—Chuuya, ¿cómo fue tu primera cita con Dazai?—preguntó con genuina curiosidad al chico frente suyo.

Chuuya al escucharle, le mira extrañado.

—¿Cita? No lo sé, creo que a nuestras salidas nunca les hemos puesto nombre realmente—se encogió de hombros, quitándole importancia—¿por qué lo preguntas, Atsushi?

Al hacer la pregunta, vio como en las mejillas del chico aparecía un ligero toque carmín.

—Ah, es que...

—¿Tendrás una cita con Akutagawa?—más que una pregunta, parecía una afirmación. Atsushi se sonrojó más aun y desvió su mirada hacia la taza de café humeante que tenía enfrente.

—Algo así...—contestó, no muy convencido—la verdad es que no sabría decirlo. Quedamos de vernos, pero no es nada concreto—volvió a levantar la mirada, enfocándose en Chuuya nuevamente—¿cómo debería hablarlo? ¿Qué debería hacer?

Chuuya soltó una pequeña risa. La reacción de Atsushi le daba un poco de ternura.

—Hey, no lo pienses demasiado—le tranquilizó—cualquier lugar es bueno con la persona correcta.

Atsushi al escucharlo, no supo que decir. Sus palabras estaban llenas de verdad.

—Tienes razón, Chuuya—le sonrió de vuelta, más tranquilo—creo que me estaba comiendo la cabeza por nada—soltó una risa.

Chuuya soltó una risa también. La verdad es que no tenía idea de temas románticos, su propia relación con aquel bastardo vendado distaba mucho de ser una normal, llena de mimos y detalles, y si lo pensaba un poco más, sabía que con Akutagawa sería algo parecido. Pero Atsushi era de otro mundo y la inocencia aun era palpable en él.

Desde el fondo de su corazón, le deseaba toda la suerte del mundo.

*-*-*-*-*-*-*
¡Tercer día!
Lo siento si es un poco flojo, pero andaba falto de inspiración. Además hoy tuve examen y estoy re cansado.

Nos leemos mañana☆