Katsuki miró la burbuja, que giraba a su alrededor separándose y uniéndose hasta que estalló soltando el aroma de manzanas verdes. Tomó la nota que había caído al piso por culpa de las cosas raras que hizo la burbuja.

"Lamento si mis burbujas hicieron algo extraño, a veces no las controlo perfectamente y comienzan a bailar. Es como si tuvieran vida propia hasta que se revientan.

Esto me hace pensar que la vida es tan corta, que todo es tan efímero. Y por eso quería comenzar con esto, porque si no lo hago ahora, jamás lo haré.

Y aunque no fuera a resultar, al menos hice el intento y no quedaré con el peso de lo que pude hacer y jamás hice.

La manzana verde tiene dos caras, como la vida, como tú.

Puede ser tan ácida como dulce, me recuerda a ti.

Porque eres tan dulce, de una forma ácida. Te muestras tan arisco, pero definitivamente eres una persona maravillosa, por eso me gustas tanto"

Katsuki suspiró y guardó la nota, te acercaste a el cuando la guardó.

—Bakugou-san, que sorpresa verte ahora, mira tengo una manzana extra —dijiste pasándole una manzana verde. Él alzó una ceja—. Me gustan porque son ácidas y a veces dulces, ¿a ti no?

—No me interesa —dijo dándole una mordida. Le parecía demasiado sospechoso que cada día llegaras con algo relacionado a la nota del día. Te mantendría en la mira.

Sonreíste y se quedaron hablando un rato.