nadie. Vas a estar contigo y conmigo siempre. Va a dormir en el nido, vas a sentir su calorcito, y su olor. Va a vivir con nosotras hasta que seamos viejas, amor ㅡJennie rio bajito.

Se relajó con las palabras de su alfa, su olor y el cuerpo cálido bajo suyo que le sostenía por completo.

ㅡSi, alfa ㅡsusurró apenas. ㅡSi, sí. Prométeme, Rosé. Por favor.

ㅡTe lo juro. Te prometo, omega. Nadie les va a hacer daño ㅡjuró. No era la mejor y más cómoda posición, pero era lo que tenían y la cercanía les hizo bien a ambas ㅡ¿Quieres hablar, Jennie? ¿Qué pasó, chiquita?

Jennie suspiró.

ㅡJennie, yo realmente pensé que te había sucedido algo malo ㅡsusurró Jisoo. Estaban sentadas cerca, una de la otra. ㅡCreí que alguien te llevó, o que te perdiste, o cualquier cosa. Ese día, después de lo que pasó con Jung-su salí a buscarte y no pude encontrarte ㅡmiró hacia abajo, apenada. Tenía lágrimas en sus ojos.

ㅡEstoy bien, Jisoo. Mejor que nunca ㅡle aseguró. ㅡRosé es hermosa. Me salvó ese día que yo estaba sola en medio del frío. Me llevó a su casa, y me ofreció todo. Al principio tenía miedo, solo la había visto una vez, pero con los días vi y sentí que su forma de actuar conmigo era distinta a cualquier persona que hubiera conocido antes y... Jisoo ㅡtenía una sonrisa en su rostro, y lágrimas en sus ojitos cafés. ㅡQuiere tanto a mi cachorro, a todos les dice que va a ser mamá, está muy emocionada. Le habla, y acaricia, todo el tiempo. Por las noches, cuando cree que estoy durmiendo, la escucho susurrarle cosas con los labios pegados a mi piel, y te juro que... ㅡTragó. Recordar eso le hacía tanto bien.

Jisoo sonreía, y se secaba las lágrimas.

ㅡTe mereces todo, Jen. Absolutamente todo, pero ahora que te tengo enfrente... y... Ehm no puedo no decirte estoㅡ negó con la cabeza. No quería arruinar el bienestar de su amiga, pero debía decírselo.

Jennie entendió todo.

ㅡJung-su ㅡsusurró la omega castaña.

Jisoo asintió.

ㅡTe ha estado buscando, Jennie. Te está buscando como un loco ㅡaseguró, con dolor en los ojos y en la voz, que le temblaba. ㅡQuiere encontrarte. Nos interrogó a todos, si sabíamos que había pasado contigo. No dejes, no... no dejes que te encuentre Jennie ㅡse apresuró a decir, la desesperación en su voz. ㅡNo dejes que los encuentre. No sé cómo, pero sabe que estás esperando un bebé.

Y el mundo se fue desmoronando para Jennie en un abrir y cerrar de ojos. Sabía que Jung-su no se iba a rendir tan fácil, pero no pensó que pudiese estar al tanto del cachorro.

Necesitaba a su alfa. La necesitaba ahora.

Jennie casi no prestó atención, cuando una alfa conocida para ella se acercó hasta la pareja de omegas.

Era Lisa, que venía en busca de su compañera.

Jennie se durmió poco después de eso, y Rosé no tuvo corazón para despertarla así que se quedaron un buen rato ahí, con la respiración suave de su omega en su cuello, y su ya conocido peso.

Acarició su espalda, y besaba su coronilla. Se embriagaba con el dulce aroma de la castaña.

Ese día volvieron tarde a su casa, y durmieron juntas como todos los días. Rosé avisó que no iría a trabajar los días siguientes, y tuvo que pedirle a Doyun y Haneul que no vinieran esa semana, puesto que la omega estaba muy alterada aún.

Lo que sucedió una semana después, Rosé no lo pudo preveer.

Era sábado por la tarde, y tanto Jennie como Rosé estaban mirando una película en el living. Ambas tenían puesto unos pijamas ya que estuvieron dentro de casa todo el día.

Jennie quiso cocinar, y ambas lo hicieron juntas.

El día anterior, había recibido la visita de los padres de Rosé. Jennie por fin pudo conocer a sus cuñadas y cuñados. Hermanos menores de su alfa.

Fue casi al instante, las chicas la hicieron sentir como si fuera parte de la familia hacía mucho tiempo. Las gemelas querían ver la panza de Jennie, y ella con gusto se las enseñó.

Cada vez que Rosé veía a su pareja interactuar con alguien nuevo, y ver qué era recibida con todo el amor que se merecía, le daba algo cálido en el pecho al saber que Jennie había perdido a la suya.

Ahora estaba en el living, con Jennie sentada entre sus piernas y un bol de pochoclos dulces. Antojo de la omega que Rosé no dudó en cumplir.

La alfa notó que la menor se había empezado a quedar dormida, el último tiempo le venía pasando bastante seguido así que la dejó descansar sobre su pecho un rato más.

Luego de la fiesta, la semana anterior, Rosé poco se había separado de la omega, que cada vez era más dependiente de ella. La buscaba todo el tiempo, y su nido estaba lleno de objetos de la rubia.

La alfa fue solo un par de días a trabajar, y volvía lo más rápido posible.

ㅡJennie ㅡsusurró la alfa. Iba a llevarla al nido, para que lograse descansar mejor. ㅡJen, vamos al nido amor ㅡhabló despacito. Jennie se removió, e hizo un ruidito media dormida.

Rosé rio. Entendía a la perfección ese pedido. Así que logró sentarla, para poder así cargarla hasta la habitación.

Jennie lo hizo, mientras miraba con sus ojitos apenas abiertos a la alfa. Estiró los brazos, cual bebé, para ser cargada.

Rosé se acomodó la ropa, lista para alzarla.

Y entonces... la cara de horror de Jennie la descolocó.

Siguió la mirada de la omega.

Su ropa tenía una mancha de sangre, estaba impregnada en ella, y Jennie tenía la misma en su pijama.

Rosé entendió. Jennie estaba con pérdidas.

El cachorro, fue lo único que pensaron las dos al mismo tiempo.

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