Día 9: Madness/Ghost
—Ryuu, ya basta—dijo por enésima vez Atsushi a la vez que terminaba de doblar la ropa sobre su cama.
Otro golpe se volvió a escuchar en el pasillo, seguido de pisadas. Hikari, quien acompañaba a Atsushi, también concentró su mirada en la puerta.
—¡Pá!—exclamó, apuntando con un dedo hacia la puerta.
Atsushi suspiró cansado mientras volteaba sus ojos.. A veces Ryuunosuke se ponía bastante pesado.
—Déjate de juegos y entra ya—decía, mientras se ponía de pie y abría la puerta. Pero al momento en el que asomó su cabeza no vio a nadie allí.
Extraño.
Miró hacia ambos lados y con su habilidad intentó agudizar su oído y olfato, pero no encontró nada.
—¿Qué rayos?—murmuró, mientras un escalofrío recorrió su espalda.
Desvió su mirada hacia su hija quien aun estaba sentada en la cama y no despegaba su mirada de la puerta.
En ese momento, la puerta principal fue abierta y Atsushi se sobre saltó.
—Ya llegué—esa era la voz de Ryuunosuke.
Hikari se bajó de la cama lo mejor y más rápido que pudo y camino hacia la salida.
—¡Pá!—una pequeña sonrisa adornó su rostro al correr hacia los brazos de Ryuunosuke.
—Hey, ¿no habías llegado ya?—fue el saludo de Atsushi, mientras caminaba hacia su esposo y este tomaba a la niña en brazos.
—¿De qué hablas, jinko?—le preguntó extrañado.
Atsushi miró nervioso a su alrededor. ¿Acaso se estaba volviendo loco?
—¡Fantasma!—Hikari gritó, haciendo que Atsushi se encrispara.
—¿Fantasma?—repitió Ryuunosuke. Alternó su mirada entre Atsushi y la pequeña Hikari, buscando una explicación—los fantasmas no existen.
—No, claro que no. Jaja—rio nervioso Atsushi.
Quería creer que en serio se estaba volviendo loco. Sí, eso debe ser.
*-*-*-*-*-*
Día nueve listo.
Nos leemos el día de mañana.
Saludos☆
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