Petición de: Cloud4eferToYou

¡He vuelto! :v

Chester recuerda que un criatura que no pudo reconocer empezó a atacarlos, recuerda el dolor de un golpe y una punzada en el hombro, recuerda gritos y chillidos alarmados, recuerda sentirse cada vez más débil y cansado, recuerda haberse sumido a la oscuridad y luego...despertarse con sobresalto. Había parpadeado y mirado con curiosidad a sus amigos, enarcando una ceja ante las miradas de preocupación de estos. No lo entendió hasta que se paro frente a un espejo y no pudo ver su reflejo.

Lo admitía, había entrado en pánico. Corriendo por toda la casa, gritando de dolor cuando una de sus patas termino bajo los rayos del brillante sol que entraba por la ventana del pasillo. Grito, lloro, sin importarle lo que Harold o Bunnicula le pudieran decir. Era lo que parecía ser un gato-vampiro. Estaba muerto. Había muerto. No podría salir de la casa por la mañana. Ya no podría disfrutar de sentarse en el piso bajo el sol al lado de Mina. Estaba atrapado. Y solo.

-Agh...- gruño de mala cara, rascándose la nuca con aire ausente. Habían pasado años desde ese accidente, las cosas habían cambiado. Harold había muerto. El padre de Mina había muerto. Mina se caso y tubo hijos, quedándose en la gran casa. Ella termino por enterarse de la verdad respecto a Bunnicula y él pero se había negado a abandonarlos, diciendo que ella y su familia los cuidarían por siempre. Todo estaba bien, la casa mucho más ruidos de lo que recordaba y cálida de tanto cariño pero...se sentía tan solo.

No lo hacia a propósito, en serio. Sabía que tenia a Mina y a sus hijos, que los gatos que vivían en el lugar eran sus amigos, incluso podía decir que tenia la compañía de Bunnicula pero a veces simplemente se sentía solo. Como si fuera el único ser del planeta.

-¿Como podía Bunnicula aguantar esto?- murmuro sin poder evitarlos, sobresaltándose cuando alguien se sentó a su lado.

-¿Aguantar qué?- por suerte, con la transformación, pudo entender por completo lo que ese odioso conejo-vampiro decir. Se volvió a acomodar, sin molestarse que Bunnicula este sentado a su lado y lo mire fijamente, lleno de curiosidad.

-Vivir de esta manera...- suspiro, mirando hacia afuera de la ventana que dejaba ver un brillante luna redonda en el cielo oscuro. -...ser el único de tu especie...saber que sin importa cuanto vivas...- hizo una mueca. -...estarás destinado a ver como tus amigos se van y...te quedas solo-

-Me acostumbre- se encogió de hombros. -Además...- palmeo el brazo del felino, deteniéndose solo cuando este lo miro. -...ya no estoy solo-

-¿Eh?- eso lo tomo por sorpresa.

-¡Pues claro!- sonrío, convirtiendo sus orejas en alas y elevándose ligeramente para estar cara a cara con el gato. -Ahora te tengo a ti...- rio, estirando los brazos y apoyando sus pequeñas manos en las mejillas ajenas. -...y tu me tienes a mi~-

-Supongo que tienes razón...que raro- soltó una pequeña risita, suspirando al sentir que el conejo le daba un beso en el hocico. -Gracias Bun~-

-¡De nada!- sonrío, para después darle un firme beso y separarse entre risas. Chester sonrío ligeramente, no estaba solo después de todo.