Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

"Juego de Cartas" [FyoLai]

☔ Título: Juego de Cartas.
☔Personajes: Nikolai Gogol, Fyodor Dostoyevski.
☔Ship: ---
☔ Género: Angst?

Hace un tiempo, ¡No mucho! Quizás algunos meses, pasó algo cuanto menos extraño, aún recuerdo esa sensación de... Nervios, y eso que no soy una persona nerviosa.

No recuerdo el horario exacto, pero probablemente era la mitad de al tarde, Dos-kun siempre está libre a esa hora.
Era un día parcialmente nublado, nada realmente importante, pero recuerdo que estaba aburrido, y fue por eso que acepte aquel juego, primer error.

Yo estaba tomando una taza de té, y alguien entro al cuarto, era Dos-kun, traía un paquete de cartas, y otro té para él, se sentó frente a mí, y sonrió.

- Kolya - me llamó dejando la baraja sobre la mesa ratona.

- Fedya -  respondí con una sonrisa como siempre que lo veo.

- Quiero jugar un juego - al principio pensé que sería divertido - ¿Juegas conmigo? - entonces solo acepté.

Ese día jugariamos un juego de cartas " La Casa Robada"  tres cartas a cada jugador,  otras cuatro van al centro, cada uno puede robar, o poner una carta enmedio si no tiene otra opción, una vez amontonada más de una, tu oponente puede robarte "tu casa", y así hasta que se quedan sin cartas, quien tenga más gana. No era un juego con mucha complicación o estrategia, simplemente algo a la suerte.

Él mezcló, así que me pidió que partiera. Tomé el mazo, y lo corte exactamente a la mitad, y justo antes de unir carta con carta, me llamó.

- ¿Quieres apostar algo, Nikolai? - sonrió con sus manos entrelazadas bajo su mentón, y aquella cara que me encanta.

- ¿Apostar cómo qué, Dos-kun? - no doy un apostador recurrente, pero admito que jugar con Fyodor me hace llegar al límite.

- No lo sé, ¿Qué te gustaría apostar?

- Pues... - miré hacia afuera - podemos apostar trabajo, el que gane hace el trabajos el otro por un día - sugerí con una sonrisa, y dí un sorbo a mi té.

- mmm ¿y qué tal algo más extremo ? - ladeó su cabeza, también dió un sorbo a su té, puso cara de asco.

- ¿Dinero? Dos-kun, he estado gastando en disfraces últimamente, ¡Sabes que no tengo dinero! - "grite" bromeando.

- Entonces, algo que tengas siempre-  y yo cometí el error de preguntar.

- ¿Algo como qué?

- Ya lo sé, apostemos nuestras vidas - ahí, fue donde debería haberme detenido, más no lo hice - Si tu pierdes, tu mueres, y si ganas, yo lo hago, lo hace un poco más interesante así, ¿No?

Cualquier persona habría dicho que eso era irracional, que no dejaría su vida a un juego al azar, pero algo, que hasta día de hoy no comprendo, me hizo aceptar y seguir con aquel suicidio.

Entonces comenzamos a jugar, la primera ronda, el robó mi casa dos veces, y yo una, más él la última, Fyodor ganó.
La segunda ronda, quizás no lo vió o solo se hizo el tonto, pues enmedio había una carta con seis de oro, pero tiró su carta "ocho de diamantes" al centro, así que yo gané la segunda ronda.

Finalmente, cuando la séptima y última ronda llegó, estábamos en un empate, me sorprendí bastante, si te hablo con sinceridad. Me tocó el primer turno, no era nada, simplemente tres de espadas.
Su turno llegó, obviamente, tenía una carta particular, donde el tomó la delantera, más tarde yo haría lo mismo, proclamando su casa como mía, y así, nuevamente.

Luego llegó mi último turno, mi última jugada, era una buena carta, donde podría hacerme con todo, y salir victorioso.
Pero perdí
Entonces fue donde comprendí que el juego había terminado.

- Así que, mi vida, ¿uh? - no podría decir que esta asustado, estaba aterrorizado.

- te tiemblan las manos, ¿Quieres que suba la estufa? - me miró vacilante - vaya... Jaja - río apoyándose en su palma - ¿sinceramente? Dudaba que fuera a ganar - dio un suspiro y se levantó del sillón - pero lo hice - recogió su taza, y cartas - ahora tu muerte es mía.

Su mirada era más fría de lo que me hubiese gustado sentir, no... Helada, es la palabra correcta.

- Bueno, charlamos en un rato, tengo cosas importantes que hacer - dicho eso, cerró la puerta luego de salir.

Nunca podría culparlo, no podría hacerlo cargo de tal cosas, jamás podría manchar sus manos blancas en sucia sangre, pues es que yo tuve la culpa en primer lugar, cometí el error de perder, pero ganar probablemente nunca fue siquiera una de las opciones... Nunca debí haber jugado con el jefe de las ratas, nunca debí haber jugado con aquel demonio ruso, nunca debí haber jugado con Fyodor Dostoyevski.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro